Partida Rol por web

Decepcionado porque la dhampira me respondió de manera amable suelto la puerta, la cual se cierra lentamente dejando escuchar un poco mas de la conversación que teníamos fuera desde dentro ¿lo hice aposta o sin querer?, y devuelvo las manos a los bolsillos. Lo único que llegué a entender de lo que dije la aquarian fue que no la dejaron entrar en algún sitio. Lo que me sorprendió mucho fue ver al elfo esta vez sin nadie para vigilarlo.

-¿Kain, verdad? ¿Y tu eres? Bueno, perdonada mis modales no me he presentado, Renall Gallard Teareus -desde luego me gustaba decir mi nombre completo- Sinceramente no tengo ni la mas remota idea de quien eres o porque estabas antes en la situación en la que estabas así que si me haces el favor de sacarme de mi ignorancia te lo agradecería. Por favor -por una vez se noto que tenía muy buenos modales y que seguramente venía alguna familia, aunque fuera mínimamente, importante

Bueno, me esperaba un espectaculo mucho mas interesante, pero no me puedo quejar pues lo que han visto mis ojos ha sido vulgar. Una discusion vulgar, con gente vulgar, o bueno, partes de las personas presentes tienen ese aspecto, quizas en el fondo sean mucho mas interesantes y utiles de lo que me puede brindar su simple apariencia. ¿Quien se pondria a discutir en pleno inicio? Que desperdicio de energia, keke. Ah, si, que yo estuve viendo todo este tiempo, pero pase de ello. Al final, no es mi problema, pero si puede llegar a ser divertido voy a intervenir, en algun futuro muy lejano. Y distante. ¡Keke!

Pues camine hacia el patio, y de mi bolsillo me saco una barra de chocolate junto a un jugo de manzana y me voy a un lugar disponible y preferiblemente un poco alejado de los demas, lo suficiente para escuchar un poco, lo suficiente como para no involucrarme de lleno. Pero mientras empezaba a observar a cada uno de mis futuros nuevos compañeros, mi interes se poso en ciertos individuos. Una chica elfa, una chica albina que se mira de alta alcurnia, y, su compañero, otro peliblanco. Oh, pense que seria el unico, por unos segundos los observe con curiosidad... Para luego concentrarme en mi galleta, a mi ritmo.

Que bonito dia, keke. 

Cuando me disponía a responderle a la aquarian, llegaron los otros cadetes, entre ellos la semi-elfa, que me había reconocido a quien saludo de la forma tradicional de nuestra gente tomándola del antebrazo y realizando una leve venia con la cabeza.

Gracias por lo de antes y aunque me gustaría poder corresponder a tu amabilidad, me temo que estoy en desventaja, dado que no conozco tu nombre. - digo con amibilidad.

Luego dirijo mi vista hacia la aquarian y le dedico una leve venia.

En realidad, no hay mucho que contar, yo llegué aquí como un exiliado, pero libre de culpa por los delitos que se me acusan, pese a que mis manos están manchadas de sangre, pero esa es una historia de la que prefiero no hablar por ahora. Espero sepan comprenderlo. - sentencio con expresión un tanto sombría.

Mi nombre es Eladamri Lorian y estoy asignado al escuadrón del teniente Kinneas, espero que podamos coincidir durante los entrenamientos y las sesiones académicas. - agrego en tono más formal.

Correspondo al gesto del elfo, aunque cuando me pregunta por mi nombre frunzo un poco los labios, gesto que cuadra poco con mi rostro. Lo adecuado ante tal saludo es darle mi nombre completo, pero al mismo tiempo no quiero que nadie me vaya a tartar de forma "especial", tal como ha hecho el peliblanco con la otra peliblanca. Tras apenas unos instantes, el gesto cambia y vuelvo a componer una suave sonrisa, me sale sola sin esfuerzo, tras lo que digo:

- Aura Trepe Velenor. -respondo con tranquilidad- Mi padre, el Conde de Estelada, batalló junto al vuestro en Bosquencina contra un Ochú gigantesco y su también grande y amplia prole. -explico, si bien "Conde" es un cargo de importancia local y nada comparable al del suyo, lo cito por si le ayuda a ubicarse, aunque la fama de mi padre sea mucho menor- Me alegro de que estés con nosotros. -concluyo con una sonrisa algo más amplia.

Jugando sobre los hombros de Aura no mucho después de haber salido llegamos al patio y nos encontramos con todos los demás, aunque en el momento en que llegamos una de las chicas se va, previa actuación caballeresca de Renall. Dedico una sonrisa a la dhampira antes de centrarme en el resto de gente.

- Me gusta como hablas, es como cuando actuaba con la troupe.- Comenté riendo ante la peculiar forma de expresarse de la aquarian. - Ah, y Tempi podéis llamarme si se da la ocasión.- Me presenté intentando imitar la forma de hablar de Kain antes de echarme a reír de nuevo.

Miré algo confuso al elfo, decepcionado cuando dijo que no quería hablar del tema. ¿Por qué no se daba cuenta la gente de que callarse las cosas no era bueno?. 

Saludos, palabras, sonrisas, grupo de cosas que se daban - Kain Vlare - decía por si alguien no hubiera escuchado su nombre la vez anterior - y encantada estaré de escuchar llegado el momento, sobre la historia real de tu haber Eladamri, cuando a gusto te sientas para ello y puedas ofrecerlo sin lamento. También la de esa troupe vuestra Tempi, el saber no tiene límites si aporta aprender a como proceder.

Como ese andar despreocupado, esperaba poder dar con su cuarto y algo de comer, la sangre que había bebido antes de entrar aun se sentía en el paladar pero esa sensación de insatisfacción se mantenía, muy patente, aunque podía ser más una insatisfacción con la vida, con su destino, con el hecho de que solo era una herramienta en manos de su abuelo, o el hecho que en su vida nunca había sentido algún cariño sincero, a no ser de su nana, a la que dejó de ver cuando cumplió 10 años. Pero hela ahí, con una pequeña sonrisa en los labios, creyéndose la reina del mundo y disfrutando del hecho que nadie la había notado, pero lo que más le hacía sonreír era el hecho que creyeran que el elfo era inocente.

Y claro, una cosa era que estuviera justificado, una legitima defensa o el derecho esencial del pueblo de revelarse contra el tirano, pero eso no hace inocente a quien comete un asesinato, sigue siendo un asesino, sin condena entre los hombres, pero culpable al fin del acabo, por eso miró de reojo a Eladamri, su voz tranquila y sus ojos que parecían ser los de alguien que había visto demasiados inviernos, revelaban por el infierno que estaba pasando y que no estaba cerca de terminar, pero en vez de culparlo o o juzgarlo, sentía un poco grado de admiración. Ella, algún día y si salia victoriosa, también sería una asesina y quizás también estaría justificada.

Pero había otra cosa que llamó su atención, el  nombre de la semielfa estirada, así que con ese descaro que la caracterizaba, se acercó al grupo que tan amablemente le daban la bienvenida al elfo.

— ¿eres la hija de Quistis Trepe? — le pregunta, mostrando por primera vez algo de interés por otra persona, así que esos ojos claros estaban fijos en los ojos almendrados de la semielfa — interesante... — se cruzó de brazos — creo que hay importantes prospectos reunidos en esta generación — echó una breve mirada al elfo, aunque no por eso menos intensa y luego sus ojos fueron hacia el pequeño Tempi, al que le dedicó una curiosa sonrisa, casi se podría decir que era la de una depredadora — oh, ¿dónde están mis modales?... soy Euphemia Dracstone de Lindbund— le tendió la mano a la elfa, la mano de la joven estaba enguantada. 

         - Hola chicos!   Yo me llamo Isabeau Flambeau, soy una joven semi aven que proviene del continente Ciel, cuyos padres me han educado estrictamente como militares que han sido desde hace algunos años para preparar me para convertirme en una seed como lo fue mi madre siendo más joven y así poder mas adelante alcanzar como mi padre a las Alas Doradas!  -    Dijo la joven, atlética y segura semi-aven tras descender después de haber escuchado las conversaciones a unos metros desde el aire para poder escuchar y observar a cada uno de los miembros del nuevo grupo de novatos reunidos en una posición estratégica, así como a quienes mas pudieran estar atentos a ellos y ya habiéndose presentado Isabeau se dirigió al elfo llamado Eladmari:  

        - Así que con mucho gusto respeto su silencio ... Eladmari y no supondré ni le prejuzgaré injustamente nada de lo que se rumorea de usted, pero tampoco podré dar le mi confianza sinceramente porque nos acaba de confesar que tienes las manos manchadas de sangre y que es por esa razón que le han exiliado!     Así que poco a poco usted nos demostrara que tanto podemos confiar en usted! -      Dijo finalmente la joven mientras que saludaba al resto con un simple saludo marcial y una sonrisa en los labios, entendiendo y dando poco interés a las diferencias de orígenes de los allí presentes, porque al ingresar allí todos tenían las mismas oportunidades

Una brisa despeinó un poco el cabello de la dhampiro, y ella se volteó hacia la fuerte de ese viento, una chica alada se presenta pero no solo eso, sino que luego de pregonar que no iba a juzgar al elfa, va y le suelta que el chico deberá probar que tanto se puede confiar en él, la chica se molesta, primero, despeina sus risos y segundo, se coloca en un pedestal moral, pero en vez de responder con energía, lleva su mano a sus labios, elegantemente y suelta una pequeña risita.

— jejejem... que dulce eres, inocente palomita, —  no iba a llamarla por su nombre, de hecho, ya lo había borrado de sus registros —  digo, piensas que el elfo debe probar algo, pero en realidad, todos deberemos hacerlo, pues... ¿quien te dice que los demás no sean delincuentes?... algunos tienen caras de serlo ¿no crees? —  de reojo, mira a Renall —  ¿o quién te dice que yo no sea también una asesina psicótica?...¿te gustaría comprobarlo?—  se saborea los labios —  como dice el dicho, caras vemos, corazones no sabemos... pues, incluso el ser más dulce y bella de todos puede ser una criatura vil y un parricida, sin ofender claro —  al decir lo último, mira a Eladamri para disculparse, aunque dejando en claro que sabía por donde iba la historia del elfo.

Me decepciono un poco el escuchar que el elfo no iba a contar nada sobre los sucesos relacionados con el pero no lo mostré. En vez de eso asentí con una muy ligera sonrisa a sus palabras. Luego mi atención la capto la señorita Quistis otro apellido de ese famoso grupo pero por como desvió la atención hacía su padre noté que quería quitarle importancia lo cuál no acabo de gustarme, un apellido debía llevarse con orgullo sobre todo uno con tanta fama pero a la vez no debía beneficiarse de el.

Lo que me sorprendió fue ver aparecer de nuevo a la dhampira ya daba por hecho que se habría ido, al parecer le había llamado la atención el apellido de Aura, lo cual era lógico y natural. No tardé nada en memorizar su nombre por encima del de los demás ya que por alguna razón se me hacía conocido. Isabeau se presento ante todos los demás y le dijo al elfo que lo iba a prejuzgar por los rumores cosa que hizo a Euphemia gracia ya que desde su punta de vista, no todos los que estábamos aquí teníamos que ser "buenos" claramente señalándome con la mirada ante lo cual no hice otra cosa que sonreír, sacar una mano del bolsillo para echar hacía atrás mi capa por un lado revelando la espada que colgaba de mi cinturón y poniendo la mano sobre el pomo de la empuñadura.

-Eso es cierto, no se vosotros pero yo fui expulsado del último centro escolar en el que estuve por hospitalizar a cuatro matones. No me siento orgulloso de ello...-hice una pausa para hacerles creer que me arrepentía de mis acciones- eran demasiado débiles.

Cuando se acerca la otra joven a preguntar por mi nombre, asiento enérgicamente con firmeza.

- Sí, mi madre es Quistis Trepe. -respondo con suavidad, sin perder la sonrisa.

El nombre de la joven me hace cambiar un instante mi mirada, claramente en reconocimiento de su familia... Pero sin preocuparme por ello, recuperando mi aspecto simpático natural, estrecho su mano con firmeza, aunque sin apretar en exceso.

- Mucho gusto, Euphemia, trabajemos bien juntas. -amplío ligeramente mi sonrisa al hacer tal gesto, mostrando que, si es que sé algo de su familia, no parece preocuparme.

La inesperadamente extensa presentación de la aven me hace mirarla con cierta curiosidad pero sin perder la amable y suave sonrisa que me caracteriza.

- Ánimo con tu objetivo. -respondo con simpatía.

No obstante, sus siguientes palabras me hacen torcer un poco el gesto, pero no tardo en reponerme. Supongo que es lógico que tenga algo más que demostrar que la mayoría para quien solo sabe eso.

- Supongo que todos tenemos mucho que demostrar, pues se pueden realizar actos a priori malos por un fin beneficioso así como actos que se supone buenos y llevan a un mal futuro, así lo dictamina el Gran Ave. -digo, dejando ver claramente cuál es mi Fe- Al final solo aquellos con unos valores y capacidades adecuados perdurarán como SeeD's. -concluyo.

Las palabras de Renall entonces sobre haber hospitalizado a unos matones me resultan curiosas. ¿Intenta fardar? ¿Eso es ir de bueno o de malo? Bueno, qué más dará.

- Bueno, aquí procuremos no meternos en tantos líos, pobre teniente Kinneas jaja. -río alegremente de forma algo cantarina, aunque mi voz y... bueno, toda yo en general, es algo menos delicada que la de las doncellas elfas- Pero aquí seguro que podrás encontrar mucha gente fuerte si es lo que gustas. -concluyo, asintiendo con la cabeza y volviendo a mirar el centro solo girando esta, para no obligar a Tempi a girarse también.

Droniel, se decepciona un poco al ver que no quería contar sobre lo que había pasado, aunque aun así unas preguntas ya fueron respondidas, el resto esperaba escucharlo más adelante, que aunque despertara su curiosidad, podía esperar.

De un momento a otro, todos empezaron a presentarse, algunos con apellidos más reconocibles que otros, algunos despertando su interés y otros no, sin duda parecía ser un grupo interesante en el que estaría, cosa que lo hizo sonreír. - Yo soy Droniel Aokishi, - Extiende su mano para saludar con los que recién se presentaba. - no creo tener aspiraciones tan grande como las de ustedes... pero espero ver como cumplen las suyas, seguro sera una aventura emocionante. - Dice sin perder su sonrisa de oreja a oreja.

Las palabras de la dhampiro llevaban cierta verdad, exageraba mucho, pero sí, además de la elfa y el taru-taru que parecían conocerse de hace un tiempo, ninguno sabía prácticamente nada de ninguno.

Al escuchar la "historia" de Renall, una corta risa burlona sale de Droniel. ¿Se supone que quiere intimidar? No creo que le sea tan fácil hacerlo en este lugar, Sobre todo después de lo que dijo la dhampiro, él podría aprender un par de cosas sobre intimidar de ella. 

             - Vaya ... vaya ...parece que algunos chiquillos nobles además de defenderse los unos a los otros a la primer señal de democracia o justicia ... algunos no se toman el tiempo o la atención suficiente como para escuchar a los que no opinan como ellos dicen y tratan rápidamente de emitir juicios basados en lo que creyeron entender -    Respondió la chica semi aven sin ver directamente a Euphemia, tras escuchar paciente las ácidas palabras de la dhampir, entonces negó con la cabeza antes de toser para aclarar su garganta para intentar ser bien interpretada en esta ocasión:

             - Exactamente por lo valores que debemos demostrar como Seeds Aura es que debemos abrazar la ley y la justicia!   Aprender o mejorar nos para hacer la respetar por los demás ... por ello mismo reitero que acepto y entiendo el silencio de Eladmari, como dije antes no supondré ni le prejuzgaré injustamente por nada de lo que se rumorea o pueda contarse acerca de él, pero tampoco podré dar mi confianza ciega por él ni por ninguno de ustedes si nos confiesan que tiene las manos manchadas de sangre y que es por esa razón que le han exiliado, en lugar de venir feliz y orgullosamente a este lugar como yo.    Solo espero y deseo que con el tiempo ambas cosas puedan cambiar -     Respondió con apasionada fé y orgullo en las enseñanzas de sus padres y lo que ellos le habían inculcado con sus acciones mas que con sus propias palabras ... mas que ningún apellido pomposo una riqueza desmedida o un título nobiliario acerca del honor que podía representar para ellos poder convertirse en un buen Seed

              - Así que si tu ... pedante princesa o arpía psicótica quieres poner algún tipo de paranoia o discordia entre los chicos que tal vez mas adelante te salvemos la vida como futuros camaradas Seeds ese será tu problema, pero lo que yo le acabo de decir al joven elfo es sumamente diferente a lo que dices, supones o insinúas con quien sabe que fines!    Lo menos que deseo es dividir al equipo! -     Dijo finalmente molesta Isabeau, pero logrando controlarse para no hacer hacer una escena en su primer día en ese lugar ... entonces y sin dejar de mirar la de reojo cambió su atención hacia Droniel para decir le en un tono mas relajado y conciliador:

              - Parece amigo que a ti te falta un poco del ego que a otra persona le sobra en demasía ... tu aspiraciones son tan importantes como las de cualquiera de nosotros ... y si no te parecen grandes ... bien puedes valorar las como son o con el tiempo y agregando otras aspiraciones mas elevadas ... así como las de nuestra creativa, curiosa e inspiradora compañera marina o de ese pequeño compañero nuestro que seguramente nos tiene a todos una o dos sorpresas ocultas debajo de la manga!!   

Justo como estaba esperando, si me quedaba cerca de este peculiar -y al parecer no compatible- grupo, empezaron con un tema que siempre me ha parecido muy peculiar, lo que es la justicia o el ideal que algunos defienden. La chica peliblanca sin duda alguna estaba buscando picar a ciertas personas y su actitud parece dificil, pero, no puedo decir que este en desacuerdo con lo que ha dicho. Me acerque con mi galleta al grupo, para cuando me hayan visto hacer una reverencia noble ante todos. — Saludos, lamento interrumpir pero en vista de que se estan presentando y seremos compañeros, he decidido presentarme. Kiel Vilthar. Ahora, veo que estan hablando de algo interesante, dejame darte mis leves respetos semi-aven, pues es raro ver alguien tan afianzado al ideal de la justicia... Pero, aun teniendo en cuenta eso, tus palabras estan cargadas de inocencia. — Dije lo ultimo entrecerrando los ojos, con una sonrisa leve en mi rostro dando un aspecto cinico. 

—  ¿Que te hace pensar que una persona manchada de sangre no pueda ser buena? La chica peliblanca tiene razon, aunque no se trata de probarle algo a los demas. Nuestro pasado aqui es irrelevante, tanto como si tenemos sangre o no en nuestras manos. Al final, estoy seguro que pasara algun dia, un dia el Jardin nos hara hacer una mision y chocara con ese ideal de justicia que tienes, no todo es blanco y negro al final. —  Y la mire, esta vez posando mi atencion al elfo que aun siendo sincero, al parecer esta recibiendo opiniones negativas de algunos. 

—  Aunque me alegra, al menos tu defiendes la justicia por lo que veo. Pero no te confies, alguien tenga o no las manos manchadas de sangre puede ocultar en su corazon tanto una bondad y justicia mayor a la tuya, o una maldad y desesperacion increible. No todos hemos venido aqui por la justicia... Mas de alguno solo busca poder. —  Y mire a algunos que parecian tener ese aspecto, entre ellos los mismos peliblancos del lugar. —  Esta es una nueva vida y si alguien quiere ganar confianza de un solo no hablen sobre trivialidades tan estupidas como el pasado, pues si es digno o no de confianza eso se vera mas adelante, ahora lo unico que estan haciendo es desperdiciar saliva hablando de desconfianza y sangre sin conocer sus motivos, ganando enemistades por bases ridiculas. ¿No creen que es mejor dejar el tema antes de que esos vinculos negativos que creen causen en el futuro... Catastroficos conflictos? —  Aunque en el fondo, de hecho, hay algo que me gustaria de todo esto que pasara, y lo intento ocultar con mi "poker face".

Como esperaba, la aven respondió con toda la artillería, lo que reveló que era demasiado sencillo jugar con ella, pues, no parecía entender que simplemente era un juego para la dhampiro y que en ese momento se había convertido en un juguete para la chica quien no borraba ese gesto de serenidad, aunque lentamente iba convirtiendo una excelente actuación de consternación y tristeza. Obviamente, había que jugar el papel de víctima, era ese o reírse de ella en su cara, pero no, con esa postura de niña bien y su discursito de justicia y bondad, hacerle ver que la había atacado sin necesidad, había sido un paso en falso. Euphemia llevó su mano a su pecho e hizo un pequeño puchero.

— no.. no sé porque me ofendes de esa manera, ¿pedante? ¿arpia?... yo... yo no te he tratado mal de ninguna manera, de hecho... creo que me pareces adorable, bueno... me parecías, no pensé que fueras tan agresiva... — como si todo lo dicho por la aven la fuera a intimidar de alguna manera, se necesitaba mucho más para lograr eso — además... realmente se entendió que le exigías al amigo aquí algo más... y no creo que sea lo correcto, el chico albino tiene razón.... — de hecho la intervención del chico Kiel le había parecido ideal, aunque mucho más frontal de lo que ella hubiera dicho — no es para que reacciones así, digo, si hablas del orgullo seed y alcanzar las alas doradas... ¿crees que tu padre hubiera tratado así a una personas que no lo atacó de la misma manera?, no lo sé, que mal palomita, has sido muy injusta conmigo...¿qué diría tu padre de tu actuar? — se encogió de hombros, mordiéndose el labio inferior, realmente en una excelente actuación.

— bueno, yo solo deseaba conocer a la hija de Trepe, — y habían razones de peso para hacerlo, quizás la misma Aura podría ya intuirlo, quizás era la pista por la cual comenzar a construir ese pasado sellado por su abuelo —  ah, por cierto, no queda bien eso de mandar a la enfermería a alguien y arrepentirse, se debe vivir con lo que se hizo y con la frente en alto, no importa qué sea — nuevamente era un palo para el elfo, y levantó su mano, para despedirse.

— por cierto ¿saben por dónde están los cuartos?... creo que estamos en el mismo grupo ¿no? — ahora pasaba de seguir prestándole atención a la aven, su tiempo de juego había acabado, pero se quedó mirando al chico de las expectativas bajas, Droniel dijo que se llamaba, esperaba que lograra demostrar su valor sino, sería carne de cañón y era mejor que abandonara todo antes de morir en el intento. 

Las palabras de la semi aven me resultaron bastante ácidas y hasta desagradables, algún día quizá revelase mi pasado a todos, pero este no era el momento.

Mientras me disponía a darle una respuesta acorde a su rudeza, Euphemia y Kiel se me adelantaron. Sin embargo, aún se habían dejado algo en el tintero y estaba por increpárselo a la aven.

Ellos tienen razón, eres demasiado ingenua, los SeeD somos una unidad militar, lo que quiere decir que tarde o temprano todos los presentes macharemos nuestras manos con sangre, la diferencia entre tu y yo, es que yo no tengo nada que probar. - asevero con total confianza.

Yo estoy viviendo mi vida y mis propios ideales, no los de mis padres. Dime muchacha ¿Qué harás cuando tengas que abatir a un enemigo para salvar tu vida o la de tus compañeros? 

¿Vas siquiera detenerte a pensarlo? Y mientras tanto ¿Qué crees que va a hacer tu enemigo? ¿Va a esperar a que decidas o te abrirá el vientre de lado a lado? - pregunto con dureza y seriedad mientras me cruzo de brazos.

Sonrío cuando las palabras de Aura me hace imaginarme a mi y al teniente Kinneas en la oficina del director.

-No prometo nada, soy bastante propenso a meterme en problemas de todo tipo y estoy seguro de que aquí encontrare a gente fuerte, mucho mas fuerte de lo que yo soy ahora.

Entonces el ambiente se fue caldeando entre Isabeau y Euphemia cosa que me parecía muy entretenida aunque no lo expresara a los demás. Desde mi opinión personal ambas tenían parte de razón pero era mas divertido verlas pelear entre ellas. Y como salido de la nada otro recluta apareció ¿pero cuanta se había olvidado por el camino Kinneas? Kiel Vithar, desde luego parecía alguien interesante, al igual que las dos chicas tenía cierta razón. Nuevamente la dhampira adoptó una actitud mas inocente de lo que realmente era.

-¿Quien ha dicho que me arrepienta? Mas bien fue decepcionante cualquiera de nosotros podría haber hecho lo mismo -a la pregunta de donde estaban los cuartos levanté la mano señalando por donde veníamos- Por donde vinimos nosotros antes ¿te acompaño? -la pregunta salió de mis labios con demasiada naturalidad como si la conociera de hace mucho tiempo.

          - Vaya, vaya!   Parece que por fin el joven noble elfo Eladamri ha respondido después e que varios chicos le han defendido con pasión a pesar de yo ni nadie en este lugar realmente lo agredía o atacaba, así que después de quedarme callada para escuchar les y no interrumpirlos para defenderme a mi y mi postura la explicare y al final si te interesa te daré respuesta Euphemia por ultima vez para no alargar esta escena molesta sin fin! -   Dijo Isabeau con voz firme pero controlada para terminar este tema y tras aclarar sus puntos esperar no dejar una mala primer impresión entre sus nuevos compañeros de clase, comenzando a tutear al elfo que ya lo había hecho antes:

         - Mira Eladmari, lo que yo te dije o intente decir respetuosamente y cara a cara hace rato exactamente es que no tendría injustos prejuicios contigo, pero tampoco podría darte toda mi confianza porque no te conozco y nos acababas de confesar que tienes las manos manchadas de sangre y que es por esa razón que te han exiliado y llegas esposado a la escuela -   Interrumpió un momento para saludar a Khiel Vitar a quien no quiso interrumpir cuando hablo ni tras escuchar el fingido puchero de Euphemia sin hacer ninguna expresión o ademán, entonces le dijo al recién llegado:

          - Buen día guapo!  No se si todo nuestro pasado sea irrelevante porque las decisiones que hemos tomado nos han llevado a donde estamos, no la suerte ni el destino ... además en este caso tras su negativa no he insistido ni insistiré en cuestionar el pasado de nuestro camarada elfo; pero en el presente ha llegado a esta escuela esposado y para mi eso activa una alerta ... no creo que todo sea bueno o malo ... peo trataré de hacer justicia con ustedes y el bien por los medios necesarios; espero responderte Khiel, no sin antes pedirte que no supongas de mi ni de nadie mas cosas que no ha aceptado -   Terminó la señorita Flambeau la interrupción cerrando le un ojo para retomar y terminar la respuesta con Eladmari mientras que tomaba aire y trataba de ser mas cuidadosa con sus palabras:   

         - También dije camarada que poco a poco nos podías demostrar que tanto podemos confiar en ti!  No porque nos debas algo a nosotros ... sino porque naturalmente ... aun no nos conocemos casi ninguno, yo creo que menos podemos ni debemos abrir todos y cada uno de nuestros propios secretos, además de que te hago notar mi aprecio por la ley y la justicia; sin embargo yo pienso que la mala interpretación de mis palabras por nuestra compañera ... ¿Dhampir por su tono tan claro de piel?, tal vez de forma no malintencionada en un principio ... hacen parecer mis palabras aun mas agresivas de lo que creo yo fueron ... tal vez por ser duras, directas y sinceras ... como yo me considero a mi misma ... ¿aclarado el asunto? -    Termino de explicarse la semi-aven estirando la mano para estrechar la del elfo para cerrar cualquier diferencia con él por el momento y hasta que le respondió respiró de nuevo hondo Isabeau antes de girarse a la Dhampir para decir le antes de que se marchará como intentaba:

          - Así que lamento que te sientas ofendida por mis palabras Euphemia, pero no lamento haber las dicho porque solo agregué un par de palabras que ya remarcaste a otras que tu misma te adjudicaste en un principio, pero a mi no me parecieron agresivas en lo más mínimo, si acaso descriptivas; yo si seré agresiva cuando tenga que enfrentar a nuestros enemigos y apoyarlos a ustedes u otros Seeds en las misiones Eladmari, pero entonces trataré de ser mas sutil y efectiva porque que así he sido entrenada hasta ahora, sin embargo mis formas y reacciones durante el combate pueden cambiar y mejorar ... para eso también venimos a la academia Seed ... ¿o no? -   La joven Isabeau respiró hondo y dijo a Eupemia y al resto allí presente haciendo un sutil esfuerzo para controlarse:     

          - Una cosa mas princesa ... por favor no te preocupes, si realmente lo dijiste en serio, por como me verían mis padres ... yo creo que estarían orgullosos de que defendiera mis puntos sin perder demasiado los estribos, de que tenga la humildad de aceptar mis errores, de que no me acobarde ante tu agresividad encubierta, tratando después de jugar con emotivas palabras para manipularnos con tu actuación de consternación y tristeza, jugando el papel de víctima que no te corresponde!    Así como dijo Renall no he dicho que me arrepienta por lo dicho hasta ahora por mi ... y como tu misma le recomiendas a él, yo  debo vivir con lo que te dije con la frente en alto, mas aun si no te he enviado a la enfermería ... aún ... es broma .... jajajaa!! 

Observo con cierta cara de consternación cómo se tiran pullas entre la Dhampir y la Aven (¿Cómo notaron que era dhampir tan rápido? Debo despertarme un poco.), poniendo luego Euphemia cara de consternación que Isabeau le acusaba de ser fingida.

- Ey, ey, por favor... Ya vale. Ya tendremos todos tiempo de demostrar que somos mejores o peores compañeros. -les digo con voz algo apesadumbrada por el conflicto- Entre las muchas cosas que he aprendido de mi madre, es que aunque el poder de cada uno importe, solo se logran cosas superiores apoyándonos en la fuerza de nuestros compañeros y amigos, porque uno y uno no siempre son dos cuando es hora de enfrentar las dificultades. La ley y la justicia son valores encomiables, pero no siempre se aplican. No es legal matar a un tirano, pero es una misión que se nos puede llegar a encomendar, ser justa y evitar un mal mayor. No es justo eliminar a las crías de un monstruo que aún no hayan causado daño, pero las criaturas sin mente solo causan daño generalmente, por lo que en ocasiones será necesario. Destruir una vida para no perder más. -mi tono fue fortaleciéndose un poco a medida que hablaba, hasta hablarles en un tono normal.

Finalmente tomo aire y con tono ahora sí más firme, con una marcialidad que semejaba a la de la aven aunque manteniendo las distancias, añado para finalizar:

- Habrá entre vosotros quien haya asesinado, quien no haya roto un plato, quien simplemente tenga talento, quien haya robado y de todo, todos con vuestras virtudes y defectos. Nada de eso importa ya, ahora sois mis compañeros y mientras entre en mis posibilidades no dejaré a nadie atrás. -al terminar de hablar, compongo una amplia y jovial sonrisa hacia todos, mostrando ese espíritu de antes de que empezase esta absurda discusión.

Kain ajena a aquella discusión sin sentido se encogió de hombrosc - si todo en esta vida fuera demostrar algo, la sabia naturaleza nos hablaría a todos, más aburrido sería vivir solo subidos a un palco, donde se nos dijera y ofreciéramos todo conocimiento sin movernos desde un sofá cómodos. Hablar sería vano y estos temas no se discutirían, pues solo existiría una verdad y un punto de vista, sin embargo lo abordamos por falsa necesidad, pues no se necesitan respuestas a algo que trata a un idealista.

¿Entenderían la metáfora de sus palabras? Que básicamente declaraban absurdas las discusiones en las que se opusieran distintos puntos de vista? - si un muro no cede, no puede alzarse un segundo en su lugar.