Partida Rol por web

Cuando despierto observo el resultado de la batalla. Ha sido dantesco, con más muertos de los que uno podría esperar, aunque me alegro de no estar entre las bajas.

Así no vamos a ganar la guerra.

Me levanto y me acerco a Vinz mientras miro hacia la figura que huye y desaparece entre las paredes del edificio.

¿Seguimos a tu hermano o con dos muertos en la familia ha sido suficiente? - pregunto a Vinz muy serio, aunque sin mirarle. Ha faltado muy poco para que fueramos nosotros los que estuviésemos en la columna de fallecidos.

Tengo que recordar hacer un uso más extensivo de la habilidad de guardián.

Cuando Sally recupera el conocimiento observa el lugar, el combate había terminado, aparentemente Vinz había conseguido orientar los robots hacia la transformada chica. Sally corre hacia donde esta Vinz y cuando llega a su lado dice:

¿Cómo estás? ¿Estás bien?

Realmente estaba preocupada por el, lo que había tenido que ver sin duda era bastante malo y dantesco, a fin de cuentas en un momento habían muerto varios de sus familiares. Con unas palabras dulces y amables, lo cual era bastante extraño en ella dice:

Tenemos que evitar que puedan lanzarse los misiles y… ¿crees que con eso puedes encontrar sobre lo que ha hecho con ella?... tenemos que destruir eso… nadie más debería sufrir lo que ella ha sufrido

Cuando todo termina me levanto para acercarme a mis compañeros, primero me arrodillo junto a Sally para comprobar aliviado que aún tiene pulso, luego repito con Raven, no tengo ninguna cola de fénix que darles pero supongo que Fiorette o Luna podrán encargarse de ellos así que respiro aliviado, nos ha ido por un pelo, pero mis amigos están vivos. Sé que he hecho lo correcto, sin embargo ahora mismo me siento cómo una mierda.

Con paso cansado me acerco a Ania, o a lo que queda de ella. Los recuerdos que yo guardo de mi hermana son muy distintos a lo que han visto de ella el resto. Para mi ella siempre será mi hermana mayor, la que me enseñó a nadar, la que me retaba a correr y me ganaba siempre, ¿Pero en qué momento se desvió tanto? -Pienso acuclillándome a su lado para cerrarle los ojos- ¿En qué momento se convirtió en esto? ¿lo hizo por ansia de poder? Ella siempre me ganaba en todo, era muy fuerte, no necesitaba esto…

Cuando Luna usa el omnifénix sé que no servirá con Ania es inútil, la alegría de volver a ver a mi hermana pequeña se ve empañada por la muerte de la mayor. Pero aún así le doy un efusivo abrazo. Ella también ha cambiado, sobre todo físicamente, pero sé que mi hermanita pequeña sigue estando ahí.

Al escuchar a Raven lo miro unos instantes cómo si no supiera de lo que está hablando.  Tardo unos segundos en darme cuenta de que Valentine se dirige al interior de la mansión.

Sera lo mejor - Le respondo a Raven- Hazme el favor. Asegúrate de que no haga ninguna estupidez por la que debamos matarle también a él. -Le pido, sin ganas ni ánimo para enfrentarme a otro de mis hermanos.

Cuando Sally se acerca a interesarse por mi asiento afirmativamente. En mi interior agradezco mucho su preocupación, solo que no lo exteriorizo, ahora mismo no estoy para nadie, ni me apetece demasiado hablar.

Al escuchar lo segundo que me dice me doy cuenta de que aún estoy sujetando el artilugio que le he quitado del brazo a mi padre. Ni siquiera era consciente de ello, aunque sus palabras me hacen centrarme, tengo que espabilar, hay millones de personas en riesgo de morir, entre ellas Gared, Xia, Ional y Alec. Aún no puedo entregarme a la autocompasión, tenemos una guerra que evitar.  

-No tengo ni idea, pero voy a intentarlo- Comento con firmeza, mientras mis dedos vuelven a volar sobre el teclado del aparato, teóricamente si es el ordenador personal desde ahí debería poder impartir las órdenes necesarias suplantando la identidad de mi padre.   

Asiento.

Chicos- llamo a los demás- Conmigo. Vamos a terminar esto.

Comienzo a trotar al interior de la mansión con ambas pistolas listas y procurando cubrirme entre las ruinas.

Estad preparados para lo que pueda venir.

¿Qué tal vas, amigo?

La respuesta del ente te llega en forma de sensaciones primarias. Enseguida notas que Valefor no parece haberse recuperado por completo con el omnifénix cómo si lo habéis hecho los humanos. El ente te transmite cansancio, también ganas de luchar, eso no es nada raro en Valefor, aunque esta vez muestra mucho menos énfasis que el habitual, es evidente que aún debe estar bastante débil.

Permanezco un rato con la forma de Sirena pero tras cerciorarme de que el combate se ha terminado recupero de nuevo el aspecto humano.

Cualquier otro encontraría engorroso luchar con un vestido de falda larga, pero nuevamente he sido de todo nuestro grupo la que mejor ha aguantado, siendo la que menos daño ha recibido y sin llegar a morir ni una vez. De hecho siempre me las apaño para que parezca que ni me despeino durante los combates. -Ja. Para que aprendan.

Aparto la mirada de la escena que rodea a Vinz. Lo siento profundamente por él, pero no me va tanto dramatismo. Durante la prueba del GF tuve mi propia sesión de drama familiar y me prometí a mí misma no volver a llorar por nada y por nadie. Quizás mi asqueo también tenga algo que ver con ver a Sally tan cerca de Vinz.

Sea por la razón que sea me alejo de ellos y me acerco a Raven, dispuesta a descargar mi mal humor en él, aunque el pobre no tenga culpa de nada.   

¿Y desde cuándo sois Vinz y tú los que nos impartís las órdenes? -Le digo al pelinegro en tono altivo, aunque me dispongo a acompañarle, por supuesto, solo que sin dejar de protestar y quejarme por el camino. De eso no se va a librar. 

Machirulos opresores, más os vale no minusvalorarme porque soy tan bella cómo mortal - Añado mientras abro la mano y la guadaña se materializa en mi mano.

El menor de los DiVale aprieta el paso al saberse perseguido y corre hacia el interior de la mansión, Raven llega a levantar una pistola y gritarle que se detenga pero Valentine hace caso omiso y lo perdéis de vista al internarse en la mansión antes de que podáis detenerlo. Raven y Fiorette se apresuran en seguirle. Vinz, Sally y Luna permanecen en el exterior.

Al entrar en la mansión detras Valentine ya no conseguís verle, escucháis pasos corriendo, le seguís o eso creéis pero aquel sitio es inmenso y vuestra presa juega en casa.

Llegado un momento escucháis la voz de Valentine aunque no acabáis de localizar de dónde viene. -¿General?.. si, mi padre está muerto, le han asesinado…  ¿me escucha?- Parece que esté hablando por teléfono-  Le estoy diciendo que Andzrell DiVale está muerto, es imperativo que siga adelante con el lanzamiento de los misiles e ignore cualquier orden que le pueda llegar desde el ordenador de mi padre…   ¿Pero esque no me está escuchando? Maldita sea, le estoy diciendo…  - La voz de Valentine se crispa por unos minutos pero escuchando vuestros pasos ya muy cerca,  baja el tono a un murmullo apenas audible.  

Valentine no puede estar muy lejos, pero la casa es inmensa, llena de pasillos, escalinatas de mármol y habitaciones del tamaño del Aula Magna del Jardín, si no estáis finos, podríais tardar un buen rato en encontrarlo.

Cuando Vinz empieza a buscar en aquel ordenador descubre que desde allí puede dar órdenes no solo a los robots que tenéis delante, sino a miles de robots que ahora mismo están en stand-by, robots que en teoría pertenecen al ejército de Galbadia pero en cuya programación está la de obedecer en última instancia las órdenes que se den desde aquel dispositivo.

También encontráis una larga lista de contactos que bajo soborno, trabajan o trabajaban para Andzrell, entre los que destacan políticos, altos cargos de la policía y el ejército, incluido el director de la prisión del desierto.

Entre tantos datos tardáis unos minutos en encontrar lo que buscabais. El lanzamiento de los misiles está programado para dentro de cuatro horas, parece que se podría desactivar el lanzamiento de forma automática, pero para ello el sistema os pide un reconocimiento de iris vara verificar la identidad de Anzdrell  y una clave numérica de diez dígitos.

Fiorette- respondo fulminante-. Si quieres discutir quién está al mando me parece muy bien, pero luego. Puede que las vidas de todos dependan de que actuemos con premura.

Escucho retazos de una conversación. Palabras como "general", "misiles" o "lanzamiento" me dicen que en unos pocos minutos puede que mucha gente esté muerta.

Sígueme- añado mientras comienzo a correr, pues tengo claro que he encontrado a mi presa.

Que no sea tarde...

Sally observa como Vinz y Fiorette se marchan de allí, suspira por la actitud de la chica de la guadaña, no era santo de su devoción, pero era compañera, además no era momento de decirle nada, ya tendría unas palabras con ella más adelante, ahora debía permanecer al lado de Vinz que era el que estaba sufriendo.

Ella no entendía nada de tecnología, así que prefiere dejarle a él hacerlo, mientras tanto observa el lugar por si pudiera encontrar algo interesante. Sally se acerca a los cuerpos caídos, delante de la hermana de Vinz cierra los ojos y dice:

Nos ocuparemos que seas la única

En mi estado apenas le presto atención Fiorette. En el fondo ella no es así, pero a veces tiene ese tipo de salidas que dejan a uno sin saber qué decir. De todas formas ahora mísmo estoy demasiado concentrado en el ordenador cómo para prestarle atención a otra cosa.

Esta vez no me funciona lo de deducir la contraseña que usa mi padre, está claro que la única opción es hackear el sistema...  ¿Dónde está Gared cuando lo necesito? seguro que ladrón lo encontraría hecho - Pienso frotándome las sienes.

Recordando lo poco que sé, mis manos abren un programa que a cualquier otro le parecería una pantalla negra con un cursor blanco. En el momento en que empiezo a teclear mis dedos se mueven con cautela pero poco a poco voy tomando confianza y mis manos empiezan a volar por el teclado mientras en mis pupilas solo existe la pantalla del ordenador.

Los primeros minutos son frenéticos, y aquello no tarda en convertirse en algo parecido a una carrera de obstáculos virtual, donde el sistema no deja de ponerme paredes y yo intento rodearlas, saltarlas o cavar un foso. Solo es cuestión de tiempo, el problema esque solo tenemos cuatro horas y no confio demasiado en mis habilidades informáticas...  pero repentinamente el sistema me da acceso.

O ha sido muy fácil, o soy mucho mejor de lo que pensaba o he tenido mucha suerte, quizás un poco de todo. -Lo tengo- Les comunico a Sally y Luna, mientras me apresuro en detener el lanzamiento de los misiles. Más aliviado me quedo mirando por si hubiera algo más que pudiera hacer desde allí, esos misiles son un peligro pero no me quedo tranquilo.

-Luna. He detenido el lanzamiento de los misiles, ¿pero será suficiente? ¿No tenía aliados nuestro... -me cuesta pronunciar el nombre- padre, que intenten seguir adelante con el plan? Me quedaría más tranquilo si supiera que nadie va a activarlos manualmente.

Oh, no seas tan condescendiente conmigo – Te responde con un tono demasiado alto para pasar desapercibida, mientras os separáis buscando al menor de los DiVale por la mansión.

Se puede salvar a todo el mundo de la misma forma, con una sonrisa en la cara que con un palo metido por el culo- Sigue hablando. Cualquiera que no supiera que Fiorette es una Seed diría que tu compañera está actuando de forma bastante estúpida e irresponsable, pero no tardas en comprender lo que está haciendo. Es obvio que la pelinegra está delatando su posición a propósito, seguramente porque ha detectado el posible escondrijo de Valentine, del cual tú también no tardas en descubrir. Ella se va acercando por un lado sin dejar de parlotear mientras tú te acercas por el lado contrario prácticamente en silencio.  

No es necesario que seas siempre tan estirado. -  La voz de Fiorette te llega por algún lugar a tu derecha aunque no puedes verla. -Porque ese rollo de hacerte el malote no te servirá conmigo. No soy una chica tan fácil- Sigue hablándote mientras se acerca al escondrijo de Valentine, quien al escuchar a la loca de la guadaña acercándose sale de su escondrijo detrás de una gran armadura con alabarda, corriendo para huir de Fiorette, solo para tropezar de frente con Raven.  

El hermano menor de Vinz se detiene en seco al ver que Raven le está encañonando con la pistola. Se gira buscando alguna escapatoria pero una sonriente Fiorette que se acerca tranquilamente por detrás suya, cortándole toda escapatoria.

-Te pescamos -Dice, claramente satisfecha de sí misma, mientras te mira esperando alguna palabra de halago por el buen trabajo en equipo.

Valentine levanta las manos en gesto de derrota, con el teléfono móvil aún en sus manos mientras a través del aparato se escucha una voz insistentemente.  – El general no puede ponerse ahora mismo, pero le daré el aviso ¿me escucha? ¿oiga? ¿sigue ahí?

 La pistola de Raven es intimidatoria, pero no cree que estéis dispuestos a matarle a sangre fría razón por la que duda si gritar algo más pidiendo ayuda o no, pero la duda le dura poco, Valentine no es ningún héroe y algo en vuestra mirada le dice que le mataréis si tienta demasiado su suerte razón por la que deja caer el teléfono móvil al suelo, y permanece quieto con los brazos en alto.

 Vinz trastea con el ordenador consiguiendo cancelar el lanzamiento de los misiles en poco menos de media hora.  Cualquiera que quisiera reactivar la orden necesitaría introducir de nuevo los códigos de lanzamiento, códigos que en teoría solo posee el presidente de Galbadia, aunque cómo ha quedado demostrado, de la teoría a la práctica hay un trecho.

Qué Andzrell consiguiera los códigos y se las apañara para organizar todo esto demuestra el nivel de corrupción que impera en Galbadia. No cabe duda de que debe de haber muchos militares de alto rango involucrados en el asunto, tal vez incluso algún miembro del gobierno, que no vea con buenos ojos que el presidente viaje a Esthar para intentar rebajar la tensión y que no haya guerra con Galbadia. 

Purgarlos a todos sería imposible, solo cabe esperar que ninguno de ellos tenga la autoridad suficiente cómo para seguir adelante con el atentado.  

Luna levanta la cabeza, aún llorosa -Gracias- Le dice a Sally por sus palabras.

¿Aliados? ¿Nuestro padre? – Responde a su hermano cómo si la idea fuera un tanto absurda. -Vinz, se nota que llevas muchos años fuera de casa. Ojalá me hubiera atrevido a seguir tus pasos. -Comenta desviándose del tema para darle un abrazo a su hermano, a quien aún no le había dicho nada, feliz de verlo en carne y hueso por primera vez en años.- Se te ve bien - Dice sorbiendo por la nariz y enjugándose las lágrimas.

Percibiendo la angustia en la voz de su hermano se apresura en tranquilizaros – Más que aliados, nuestro padre clasifica a la gente en subordinados y enemigos, y no tenía por costumbre dar explicaciones a ninguno de ambos. Quizás alguien llame furioso para pedir explicaciones, debe haber mucha gente involucrada en algo tan gordo cómo asesinar al presidente en medio de una cumbre para la paz, pero no creo que ninguno de ellos se arriesgue a contravenir una orden de Andzrell. Además, tras la muerte de padre, Vinz, ahora tú eres el primogénito y heredero de Industrias DiVale.

El cielo se oscurece momentáneamente cuando una nave pasa por encima de vosotros, agitando las copas de los árboles. Enseguida reconocéis la Zell Dintch, una de las naves del Jardín.

La nave busca un lugar más o menos despejado y aterriza cerca de vosotros, aplastando varios árboles y arbustos en el proceso. A través del cristal de la cabina veis a Julia.

La seed se había quedado hotel, para informar al Jardín y pedir instrucciones sobre cómo actuar en el asunto de la prisión del desierto. El hecho de que os hayan dado una nave de guerra podría tomarse cómo que os dan vía libre para usar la fuerza si es necesario, para sacar de allí a Seifer.

Si hubiera sabido que pasaría esto, habría venido con vosotros- Comenta preocupada al ver la destrucción que habéis sembrado y el cadáver del famoso patriarca de los DiVale y su hija mayor.

Madre mía ¿Estáis todos bien? -Dice mirando a su alrededor con preocupación - Quizás no sea el momento, no quiero ser insensible, pero la directora nos ha ordenado asaltar la prisión del desierto y sacar de allí a Seifer por la fuerza si es necesario.

Respondo al abrazo de Luna devolviéndoselo con creces. -Ella es Sally, una buena amiga -Le digo presentándole a la guerrera y viceversa, al darme cuenta de que no se conocen- Luna, mi hermana menor. 

Las siguientes palabras que salen de la boca de mi hermana me dejan confuso. -¿Heredero?  Ni de coña. No quiero tener nada que ver con mi padre ni sus industrias. -Luna, yo soy un Seed -Le respondo, separandome un poco de ella, pero sujetándola aún por los hombros. negando con la cabeza- Soy feliz en el Jardín, tengo un buen trabajo y compañeros que se han convertido en hermanos. -Le explico sin soltarla - Ni quiero, ni estoy capacitado para dirigir una multinacional. Esa debes ser tú. Siempre has sido la más lista. Además, estoy seguro de que podrás enderezar muchos de los entuertos que cometió padre.

La llegada de la nave nos sorprende hablando. Por alguna extraña asociación de ideas pensaba que Julia estaba con nosotros, quizás sea atribuíble a lo nervioso que me ponía la idea de volver a ver a mi familia.

Cuando Julia se acerca niego con la cabeza. -Es tarde para eso. -Le digo. En cuanto me enfrenté a mi padre y me negué a hacer lo que él quería, lo primero que hizo fue llamar a la prisión del desierto y dar una orden de ejecución -Seguramente Seifer esté muerto, por mi culpa.

Fio y Raven se han ido tras mi hermano - Aunque están tardando mucho- No deberían tardar. 

Sally ofrece su mano a la hermana de Vinz en señal de saludo mientras presta atención a lo que estaba haciendo, lo que para ella casi era magia ya que era bastante mala con la tecnología. La llegada de la nave hace que Sally sonría levemente y mas al ver a Julia, tras las palabras de Vinz ella le mira seria y dice:

¿Crees que el antiguo caballero de la bruja va a dejarse matar fácilmente?... no lo creo… por cierto, ese aparatito tuyo… ¿dice donde están los misiles? Porque personalmente me sentiría más segura si los destruimos… ya sabes, por si acaso.