Partida Rol por web

-¿Sabes lo que dicen que eres un corruptor?. Todo es verdad. Sólo bebo contigo...bueno, y una vez con Alessa, pero ésa no cuenta.- Cojo uno de los vasos mediados con líquido y sonrío mientras miro el brebaje.- Es la primera vez en toda mi vida que me duele todo el cuerpo después de entrenar. Así que no te voy a decir que no, pero como mañana vaya al entrenamiento con resaca se lo explicas tú a Padre Tiempo...Yo no soy rica, así que voy a empezar por ganar algo de dinero.

Se ríe con una fuerte carcajada con tus despectivos comentarios hacia su persona, vuelve a reír como antes, aunque a medida que para sigues notando cierta tristeza en el, y ese sobrenatural brillo en sus ojos dorados.

Tan pobre no puedes ser cuando tus barcos cotizan una media de 1000 coronas por viaje importante.-te fice mientras se frota la barriga para aligerarla un poco de la presión de la risa.- Da para pagar una buena escolta por viaje y salir ganando bastante.

sirve un par de vasos más. mientras te va explicando todo lo necesario sobre que mercancías son las buenas para según que rutas, y como hacer para evitar a los piratas lo suficientemente listos para saber cuando se van a llevar mas perdidas que beneficios.

Lo miro reír sonriendo con suavidad, y lo escucho atentamente, procurando interiorizar todo lo que me dice, incluso tomando notas en ocasiones y preguntando acerca de las rutas. Cuando termina de explicarme le lleno el vaso y le sujeto la muñeca con suavidad.

-Ahora que ya me has contado todo lo que necesito saber para empezar nuestro nuevo negocio.- como sé que va a desviar la mirada le pongo un dedo en el mentón para "obligarlo" a levantar la cabeza y mirarme a los ojos.- Me vas a contar qué es lo que te pasa y qué demonios has hecho para que tus ojos castaños ahora reluzcan.

¿Qué me pasa con que?- te contesta enarcando una ceja- ¿Hay algún problema conque unos locos homicidas hayan invadido mi casa, casi matado a mi mujer y secuestrado a mi hijo por orden de un sociópata?¿O que mi mujer ya ni me reconozca, ni a nadie más?

Ves cierto gesto de falsa ofensa en su rostro, que de tantos problemas os ha sacado, y sabes que sigue siendo el, aunque ahora la melancolía encubierta será parte de el hasta que las heridas se cierren un poco.

Y mis ojos siempre han sido dorados, maja.-añade con una cara aun mas falsamente ofendida, intentando quitar gravedad al asunto.- Te acordarías si hubiésemos sudado juntos.- añade con un pícaro guiño.

Ante el primer estallido no puedo hacer nada más que tratarlo como si fuera mi hermano. Me siento de medio lado en la banqueta y agarro con decisión la suya. Pego un tirón para acercarlo más a mi y pasando ambos brazos en torno a él le doy un cálido abrazo y un beso en la sien. Una parte de mi mente (la parte que se toma las cosas a broma) me murmura que probablemente sea la única mujer entre 14 años y muerta que lo abraza sin ningún ansia amorosa.

-Te prometo que volveremos a ponerte al mini cebollino en los brazos, aunque para ello tenga que alfombrar mi camino con cadáveres.- Murmuro contra su sien.

Me aparto y carraspeo, incómoda por mi momento de sentimentalismo. Como siempre que estoy nerviosa me aliso el flequillo. Luego escucho la animalada del sudor y sonrío mientras vacío mi vaso y lo vuelvo a llenar.

-Oye, ¿Dónde estabas el día que nos dieron la charla en la Universidad acerca del acoso?.- Me señalo mis propios ojos.- Pero ahora brillan, y antes no lo hacían.- Pongo cara de ofendida.- ¿Cómo que no hemos sudado juntos?. Me siento muy insultada, deberías acordarte.- Me apoyo una mano en el pecho.- Yo siempre tendré en mi memoria ése día en el que sudamos tanto, hicimos tanto ejercicio...y barrí el suelo con ese hermoso culito respingón tuyo mientras intentaba enseñarte Pankration.- Sonrío de medio lado.- Vale, quizás fue culpa mía, ya que supuse que teniendo en cuenta que tienes la mitad de edad que el profesor podrías llevar su ritmo...pero no te preocupes.- Le doy un par de palmaditas en el brazo.- la resistencia y el vigor no lo son todo. También necesitamos...eh...-lo miro de arriba abajo y mi sonrisa se hace más ancha.- estudiosos.

Aprecio tu ayuda, eres la única en quien puedo confiar actualmente.- contesta a tus palabras para recuperar a su hijo.
Misteriosamente no sigue con las bromas ni las pullas, simplemente se levanta y se pone en el medio del camarote.
¿Tantas ganas tienes de saber por que me brillan los ojos?- te pregunta bastante serio.- Puede que no sea lo que esperas...

Le doy espacio para que se levante y me aparto un poco para darle aún más espacio. Me quedo callada un momento y luego asiento con decisión.- Quiero poder confiar en ti, y para confiar en ti tengo que conocerte. Así que adelante, si es o no lo que espero...correré el riesgo.

Esta bien.- dice mientras hace un gesto con la mano y se cierran las cortinas.- Al menos no tendre que contenerme durante un poco.
Dicho esto, empieza a refulgir todo el, con un aura dorada. Al principio no puedes evitar taparte los ojos con la mano, como quien se tapa del sol, pero tras unos segundos tu vista se acostumbra y lo miras. O parece que lo miras, porque es Ulrick y no lo es, parece mayor y a la vez joven, con el aspecto de un rey y a la vez del mas humilde campesino. Su rostro se ha vuelto el de un duro gobernante, pero a la vez es el de un benévolo padre que ve jugar a sus hijos. Su brillo no proviene de el, es como un aura, refulgente y dorada, que te envuelve con el calor de un abrazo. No puedes contener una pequeña lagrima al darte cuenta de que no es atractivo, es hermoso a un nivel superior al de los humanos.
Este soy yo ahora.- su voz resuena como el trueno, pero no molesta en los oídos, mas bien rebervera como un coro.- Cuando me enfrente a Gaul, mi ira hizo de catalizador, mientras me lanzaba hacia el y sus lacayos se interponían, me reestructure a mi mismo. Trascendí de alguna manera, rompí la barrera de mis poderes.- y te mira con el mayor gesto de tristeza que nunca hayas podido ver en nadie.- Ahora no se lo que soy...
Y asi como vino, se fué. Ya no es la maravillosa figura de esplendor que acabas de presenciar, solo el viejo Ulrick.

Al principio, cuando cierra las cortinas, sonrío mientras pienso "ahí va a hacer otra broma sucia de las suyas o un truco de magia". Cuando empieza a refulgir pierdo un poco el control sobre mí misma y mis instintos lo cogen encantados. Mientras me cubro los ojos con una mano (ya que ahora estoy prácticamente ciega por esa luz) me levanto del taburete tan rápido que por primera vez en mi vida trastabillo, aparto la banqueta de una golpe (con el consiguiente ruido) y pego la espalda a la pared. Sin duda mis instintos han pensado que estaba en peligro, pienso mientras retiro con cuidado la mano de delante de los ojos y lo miro.

Me cubro la boca con las manos para que no vea que estoy llorando, mientras pienso todas las palabras malsonantes que alguna vez he aprendido, y se me escapa una plegaria que mi madre repetía cuando yo era niña. Es un acto reflejo, y mientras él me está explicando lo que le pasa mis labios recorren el yashú de forma inconsciente.- A'oozu bi laahi minash shaitaani aamantu bil laahi wa rusulihee.- No dejo de repetirlo en voz baja, tan baja que ni siquiera yo me oigo, porque estoy demasiado ocupada escuchando a mi amigo.

Me quedo callada un par de segundos después de que él haya dejado de hablar y haya vuelto a la...ehem..."normalidad". Lentamente aparto las manos de mi boca pero no me aparto de la pared. Es que ni de coña, joder.

-Vale, vale, vale, vale.- Tamborileo con los dedos en la pared y carraspeo.- Vale.- Lo miro un momento y luego suspiro y dejo de tamborilear con los dedos, incluso me aparto un poco de la pared. Es mi viejo amigo, es Ulrick...- Vale.- Carraspeo más fuerte y luego hago el esfuerzo de sonreír.- La buena noticia es que por lo que a mí respecta sigues siendo mi viejo cebollino. La mala noticia es que no le vamos a contar ésto a nadie o van a intentar hacerte daño.- Avanzo un par de pasos y me dejo caer en la banqueta con la elegancia de un ladrillo. Es lo que pasa cuando te tiemblan las piernas.- Joder, Ulrick. Lamento que hayas tenido que pasar tú sólo por esto. Cuando estemos los dos sólos puedes...ponerte como más cómodo te resulte.- Relajo un poco los hombros sin dejar de mirarlo, las manos firmemente entrelazadas en mi regazo.- Sólo necesito un poco de tiempo para habituarme, no te preocupes. Me recompondré.

No te preocupes, puedo con ello.- te contesta con una sonrisa.- Mi cabeza sigue siendo la misma, sigo siendo yo, aunque algún aspecto haya cambiado.
Se sienta de nuevo a tu lado y te coge la mano de forma reconfortante.
No se exactamente en qué he cambiado especificamente, a parte de lo obvio, pero no se hasta donde llega mi capacidad.- te mira con esos ojos dorados, que parece que puedan ver dentro de tu alma, llenos de ternura. Te sientes mucho mas relajada.- Por esto reuno psíquicos, para evitar que nadia haga nada parecido, pues quien sabe cual seria el resultado...

Le sonrío con suavidad y miro un momento su mano envolviendo mis dedos. Aunque yo tengo los dedos más largos en comparación él tiene unas manos grandes, hace que mi mano parezca pequeña y frágil, el único toque de color claro es el anillo de plata que adorna mi dedo. Asiento con la cabeza y lo miro a la cara, sonriendo. - Claro que me preocupo por ti, eres de la familia. Sólo prométeme que no te vas a meter aquí.- Con la mano que tengo libre rozo mi sien.- Nunca, salvo que veas que he perdido totalmente el norte y que no soy capaz de decidir por mí misma.- Me quedo callada y pensativa.- No quiero ni pensar lo que podría pasar si a alguien con menos autocontrol le pasa lo mismo que a tí...pero ten mucho cuidado. No quiero que te pase nada malo.

Ya sabes mi política acerca de meterme en cabezas ajenas.- te contesta ante t preocupación.- Además, recuerda que me gusta ser el centro de atención por hacer cosas, no por ser.
Te rodea con el brazo con gentileza, por los hombros, pero no como amante, sino como un amigo.
Verás, tengo grandes planes para el mundo, pero no tengo pensado pasar por encima de el.- te comenta mientras con la otra mano forma un mapa de luz en el aire, es un mapa perfecto de Gaia.- No quiero que la gente me siga sin más, por ser algo que no me he ganado, me gustaría que me siguieran porque he demostrado que puedo cambiar las cosas. Ya sé que suena excsivamente ambicioso, tiránico quizás. Pero creo firmemente que podria traer la paz a todo esto, independientemente de la raza o los poderes de cada uno. Un mundo unido, sin prejuicios ni persecuciones...

Me apoyo por instinto contra su brazo, suspirando tranquila. No suele gustarme el contacto físico, principalmente porque soy tímida, no estoy acostumbrada y blah blah blah...mis familiares y amigos íntimos saben que en general cuando estoy a solas con ellos soy bastante pegajosa, así que disfruto de la sensación.

Al ver el mapa de Gaïa hecho con luz alargo una mano por reflejo. Es precioso, tan pequeño y perfecto. Por un momento siento cierta envidia de que pueda hacer esas cosas sin despeinarse. Le oigo hablar y suspiro.- Para lograr eso vas a tener que vadear con sangre hasta las rodillas, Ulrick...¿Cómo tienes pensado hacerlo?

Se encoge de hombros ante tu pregunta.
Para ser sinceros, podría dedicarme a brillar y declarar prácticamente otra Guerra de la Cruz.- te cuenta mientras observa el mapa.- Pero no me va eso de que me tomen por un dios, ya sé que soy impresionante, pero no soy un dios...
Mantiene el silencio de nuevo por un rato.
Además.- añade al cabo de unos minutos.- Soy mas de ir improvisando sobre la marcha.

-Eso de que no eres un Dios depende de a quién le preguntes...- se me escapa. Luego niego con la cabeza.- La última vez que oí lo de ir "improvisando sobre la marcha" me metí en un problema. Pero tienes que decirme cómo vamos a hacer lo de Lanet, aún no tengo idea de cómo debo comportarme.

Dudo que esos estirados se esperen que sepamos de sus estrictas normas de etiqueta.- te contesta con un gesto de desesperación en la cara.- Para Lannet, los demás solo somos barbaros incultos.
Te aparta suavemente y vuelve al centro del camarote.
Consideran un acercamiento cultural una invasion a sus tradiciones, cualquiera que se considere un guerrero solo usara armas orientales, y no todas.- y empieza a moverse como un pavo por el camarote, haciendo burlas de cada escena que comenta. Con bastante arte, por cierto.- Tienen tantas normas de protocolo que un dedo mas separado del resto en una reunion es una afrenta.- aunque el solo levanta uno.- y las reverencias.....dependiendo de a quien, besas mas o menos suelo. Un gran noble te hara poner la cabeza a la altura de su enorme culo, y con un Señor de una Gran casa, o el emperador, estaras de rodillas con la frente en el suelo hasta que te den siquiera permiso para levantarte. Capullos estirados.
Y vuelve a sentarse en la silla con un aire ofendido que solo hace mas graciosa la escena.

Observo la escena primero sonriendo y luego riendo abiertamente, especialmente en el momento del dedo.- Digno de un Vizconde.- Comento entre risas.- Bueno, si es atractivo quizás nos planteemos poner la cabeza a ésa altura...- No puedo más y me encojo sobre mí misma, soltando las primeras carcajadas sinceras en meses. 

La noche continua entre vasos e historias, además de estrictas practicas de protocolo lanetense que solo se hace mas divertido a medida que ya solo podéis ceros entre risas al intentar inclinaros con "respeto".
La mañana te despierta con la luz de las ventanas, y el desastre de botellas vacías ha desaparecido. Te esperabas un resacón después de toda la fiesta, pero solo encuentras un humeante te en la mesa.
El ruido de fuera te recuerda que la tripulación esta trabajando desde la salida del sol para mantener el barco a buen ritmo.

Abro un ojo, esperando el pinchazo de dolor que no llega, así que me estiro haciendo crujir la espalda y salgo de la cama (o de donde sea que me haya quedado dormida). Me arreglo y me visto (pantalones y camisa, adecuado para el entrenamiento) mientras me tomo la taza de té y recordando que tengo que entrenar me recojo en pelo en una trenza y salgo del camarote, pensando en que luego haré la cama y ésas cosas...

Salgo de la habitación y me acerco hacia la sala donde comemos para agenciarme algo de desayuno que acompañe a la taza de té que llevo entre las manos. De paso aprovecho para saludar a los que estén allí, especialmente a Katherina. Me he quedado un poco inquieta después de lo de ayer, y quiero asegurarme que todo va bien.

Están todos comiendo y charlando tranquilamente, pero no ves a Ulrick por ningún lado. Kate está hablando con Vargr mientras este afila un par de hachas. Cuando te ve te hace un gesto para que te acerques y te sientes.
Desayuna bien, pero no te llenes, hoy va a ser un día movido.- te dice cuando te sientas.- Puede que esta noche no estés para montar una fiesta.