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Fort Doom: Dead Lands

Capítulo 8: Reina de Tréboles

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16/03/2013, 16:21
Director

Stephen Boyle podía ser muy rápido cuando se trataba de salir de un maizal maldito con espantapájaros asesinos y una bestia peluda de grandes colmillos a sus talones. Sin embargo, la carencia de metabolismo daba a los muertos la ventaja en trayectos largos. Para cuando el británico estaba a punto de escupir sus pulmones, Bill y Danny conservaban el paso tan tranquilos, y hasta el cojo Hank adelantaba al señorito cargando con una calabaza.

En todo caso, la prisa ya no parecía tan acuciante. El maizal había quedado atrás y nada ni nadie les había seguido. Ahora estaban en un terreno abierto, con una formación rocosa a pocas yardas a la izquierda y tierra blanda a sus pies. Era un campo sin plantar, en los límites de la propiedad que dominara la cabaña visitada hacía unas horas. Largas zanjas, casi tan profundas como para enterrar cadáveres en ellas, trazaban líneas paralelas en el tapiz blando del suelo fértil.

Tanto peligro casi había hecho olvidar el rumbo. Por intuición o suerte, no habían perdido del todo la dirección. No había huellas visibles de Frank y Dakota en el suelo, claro, pero habían estado viajando hacia el Norte y cabía esperar que siguieran haciéndolo.

Mientras Boyle recuperaba el resuello, los tres muertos miraron el paisaje. No sería un mal sitio para hacer una parada, si no fuera porque algo olía mal. Y no era el estiércol que abonaba el campo.

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16/03/2013, 16:42
Cuervo

—¡Cuidado!

Dijo el cuervo. Al parecer también él resultaba afectado por esa sensación de peligro.

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20/03/2013, 06:07
Danny Chang

- ¿Y ahora qué? - masculló el medio chino, sacando un arma, por si acaso.

Parecía que los peligros no terminaban en aquellos valles malditos por los que habían que pasar. A Danny no le preocupaba su bienestar, pues estaba muerto; pero ver como el buen inglés resollaba del cansancio que había representado para él el largo camino trazado, Chang pensaba para sí que quizás aquel no estaba en condiciones de recibir otro susto.

- Cuidado, mi buen amigo inglés. Espero que no esté muy cansado para lo que se avecina. Aunque también espero que podamos lidiar con esto rápido.

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20/03/2013, 20:22
Bill

Bill se acercó a una de las zanjas con sus pistolas desenfundadas. La última vez que el pajarraco había lanzado una advertencia fue tarde para hacerle caso pero en esta ocasión no pensaba dejarse coger desprevenido.

- Pues no sé... algo huele a muerto y no somos nosotros.- dijo sin pizca de humor en su voz mientras atisbaba el hoyo.

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20/03/2013, 23:21
Stephen Boyle

- Gracias, intentaré que la inminente explosión de átomo de ira, furia y electrones disparados cual en una fisión nuclear no afecten, o cuando menos en lo mínimo a mi persona. Me encanta la química, pero no formar parte de una reacción en cadena...

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21/03/2013, 02:04
Hank Bully

Hank, igual de hábil que Bill, se movió hacia unas zanjas del camino y agarró su rifle para estar prevenido por si acaso. Después del rato que llevaban caminando ya el cochero se había recuperado de la pequeña tortura que había sufrido en el maizal. Ahora no se le escaparía ni una.

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28/03/2013, 20:08
Director

Un disparo de rifle rompió definitivamente la calma y un concierto de más detonaciones le hizo el eco. Las balas silbaban alrededor y un trozo del polvoriento suelo explotaba cada vez que un plomo se hundía en él. Afortunadamente, los muertos no tardaron más que un parpadeo en hacer de la zanja más cercana una trinchera y prepararse para responder al fuego.

Boyle fue algo más lento en cubrirse, pero las balas parecían menos interesadas en él que en sus compañeros pistoleros, como si le supieran menos peligroso.

Los disparos venían de las rocas. Era una emboscada en toda regla y al menos había seis u ocho rifles ahí arriba. Danny desde su escondrijo se dio cuenta, distraidamente, de que una de las balas le había atravesado un hombro.

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30/03/2013, 00:24
Stephen Boyle

- Usando mi extremidad prensil anterior mantengo mi sombrero en su natural posición, evitando que alce vuelo como mi nuevo y graznante compañero y los sigo

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09/04/2013, 03:01
Danny Chang

Danny hizo un chasquido de molestia. ¿Por qué todas a él?, se preguntó. Miró por el rabillo del ojo de donde venían las balas y empezó a disparar en esa dirección, mascullando entre dientes:

- Coman plomo, malditos.

- Tiradas (1)
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09/04/2013, 20:23
Bill

Bill lanzó una maldición:

- ¿Es que no vamos a poder estar tranquilos ni siquiera un rato?

Mientras se quejaba desenfundó sus pistolas y echó un vistazo a su alrededor buscando algún recorrido que lo llavase de la zanja hacia las rocas con algo de cobertura... o al menos una posición que complicase la atención de los tiradores.

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10/04/2013, 00:15
Hank Bully

Hank agudizó su mirada y avistó a uno de los vaqueros que se ocultaban entre las rocas. Se van a enterar... Acto seguido disparó.

- Tiradas (1)
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22/10/2013, 02:01
Director

El concierto de disparos se convirtió en recíproco cuando Bill y Hank hicieron uso de sus armas. Los enemigos eran poco más que siluetas insinuadas detrás de matorrales o puntas de sombreros y rifles asomando tras rocas. Los cuarenta pies de distancia y las eficaces coberturas de ambos bandos restaban eficacia al intercambio de plomo, pero nadie parecía desanimarse por ello.

Una bala perdida o especialmente bien dirigida acabó alojada en el hombro izquierdo de Hank. El cartucho de buen tamaño resultaba algo incómodo ahí incrustado, pero la carne muerta del cochero no parecía capaz de sangrar ni proferir mayor queja. Los hombros y cabezas eran, a decir verdad, todo lo que los Regresados exponían tras su improvisada trinchera. Stephen Boyle por el momento no había arriesgado ni siquiera eso. Cuerpo a tierra en la zanja, el inglés estaba junto a la calabaza, ahora muda.

Bill, por su parte, había abandonado la protección del campo horadado solo unos instantes, hasta llegar al borde de la colina rocosa tras las que se ocultaban los asaltantes. Podía ver poco de los enemigos, algún retazo de su presencia asomarse entre roca y roca ahí arriba, a lo alto del peñón. Haría falta subir una cuesta angosta, zigzagueando entre rocas, para llegar hasta esos bandidos. Lo bueno es que ellos parecían haber perdido del todo la ubicación del pelirrojo no-muerto. 

- Tiradas (7)
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22/10/2013, 09:35
Danny Chang

Danny se cubrió bien en la zanja, agarró su sombrero por el ala y lo levantó lo justo para distraer a los tiradores, que gastaran un par de balas y darle más tiempo a Bill.

Miró a Boyle y sonrió:

- Algunos agujeros vienen bien con el calor que suele hacer por aquí, ¿no crees? jeje

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28/10/2013, 20:05
Stephen Boyle

- Sería cuestión de aclarar "agujero", si como zanja de cobertura, la cual es en verdad un milagro, o aquél generado con la imagen mental y cerebélica generada con el nerviosismo por pensar si el"agujero" sea el de entrada y salida de algún trozo de metal forjado y propulsado por la común mezcla de azufre, carbón y sal.. en ese caso ya poco podría importar la condición medioambiental circundante... - Dijo con cierto nerviosismo mientras se escondió en la zanja.

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29/10/2013, 15:37
Stephen Boyle

Estirado sobre el duro suelo , y tratando de que su cabeza permaneciera al menos 20 centímetros por debajo de la linea de arena que marca el horizonte de la zanja , Sthephen asistía al intercambio de disparos intentando mantener el control sobre sus esfínteres , ya era bastante malo que este hatajo de rufianes no le tuviera ningún respeto , como para que encima ahora tuviese que vaciarse encima alguna de sus vísceras emuntorias para mofa escarnio y befa de sus compañeros , aunque por fortuna , todos parecían mas interesados en prestarle atención a la escaramuza que a sus devenires - Seria de agradecer que prestáseis algo de apoyo constructivo a nuestros compañeros Sr Chang , estoy seguro de que una muestra de heroismo desinteresado seria de agradecer para todos y también que se aviniese a deflagrar algunos de esos cartuchos que usted atesora como si fueran libras de oro-.

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03/11/2013, 00:29
Director

Unos disparos más arrancaron notas agudas al aire al pasar sobre las cabezas de Danny y Boyle. Los rifles seguían atronando, pero en menos cantidad de lo que parecieron hace un minuto. Quiza eso significara que los asaltantes estaban tramando algo.

Bill continuaba en su aventajada posición lateral entre las rocas. Por ahora ninguna bala le había buscado pero eso podía cambiar pronto si se exponía más de la cuenta.

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03/11/2013, 11:31
Danny Chang

Danny Chang que ha estado sonriendo mientras levantaba su sombrero, lo baja y hace un pequeño recuento de los agujeros que hay en él. Varios de estos disparos han ayudado al podrido oído de Danny a hacerse a la idea de la localización de alguno de los tiradores.

- Pues tiene usted razón señor Boyle, quizá nuestros compañeros esperen algo más de mí que un simple saludo con mi sombrero.

Danny sonríe mientras se gira, acto seguido dispara hacia la zona donde tiene más certeza de que hay un tirador.

- Tiradas (2)
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05/11/2013, 00:05
Hank Bully

¡Me cago en Diez! - Poco acostumbrado a usar la pistola, el viejo cochero maldijo al fallar el disparo de su revólver. - No sé como se las apañan estos con estos cacharros... - dijo al ver la soltura de Chang afinando su puntería sobre los pistoleros, como si estos fueran patitos de feria. - ...si son como de juguete. - Así que, algo desmotivado, se recostó sobre la pared de la trinchera, a espaldas del tiroteo, y echo la mano sobre su vieja amiga de la infancia, la petaca, que nunca fallaba a la hora de subirle los ánimos, y le dió un generoso trago que estremeció todo lo podrido de sus tripas, mientras intentaba pensar con claridad.

Estaba claro que si de su puntería con el revólver dependían, iban a acabar muertos o más que muertos, en su caso y en el de sus putrefactos amigos-. Otro gallo cantaría si tuviera en sus manos un rifle que no fuera tan jodidamente aparatoso de recargar. Pero ahora lo mejor que podía intentar era distraer a los pistoleros, mientras el despiadado Bill trataba de llenarlos de plomo a traición y de sorpresa por la espalda. Y lo único que se le ocurrió fue salir corriendo y rodear las piedras en la otra dirección mientras ejercía de blanco perfecto. De blanco perfecto y cojo. Si total, el primer agujero ya lo tengo.

Así que decidido a llevar a cabo su misión suicida, pero no de hacerlo sin despedirse una última vez de su amiga petaca, mientras bebía el que bien podía ser su último trago, observó a la calabaza que no sabía muy bien por qué había traído consigo y que ahora no dejaba de mirarle. - Y tú de qué te ríes. - Espetó muy molesto con aquella grotesca hortaliza que estaba arruinando su último momento de paz y comunión etílica. Luego sonrió.

Seguramente no fuera buena, y puede que incluso más suicida que la original pero qué leches, ¡al menos había tenido una idea! Se quitó el abrigo y rodeo con él a la calabaza, armando un improvisado espantajo. Luego la amenazó con el dedo: Ahora sígueme el cuento o te juro que eres puré de calabaza. Levantó la pistola por encima de su cabeza, dejándola asomar por encima de la trinchera y gritó: ¡VOY A SALIR! ¡NO DISPARÉIS! ¡VIENE UN NIÑO CONMIGO! ¡NO DISPARÉIS PUTOS DESALMADOS! ¡VIENE UN NIÑO CONMIGO! Apretó con fuerza la calabaza contra su barriga: Espero que sepas actuar...

Notas de juego

Se me va la olla... se me va XD

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05/11/2013, 03:25
Director

Un par de disparos de Danny Chang sembraron el descontrol entre los atacantes. Se escucharon algunas órdenes y contraórdenes. Quizá alguien hubiera resultado herido, o tal vez los disparos se les estuvieran acercando mucho y lo que parecía una emboscada fácil se les hubiera atragantado.

Eso hacía a los defensores preguntarse quiénes serían esos tipos. Nada hacía pensar que fueran hombres de la ley, ni desde luego iban vestidos como militares. Sus pintas (a juzgar por lo poco que habían visto de ellos) eran de simples bandidos, pero tampoco parecía lógico que unos coyotes asaltaran a cuatro viajeros sobradamente armados cuando ni siquiera tenían caballos, mucho menos un botín digno de mención. Desde luego, esos malnacidos también estaban bien equipados, rifles de repetición en abundancia, y parecían extrañamente disciplinados.

Quizá estas reflexiones fueran las que hicieron a Bully jugarse el pellejo a que esos tipos no dispararían a un bebé. Cuando el cochero hizo el gesto de salir de su cobertura, la gabardina entre sus brazos dio un grito de terror con la característica voz aguda de la calabaza parlante. Sea por la sopresa del momento o porque los tipos estaban replanteando su táctica, los disparos habían cesado de repente. Cuando Hank salió de la trinchera con el bulto gritón entre sus brazos, durante un largo momento nada ocurrió.

Claro que tal vez estuvieran tomándose su tiempo para apuntar a la cabeza...