Partida Rol por web

Las cosas se torcían cada vez más. No conseguían hacer nada bien mientras que sus enemigos hacían jugadas maestras unas tras otras. Sonic había esperado que el despertar de Rayo remontara un poco el combate, pero la última acción de Fathom le parecía muy difícil de superar.

- Rayo, vas a electrocutar a Ikari. Intenta cogerla y separarla de Fathom.

Lemar echó el vuelo dirigiéndose hacia Montoya, pero mientras siguió hablando.

- Megastar, si quieres atacar a Granito tienes que hacerle tu ataque más fuerte y con todas tus fuerzas.

Al pasar sobre el furgon vio que Ulrich estaba teniendo problemas. Pero si parecía imposible dañar a Fathom, ¿cómo iban a vencer a Sílfide?

- Jaime, ¿puedes intentar controlar a Sílfide y a Pira ahora que están cerca? O aunque sea a Sílfide solo. Ulrich, ¿puedes abrir la puerta del furgón para que podáis salir?

Aterrizó junto a Montoya, se quitó la camisa de policía y trató de hacerle un torniquete, consciente de que la mujer estaba a punto de morir.

Deseó que ahora apareciera la Liga de la Libertado o la Familia Atom y salvaran el día.

Aún activada la mejora, debió suponer que ese tío sería demasiado duro y más contando con la escasa experiencia que tenía con las nuevas habilidades. Por suerte contaba con las viejas, de las que si algo había aprendido contra una presa, era que forcejear sólo conseguiría cansarle, tendría entonces que aprovechar su fuerza y sumarla en su intento si quería conseguir algo. Auch, tío, te has pasado endureciendo. Aprovechó la coyuntura para aferrarse al propio abrazo de Granito y sorpresivamente saltar hacia Pira. También nos vale Meg, no falles ahora por lo que más quieras. Acumuló toda la potencia que pudo para emprender el vuelo hacia Pira. ¡Lo que quiero es que salvar a los del furgón!. Gritó un poco a la desesperada en su vuelo contestando a Sonic. Finalmente intentó girar para que fuese Granito la superficie de impacto contra Pira, aunque mantenía sus dudas respecto a que el grandullón llegara a quemarse realmente.

Aun con el caos que se habia desatado a su alrededor, con todos aquellos metahumanos intercambiando golpes y jugandose la vida, Fran mantuvo la calma, estaba acostumbrada a situaciones de combate y era imprescindible si queria salir entera. Tras arrebatar el arma facilmente del primer maton que tuvo a tiro, pero seguian quedando demasiados. eran los enemigos mas vulnerables, pero a la vez muy peligrosos con sus armas de fuego, ya habian dejado a un aliado critico y era cuestion de tiempo que otra bala acertara a alguien. Habia que eliminarlos de un golpe.

Con agilidad y tecnica marcial, Fran se separo del maton, colocandose entre el y sus dos compañeras. Acto seguido, adopto una pose de ataque y lanzo un puñetazo al aire para enfocar su telekinesis en un impacto de gran potencia. Pero esta vez, en lugar de centrarlo en un solo punto, la chica intento expandir su foco, y ampliar su rango para que afectara a todos los enemigos frente a ella.

Ikari trató de zafarse de lo que, a priori, iba a ahogarle. Concentrándose en la burbuja de agua pensó que lo mejor sería no ejercer resitencia sino, todo lo contrario, unirse a ese elemento de la naturaleza.

Ahora tendría que luchar por su vida después de salvársela a Rayo.

Ajena a cualquier otra cosa que no fuese el objeto de su ira, Nereida estaba dispuesta a mantener la concentración en lo que estaba haciendo hasta que el hombre cayese al suelo inconsciente, pero al sentir como Fran se acercaba para cubrir su flanco volvió a la realidad. ¿Qué estaba haciendo? Eso no formaba parte del plan, había muchos matones y era demasiado lento. La situación requería de algo mas contundente.

Con un parpadeo la chica volvió a su forma normal y concentró toda su furia en el brazo derecho mientras lo echaba para atrás, dispuesta a asestar un duro golpe a su adversario.

Ikari, a pesar de estar rodeada de esa especie de burbuja, sabía qué podía hacer.

No te resistas, únete, tú eres parte de ella - se decía.

Jaime se esforzaba por controlar mentalmente al hombre de fuego. Sintió un pequeño ardor en su propiamente, algo provocado por la conexión que en ese momento sentían. Había que actuar, tenía que hacer algo, aunque sabía que Pira no le haría caso si le ordenaba algo que fuera en su contra...

¡Si le ordeno lo que va en su contra, puede que pierda la conexión! contestó a Sonic, aunque más tarde de lo que esperaba. Pero sabía que podía hacer más cosas.

Francesca, genera una ilusión en la mente de los secuaces. Que se sientan rodeados por la policia, que se sientan atrapados y obligados a huir. Pero no incluyas en esto  a los "cuatro fantásticos". Ikari, ven al furgón. El grandullón está siendo asfixiado por Sílfide. Se ha vuelto intangible y está dentro de su cuerpo. Yo no la veo, ¡pero quíza puedas controlar sus moléculas! gritó, sin saber que la mujer también estaba siendo asfixiada.

Volvió sus pensamientos al hombre de fuego. Quizá no podría ordenar un ataque directo contra su líder, pero sí podría detener a los demás.

Vuela hacia Granito, toca su hombro. Que sienta que estás con él en esta lucha ordenó mentalmente al hombre fogoso.

Sonic escuchó las palabras de Jaime y recapacitó sobre lo que decía. Era una pena que Pira no pudiera atacar a Fathom. Se preguntó si podría hacerse al revés, que Fathom fuera enviado hasta Pira, pero primero había que ver de qué era capaz la "hechicera".

- Ikari tiene que vencer a Fathom o estamos perdidos. Yo intentaré ahora entrar en el furgón para hablar con Sílfide. Aunque te puedo sacar primero si quieres, para que puedas ver.

Si conseguís desviar un ataque de Fathom hasta Pira, creo que no me será complicado obligarla a defenderse

El rayo que lanzó Rayo, valga la redundancia, fue en dirección a Fathom, pero el cuerpo del hombre de agua se deformó lo suficiente para esquivarlo y evitar que así le alcanzara. Por suerte, pasó suficientemente lejos de Sonic como para que tampoco le acertara.

Sonic aprovechó para salir a gran velocidad de allí, huyendo del combate contra el líder, y saliendo para ayudar a Montoya. La chaqueta que se quitó el muchacho fue suficiente para que la agente Montoya se dejara de desangrar. Seguía en un grave estado, pero al menos ya había parado de sangrar. Parecía que Sonic estaba tan desesperado que había desarrollado una capacidad innata para aquello. ¡Montoya podría respirar tranquila!

Megastar se estaba también asfixiando, se retorció y se movió todo lo que pudo, hasta que Granito no pudo soportar la velocidad de Megastar, que al ser soltado, salió volando a gran velocidad. No llegó a hacer lo que pretendía, pero al menos había escapado de su captor y estaba suficientemente lejos de todo como para preocuparse de que alguien le dañara.

La situación estaba empezando a arreglarse ligeramente, y Fran se propuso seguir en aquella línea. La mujer de habilidades telequinéticas, hizo una pirueta para ponerse al otro lado de su enemigo, y con un fuerte golpe telequinético, se llevó por delante a todos los matones que tenía frente a ella.

La controladora de las moléculas logró zafarse sin problema alguno de la burbuja de agua que le había creado el líder de Factor Cuatro. Ahora se sentía libre para seguir enfrentándose a su rival. Quizá fuera ella la única capaz de enfrentarse a él. Pero debía ser más rápida y no perder tanto tiempo en defenderse.

Por último, Nereida dejó completamente inconsciente al secuaz que tenía junto a él, y aunque resultó sumamente extraño, el otro secuaz que había varios metros más allá, había caído igual que él. Y finalmente el otro secuaz. ¿Estarían todos conectados o es que el poder de Nereida se había desarrollado más rápido de lo esperado? Fuera lo que fuese, ya no había por qué preocuparse de los ayudantes de Factor Cuatro. Aquello ya había sido solucionado.

Y finalmente, poco a poco, Jaime parecía estar controlando la situación. Pira salió volando hacia Granito, y ahora ambos estaban controlador por el mentalista. De momento los tenía suficientemente controlados como para que no fueran agresivos, el problema es que ahora salían de su campo de visión, así que debería salir del camión o perdería el contacto visual con ellos.

Y entonces, Ulrich se desplomó inconsciente, Sílfide comenzó a salir en forma de aire y casi incorporal, por la nariz del grandullón. Aquel hombre había caído inconsciente antes de que nadie pudiera haber hecho nada por él. Y ahora Sílfide volvía a estar activa para poder acabar con... ¡seguramente con Jaime! Era el que más cerca estaba.

Finalmente, Fathom repitió el mismo movimiento, haciendo que una burbuja de agua enorme cubriese por completo a Ikari, que además de ser incapaz de moverse, era incapaz de respirar. Debía hacer lo mismo que antes si quería salir con vida de allí...

Ya estaba, el matón había caído. Nereida se giró rápidamente para encararse con el resto pero estaban todos en el suelo, parecía que Fran había hecho un gran trabajo -No como yo- se dijo justo antes de comenzar a oir las voces de sus compañeros. Le sorprendió ver a Sonic detrás suyo, al lado de Montoya y atendiéndola, la agente no estaba muerta como le había parecido en un primer momento -Otro fallo mas-. Un pequeño sentimiento de alivio la inundó después del primer momento de hastío hacia sus reacciones, no tendría que cargar con su muerte, pero de inmediato volvió la tensión pues el pinganillo de su oreja le informó de la conversación que tuvo lugar entre Jaime y Sonic, parecía que dentro del furgón las cosas no pintaban bien.

- Secuaces neutralizados. - dijo todo lo profesional que pudo después de su anterior pérdida de control - Voy hacia allí.

No tenía ni idea de lo que podría hacer contra Sílfide pero al menos abriría la puerta para que pudiesen salir, luego intentaría hablar de 'mujer a mujer'. Se dirigió con pasos rápidos hasta la puerta trasera el furgón y la abrió de un tirón, justo frente a ella estaba el grandullón en el suelo y una especie de neblina pululaba por el pequeño espacio.

- ¡Ulrich! - dijo asegurándose que todavía respiraba para luego dirigirse a la mujer etérea - Silfide no tienes porqué hacer esto, lo que te pasa no es nada malo y no es irreversible. No tenemos que luchar, podemos ayudarnos mutuamente.

Esperaba convencerla o al menos hacerla titubear lo suficiente como para que Jaime pudiese salir del lugar, él era el importante para controlar a dos de ellos, ella nada más podía hacer aparte de intentar distraer a la mujer.

Ikari seguía estando en apuros, o al menos eso pensaba el jefe de los enemigos.

Si crees que esto acabará conmigo, no me conoces - pensó con sorna. Hizo señas con las palmas de las manos abiertas, tratando de decirles a sus compañeros que estaba bien, que intentasen salvar al resto.

Con una mirada desafiante y una leve sonrisa al profesor, procuró zafarse de la nueva burbuja y, a continuación, lanzarle un ataque a Fathom y evaporarle, al menos en parte.

Ella no estaba allí para perder el tiempo, quería quitarse de encima a aquel ser, lo iba a conseguir y punto. Luego ayudaría al resto.

¡Vaya cambio! pensó sorprendido Sonic cuando la situación dio un giro. De repente habían caído esos secuaces, todos a la vez como si fueran sólo uno y, además, Granito se había quedado quieto, seguramente controlado por Jaime. Estaba costando bastante, pero Jaime estaba siendo la pieza clave, como habían planeado al principio. Todo esto le estaba enseñando lo difícil que era llevar un plan a buen puerto. ¡Con lo fácil que había parecido cuando salieron de la academia!

Ahora los problemas eran Fathom y Sílfide. Fathom quizá fuera dominado por Ikari. Pero Sílfide no parecía derrotable por medios físicos y había que usar la astucia. Nereida se había adelantado y había comenzado a hablarle, quizá entre los dos podrían ablandarla. 

Sonic dejó a Montoya en el suelo y se dirigió volando al interior del furgón, colocándose delante de Jaime y dispuesto a ayudar a Nereida.

- Sílfide, escúchala. Tenemos amigos magos que os pueden echar una mano. Si ponéis de vuestra parte nosotros ayudaremos. Todos queremos que esto termine bien, hagamos un esfuerzo para que así sea, pero tenéis que dejar de luchar.

Aunque no consiguió dirigir bien el destino de aquella mole, pudo respirar tranquilo unos instantes y visualizar desde las alturas como la situación mejoraba considerablemente. Vamos chicos, detengamos al profesor. Anunció para motivar a sus colegas mostrando un puño cerrado que nadie alcanzó a divisar. El esfuerzo delató las consecuencias de su enfrentamiento y tuvo que masajear su hombro para aliviar su tensión.

En cuanto vio que el líder intentaba nuevamente deshacerse de la hermosa Ikari, un arrebato incontrolable le llevó a descargar un rayo de energía sobre su acuosa figura. Por muy escurridizo que fuera, si colaboraban juntos conseguirían reducirle para su arresto. Lo que le llevó a cuestionarse qué prisión podría retener tan poderosos mutantes.

Con la respiracion acelerada por el esfuerzo, Fran contemplo como todos los matones habian quedado K.O gracias a su golpe telekinetico, de un golpe se habian quitado un problema. Ahora solo quedaba los mas peligrosos. El ruido de alguien muy grande desplomandose le indico que Ulrich se acababa de desmayar. Auqella maldita mujer de aire lo habia asfixiado hasta dejarlo insconsciente o peor!

No sabia si sus habilidades de combate serian utiles contra alguien que basicamente solo era aire, pero seguia teniendo sus palabras. Siguiendo el ejemplo de sus compañeros, Fran se dirigio junto a Nereida en la furgoneta hasta tener a la vista a Silfide, y con el tono mas amenazador posible, tanto que le recordo a sus mejores tiempos... o mas bien peores.- Mujer, estas cometiendo un grave error con todo esto. Estas rodeada y has herido aun compañero nuestro, asi que rindete mientras aun puedas o lo pagaras caro.

Viendo cómo fallaba mi rayo gracias a la habilidad de contorsionismo del hombre de agua, me pregunto qué hacer a continuación. Podría seguir atacando hasta que le diera, pero Ikari se terminaría por quedar sin aire tal vez antes de que eso ocurriera. Pero Ikari parecía hacer signos con las manos, algo extraño pero parecía querer decir que estaba bien. "Entonces atacaré de nuevo" Una vez más un rayo salió disparado de mis manos dirigido al jefe de nuestros oponentes, esperando que esta vez la electricidad le hiciera pasar un mal rato.

Sin dejar de mirar el cuerpo de Sílfide, asombrado por cómo había salido del grandullón, Jaime empezó a retroceder hacia la puerta. Su poder le alertaba que el no tener la visualización de los otros dos podría provocar una ruptura y que todo se fuera a la mierda, pero tenía que seguir intentándolo.

Con suerte para él, abrieron la puerta del furgón, y pudo notar cómo todo parecía restablecerse. Y no sólo eso, su poder no se basaba en sus palabras, si no en la conexión mental.

Siguió retrocediendo sin dejar de mirar a la mujer. Veamos cómo es tu resistencia mental... meditó, mientras se centraba en penetrar la mente de la mujer de aire y ponerla bajo su control.
 

Y una vez más, el hombre de agua esquivó todos los rayos lanzados. Quizá la electricidad de Rayo fuese un buen mecanismo para acabar con Fathom, pero dejar al más novato de todo el grupo que se encargase de él... quizá eso no fuera tan buena idea. Ni aunque Megastar le ayudase, sus técnicas tampoco parecían servir para nada.

Nereida y Sonic se dirigieron hacia el furgón, con la única intención de hacer comprender a Sílfide de que podía pasarse al otro bando. Pero la reacción de la mujer fue inmediata. No se la podía ver, pero el sonido de su risa era más que evidente. Unos niños como ellos no convenceria a una mujer, hecha y derecha como Sílfide, de que dejara de actuar como lo hacía. ¿Quién se creían aquellos adolescentes mal criados?

Ikari trató de convencer a sus compañeros de que estaba bien, pero su cara de angustia y su expresión no decían lo mismo. Morir ahogado era una de las peores muertes, y más si estabas siendo ahogado en tierra firme y sin poder hacer nada. Ikari se creía capaz de modificar las moléculas de Fathom, pero el profesor aprendía rápido y ahora la joven estaba de rodillas, retorciéndose por la asfixia y sintiendo como poco a poco se iba quedando sin aire.

Y entonces Sílfide se volvió corpórea, quizá fueran las palabras de Francesca, o las que ya habían dicho Nereida y Sonic, pero algo le había hecho que se detuviese. De pronto se sentía confundida como sin saber qué hacer, a quien escuchar o cómo actuar. Estaba nerviosa y distraída y no supo muy bien qué hacer.

A pesar de ello, a Jaime, aquella mujer se le estaba resistiendo mentamente. Tener a Pira y a Granito parados sin hacer nada. Y encima controlar a Sílfide era un acto casi heróico, pero por suerte, la mujer de aire ya estaba suficientemente bloqueada ella misma, sin la necesidad de que el mentalista anduviese introducido en su mente.

Activo solo quedaba Fathom, que teniendo como tenía sometido a Ikari, ahora materializaba una burbuja de agua sobre Rayo, haciéndole también que empezase a ahogarse. El muchacho seguramente fuera menos resistente que Ikari, así que era probable que cayera antes al suelo inconsciente.

Cada vez iba a más. Ikari se estaba desplomando, sus rodillas temblaban y le hicieron hincarlas en el suelo. Parecía que ésto se le podría escapar de las manos. ¿Sería su final?, ¿su vida terminaría ahogándose en una burbuja de agua?.

No, nunca - se dijo. Comenzó a apretar los dientes, se mordió el labio inferior por la rabia. Un hilo de sangre comenzaba a deslizarse hacia su cuello. Sus venas se hincharon como consecuencia de la necesidad de salvarse, sus ojos se tornaron de otro color, parecía que era otra persona.

Su mirada ya no reflejaba angustia. De pronto dejó de llevarse las manos a la garganta para clavarlas en el suelo.

Has cometido una equivocación, has provocado mi odio, mi ira, y ya no hay vuelta atrás.

Tu muerte está cerca Fathom.

Sonic se sintió satisfecho por los acontecimientos. No sólo Sílfide estaba confundida sino que Jaime había podido salir de allí y nadie le amenazaba. Jaime era la clave del combate y tenían que conseguir que saliera indemne. La otra clave era Ikari, quien ahora parecía estar en apuros, pero lamentablemente él no podía atacar a Fathom, y tampoco parecía haber convencido a Sílfide, pero podía seguir intentándolo.

Lemar echó a volar para ver la situación, pero sobretodo porque no quería que Sílfide lo escuchara ahora.

- Megastar, tienes que atacar a Fathom con tus rayos, como hace Ray, los demás no podemos herirle. Hay que atacarle con toda la fuerza posible.

Tras decir esto estuvo un instante pensando si él podía aunque fuera desconcentrar al jefe de los enemigos, pero no encontrando ninguna forma se acercó de nuevo hasta el furgon, volviendo al plan original.

- Sílfide, piensa todos los años que lleváis siguiendo a Fathom y no os ha ayudado en nada. Él no puede devolveros la forma humana, pero hay magos como los que conocemos que pueden hacerlo. Si no probáis algo diferente nunca os recuperaréis.

Sonic comenzaba a sentirse amargado por el hecho de no poder entrar en acción. Cierto era que tenía que organizar al grupo como bien pudiera, pero él ansiaba pelear y ahora no podía hacerlo.

- Vamos Sonic, algunas peleas no se ganan con los puños.

Se dijo a sí mismo recordando las enseñanzas del Vengador Negro, que era el tipo más astuto que Lemar conocía. Se le ocurrió entonces que esa forma de enfrentarse a Sílfide sería exactamente la que él recomendaría y eso le alivió. Tenía que usar las argucias que había aprendido de su maestro, así que trató de olvidar el otro combate y prestar atención a aquella mujer.