Partida Rol por web

Sonic se unió a ella en la tarea de intentar convencer a Sílfide de que la podían ayudar. La risa que se escuchó resonar en el pequeño habitáculo, les indicó claramente que la mujer de aire no estaba por la labor de dejar de hacer lo que estaba haciendo. Hasta ellos llegó Fran y también intentó hacerla entrar en razón, o mas bien la amenazó. Viendo que nada había funcionado Nereida estaba a punto de intentar cualquier otra cosa, aunque no estuviese dentro de los planes, cuando de repente ante sus ojos apareció la figura de Sífide. Sus ojos se movían de un lado para otro como si no supiese qué hacer -Puede que Jaime la haya controlado- pensó la joven esperanzada pero un rápido vistazo a su cara le indicó que estaba totalmente concentrado en los dos que tenía inmóviles, vió como Sonic se elevaba y escuchó sus palabras por el intercomunicador. No sabía qué estaba pasando con el profesor, ella pensaba que Ikari lo tendría controlado pero parecía que le hacía falta algo de ayuda -Bueno, tiene a Mega y a Rayo, en el peor de los casos Jaime puede echarle 'al pedrusco' encima- pensó dejando a ese enemigo en sus manos y centrándose en la mujer que tenía delante.

- ¿Y si me hago pasar por el profesor? una masa de agua es irreconocible de otra masa de agua y si no se espera que haya nadie así, igual puede llegar a creer que le ataca para que no se nos una- con esos pensamientos Nereida dió un paso al lado quitándose de la visión de la mujer, si las palabras de Sonic no daban resultado y se ponía agresiva de nuevo, intentaría llevar a cabo su idea. Se llevó el intercomunicador cerca de la boca y susurró un mensaje con sus ideas a sus compañeros.

- ¿Granito podría atacar a Fathom? Creo que el profesor quiere a Sílfide para él solo. - estaba poniendo en frases cortas lo que se le había ocurrido, esperaba que la entendiesen y que funcionase - De hecho piensa que de él o de nadie.

Lemar escuchó las palabras de Nereida y pensó un momento en ellas. Estaba bien que se buscaran formas de vencer a Fathom, pues el tipo parecía muy poderoso y aunque estaba siendo atacado por varios oponentes seguía indemne.

- Si Fathom le atacara o si Sílfide se lo pidiera podría hacerlo...

Economizó las palabras para tener tiempo para convencer a la mujer de aire.

En su vuelo el joven vio como sus ataques no conseguían detener al líder de los poderosos criminales, lo que le frustraba tanto como encendía su rabia. Se alzó en espiral para colocarse encima de su objetivo escuchando por el comunicador los consejos de sus compañeros. ¡Qué crees que estoy intentando tío, pero como si nada! Sólo se me ocurre congelarlo o lo contrario, no sé, es un tipo duro. Una vez más su maduro tono de voz contrastaba con la forma tan informal de expresarse. Su brazo se extendió hacia abajo una vez mientras buscaba en su interior la forma de concentrar todo su poder, reclamando a la extraña IA no fallar esta vez. Parecía un tiro fácil, sólo tenía que desplegar toda su energía sobre la cabeza del acuático adversario y con suerte, dar un respiro a Rayo e Ikari, nunca mejor dicho.

Jaime sintió como la sangre acudía a su nariz, pero no terminaba de salir. El esfuerzo era monumental, lo sabía y, como era de esperar, no pudo controlar a la mujer. Pero las palabras de Nereida le dieron una idea. Quizá un pensamiento sutíl podría derribar la defensa moral de Granito. O incluso si le hiciese pensar en una acción heróica...

Granito, tu jefe corre peligro. Corre, carga a por él y túmbalo en el suelo, ¡o morirá! ¡Tus compañeros no te lo perdonarían nunca!

Rayo e Ikari se seguían ahogando lentamente bajo el poder asfixiante de Fathom. La burbuja les estaba consumiendo el escaso oxígeno que les quedaba.

Sílfide se quedó mirando a Sonic, aunque sus palabras no parecía que le afectasen, seguía un tanto bloqueada sin saber qué decisión tomar. Parecía estar luchando en algún tipo de guerra interna. Mientras tanto, Nereida salía de su campo de visión para aprovechar el siguiente instante para trazar un plan contra la mujer cuasiincorpórea.

Como Megastar veía que sus golpes no hacían más que fallar contra el casi incorporal líder, decidió concentrarse un poco más para descargar más adelante el próximo disparo.

De pronto Granito salió corriendo hacia Fathom, el estruendo que montaba el gran hombre de piedra fue suficiente para llamar la atención al hombre de agua. Aquello no se lo esperaba, pero no veía nada bueno ante aquel movimiento. Conocía a su compañero, y sabía lo débil que era ante los ataques mentales, así que pudo suponer lo que estaba pasando. Por lo que Granito nunca fue capaz de llegar a tocar a Fathom, el tipo era de agua, algo que le hacía casi intangible. Aunque quizá, si lo seguía intentando, terminaría por caer ante el ataque mental de Jaime.

Lo que sorprendió aún más fue lo que decidió hacer Fathom, ya que creó una burbuja de agua alrededor del que teóricamente era su compañero. Ahora, Granito, junto a Ikari y Rayo se estaba también ahogando. Estaba dispuesto a sacrificar a su compañero con tal de salvar el pellejo, o lo que fuera que fuese de agua...

La inconsciencia casi formaba parte de la muchacha. Ya casi no sentía su cuerpo, prácticamente estaba muerta, sí, solo le respondía su ligera pero fuerte capacidad de superación.

Era increíble, pero varias lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos, su muerte estaba muy cerca y por primera vez en su vida no podía evitarlo.

¿Quedaría un atisbo de esperanza?, ¿lograría quitarse esa cosa maldita y devolverle el ataque a Fathom multiplicado por diez?

Cada segundo que pasaba era vital, nunca mejor dicho.

La burbuja de Fathom comenzaba a ahogarme, traté con todas mis fuerzas de mantener el aliento y acelerar para salir de aquella burbuja y escapar de lass garras del hombre de agua. Si lograba escapar trataría de buscar otra forma de atacar a Fathom. Sabía que mis rayos debían hacerle bastante daño, pero a pesar de lanzarlos con la máxima precisión parecía que podía esquivarlos, así que quizá necesitábamos alguna forma de frenarlo primero o de reducir su flexibilidad. - ¿Alguien podría intentar frenar a Fathom? No servirá de nada que Granito le pegue si está hecho de agua, pero si sigue esquivando mis rayos no haremos nada, necesitamos hacer que se esté quieto para que podamos alcanzarle más facilmente? - Corrí a colocarme a las espaldas del profesor, y cargué de nuevo un ataque eléctrico, pero esta vez traté de intensificar el campo eléctrico de modo que tuviera menos energía pero fuera más duradero, pensado para aturdirlo y así poder golpearle mejor con nuestros rayos a plena potencia después.

Nereida estaba esperando algún indicio por parte de Sílfide, para transformarse e intervenir, cuando la voz de Rayo le llegó por el pinganillo de su oído. Ella había creído durante todo este tiempo que Ikari tenía la situación bajo control pero parecía que no era así, por lo que se acercó para ver qué es lo que pasaba. Lo que pudo atisbar por entre los troncos de los árboles de la acera que tenía enfrente, no le gustó nada -Parece que el profesor va ganando y eso que se está enfrentando a... ¡cuatro!- se sorprendió la joven. Y es que aparte de Ikari, Rayo y Mega, la gran mole de piedra apodada Granito tenía la cabeza dentro de una burbuja de agua que, inequívocamente, había creado Fathom.

- El profesor está fuera de control y está atacando a todos. - informó a plena voz a quien quisiera escucharla - Incluso está asfixiando a Granito.

Esperaba que esa información decantara la balanza mental en la que estaba sumida la mujer de aire.

Sonic comenzó a sentirse tan confuso como la propia Sílfide, porque quería saber qué es lo que la estaba afectando pero no lo lograba.

Se elevó en el aire de nuevo, llevando consigo a Jaime, y lo dejó fuera de la furgoneta para que pudiera ver.

- ¿Está atacando Fathom a Granito? Eso parece interesante.

Comentó mientras lo dejaba en el suelo. Ya solo quedaba Fran con Sílfide, pero Lemar sabía que tendría que acabar volviendo.

- Quizá ahora Pira pueda atacar a Fathom para salvar a su compañero. ¿Qué piensas?

Desde luego si aquello fuera posible sería un gran avance porque Pira seguro que era capaz de vencer a su jefe. 

- O que funda y evapore la fuente de agua al menos, así dejaría de estar en su elemento.

Escuchó las palabras de Rayo pero él ya había intentado aquello mismo sin éxito. Lamentablemente era inútil contra el acuoso supervillano y pensaba que era más útil tratando de coordinar o de convencer a Sílfide, así que no dijo nada.

-A mí no puede hacerme eso- pensó la rubia, ahora morena gracias a la peluca, -¡A mí no puede hacerme eso!- y echó a correr hacia sus compañeros mientras mascullaba maldiciones entre dientes. Parecía que algo se había encendido en su mente -Ikari es la única que puede hacerle algo al profesor pero está luchando por respirar, al igual que Rayo, si no tiene que preocuparse por eso...-.

- ¡Debo llegar hasta ellos! - gritó por si había alguien que podía ayudarla a hacerlo mas rápidamente, luego continuó normalmente, no quería quedarse sin aire a mitad de la carrera - Yo puedo evitar que se ahoguen.

Sonic escuchó las palabras de Nereida y pensó que quizás Megastar pudiera hacer lo que ella pedía en ese momento.

- Megastar, ¿puedes llevar a Nereida al lado de Ikari?

Preguntó en medio de la acción.

Se había repetido tantas veces que no podía volver a fallar, que había perdido la noción del tiempo, cuando el profesor atrapó a Granito en otra burbuja de agua y reclamó su atención. Dudó entonces un instante de si sería acertado liberar con su ataque a un enemigo, descartado de inmediato en cuanto sus aliados se sumaban a la ecuación. Su brazo extendido hacia abajo descargó entonces toda la energía que había acumulado. ¡Chúpate esa chaval! Fue tal la potencia que tuvo que recuperar el equilibrio para evitar chocar con el edificio de al lado, al tiempo que su mirada quedaba atenta por ver si conseguía detener al profesor y así salvar a sus camaradas. ¡Voy! Respondió automáticamente a Sonic para dirigirse a recoger a Nereida en brazos, agarrate fuerte, sin miedo, aprovecha la oportunidad, je je, comentó entre tanto y reanudó el vuelo para posarla junto a Ikari.

Cuando no había dado ni dos zancadas en dirección a su amigo e Ikari, notó como unos brazos fuertes la rodeaban por la cintura. En otras circunstancias hubiese sentido varias sensaciones pero la tensión del momento unida a las palabras de Mega, hicieron que le diese un golpe flojo de amonestación y le contestase con 'una de vuelta'.

- Quien debería aprovechar eres tú, pero no te lo recomiendo.

A pesar de sus palabras, Nereida se agarró bien fuerte de los hombros del 'macizo' en el que se convertía su amigo al usar sus poderes, no se soltó hasta que sus pies tocaron el suelo. Como Mega la dejó justo al lado de la chica, Tetis no perdió el tiempo: se puso de puntillas, metió la cabeza en la burbuja de agua que rodeaba a su compañera y juntó sus labios con los de la callada mujer. De immediato le traspasó el aire que había en sus pulmones, podía estar así indefinidamente con lo que la morena ya no tenía que preocuparse de poder respirar, una vez asegurada que ella estaba bien los ojos de Nereida miraron hacia Rayo por si también necesitaba algo de oxígeno.

Ikari se seguía asfixiando en la nube de agua, su fortaleza le mantenía aún consciente y capaz de aguantar la respiración, pero si seguía así no duraría mucho tiempo. Pero de pronto logró evaporar la burbuja que le mantenía presa, recuperando así una vez más la respiración. Rayo hizo también lo mismo, mantener aquella burbuja en un chico tan rápido era casi imposible, por lo que el agua se deshizo en cuanto aquel chico se movió lo suficientemente rápido como para dejarla atrás. Después trató de aturdir a Fathom, pero parecía seguir sin ser rival para él.

Nereida dejó de lado a Sílfide y trató de dirigirse hacia Fathom para ayudar a sus compañeros, pues parecía que corrían más peligro que los demás.

Sonic decidió dejar a Francesca sola con Sílfide, mientras que él se ocupaba de salvar el culo a Jaime. Y bien que había hecho, porque Fathom parecía estar buscando el orígen del ataque mental hacia Granito, y en cuanto había visto a Jaime se había dado cuenta de que él era el culpable. No era la primera vez que aquellos dos hombres se enfrentaban entre sí. Por eso, la idea de agarrar a Jaime y hacerle salir del combate cuerpo a cuerpo fue brillante, porque desde lo alto podría vigilar a todo el mundo y controlarlos a todos.

Mientras tanto, Megastar que se había ocupado de cargar energía para dañar a Fathom, lanzó un fuerte cañonazo que esta vez sí que impactó al hombre de agua pero obtuvo el mismo resultado que cualquiera. Parecía seguir completamente intacto. Ni si quiera se había tenido que molestar en esquivar el golpe, porque éste no había sido tan potente como el adolescente se había pensado.

Nereida seguía corriendo hacia sus amigos, aunque se dio cuenta de que ya no necesitarían ser salvados. El que ahora corría más peligro era el calvo y más cuando vio como Fathom señalaba a Jaime y comenzaba a estirar su brazo como si fuera de goma. El cuerpo de agua del profesor se alargó para tratar de alcanzar al mentalista, pero Sonic tenía una oportunidad de salvarlo. Si seguían ascendiendo quizá Fathom no lograría alcanzarlo, pero aquello también supondría que Jaime podría perder el control mental de sus enemigos.

Aunque, al parecer, ya había perdido el control de Granito. El hombre de piedra, al sentirse que se ahogaba logró deshacerse de la burbuja y también del control mental del tirititero. Miró confuso a todos lados porque no sabía donde se encontraba y no fue capaz de reaccionar. Pira seguía inmóvil y controlado. Pero la que sí que pareció decantarse por un bando fue Sílfide, que al escuchar las palabras de sus enemigos, vio que Fathom era un traidor y se unió a ellos.

¡Él es el verdadero peligro! Dijo señalando a Fathom. No sé lo que pretendíais y que intenciones tendrías contra nosotros, pero si lograis acabar con ellos, Granito y Pira huirán. Dijo mirando a quien quisiera escucharla. ¿Ninguno sois capaces de congelarlo o quizá de evaporarlo? ¡Esos son sus puntos débiles!

Luego miró a Megastar, los ataques físicos apenas sirven de nada contra él, posee una resistencia y una inmunidad inigualables, concentraos en lo que os he dicho y dejaos de perder el tiempo. Dijo llena de ira hacia el profesor. Los había manipulado hasta tal punto que los había traincionado, Granito quizá no fuera capaz de verlo, pero a ella sí que le había quedado claro.

Desde luego este era un combate extraño, pero no parecía mal encaminado. Habían averigüado lo suficiente de sus enemigos como para tener una clara ventaja, pero Fathom se les resistía. Lemar había estado a punto de dejar a Jaime en el suelo pero entonces vio que su enemigo les tomaba por objetivo, por lo que lo levantó de nuevo y comenzó a moverse a toda velocidad.

No sabía si estaba actuando correctamente. Estaba en cierta forma poniendo en peligro a la clave del combate, pero ahora que Sílfide estaba de su parte aunque perdieran el control sobre Granito éste les ayudaría. Lo único a temer es que Pira dejara de estar paralizado, pero quizá eso tampoco fuera tan grave.

Había escuchado antes decir a Jaime que sería bueno que Fathom atacase a Pira y ahora era el momento adecuado. Sonic alzó la voz mientras se desplazaba para ponerse entre la trayectoria de Pira y Fathom.

- ¡Patán, no vas a poder acertarme por mucho que te estires!

Se movió erráticamente para no dar la impresión de que iba a esa posición concreta pero al final terminó ahí y espero que Fathom cayera en la trampa. Si lo conseguía, su mentor se iba a sentir orgulloso: iba a cambiar el combate usando la cabeza, no sus rayos sónicos. Lemar sintió un subidón al pensar en que el entrenamiento del Vengador Negro era realmente efectivo y les podía ayudar a ganar el combate. Se sintió en ese momento acompañado por él y por sus astutas palabras.

De repente toda la imagen mental que se había hecho Nereida de lo que iba a pasar, y de como salvaba la situación, se desmoronó como un castillo de naipes: Rayo había salido corriendo del alcance del profesor e Ikari simplemente deshizo el agua que la rodeaba. Si la chica fuese un personaje de manga su mandíbula se habría desencajado hasta el suelo y una gota enorme de agua le bajaría por la cabeza, pero como no era así solo se pudo apreciar como se quedaba mirando fijamente el nuevo objetivo de Fathom.

Parecía que el profesor se había dado cuenta que Jaime era una pieza clave en cómo se estaban desarrollando los acontecimientos, e iba a por él. Sonic comenzó a moverse sin sentido en un intento por evadir al adversario y entonces se oyó la voz de Sílfide. Por fin la chica de aire había reaccionado y, por suerte para los pretendientes a héroes, se había puesto del lado del bien. Nereida la miró y negó con la cabeza a su pregunta, a la vez dijo unas palabras en voz baja por el transmisor.

- Jaime, tienes que convencer a Pira para que lo ataque. - y comenzó a avanzar hacia allí con cautela*.

No creía que fuese a conseguir nada, es más dadas las palabras de Sílfide él era mucho mas poderoso que ella, pero no podia quedarse quieta y esperar. Tenía que hacer algo.

Jaime no podía responder, necesitaba toda la concentración posible para, con los movimientos de Sonic, no perder la conexión mental con sus controlados. Pero era realmente complicado: La burbuja que había generado el líder sobre la mole de masa parecía ser una dificultad más a superar y el repentino ataque de Fathom sobre su persona, hizo que tomara una decisión: Adiós a Granito.

Sintió como las tenazas de su mente liberaban al hombre piedra, aunque fue ayudado por todas las condiciones externas. Iba a lanzar su poder contra Sílfide, cuando escuchó sus palabras. Frunció el ceño, pues aún no estaba convencido del todo, pero quizá no era el momento de preocuparse. Girando para tener totalmente focalizada a Pira, dando la espalda al resto del mundo y a los problemas que podría tener por el profesor, alzó las dos manos para concentrarse en su fuego. Ahora no debería ser tan complicado, aunque no hubiesen atacado directamente a Pira.

Fíjate en Fathom, Granito ha ido a protegerle y le ha atacado. Él es una mole de piedra, pero tú eres fuego. Eres su elemento rival, puede acabar contigo rápidamente. Sílfide se ha dado cuenta también. Hay que luchar contra él, te va a traicionar, no parará hasta acabar con vosotros. Evapóralo

¡Ya!

Ikari logró, por fin, evitar la burbuja de agua. Se llevó su antebrazo a la boca para quitarse la saliva que le caía. Se puso de nuevo en pie y no se detuvo en su pretensión. 

El problema ahora residía en cómo aturdir o dejar fuera de combate a Fathom.

Veía cómo el resto de sus compañeros trataban de hacer realidad sus pensamientos. Ella tenía entre ceja y ceja a ese ser inmundo. Le había puesto al borde la muerte y eso le enfurecía. Por su mente apareció la imagen de Fathom congelado y de uno de los nuestros destrozándole en mil pedazos.

No sería mala idea - se dijo. Hagámoslo realidad.

Su mirada, de nuevo, de centró en el Profesor y trató con provocar una congelación de sus moléculas.

El intento de engañar a Fathom por parte de Sonic fue algo más que evidente y que hasta un niño se hubiera dado cuenta de ello¹. Desde luego que el profesor continuaba alargando su brazo, pero no iba a cometer el error de tocar a su compañero de fuego. No era tan idiota de caer en una estrategia tan sencilla organizada por un simple adolescente.

Nereida simplemente avanzó hacia Fathom que parecía estar suficientemente distraído con Jaime como para darse cuenta de que ella se acercaba a él.

Y entonces Jaime, desde el aire pues estaba sujetado por Sonic, manipuló la mente de Pira para que bloqueara el brazo del hombre de agua. El hombre de fuego agarró el brazo del profesor, al tiempo que Sílfide se volvía a convertir en aire para introducirse en el cuerpo de Fathom. Pira comenzó a subir la temperatura de su cuerpo para calentarle y así lograr evaporarlo como le habían "sugerido". Ikari comprendió las intenciones de sus antiguos adversarios, y colaboró también² en la estrategia. Pira abrió sus ojos rojos sorprendido por la velocidad a la que Fathom comenzaba a calentarse. La combinación de los ataques de todos hicieron que el profesor comenzase a evaporarse, hasta tal punto que Fathom tuvo que recoger su brazo y cayó al suelo gravemente herido. Sus moléculas de agua comenzaban a evaporar, Granito lo miraba sorprendido y salió de allí corriendo, mientras que Sílfide continuaba ahogando a su antiguo líder y actual traidor. Pira era el único que aún no podía actuar por cuenta propia, Jaime todavía lo tenía bloqueado.

Pero por fin habían logrado acabar con Factor Cuatro. Era el momento de evitar que Granito escapara y de detener al resto.