Partida Rol por web

[Días anteriores]

El resto de la semana, tras el largo y movidito martes, pasó sin apenas pena ni gloria alguna. Clases y más clases, alguna risa a costa de los nuevos, muchos rumores alrededor de algunos viejos alumnos… Y la llegada de las respuestas a varias cartas enviadas por determinados alumnos y alumnas.

"Querida hija,

No deberías juzgar tanto el libro por su portada, o mejor dicho, los bombones por su caja. Tu madre, que en paz descanse, solía decir que el accesorio adecuado podría abrirte puertas que jamás de otro modo se te abrirían.

¿Estás segura de que el asunto con el chico sueco no ha sido un malentendido? Sé que tienes un encanto irresistible para jóvenes como él, y pensé que llamarías su interés con una pieza tan delicada y costosa como la que te envié. Una joya así no debería dejarle indiferente, y por qué no decirlo, tú tampoco.

Sabes que sólo me preocupo por ti y tu futuro, princesa: lo siento si te he puesto en una situación incómoda con un chico y te aseguro que no era para nada mi intención. ¿Pero le harías un favor a tu viejo padre e intentarías entenderte de nuevo con él? Puede hacerte la vida muy fácil.

Sabes que por mi posición en el Ministerio no puedo revelar muchas cosas, pero necesitas los mejores amigos ahora que pronto te gradúas. ¿Qué va a pasar cuando yo no esté? A veces pienso en esas cosas y me preocupo, más si sé de lo que eres capaz y lo desaprovechas.

Besos de papá,

Johan Glackstone

PD: Quizás deberíamos invitar a la prometida de Frank por Navidad y celebrar todos juntos, pues seguro ya habrá tomado una decisión sobre su cambio de equipo para entonces."

"Dar, cielo, ¿qué clase de terrores nocturnos tiene tu amigo? Seguro que lo sabes, pero el tipo de correas retentivas que utilizamos en el ala que visitasteis es para casos de violencia muy extrema. Aunque confío en ti y sé que cuidas de tus amigos, como profesional debo aconsejaros que acudáis a la Enfermería de la escuela con este problema. Un filtro de sueño específico para dormir sin soñar debería ayudar a tu amigo con sus terrores nocturnos, y si no fuera suficiente, debería ser derivado al hospital.

En todo caso, te he conseguido las correas. Al ser material hospitalario y disponer de pocos juegos he tenido que esperar, pero espero que sigan siéndoos útiles. Y por favor recuerda que no son un tratamiento curativo sino paliativo: buscad ayuda.

Gros bisous,

Maman."

"Querida Stevie,

Al viejo Hayward últimamente no se le puede mencionar el nombre de Ashley así que dudo siga viviendo esa fantasía. Estará buscando otro nombre en la lista de Solteros Mejor Valorados, no sufras por mí ¡¡y preocúpate por ti!!

¿Me estás diciendo que POR FIN ha ocurrido, Stephanie? ¿Dariel Lefay ha caído en esas redes llenas de agujeros que tienes? Porque, hermanita, tardó más en caer Constantinopla.

Mira, Dariel y tú sois como dos gotas de agua y me da igual lo que pretendas negarlo, así que lo que mejor te va a funcionar cuando pasen estas cosas es preguntarte: ¿cómo reaccionaría yo en su lugar? Como es posible que te conozca mejor que tú misma intentaré echarte una mano extra diciéndote que los hombres tienden a huir en la dirección contraria a sus problemas, y enrollarte con alguien a quien le has tirado de los pañales alguna vez siempre es un problema. No espero que seáis lo bastante maduros para hablar de eso, pero a ser posible intentad no pegaros en el proceso.

Hermanita, cuídate mucho. Hasta los lobos tienen enemigos si no van en manada.

Besos y ánimos,

Adelaide."

Y por fin llegó el día tan esperado por la mayoría de alumnos y profesores, el primer partido de la temporada: Hufflepuff versus Slytherin.

[Domingo, 12 de noviembre: El Partido]

Aquella mañana de domingo amaneció con un cielo emplomado. Las perspectivas de lluvia eran totalmente certeras, iba a caer el diluvio universal. Y efectivamente, así fue. Desde primera hora de la mañana empezaron a caer las primeras gotas masivamente y continuó todo el puñetero día así. A media mañana la temperatura más cálida era de 15ºC y las rachas de viento y lluvia no auguraban unas condiciones óptimas para jugar, pero el partido no fue cancelado. Demasiadas expectativas generadas y bueno, aquello es el Norte de Albión, tampoco es una novedad jugar bajo lluvia torrencial…

Ambos equipos dieron lo mejor de ellos mismos, en especial la Capitana de los Tejones, Casandra y la líder de los Cazadores de las Serpientes, Cassia, que se vieron inmersas en una batalla épica de competitividad sin tregua. Al principio, ambos equipos parecían ir bastante igualados, marcando sendos goles en los postes del campo de quidditch de un lado y del otro. Pero, a medida que el tiempo empeoraba y las dos mujeres fuertes de ambos grupos entraban cada vez más en la espiral de ganar a toda costa, los dos equipos iniciaron su proceso de desorganización y descontrol. La falta de entrenamiento de Slytherin y las lesiones y desconcentración de algunos de sus miembros, finalmente pasó su factura y Hufflepuff, a pesar de tener sólo dos buenos jugadores, acabó tomando el control del partido. Lance Okazaki marcó varios goles ante un Julian muy poco acertado y las bludgers redirigidas por los golpeadores tejones casi acaban dejando fuera de combate a varios miembros del equipo Sly.

El partido fue una lenta agonía para todos los alumnos de Slytherin, que, teniendo mejor equipo y jugadores, miraban fascinados (y horrorizados) como iban perdiendo progresivamente ante los Tejones. Su tormento acabó en el momento en que Casandra alcanzó la snitch dorada y la alzó en aras de su triunfo absoluto sobre el primer partido de la temporada.

-Lo siento Slytherin, ¡tendréis que esperar a vuestra revancha en la segunda vuelta!- anunció el fin del partido la locutora oficial, Queen Maddox, que iba acompañada de Ryan Miller, su compañero comentarista del partido.

Los comentarios en los pasillos fueron todos dirigidos a alagar la buena hechura de Casandra y la valentía y poca cordura de Cassia, que parecía ser la única con ganas de ganar ese partido. Su popularidad aumentó de golpe y todo el mundo se olvidó de la escena protagonizada por ésta el martes pasado. Las malas lenguas dijeron que el mal rollo entre algunos miembros del equipo esmeralda había llevado a aquella derrota humillante y catastrófica. Más de uno acabó creyendo que el grupito de amigos se había roto para siempre… por culpa de April, por supuesto.

[jueves, 24 de noviembre]

Han pasado un par de semanas desde el primer partido catastrófico de quidditch. También desde que se lanzaron tantos rumores sobre el profesor Lefay teniendo un affair con una alumna de Slytherin (con el paso de los días, acabó ganando más popularidad entre las alumnas y el joven cada día se encontraba más regalos comestibles y no tan comestibles, delante de la puerta de su despacho). Las aguas revueltas han vuelto a su calma habitual, a la par que el frío del invierno empieza a instalarse cada vez más a diario. El otoño tiene los días contados y en nada, se verían todas y todos, a las puertas de las vacaciones de la Saturnalia o Yule, como las suelen llamar las brujas y brujos más tradicionalistas, o Navidad, los más pro-muggles.

A primera hora de la mañana toca clase de Pociones con el profesor Slughorn para los alumnos de último curso. El sueño y las noches cada vez más largas hacen mella en el alumnado, que le cuesta más levantarse para cumplir con el horario escolar. El día de hoy ha amanecido con una niebla densa que incluso parece filtrarse por las rendijas de las ventanas y por los huecos de las piedras… Aunque, ¿existe la niebla de colores?

Por suerte, se disipa rápido y cuando sale ese Sol aburrido de la vida, que apenas calienta, la niebla acaba deshaciéndose y evaporándose del todo, sin dejar rastro alguno de sus crímenes…

El desayuno en el Gran Comedor está listo para poder emprender un nuevo día en la vila del… digo, en la escuela de Magia y Hechicería. Los habitantes de la escuela empiezan a moverse por el interior de sus muros y se disponen a iniciar su actividad como siempre cuando se oye a alguien cantar en la ducha.

-I’m a Passenger…

Y una voz femenina en los pasillos, con una voz aguda a lo Disney, cantando Let it Go, let it go… y con unos pajarillos volando a su alrededor mientras hace una danza muy… sospechosamente muggle. De repente, las Tres Divinas aparecen en el Hall para ir al Comedor, cantando de forma coordinada, como si fueran las TLC…

-I'm a bitch when I brush my teeth
I'm a bitch walking down this street
I'm a bitch when I paint my lips
I'm a bitch when people look at me

Victoria toma la delantera mientras Akiko y Rebecca le hacen los coros dos pasos más atrás. De alguna parte sale una brisa que les hace el efecto ventilador en el pelo.  Pronto se hace un corrillo a su alrededor, unos admirando (y babeando con las poses sexys que van poniendo las tres) y otros muriéndose de envidia (por lo mismo).

Bajando por las escaleras, Kylian y Akio están hablando amistosamente cuando de repente, una melodía empieza a escaparse por la boca de ambos chicos.

-Now we're gonna be face-to-face
And I'll lay right down in my favorite place

And now I want to be your dog

Cuando Victoria la Queen-Bee de Hogwarts acaba la canción se tapa la boca con ambas manos y mira a su alrededor, desconcertada y avergonzada. Sus dos compañeras y amigas del alma, parecen igual de confusas y salen corriendo hacia los baños de la planta baja…

Se oyen múltiples risas a sus espaldas.

Has tenido un par de blackouts más a lo largo de estas últimas semanas, pero gracias a las correas que Dariel recibió, al menos has conseguido dormir de un tirón y en tu cama. No más sustos de encontrarte en sitios extraños o sin recordar como llegaste allí. Stevie y Dariel, tus mejores amigos reunidos y formando equipo, se han asegurado de no dejarte solo ni fuera de su campo de visión nunca. Eso te ha quitado algo de intimidad con Cassia y en general en la vida, pero tu ansiedad ha disminuido al respecto. El Dark Passenger parece haberse percatado de la vigilancia externa y lleva días sin intentar aparecer… Por el momento.

Ha pasado más de una semana y media desde el partido y aún me siento culpable por haber estado tan mal. Con tanta lesión, no he estado a la altura. Además, la presión de jugar delante de toda la escuela no ha ayudado nada. No estoy acostumbrado a eso, yo soy de jugar en el patio de atrás de casa y da gracias. Mira que se lo he dicho veces a Jules y que por eso siempre le decía que no. Merde.

Me he pasado la noche entera dando vueltas en la cama y cuando conseguía quedarme dormido, las pesadillas volvían para recordarme quien soy y cuál es mi lugar en este mundo. Me despierto con el tiempo justo, sudado y atormentado. Desato a Julian y me marcho a los baños comunes. Me doy una ducha rápida, cantando lo primero que se me viene a la cabeza…

-I looked out this morning and the sun was gone
Turned on some music to start my day
I lost myself in a familiar song

I closed my eyes and I slipped away

Me visto con el uniforme y espero a Julian y a Stevie en la Sala Común para ir a clase. No puedo dejar de quitarme esa condenada canción de mi cabeza.

[SALA COMÚN SLYTHERIN]

La pesadilla siempre era la misma. 

Estaba en la oficina de Aurores, esposada. La luz azulada que entraba por la ventana hacía que el lugar pareciera una pecera, como en la Sala Común de Slytherin. Una realidad alterada y silenciosa.  Y, de repente, mi madre aparecía junto a mí y me cogía las muñecas. Las esposas desaparecían.

Ya has estado aquí demasiado tiempo, me decía en un eco amortiguado. Despiértate antes de que te olvides cómo hacerlo. 

Y me despertaba, con un sudor frío empapándome el cuerpo y haciendo que el pijama se me pegara como una segunda piel. Cuando abrí las cortinas de la cama, verdes y aterciopeladas, vi que todavía era de noche. Por los ronquidos, Nana seguía dormida. Aquel mes me había sacado de quicio. O te callas o te callo se había convertido en mi frase más usada en aquel cuarto. Me levanté, me puse las mallas cortas, la sudadera y las deportivas de Slytherin y salí a correr por los jardines, dando un portazo en la habitación, por joder. 

Todavía no superaba el que Hufflepuff nos hubiera ganado en el partido de Quidditch. El que Jules no aprobara ninguno de mis planes para retirar a Casandra de la vida del deporte no ayudaba; ni siquiera se planteó el de partirle las piernas con una barra de hierro, por mucho que le hubiera funcionado a esa tal Tonya Harding de la que gustosamente nos había informado Addie a través de una carta. Ahora se la podía considerar una heredera como tocaba, pero en el fondo seguía siendo mi hermana. Me había descubierto echándola de menos más que de costumbre las últimas semanas, pero no dije nada. Prefería seguir pensando en cómo acabar con Casandra. 

Después de dar varias vueltas alrededor del castillo, empecé el camino de vuelta con los gemelos ardiendo y la cara enrojecida. Me crucé con la gilipollas de Vic Stratford cantando por ahí que era una perra; me la quedé mirando unos segundos, pero estaba tan de acuerdo que al final lo único que hice fue encogerme de hombros y seguir a paso rápido hasta la Sala Común. Allí, Dariel ya nos esperaba vestido y canturreando una canción. Siendo él no me extrañó. 

- ¿Qué tal la sesión bondage con J? -pregunté, queriendo saber cómo el Capi había pasado la noche- Voy a ducharme en un momento y bajo. 

Cuando llegué, Nana estaba en el baño arreglándose. Con prisa, me desnudé y me metí en la ducha a pesar de sus quejas. Nana, joder, qué más da. Vete a hacer un trío con Dawson y su primo, que me tienes hasta los huevos, le dije mientras me ponía el uniforme. Salí escopeteada, bajando los escalones de dos en dos. Cuando llegué, Julian todavía no había bajado. 

- ¿Me la haces? -le pedí a Dariel que me anudara la corbata. Desde la pelea en los Jardines, intentaba atar cualquier detalle que pudiera acabar en falta.