Partida Rol por web

Subiendo con cuidado y auzando el oido, extrañamnte no ecuchan el sonido de automoviles. Buena señal, la salida no da a la calle. Levantando la tapa con mayor confianza dan un vistaso a arriba.

La primera vista es de un rectangulo de una fachada de algun edificio, girando la cabeza explorando el exterior, un coche aparcado les separa de la calle, es ovbio que se encuentran en la acera de la ciudad.

Espero a que el salga, y salgo detrás de el para observar la calle y respirar aire puro.

-Al fin una salida....estaba harta de ese agujero...-

Digo con algo de asco. Nunca mas volvería a meterse en una alcantarilla.

Volgo sale al exterior, dejando que le de algo de aire en la cara. Harto estaba ya del viciado ambiente de ahí abajo. ¿Por qué todo el mundo pensará que a los Nosferatu nos encantan las cloacas? Con lo agusto que se está en un salón, tumbado, viendo un partido de basket mientras tu tentempié se retuerce entre tus manos cuando tomas la tan preciada vitae que contienen sus venas.

Volgo tiende una mano a Katarina para ayudarla a subir, pero más como un gesto de amabilidad que por práctico. Katarina ha demostrado no necesitar demasiada ayuda.

Ya estamos fuera por fin. -El Nosferatu resopla - Ahora deberíamos decidir donde ir...

Volgo sabía que antes de dirigirse a ningún lado tenía que tomarse algo de tiempo para alimentarse.

Tomo la mano que volgo me ofrece y salgo de las cloacas, respirando profundamente.

-Al fin...-

Lo observo detenidamente.

-Deberías ir a cazar...no estas en buen estado...-

Le digo tranquila cerrando la alcantarilla.

En lo que parece ser un callejon, un atajo para los peatones, los dos cainitas intenten dislcidar s ubicacion.

Mirnado unos segundos, Katarina ve algo que rconoce, la plaza Saint Lambert. A tan solo 100 metros de su ubicacion actual, el parque de tamaño mediano domina las calles y los accesos al area.

Volgo mira a Katarina. Sus ojos recuperan parte de la expresión que tenía al principio de la noche.

-Dame una hora para recomponerme un poco. Si quieres, en una hora podemos vernos aquí mismo y ya decidir que es lo que podemos hacer.

Volgo necesitaba saciar la sed que ya se le hacía abrumadora. Comienza a volverse para buscar algún lugar donde poder hacerlo discretamente. De pronto antes de empezar a marchar, vuelve sus ojos de nuevo hacia la cainita.

-Por cierto. Gracias por todo ahí abajo.

Le sonrío a Volgo por sus palabras.

-Te aguardare aquí...alimentate tranquilo...-

Le digo tranquila mientras avanzo hacia la plaza para ver que es lo que reconocí, con la mirada fija sobre eso.

Volgo se aleja por la calle recorriendo con paso intranquilo al su este del parque, mientras Katarina explora un poco los alrededores.

Caminando con tranquilidad el aroma de las cloacas impregnado en sus ropas comienza a disiparse lentamente. Mientras suena música proveniente de algunas calles aledañas, una especia de escenario esta cerca del centro del parque, sobre la hierba algunos maderos ycen en un moton, el escenario no esta listo.

El aroma de césped recién cortado domina el ambiente y un auto solitario se aleja del otro lado de  Saint Lambert.

Conciendo a tu master.... quedate esperando. Sera mas aburrido pero mas seguro.

Hazte una pregunta...¿que hora es?

Suspiro cansada, y me siento en el parque. Al pie de un árbol, con el vestido desparramado y las botas con suciedad de las cloacas. Miro a mi alrededor.

“Debería haberme quedado en casa. Esta sin duda es una de las peores noches que tuve...”

Me quedo ahí sentada, mirando la plaza de manera distraída. Sumida en mis pensamientos.

Entre las calles, y con el hambre corroyendo tus entrañas, localizas un auto compacto con la puerta del conductor abierta. Una chica de cabello castaño sale de la construccion llevando un paquete en sus manos. Dejandolo en el auto, la chica vuelve a entrar en lo que parece una boutique.

Con la calle en silencio, tu presa parece estar sola, a unos metros adelante.

Sin que la mujer se de cuenta, Volgo se acerca hacia ella, valiéndose de sus artes cainitas para que ésta no detecte su presencia. Cómo odiaba tener que hacer esto... se repetía siempre que el hambre apretaba y la situación no era especialmente propicia. Se acerca por detrás muy despacio y sin que la mujer casi se percate hasta que fuera demasiado tarde, sus manos se aferran a los hombres de la mujer. Sin que a ella le de tiempo a volver la cabeza y ver el rostro de su agresor, los colmillos de Volgo se hunden en la carne de su víctima, que queda paralizada en el momento, sin poder hacer nada.

Con el susto, la mujer queda inconsciente. Volgo toma la sangre suficiente como para su salud no sufra grandes percances. Se desmaya entre sus brazos. Volgo siente como la mujer deja de intentar moverse y simplemente cae como un peso muerto. El Nosferatu lame la herida para cerrarla.

Camina unos metros hacia atrás para adentrarse de lleno en la oscuridad de un callejón. Se asegura de que nadie los ha visto. El crimen perfecto.

Es enconces cuando la suelta en el sulo y la mujer se desploma, dando de bruces contra el suelo, provocándose un hematoma bastante feo en la cabeza.

Mañana no recordarás nada, princesa. - susurra Volgo mientras acaricia el pelo de su víctima inconsciente. -Lamento tener que hacerlo, me odio por tener que hacerlo, pero prefiero que creas que te dieron un golpe y te robaron a que una bestia condenada robe tu sangre para perder un poco más su alma.

Volgo roba la cartera de la mujer. Coge los billetes que hay dentro y arroja la cartera en la papelera más cercana. Mira las fotos que hay dentro. Le reconcome saber que está condenado de por vida a destruir las vidas de otros para poder alargar su patética e inmortal existencia.

Poco después, se larga del callejón. Mira el reloj. Ha pasado media hora, todavía queda tiempo para tomarse otro temtenpié, y esta herida no va a curarse sola. Tampoco quería tardar demasiado, Katarina esperaba, y no quería impacientarla.

Con el hambre saciada temporalmente, tu cuerpo pide más. Más vitae para reponer el perdido, mas sangre para poder seguir siendo lo que eres. Con la bestia dentro de ti inquieta todavía, la cacería se hace más emocionante al pasar los segundos.

Siguiendo por tu camino, intentando no alejarte mucho de Katarina que te espera, las ansias crecen al escuchar motor que se acerca. Un auto de fabricación italiana, cuyo nombre no recuerda ahora, pasa velozmente por el asfalto.

Al seguir acechando en busca de otra presa, das con un hallazgo, un hombre de edad mediana camina por la calle todavía bostezando. Con vaqueros azules y suéter azul marino el hombre luce un vientre abultado y una papada de gran tamaño. El obeso se acerca a tu posición mientras estas a cubierto.

Sin mas pasa de largo de tu ubicación ignorando tu presencia.

Sentada esperando a Volgo, la peste de las cloacas se disipa de tu ropa, pero la tela desgarrada sigue ahí. Sin darte cuenta, das los buenos días de manera automática a una joven que te saluda pasando frente a ti. Mas automóviles se mueven por las calles aumentando su numero en la oscuridad. Sientes humedad en el ambiente y un rocío que cae del cielo, las nubes negras amenazan con lluvia pero el aire es fresco y húmedo.

Una patrulla de policía pasa delante tuyo y con un bostezo el “madero” te mira al pasar. Sin poder tener un espejo cerca no sabes que aspectos muestras, y si la mirada fue reprovatoria o solo se recreaba la mirada contigo.

Sacándote de tus pensamientos, notas como en la oscuridad la ciudad comienza a despertar. Con la urgencia que esto causa, te das cuenta de que el amanecer esta cerca, y no sabes donde te encuentras.

Distinta víctima, misma táctica. Ésta vez parece todo mucho más fácil. El hombre se tambalea y el hecho de que Volgo hunda los colmillos en su carne le provoca una mayor sensación de ensoñación. Cuando cae al suelo, Volgo no sabe si el hombre está inconsciente o sencillamente se ha quedado dormido.

Volgo ha necesitado tomar más sangre de la que creía. El hombre debe llevar una vida sedentaria y una alimentación más que desordenada y su vitae no le sacia tanto como la de la chica. De todos modos, el tipo aguantará, parece fuerte.

Ahora que ya ha terminado de saciar su hambre, debe volver al punto de reunión con Katarina. Deberían buscar un refugio seguro, pues dentro de poco amanecera y n oes para nada buena idea permanecer en la calle a merced de los rayos del sol.

Volgo vuelve al lugar donde se ha citado con Kat.

Miro a mi alrededor y me pongo rápidamente de pie.

“Maldición... ¿Donde demonios esta Volgo? Dije que iba a esperarlo aquí...”

Me fijo que cantidad de gente hay, y aguardo 15 minutos mas. Si Volgo no aparece me tomo un taxi y vuelvo a lo de Raphael.

Esparcidas por el parque, la calle y las aceras cercanas a ti, tan solo 5 personas están activas.

Un hombre de estomago prominente, vestido de vaqueros azules y sueter azul marino, camina mientras termina su pan. Una chica con mochila que piensas se dirige a la escuela se cruza en la acera frente a ti con el hombre.

A la izquierda un hombre con gabardina camina lentamente mientras bosteza y mira el cielo, supones que la lluvia caerá pronto. Una madre sale de su casa a tu derecha, y hace entrar a dos niños a una windstar.

Escuchando pasos tras de ti, un hombre vestido de traje camina en tu dirección tambaleándose apenas manteniendo el equilibrio. Cuando pasa cerca de ti, notas el olor a alcohol que despide pero no se te acerca. Continua su camino como si no existieras.
 

Tras lo que consideras el tiempo establecido pasado, Volgo no se muestra cerca.

Observo mi alrededor algo preocupada. Es extraño que el no haya vuelto... Comienzo a caminar, a paso apresurado. No me gusta que este amaneciendo y mi compañero haya desaparecido. Avanzo por la calle en dirección cualquiera. Dándole un poco de tiempo a volver. Cuando veo que no aparece me detengo en la calle y detengo un taxi.

“Debería volver....aunque me preocupa que Volgo no haya vuelto...”

Subo cuando llega y le pido que vaya lo mas rápido que pueda.

Caminando a paso rápido por las calles, recorres el camino de vuelta con Katarina. Sientes un pequeño rocío en la cara, mientras la alfuencia de personas aumenta. La ciudad despierta tras su sueño y la actividad comienza poco a poco a volver. Los negocios abren, y escuchas el sonido apagado de televisores mientras avanzas.

Dando la vuelta estas tan solo a unos metros de donde dejaste a Katarina. Frente al parque solo es apreciable como la actividad aumenta, pocas personas salen de sus casas y se preparan ár sus días, pero ni señales de Katarina.

En medio de sabe dios que parte de Paris estas solo. Perdido por parís Volgo mira incrédulo que le hayan dejado solo.