Partida Rol por web

Mientras vuelas a gran velocidad hacia la zona cero ves una fuerte explosión en la zona de la ciudad donde se encuentra la mansión de Dan Adams. 

Desde la distancia observas cómo parte del edificio ha sido destruido seguramente por un ataque energético de gran poder. Ahora mismo en la ciudad sólo hay una persona capaz de realizar ese ataque y que haya intentado realizar un ataque contra el multimillonario...sin duda El Villano ha atacado la mansión...pero ¿por qué?...No entiendes el circo que ha montado ya que podría haber atacado directamente y sin que nadie se enterase.

Puedes ver tres cuerpos en el exterior de la Mansión...reconoces a Karen, Zweig y a Adams. Pero ya no hay rastro del villano (o eso te dicen tus sentidos).

Perdida y desorientada, así se sintió por un instante la aspirante a super-heroína. Tal vez no tuviera lo que había que tener para ser una "super". O tal vez los super también tenían momentos así, quién sabe. En cualquier caso la indecisión no duró mucho. Sólo tardó un instante en desaparecer de donde estaba y materializarse junto a sus compañeros. Un momento después observaba la situación casi desde el suelo, a escasos 10 ó 12 metros del suelo, para ver si estaban gravemente heridos y si había que enviar a alguien directamente al hospital o los podía cargar todos a la vez y llevarlos volando, literalmente, a que les atendieran adecuadamente.

Me había dejado dominar completamente por el estupor ante semejante criatura (aunque si alguien me pregunta, culparé a la brusquedad con que Anankaia nos teletransportó, por supuesto) y lo había pagado caro.

Emerjo de entre un montón de restos, empapada, dolorida y con el pelo arruinado para descubrir… ¡que se ha hecho de noche! Algo está pasando en los cielos, una turbulencia justo sobre Manhattan. ¿Acaso sobre Greenwich Village, en donde queda la mansión de los Adams con su barrera mágica y permanecían el varonil Zweig, nuestro anfitrión y la prima simpática?  ¿Pero dónde se habrá metido Anankaia, se encontrará bien? Esa Jenny… Como todo este lío lo haya montado un exnovio friki de esa canija de tetas caídas…

El color de mi vestido ha pasado de verde lima fresca a lodo opera prima. Derramo una lágrima por la pamela aplastada. Por suerte, el traje que Anankaia me había confeccionado la noche anterior protege mi pudor. He perdido un zapato, así que me desprendo del otro y flexiono los cuádriceps. En el puerto no queda nada por hacer y confío en que mi compañera pueda arreglárselas sola. Sin contenerme, cruzo la ciudad a saltos en dirección a la mansión de los Adams.

Llegas a la casa de Adams y encuentras los restos de un combate. Aún huele a azufre por lo que el combate ha sido reciente, no hay nadie en la casa y eso te preocupa. Observas el cielo y ves en Central Park una especie de ojo de huracán...algo te dice que ahí están tus compañeros y es posible que necesiten ayuda...

Con unos saltos llegas a Central Park y comprendes lo que ha pasado...Central Park está completamente nevado y el castillo de Belvedere parece el centro de un combate épico. Traceur se bate él solo contra cientos de ninjas. Su agilidad parece haber aumentado y puede esquivar los ataques de momento pero son demasiados...además dos dragones acechan en el cielo esperando su oportunidad de hincarle el diente al joven atleta...

-¡Más fantasmagorías! –bufo.

Contraigo mis músculos y salto directa hasta el castillo parar ayudar al mozalbete y enterarme de paso de qué ha pasado con los demás. Barrer de ninjas las almenas a guantazos será mi primer objetivo.

-¡Soy compañera! ¿Cómo lo llevas? ¿Dónde están los otros? -le grito a Traceur durante el descenso.

Llegas en el momento justo para salvar a Traceur de un ataque por la espalda de varios ninjas, tu golpe manda a cientos de metros a tres incautos enemigos.

El joven se gira y te dice:

- Lo llevo - bufa mientras golpea a un enemigo - El resto entraron en el castillo...el que controla a todos estos está dentro con la novia de Adams... - acto seguido realiza una patada para enviar a otro ninja al suelo - ...vienen refuerzos de camino pero no consigo comunicarme con los del interior...los comunicadores no funcionan... - dice señalándose la oreja mientras salta para esquivar un ataque.

Los dos dragones sobrevuelan la pelea y parecen percatarse de tu presencia y te ven como una posible presa. Uno de ellos gruñe y Traceur mira de reojo mientras te dice: 

- Si puedes encargarte de esos dos me harías un favor...yo con los ninjas tengo suficiente...

-¡El cuento al revés! ¿No deberías de salvarme de ellos tú a mí, muchacho? –respondo.

Pero mi vista ya está fijada en el mástil de la bandera en el pico más alto del castillo y hacia allí salto. Me comprimo y me vuelvo diez veces más presente. Entonces, arranco el palo e intento atraer la atención de los monstruos ondeando la enseña de nuestra gloriosa nación. Estaré preparada para contenerlos a golpes, ensartándolos si es preciso.

Tu golpe de bandera no acierta a ninguno de los dos dragones y ellos deciden que eres la presa apetitosa que esperaban...así que se preparan para atacar.

Uno de ellos decide atacar cuerpo a cuerpo chocando contra la heroína...mala idea, el cuerpo hiperdenso de la súper provoca que el dragón choque contra un "muro" y lleve un buen golpe aún así sólo está magullado y podrá atacar en breves momentos. El otro dragón decide mantenerse en la distancia al ver lo que le ha pasado a su compañero.

-¡Bestias gemelas -puesto que así en pareja habéis irrumpido en esta realidad-, habéis topado con el objeto inamovible! -exclamo.

Con las piernas bien apuntaladas en las almenas, decido que es buen momento para entonar Schmerzen de Wagner y acabar con el dragón noqueado.

Increíblemente la superheroína Felicia logra clavar la bandera en el cuerpo del dragón empalando como quien prepara un pincho moruno. En el momento que el asta atraviesa su cuerpo el cuerpo se deshace en un ¡PLOP! y se convierte en cenizas...en ese momento todos los enemigos que os rodean empiezan a descomponerse en cenizas, como si sólo fueran papeles quemados...

Traceur lo agradece ya que estaba rodeado de enemigos y no sabía si podría esquivar más ataques...¿qué ha pasado?

Me sacudo las cenizas del traje y doy unas palmadas, diciendo:

-Pan comido. Qué hambre, por cierto.

Regreso a mi tamaño original, pero continúo densa como el plomo, lo cual hace que mis glúteos y mi busto generosos descuellen como tierra firme sobre la bruma.  

-Esto es o muy bueno o muy malo. Vamos –señalo, y me orientó para encontrar la entrada al castillo. -Ojalá que el señor Sweig esté bien...

- Están dentro del castillo - dice mientras se sienta totalmente agotado - ...creo que si estás con fuerzas deberías ir a ayudarles...yo en cuanto descanse entraré pero ahora no os sería de utilidad.

Se le ve agotado totalmente. Si no llega a ser que llegaste acabaría empalado por los ninjas o comido por los dragones.

- Puedes entrar por una de las ventanas que usaron ellos...no creo que sea muy grande para encontrarlos... 

-Vete a saber, con todas las leyes de la física y del sentido común yéndose a freír espárragos…  -repongo. -Está bien, vigila el fuerte. Buscaré un ventanal.

Salto hasta el pavimento y doy un rodeo al edificio buscando rastros de una irrupción violenta. En cuanto diviso el destrozo, me impulso hasta el alféizar y me asomo con cuidado al interior.

No ves absolutamente nada en el interior del castillo, aunque detectas una especie de distorsión como si lo que vieras sólo fuera una imagen que pudieras atravesar. Una especie de puerta hacia otra dimensión...

Peco de temeridad, porque desconozco si tendrá efectos adversos sobre mi densidad suprema, y me arrojo hacia aquella telaraña, pliegue de la realidad afectado de cataratas.

-¡Es hora de acabar con esto! –pronuncio.