Partida Rol por web

Tras el sobresalto en plena noche, salís al pasillo con cuidado. No hay nadie en él, pero escucháis murmullos de la habitación principal, donde Juárez, Jack y Donna iban a pasar la noche. Camináis por el pasillo con cuidado, pero no escucháis nada más en el piso inferior.

Sin perder de vista las escaleras, toco con suavidad en la puerta del dormitorio y advierto:

-Soy Updike.

En menos de un par de minutos oís un golpe en vuestra puerta, alguien llama. Es Updike.

-Soy Updike.

Si no me lo dices no me entero, capullo. Pensó Jack mientras negaba con la cabeza.

¿Qué espera para pasar? ¿Qué le demos permiso?

Pasa, Udpike, pasa. Estamos despiertos aquí todos.

Por lo menos nos explicará que es lo que ha pasado allí debajo.

Le hago una seña a Picahielos para que esté al quite y abro la puerta, diciendo:

-Parece que hay jaleo ahí abajo. –Morton no está con ellos. Compruebo el arma y refunfuño: –Está bien, bajaré a ver qué ocurre. ¿Quién me acompaña?

- Vas armado, Updike. ¿Quieres que te acompañe un tullido desarmado? ¿Por qué no te llevas a Picahielos? - Dijo el policia dándose la vuelta con cuidado en la cama. - Tal vez sólo se haya caído algo de una estantería, yo no puedo moverme de la cama, y supongo que no me querrás dejar sólo, así que Juarez tendrá que seguir cuidándome. Lo siento, tío. -

Maldito cobarde. ¿Ahora pide ayuda?

Pues que le den por el culo.

Creo que Jack tiene razón, tu tienes un arma, eres el más indicado para bajar y ver que esta pasando. Ademas seguro que no ha pasado nada y estamos montando todo este follon por un simple trueno o relampago que ha caido cerca. Dice Juárez intentando hacer que se relaje.

Luego dirige su mirada a Jack y Donna. Yo me puedo quedar aqui con ellos, no creo que sea buena idea dejar a Jack en el estado que se encuentra solo.

Me mojo los labios, asintiendo a ambos y cavilando: “Sí, justo estaba por culpar a Morton, que se levantó a mear y dejó caer algo, pero, ya ves, me da por imaginar en esta casa de muñecas, que pueda tratarse de un oso o de un leñador mecánico, con mono de que le den cuerda.”

Relajo el cuello y los hombros y, sin responder, salgo y emprendo el descenso con la pistola por delante.

Juárez mira como Updike comienza a marcharse. Ya veras como no es nada. Le dice con una sonrisa forzada con la cual intenta evitar que no se note que se encuentra preocupado. En el momento en el que Updike se separa más de la puerta, Juárez comienza a cerrarla.

Sí, seguro que no es nada. Respondió el policia desde la cama.

O seguro que lo es todo.

Picahielos intentaba parecer sereno sin conseguirlo del todo. Susurro rápidamente, como si su boca fuera una metralleta de palabras.

-Tíos, si hubieran sido los SWAT estarían ahora entrando a saco en el rancho y ahora estaríamos bocabajo comiendo suelo con las manos esposadas a nuestra espalda. Debe de ser algún ladronzuelo que ahora mete sus narices donde no debería. Bajemos unos cuantos y demosle una tunda, lo atamos y lo dejamos aquí para que lo encuentre la policía. Así de paso hacemos la buena obra de la noche y hacemos un favor a esta gente.-

¿Qué estarán haciendo estos abajo? Dijo Jack medio incorporándose en la cama.

Espero que no estén haciendo nada malo ni extraño.

Aunque supongo que como el ruido ya ha cesado, no hay nada más que hacer.

¿Vosotros que pensáis?

Juárez presta atención durante unos segundos, intentado escuchar cualquier ruido que pueda provenir de la planta baja.

Pues la verdad, no tengo ni idea de lo que pueden estar haciendo abajo pero no se escucha nada. Seguramente ha sido una ventana o algo que se ha abierto con el aire.

Juárez vuelve a guardar silencio para ver si escucha algo.

Donna mira su reloj de pulsera, las 4:55, quedaba poco para el amanecer, salir de aquella granja y dejar toda esta pesadilla atrás.

Desde que Updike y Picahielos habían bajado no habéis vuelto a escuchar ningún ruido. Es más, no habéis vuelto a escuchar nada, y ya hacía varios minutos que los hombres habían bajado. La casa se veía sumida en un inquietante silencio.

- Parece que todo ha pasado, ¿no? - Dijo el policia mientras se acomodaba en la cama. - Los que han bajado son bastante grandecitos para saber que hacer. Así que mientras no suceda nada raro, podemos quedarnos aquí tranquilamente. -

Jack sabía que algo raro había en todo esto, pero no quería decir nada para no alarmar más de la cuenta a Donna y a Juarez.

- Venga, intentemos dormir un rato más. -

Sí, son lo bastante grandecitos - repitió Donna citando las mismas palabras que Jack - pero también lo bastante estúpidos como para hacer alguna locura. Vosotros quedaos si queréis, pero yo no puedo seguir aquí como si nada...

Dicho esto se puso en pie y sin pensarlo dos veces se dirigió a la puerta de la habitación dispuesta a bajar a la planta de abajo y ver qué estaba sucediendo.

Espere un momento. Juárez tambien se reincorporó y miró a Jack. No puedo dejar que se marche sola a la boca del lobo. Es cierto que en este sitio pasan muchas cosas raras y si a eso sumamos que estamos rodeados de dementes es una mezcla bastante peligrosa.

Dirigió su mirada un momento hacia Donna. Jack también tiene su parte de razón. Son mayores para decidir por ellos mismos y decidieron ir a ver lo que pasaba. Seguramente se encuentren bien, pues saben cuidarse por si solos. Creeme he estado con ellos en la carcel durante mucho tiempo.

Pero bueno, si usted dice que se marcha, yo le acompaño.

¿Jack que hacemos contigo?Dijó una vez se encontraba delante de la puerta.