Partida Rol por web

Gavión no era más que una agrupación de casas mal construidas sobre una colina. Cualquier militar podía ver que un ataque organizado a una población como esa no sería más que el desastre para la población, sin embargo desde allí se podía controlar la región, así como la cercana bahía. La colina era una importante ventaja a la hora de defender la ciudad, podría lanzar piedras hacia abajo causando estragos a los enemigos, además la ciudad contaba con no pocos soldados de buen temple.

Por otro lado la economía iba mejorando, el reciente trato comercial con Illiria resultaba muy provechoso Druso tenía esperanzas de cerrar otros tratos con la importante Helia y algunas otras ciudades más cercanas.

El sol se encontraba alto y los 4 hombres más importantes de la ciudad se encontraban solos observando la llegada del último intercambio comercial con Illiria, un cargamento de herramientas, algo básico para poder reconstruir las casas. El barco estaba siendo descargado en la bahía ante la mirada vigilante de un grupo de soldados de Asdrubal.

Lo que en un principio había surgido con la idea de ser un puesto comercial había ido creciendo poco a poco hasta constituir una villa. Gavión estaba emplazada sobre un colina fácilmente defendible y aunque se echaba en falta una muralla, la localización dominaba los terrenos colindantes y la bahía.

-Es el último envío de Illiria por el momento, el trato que tenemos cerrado con ellos ha sido bueno. Tenemos herramientas para abastecer a nuestra ciudad y armas para cubrir nuestras necesidades aunque se me ocurre que podríamos tratar de llegar a un acuerdo con Helia, tengo amigos allí.

La ciudad iba creciendo, nuevos colonos iban llegando y con ellos los problemas...pese a tener muchas armas faltaba el orden y la tranquilidad que daba prosperidad a las ciudades. Druso reunió al resto de cabecillas del asentamiento, ya iba siendo hora de poner orden en aquel lugar y de poner lo cimientos de una verdadera Ciudad.

-...pero hay cosas más importantes que atender antes. Deberíamos organizar la ciudad, en eso coincidiréis todos. Poner orden y llevar una relación de todas las propiedades y habitantes de la Ciudad si queremos prosperar. Yo puedo hacer un recuento provisional pero en un futuro habría que pagar a un grupo de gente para ello. En lo de poner orden me imagino que los hombres de armas sabréis más que yo...

Arno Arimnesto miraba pensativo hacia la bahía, donde los estibadores descargaban el cargamento de herramientas. Serían muy útiles para que los artesanos trabajaran en las infraestructuras de la ciudad. -"Druso ha hecho un buen trabajo con las lineas comerciales" -Después giró la cabeza hacia la colina. Habían elegido un buen emplazamiento defensivo, pero era totalmente vulnerable a un posible ataque.

Pensó en Silvana, su mujer, y en el hijo que crecía en su interior. -"Aquí no puedo protegerlos, ni a ellos ni a los clanes pastores que me han seguido para asentarse en esta nueva ciudad. Hay mucho trabajo por hacer." -Los clanes nómadas de Arno habían practicado la trashumancia, y no permanecer siempre en el mismo lugar les había evitado ser un blanco fácil para salteadores, aunque no siempre había sido posible evitar una confrontación. Algunas cicatrices conservaba de aquellas batallas en las que luchó bajo el mando de Dairo, su padre, del que había aprendido un arte de la guerra que ahora quedaba obsoleto.

"Padre, el día que decidiste asentar a los clanes en un emplazamiento fijo creaste un germen de ciudad y un hijo desvalido. Me has enseñado a proteger un pueblo nómada. ¿Qué hago con este poblado, con este puerto? Nada de lo que me has enseñado me va a servir para proteger este asentamiento estable."

Dairo Arimnesto había sido líder del clan guerrero que escoltaba y protegía a los clanes trashumantes en una relación simbiótica. Hacía unos meses había coincidido con Druso Ajax en la colina donde ahora se encontraba Arno.  Druso era un marino que había localizado aquel emplazamiento sobre una colina y cerca de una bahía donde ubicar un puesto de carga y descarga en una de sus rutas comerciales. Dairo asentó a los clanes pastores en el mismo emplazamiento, ya que ofrecía una buena panorámica de la región, desde la que divisarían cualquier posible amenaza con tiempo suficiente para reaccionar.

Tras unas semanas de convivencia, Dairo y Druso pensaron que sería buena idea unir a sus gentes e iniciar un asentamiento estable. Por aquel entonces Arno se encargaba de dirigir expediciones de vigilancia y escolta a los pastores, ya que las tierras circundantes no eran especialmente ricas en pastos. Pero en aquellos días Dairo cayó enfermo. Una apoplejía lo dejó incapaz, y fue entonces cuando su hijo se puso al frente de sus clanes.

Al poco tiempo Asdrubal y sus soldados se unieron al grupo, así como Godwyn, un hombre que parecía huir de algo o alguien cuando se unió a ellos, pero  que contribuyó con grandes riquezas a dar un primer impulso económico a la nueva ciudad.

Ahora, Arno se encontraba con Druso, Asdrubal y Godwin en el punto más alto de la colina. Deliberando sobre la mejor forma de  regir el destino de aquella nueva ciudad.

Las palabras de Druso lo sacaron de sus cabilaciones.

- Ha sido un buen trato comercial el que has hecho con Illiria. Sería bueno que pudieras cerrar alguno más.

Y sobre organizar la ciudad, os propongo utilizar un censo. En los clanes nómadas lo usábamos para saber quiénes tenían derecho a viajar y acampar en nuestra caravana, así como las cabezas de ganado de cada clan. Cneo Luquio era el encargado de llevarlo a cabo. Si os parece bien puedo hablar con él para organizarlo, aunque la magnitud del asentamiento requerirá que más escribas puedan colaborar con él.
Propongo que sea obligatorio estar censado para poder establecerse en la ciudad.

Por otro lado, debemos estar preparados ante posibles ataques. Aquí ahora mismo somos un blanco fácil. Tenemos que proyectar la construcción de una muralla y la formación militar de todos los varones con edad y fuerza suficientes para levantar una espada.

Mientras organizamos la defensa, he ordenado que varias patrullas exploren las regiones cercanas, para que nos alerten en caso de que algún enemigo se cierna sobre nosotros mientras permanecemos indefensos.

Si nadie tiene algo que objetar, enviaremos pregoneros que anuncien la obligatoriedad de que todas las familias se censen, así como que todos los varones reciban formación militar y sirvan en el ejército de la ciudad. Así el pueblo lo irá asimilando mientras organizamos cómo llevarlo a cabo. Se les informará de que al menos un varón de cada familia debe servir en el ejército, para no dejarles sin el sustento de sus padres, maridos y hermanos. Pero independientemente de que formen parte del ejército o no, deberán aprender a empuñar una espada seguir formaciones y tácticas para defender a sus familias y sus nuevos hogares.
 

Sobre seguridad y orden también propongo usar el sistema de los clanes: al que roba se le corta la mano, al que mata o viola se le da muerte, al que se toma la justicia por su mano se le inflinge la misma pena que el haya inflingido. mientras desarrollamos un sistema de justicia este es rápido y fácil de aplicar. Tenemos soldados suficientes para organizar varias patrullas, y uno de nosotros puede tomar la decisión final de cada caso. Yo me excuso al estar organizando las patrullas de exploración. Pero informare a los míos para que sepan a que atenerse y a quien acudir cuando tengan problemas

- Ni siquiera sabemos cuántos hombres saben pelear, necesitamos organizar el caos en que se ha convertido este sitio. Además a medida que crezcamos los gastos van a aumentar, necesitamos imponer un sistema de impuestos. No se si existe algo ya definido - mientras hablaba miraba a Druso en espera de una respuesta - para quienes comercian, imagino que la ciudad se queda con parte pero realmente no se cuánto. De hecho, tenemos algún trato que incluya oro? Las herramientas y armas están muy bien pero necesitaremos oro para comerciar con otros pueblos y para el comercio interno.

Godwyn venía de una gran ciudad por lo que sabía de lo que hablaba, quizás no fuera un comerciante pero sí comprendía los tejemanejes del funcionamiento de una ciudad.

- El trabajo de Druso hasta el momento ha sido impecable, conseguir esos tratos cuando aún no nos conocen tiene un enorme mérito pero necesitamos más y para ello necesitamos saber quiénes somos y qué somos capaces de hacer.

Godwyn le dió la espalda a la bahía para encararse a Arno

- Ese tal Cneo, es un escriba? No imaginaba que hubiera letrados entre los tuyos. Incluso en mi ciudad eran pocos, y aunque no puedo decir cómo se organizaban los censos tampoco creo que quienes censaran fueran escribas. Seguro que los organizadores sí, pero no quienes fueran de casa en casa.

En el tema del registro, creo que lo mas sencillo es ir casa por casa al principio, luego, cuando todas las casas esten censadas, que cada nuevo inquilino de la ciudad acuda a la zona de censos, donde habrá una persona que le apuntará en una lista de nuevos censados. De imponer la paz me puedo encargar yo mismo, mis hombres han luchado en batallas muy duras y esto no supondrá un reto para ellos. Si aplicamos el ojo por ojo, acabaremos por mermar muy rapido la ciudad...hay que ser duros con el crimen pero no brutales. Muchas veces a la gente le pasan cosas y se ve obligado a hacer cosas que en otra circunstancia no haria...si uno que roba una barra de pan porque no tiene trabajo le cortas la mano, no podra trabajar nunca. No es productivo.

-El registro de personas podemos llevarlo nosotros mismos. No hay demasiada gente por el momento asique un recuento de población puede hacerse en un día. -miró en dirección a los campos- Me preocupan más las tierras colindantes, deberíamos poner unos límites a lo que pertenece o no a la ciudad y parcelarlo. Se me ocurre que podríamos cobrar impuestos sobre la tierra en base a la extensión y calidad de las tierras. A la larga deberíamos contratar a alguien letrado para ello pero los primeros registros puedo hacerlos yo si recibo la suficiente ayuda, que quiere decir mucha.

El tema de la organización de la Ciudad era algo candente. Tocaba poner orden en una ciudad belicosa y llena de gente a medio civilizar.

-Sobre lo que cada casa entregue a un hijo, dudo que lo hagan de buena gana, además de que los soldados extra nos quitan trabajadores y nos da el trabajo de alimentar a alguien que no produce nada. Prefiero que en caso de guerra se pueda llamar a filas. Por lo demás estoy de acuerdo con Asdrubal en lo de crear un código de leyes, es más deberíamos definir nuestra forma de gobierno que hasta el momento ha sido una oligarquía...también deberíamos hacer algo con la población como dividirlos en los censos a partir de este momento en Ciudadanos, Extranjeros y Esclavos. Eso hará más fácil llevar los censos

Después estaba el tema del comercio interno y externo. Necesitábamos dinero, el trueque estaba bien pero no hacía prosperar la economía a largo plazo.

-Godwyn tiene razón en lo de que necesitamos oro, podría ir a Iliria para re-negociar los tratos que tenemos, se me ocurre que podrían pagarnos una parte en especia y otra en metálico. He pensado que podríamos enviar en el próximo barco mensajeros a Helia o ir yo en persona mismamente mientras vosotros tratáis con las ciudades vecinas...

Una vez dicho lo que debía decirse en esos temas había otros dos que eran candentes en la mente de Druso. Necesitaban seguridad ahora y una plataforma sobre la que establecer el comercio en forma de embarcaderos para un futuro.

-...y hay más, hay que hacer reformas en la ciudad. Necesitamos una muralla y unos embarcaderos en condiciones. Lo primero podrían hacerlo los ciudadanos de la ciudad, cavar una zanja que rodee la ciudad y después colocar maderos no es difícil. A cambio de su trabajo podríamos prometerles la ciudadanía y una rebaja pequeña en los impuestos. Para el embarcadero necesitaremos a los carpinteros y me gustaría tener al menos un dique seco para poder empezar a construir navios aunque no es imprescindible. Yo puedo guiar los trabajos de construcción de los barcos con un puñado de carpinteros y algunos aprendices.

- No se si habrá alguien capaz de construir un embarcadero. La construcción bajo el agua es mucho más compleja, yo conozco algo del arte de construir y no sabría por dónde empezar. La muralla sí que podría organizarla si fuera necesario, no es tan simple como poner madera sobre madera pero es mucho más simple que construir una casa. Eso sí, vamos a necesitar mucha madera. Tendríamos que empezar ya mismo los trabajos de recolección.

Godwyn volvió a girarse para mirar el barco de Druso

- Nunca vi la construcción de un barco - dijo para sí mismo y luego se volvió hacia Druso - Ese dique seco, es algo simple de fabricar?

-Lo mejor sería empezar por la muralla podríamos llevar la tierra que sacáramos de la zanja para hacer un terraplen entorno a la muralla. Una muralla básica de madera y después con el tiempo podríamos construir una de piedra aprovechando la zanja para poner los cimientos de la muralla de piedra.

Su idea de un embarcadero podría esperar por el momento.

-Podríamos empezar a reunir voluntarios para construir la muralla y dividirlos en dos grupos; Unos que vayan cavando la zanja y otros que consigan la madera para que los carpinteros la vayan preparando para construir.

Porque no extraer a la vez la piedra?, es decir hacer 3 grupos, cabadores, leñadores y picapedreros...no hace falta cortarlas, que se cojan las piedras que un hombre pueda portar. Con un tamaño minimo claro esta, diez kilos minimo, para esto se necesitaran hombres fuertes. Creo que de momento deberian colaborar tambien nuestros hombres, hay que dar ejemplo, el pueblo debe ver que los gobernantes no nos tiramos atras, que si les pedimos trabajo, nosotros nos remangamos, es lo unico valido, al menos, es lo que yo conozco, mi hombres me seguirian al infierno, porque saben que yo estaria con ellos, llamando a las puertas. Nunca pidas a un subordinado algo que tu no estes dispuesto a hacer, creedme es una buena politica.

-Tres grupos...mmm...¿que tál si cada uno de vosotros encabeza uno de ellos? Godwyn podrían ocuparse de los trabajos de construcción de la muralla mientras tu y Arno dirigis los grupos de de leñadores y canteros. Yo mientras podría organizar los censos de población y propiedades, en ellos también podría preguntar por las habilidades de cada uno al hacerlos.

El Navegante dió una palmada señal de que había mucho que hacer y había que ponerse a ello.

-¿Os parece que nos pongamos al trabajo? De momento construiremos una muralla, daremos leyes, organización de gobierno y unas fuerzas del orden a la ciudad y haremos censos de población y propiedades ¿Algo más que queráis añadir  o cambiar?

Estaba furioso. El reclutamiento había sido rechazado por el momento, y era algo básico para Arno. Que todos supieran empuñar una espada para defenderse, y que al menos un varón de cada familia integrara la fuerza militar estable de la ciudad. Pero en el fondo de su ser sabía que los miembros del consejo tenían razón. Había asuntos más importantes que tratar. Al menos su principal prioridad sí se iba a realizar. Una muralla que protegiera el asentamiento. Ya volvería con el tema de la milicia cuando las condiciones fueran más favorables y el principal sistema defensivo estuvo terminado.

Asdrubal tiene razón, una muralla de piedra será mucho más resistente y tendrá más poder de disuasión que una empalizada de madera. Podemos usar barro como argamasa para unir y compactar las rocas.

Creo que Asdrubal y sus hombres se las pueden apañar bien para supervisar y dirigir a leñadores y canteros. Yo voy a iniciar una ruta de reconocimiento por los alrededores. Llevaré conmigo 20 de mis hombres, y me dedicaré a ampliar nuestros conocimientos de clanes y ciudades vecinos, así como de  posibles recursos y campos de pastoreo que podamos utilizar.

Antes de partir me gustaría daros algunos consejos sobre la muralla. No sé cómo construirla, pero sí tengo conocimientos tácticos para saber cómo debe ser para que aprovechemos al máximo nuestra posición dominante de la colina.

Después de dejar dados los consejos. Partió en su misión de reconocimiento de la zona.

-Bien pensado, eso podría sernos muy útil Arno. Si buscárais canteras, bosques y demás cosas interesante podríamos saber con que recursos contamos.

- Es cierto lo que dicen, no podemos hacer que formen una milicia y los necesitamos trabajando y no luchando. Sin embargo sí podríamos exigir que todos los hombres mayores de 14 años entrenaran 1 día a la semana con la honda y la lanza. A la larga tendríamos una fuerza importante si la necesitáramos, sobre todo defensiva. En cuanto a la muralla, no creo que tengamos la piedra necesaria hasta dentro de bastante y si soy yo quien va a dirigir la construcción va a ir lenta, nunca construí algo tan grande y tendré que ir con cuidado. Además no se si alguien más trabajó con piedra, cortar la piedra sin que se quiebre puede ser complicado. Realmente creo que nuestra mejor opción es la empalizada, un buen terraplén es fácil de hacer aunque es trabajo duro y para la empalizada es cuestión de tener suficiente madera y no mucho más.

Godwyn vió partir a Arno y se encogió de hombros, aquel hombre parecía que siempre se iba antes de tiempo

- Puedo empezar a levantar el terraplén y cuando Arno tenga noticias de dónde obtener bastante madera o piedra podríamos comenzar con el resto de la muralla.

El Navegante asintió a las palabras de Godwyn dando su apoyo a la idea de una empalizada de madera provisional en vez de una costosa muralla de piedra.

-La idea de un día de instrucción me parece bien podríamos extenderlo a todos los hombres entre 14 y 45 años aunque sería mejor que fuera un día cada dos semanas aunque perderíamos un día de trabajo todas la semanas. A partir de los 20 años Podríamos dividir a la población masculina en dos y que unos entrenaran las semanas pares y otros los impares...mientras que los muchachos entre 14 y 20 recibirían un entrenamiento intensivo entrenando en vez de 1 día a la semana, 3 días a la semana.

- Yo pensaba que entrenaran todos los días turnándose, en grupos pequeños. Sobre todo al principio, hasta no tener más gente en quien confiar para el entrenamiento. El entrenamiento intensivo me parece bien, sobre todo para aquellos que producen poco, los más jóvenes. De 14 a 17, creo que ir hasta 20 es demasiado. Perderíamos los más fuertes trabajadores para otras tareas.

-Me parece bien eso que propones Godwyn aunque bueno, de esas cosas entenderán mejor los soldados que un comerciante. Si me disculpáis yo ya me retiro.

Bien, entonces todos los jovenes entre 14 y 17 tendran obligacion de dedicar toda la mañana, desde el alba hasta la hora de la comida, en adiestramiento, los mas habiles en cada disciplina se especializaran y los que no destaquen en ninguna entrenaran ambas disciplinas. Los hombres entre 18 y 20 entrenaran solo 3 tardes a la semana y entre 21 y 45 una sola tarde que en ningun caso coincidira con las tres de los que van en el turno previo. Un ejemplo puede ser, turno de tardes de los de 18-20 lunes, miercoles y viernes turno de entrenamiento de los mayores de 20  los martes. Los instructores seran siempre los mismos, por lo que los de las mañanas solo instruiran a los mas jovenes, los de mayores de 20 a su grupo y los otros al resto, asi creamos una jerarquia y tambien una confianza entre los intructores y los intruidos. ¿que os parece?

Cuando se dió por terminada la reunión el sol ya se encontraba a medio camino de su punto más alto y de desaparecer bajo las aguas del mar, Arno emprendió camino en busca de unos cuantos hombres de armas para recorrer la zona en busca de nuevos puntos estratégicos, posibles canteras, zonas de labranza, bosques de donde obtener madera y las diferentes poblaciones que deberían de comenzar a tener en cuenta tanto como posibles enemigos como posibles aliados.

Asdrubal por su parte se dirigió en busca de algunos carpinteros y hombres fuertes para comenzar la tala de madera. En las cercanías no existen grandes bosques de madera dura según lo que les comentaron los habitantes de la zona, sin embargo hay pequeños montes que podrán talar para al menos comenzar con las construcciones. Ya luego necesitarían la información recolectada por Arno para decidir de dónde obtendrían la madera para las construcciones más grandes.

Druso volvió a su casa, había mucho que organizar. Un censo, marcar las parcelas y preparar los viajes de comercio a Iliria y Helia.

Godwyn se comprometió a comenzar las obras para la empalizada, lo que le requeriría reunir bastante gente y hacer un trabajo que de seguro sería más pesado al comienzo. Además intentaría reunir un grupo de hombres dispuestos a comenzar con el entrenamiento. Claro que luego deberían ver de convencer a todos de que aceptaran el entrenamiento propuesto, aunque fuera bajo amenaza de ser expulsados de la ciudad.