Partida Rol por web

Parece que te has vuelto a perder. No importa que lleves un mapa contigo, los caminos de las montañas son tan enrevesados que casi sorprende mas que consigas seguir tu camino. Además no es que a esto se le pueda llamar camino, tan lleno de piedras y maleza. Entonces algo llama tu atención: mas adelante puedes ver un leve brillo cristalino de color azul junto a un árbol.

En un comienzo camino lentamente por las piernas adoloridas de tanto andar, los caminos me han traído a todo tipo de lugares, menos donde quiero ir por supuesto... tal vez deba considerar en comprar un mapa en el próximo pueblo que visite...

-Ahh.. pero donde diablos me he metido... ya debería estar en algún poblado... pero... ¿hace cuanto que alguien usa este camino tan mal mantenido? - Me pregunto viendo la maleza por todos lados - Tal vez, deba volver por donde vine y tomar la otra bifurcación.

Cuando giraba para regresar capte un extraño brillo azul con el rabillo del ojo debajo de un árbol y de manera inerte comencé a caminar lentamente hacia el brillo, con cautela.

-¡Espero que sea una planta, flor o seta extraña para mis investigaciones! - Me rió para mi misma - ¡Me vendrían bien materiales exóticos! 

Llevaba días tratado de dar esquinazo a mis perseguidores. Había conseguido perderlos de vista al meterme en aquel camino pedregoso y boscoso, alejado de la mano de Gaia, corriendo, saltando, y trepando árboles y subiendo a las ramas para dormir allí arriba y no al raso. Y cuando por fin capto algo que puede ser interesante, resulta que también ahí había algo. Bueno, más bien un alguien.

-Mierda... Está algo lejos como para poder determinar si es amigo o enemigo. Lo primordial sería averiguar qué es. Dudo que sea otro de esos perros de Dracul, pero no me gusta esto - pienso para mis adentros mientras sigo escudriñando aquella figura - Lo suyo sería asegurarse...

Puedes hacer una tirada de Percepción + Observar DIF 15

Para Miuki

En este asunto tu intuición resulta ser correcta, pues al acercarte compruebas que se trata de una pequeña planta con flores de color azul celeste, del tamaño de un puño. Sus pétalos son extremadamente finos, la mayoría llegando a ser translucidos y sus hojas son de un verde oscuro intenso. Echando un vistazo a los alrededores, no ves ninguna planta parecida, lo cual resulta un poco extraño. 

Tratando de ver mejor de qué se trata, me acerco un poco para obtener mejor visión y poder trazar así un plan antes de lanzarme a lo que sea.

Tu atención te hace tomar conciencia de dos cosas rápidamente; la primera, que la figura que tienes ante ti se trata de una semihumana zorra (a pesar de que no has visto muchos semihumanos en tu vida) y que se trata de una extranjera por como viste y actúa; lo segundo, que la planta que se dispone a tocar es extremadamente venenosa y recibe el nombre de Death crucible (Crisol de muerte).

Tras acercarme y comprobar que la chica está a punto de morir de la manera más boba, no puedo evitar pensar.

-Semihumana... y para variar, extranjera... a saber qué estará haciendo en un bosque perdido de Merriandan. No creo que fuera tan sonriente si supiera que cada segundo que se acerca a esa flor es un clavo más para su féretro. 

Después de meditar, decido hablar desde mi escondite

-Si quieres seguir con esa actitud de felicidad absurda, yo que tu no tocaría eso a no ser que quieras diversión en un cementerio.

Escucho que alguien me habla y me congelo en el instante. Mis manos comienzan a temblar y casi de inmediato todo mi cuerpo comienza a temblar de miedo, miro nerviosa de un lado a otro y caigo de espaldas temblando en el piso.

-¿D-d-donde? - Miro hacia los lados del camino intentando localizar la voz que me hablo - ¡Hay no son bandidos! ¡Voy a morir!

Algunas lagrimas se comienzan a formar en mis ojos y me llevo las manos a la cara. 

-Sinceramente, si fuera a matarte, habría dejado que cogieras la flor venenosa. Es menos complejo que preparar un asesinato, menos aparatoso y menos cansado. Aunque no seguiría llorando a moco tendido si no quieres que te encuentren bandidos de verdad - respondo frío y con tono de aburrimiento -puedes hacer lo que quieras, pero no tengo intención de momento de segar vidas.

Sigo sin salir mientras ojeo rápido el ambiente para comprobar que no hay asesinos cerca que oyeran nada

Respiro profundamente para recuperar la compostura y me levanto sacudiéndome el polvo de mis ropas. Sin levantar la vista miro por ultima vez la planta con flores azules con algo de recelo y comienzo a caminar hacia atrás lentamente, luego doy la vuelta y me apego a un árbol. 

-G..gracias... - Digo aunque mi voz es menos que la voz de un murmuro. 

Luego miro comienzo a buscar una ruta para poder huir del lugar a toda velocidad, aunque no sería mucha la velocidad que alcance ya que el miedo me tiene un poco paralizada. 

Antes de que nadie más pueda moverse, los agudos ojos de Balasch captan algo inquietante. A ambos lados del camino se levantan montículos de tierra que parecían completamente inertes y revelan a unas criaturas de aspecto siniestro con un cierto parecido a sapos...aunque sean sapos del tamaño de zorros y con colmillos afilados. Al menos hay diez de esos monstruos y os tienen completamente rodeados.

Viendo que por fin se me presenta algo de acción, aprovecho para lanzarme en un ataque con los kathares sobre uno de esos bichos, rápido y veloz, sin molestarme en prestar atención al resto de las cosas.

-Dejemos que suene el réquiem de vuestro Día del Juicio.

Noto como algo sale de algún lugar del bosque, y mi primera reacción fue gritar lo más fuerte que pude, pero en realidad fue un grito apagado, me arrastre un poco y me escondí detrás de un árbol. Noto que se acerca más y más, y sale otra figura entre los matorrales, pero esta vez no era de aspecto desagradable como los bichos extraños que han salido de la nada, sino que es la figura de un furry, un lobo.

-¿¡Que esta sucediendo aquí!? - Pienso desde mi improvisado refugio atrás del árbol.

Noto que tiemblo un poco de miedo, pero me sorprende bastante cuando lo escucho hablar, es la voz de aquel que me advirtió sobre la flor, miro nuevamente con renovado interés a ver que sucede. 

Sin prestar mucha atención a la chica, me centro en fijarme en los bichejos que salen a mi encuentro. -Si vas a seguir gritando, escóndete, pero ahí parada no eres más que un estorbo. Yo puedo con esto, déjame a mí a estos cadáveres.

Con un chillido agudo, tres de las criaturas se lanzan en dirección a Balasch intentando morderlo con su afilados colmillos y otros cuatro lo rodean y se lanzan a por la segunda víctima, la semihumana que había tratado de esconderse sin éxito.

-Tsk... Queréis más pelea, ¿eh?- digo escupiendo a un lado mientras alzo los kathares otra vez - Dejad que bañe el suelo con vuestra sangre

Corro para atacar con los kathares a los 2 goblins más cercanos a Miuki, usándolos como armas de mano habituales, para hacerla ganar algo de tiempo.

-Si vas a hacer algo, hazlo ya. Eres libre de escapar ahora. Puedo con ello