Partida Rol por web

Furry: la Gran Aventura

Prólogo humano: Destinos interceptados

Cargando editor
15/07/2013, 16:07
Director

Una fría ráfaga de viento sopla y rompe el encanto del paisaje primaveral. Es cierto lo que dicen, en Merriandan nunca puedes olvidar que te encuentras en el norte.

Sin embargo el barquero que os lleva ni se inmuta y sigue con su lento y parsimonioso movimiento para impulsar la embarcación. Salta a la vista que es un experto en esto, pues a pesar de los violentos envites del río crecido os mantenéis estables.

Al girar hacia la derecha, podéis ver ante vosotros el castillo de los Dracul, una impresionante fortaleza cuyo origen se remonta a tiempos pretéritos y que a pesar de todo se mantiene como el primer día. Nuevamente os preguntáis la razón de que Vlad Dracul III requiera vuestros servicios, pues no es que le falten dinero ni soldados competentes para cualquier misión.

¿Puedo saber de dónde vienen sus señorías?-interrumpe vuestros pensamientos el barquero, con una voz cascada, pero fuerte.

Cargando editor
16/07/2013, 20:28
Elke

Elke, llevaba la mayor parte del viaje concentrada en hacer cualquier cosa que no implicase comunicación o contacto alguno con sus compañeros. Una y otra vez, ha pasado su daga de plata en oblícuo sobre la superficie del arco largo que normalmente con la cuerda cruzada sobre el pecho. Ha estado retorciendo, con la ayuda de dos palos unidos por un alambre, una serie de largos mechones de su propio pelo hasta formar una masa retorcida y compacta, a la que ha dado la forma de una cuerda de arco. Tras eso, se ha dedicado a examinar las plumas de las flechas, una por una, y a afianzar algunas que tienen pinta de estar perfectamente con un alambre, que sus finos dedos manejan con una destreza envidiable. No ha levantado la vista de su tarea ni un momento, ni ha hablado en todo el camino.

No ve la necesidad. De los otros humanos de la balsa ha oído murmurar. Un mercenario y un erudito de reputación cuestionable. Uno, el tipo de persona que habría estado en su salsa en las orillas del Synafar. Eso suponiendo que no hubiera estado allí. Los recuerdos de ese día son confusos. La mayoría están en un lugar de su mente al que no puede llegar, y a los que ha podido llegar la han hecho desear con todas sus fuerzas que no lo hubiera hecho.

Respecto al otro, si habiendo tenido contactos con una universidad de cierto renombre tenia esos rumores circulando a su alrededor, probablemente fuese un tarado. Y de esos ya había conocido bastantes.

No, duda que tenga nada de que hablar con ellos. Lord Dracul por lo visto sí, así que eso es suficiente. Lo acepta. No tiene por qué gustarle.

Aún se pregunta qué puede tener que ver un Lord, un señor reconocido, un patrón del Camino Blanco (aunque sea en la sombra) y una persona respetada y respetable, con semejantes tipos. Pero Elke todavía es obediente. Todavía tiene la capacidad de someterse a designios de otros que representen un bien mayor.

Aquel que valore el bien de si mismo y su carne más que el bien que hay en mí, hallará que sólo el alma resiste el fuego, do el cuerpo se consume bajo él.

Aquel que oiga con su corazón y rinda pleitesía con sus manos, será servido de mí. En sus manos derramaré la luz y el brillo de su corazón será imagen y conmemoración mía.

Aquel que me sirva, de mí será servido. Aquel que sirva a quienes bien me aman, dormirá en mi regazo y se calentará en mis brazos.

Las Escrituras lo decían. Estaba en la naturaleza de los seres vivos servir a quienes más servían con su poder e influencia al Señor de la Luz. Quizás Lord Dracul no lo conociese por ese nombre, pero a ella sí le constaba que su dinero y su poder servían a su dios. Con eso habría de ser suficiente. La soberbia sólo lleva al fuego.

Pero responder ante los dignos es una cosa. Hacerlo con los indignos es otra muy distinta, así que a la pregunta del barquero respondió sólo con un bufido.

No. Rema y calla. Nuestros asuntos son nuestros y del que todo lo ve, y nadie más.

Cargando editor
20/07/2013, 14:48
Ashren

Repaso de nuevo la última semana. Había cobrado una pequeña suma para matar el hambre y hasta permitirme desahogarme. No había hablado con nadie, bueno, eso era obvio. Solo el cliente sabía quién era y lo que hacia allí. Aun recuerdo como el mensajero entro en la habitación, interrumpiendo una merecida recompensa. Pero sabía dónde estaba, no tuvo que buscarle. El sello de los Dracul plasmado en la cera lacada. Con letra pulcra y bien redactado. Encargo importante, para el todos los encargos eran parecidos. Mata o captura a alguien; en ocasiones recupera algo. Tratándose de los Dracul hubiese aceptado incluso sin incluir la parte de la recompensa generosa. Era agradable saber que hasta nobles tan destacados buscaban sus servicios. Dejo la carta y volvió a asuntos más agradables.

Dejando atrás el pasado reciente y recuerdos placenteros, volvió a la realidad. La voz del barquero se oye por encima del viento y del chapoteo de la barca. Mientras señalo con el dedo el puerto donde nos hemos encontrado; la mujer rubia corta la cháchara de remero con una negativa que no admitía replica. Volvió a observar a sus acompañantes, ambos bien vestidos y con ese porte de la gente acomodada. Sin embargo la actitud de la mujer le resultaba chocante, conocía esa actitud; el mismo tenía la costumbre de revisar sus herramientas. Una asesina entonces. Su presencia era extraña, como si tuviera un cuchillo cerca ¿Quién sería pues el otro tipo, parecía algún tipo de erudito? ¿Qué tendría que ver con el problema de los Dracul? Podría ser que nada, pero sería mucha casualidad.

Decidido a relegar estas cuestiones para el futuro inmediato cuando el asunto en cuestión sea tratado por Vlad; comienzo a imaginar la opulencia del castillo de los Dracul. La inmensa mole de piedra resulta más impresionante cuanto más nos acercamos. La gula aflora al momento de imaginar los manjares con los que se deleitan en semejante lugar; la ilusión de poder catarlos apenas se ve ensombrecida por la posibilidad de ofender a alguien por falta de modales. A fin de cuentas, tan solo debo observar a los demás y comportarme de forma parecida.

Cargando editor
20/07/2013, 15:31
Gerber Flamel

El mar relajaba al hombre o eso pensé , mi mirada se centraba en el continuar de las olas , su sonido como su movimiento constante provocaban una especie de hipnotismo que te hacía tener despejada la mente . 

Me apoyaba en una vara de plata bien lustrosa con continuos adornos por toda su longitud, terminaba en una bola multicolor que dependiendo de los reflejos de luz y sombras proyectaba diferentes colores en su interior.

Mis vestidos estaban hechos con las mejores telas sus costes eran elevados , y su medida se ajustaba con exactitud a mi delgado cuerpo, una túnica bordeada con filigranas de color oro con fondo verde y capucha, ocultaban tanto mi rostro como se ceñía a mi cuerpo al estar presionada por una mochila que llevaba a mi espalda. 

Iba otra vez a Merriandan , territorio que me traía malos recuerdos de mi pasado , la gente de Merriandan habían despertado en mi interior el odio que sentía por todo aquello que ellos consideraban viril , honorable y de buena conducta. Sus habilidades guerreras como su estamento ceñido a sus preceptos caballerescos y de honor me hacían ver este territorio de lo más absurdo, y si por mi fuera sería el primer territorio donde habría que demostrar que hace una de mis pociones, ante todos esos mastodontes que solo sabían emplear la fuerza bruta sin ver mas allá de sus músculos.

Allí se cernía el castillo de los Dracul, siempre acostumbrado a tratar con Reyes y alta nobleza, no me sorprendía el viaje, pero aquellos que me acompañaban no sabía muy bien donde encasillarlos . Mis pensamientos se interrumpen por la pregunta del barquero. Lo miro y le respondo el saber es poder , al igual que un comerciante no regala sus objetos sino los vende para sacar un beneficio, mis conocimientos son también una compra venta cuya finalidad no es el dinero , sino obtener más conocimiento del que dispongo. Así que le responderé a su pregunta si responde a la mía ¿qué nuevos rumores y acontecimientos se desarrollan en Merriandan?

Cargando editor
21/07/2013, 15:33
Director

La mirada de Elke, acompañada de su frías palabras, es mas que suficiente para que el barquero agache la cabeza y siga con su cometido con una mayor intensidad si cabe. Escuchar la palabras de Gerber le hace dudar, pero al final dice titubeando:

-No creo ser de mucha ayuda señor, pero os diré lo que pueda...se comenta que nuestro soberano, Alexander, se encuentra gravemente enfermo desde hace un mes y no tiene herederos...la Casa Villanueva intentará colocar en el trono a su hermano, pero en mi humilde opinión no creo que las demás Casas lo consientan. 

También...aumentan los ataques de monstruos en nuestra región, hace una semana el pueblo de Corabia fue destruido...esos seres no dejaron ni los huesos, pero gracias a Orik que nuestro amado señor ha enviado tropas hacia el sur para detenerlos.

Con estas ultimas palabras calla de nuevo y vuelve a fijar su vista en el río. El castillo de los Dracul se encuentra en un islote de tamaño considerable justo en medio del río y para asombro vuestro, justo al borde de una cascada que os indica con su impresionante sonido una altura no despreciable. Finalmente el hombre amarra la embarcación y se despide respetuosamente.

El resto del camino hasta las murallas resulta un poco más desagradable, pues a ambos lados se encuentran al menos un centenar de picas con cuerpos atravesados, tanto de furrys como de humanos. La mayoría parecen llevar allí varios días y desprenden un olor putrefacto, que junto con las heces de los cuervos que no paran de rondar y arrancar trozos de carne consigue que sea literalmente insoportable. Pocos podrían pasar sin verse impresionados por los ojos pálidos y salidos de sus órbitas, los regueros de sangre seca y los pedazos de entrañas que caen de cuando en cuando.

Cargando editor
21/07/2013, 17:03
Ashren

Las noticias que menciona el barquero me hacen cuestionarme el motivo de que nos encontremos aquí ¿Tal vez los Dracul requieran un asesinato? ¿O que apoyemos a los soldados? Poco probable esta última opción; aunque la posibilidad de dar muerte a un monstruo es atrayente; si las historias que se cuentan.

El hedor dulzón y acre de la muerte resulta insoportable; los ojos me lloran y cualquier sensación comparable al hambre desaparece de mi mente. Las arcadas son incontenibles aunque procuro aparentar que no es más que una pequeña desazón. Cubro mi nariz con la capa para mitigar la fetidez que la macabra escena exhala. La sangre, la carne; eso no es tan duro. Son solo cadáveres, ya no sufren; son solo una advertencia ¿Cuál seria el crimen cometido por aquellas tristes almas?

Cargando editor
22/07/2013, 16:13
Gerber Flamel

Le doy al barquero una moneditas de propina , mientras le susurro al oído vengo de Hetroen. Desembarco con mis compañeros y seguimos el sinuoso camino, cuando de repente veo la terrible escena, cuerpos lacerados con picas se hayan a uno y otro lado del camino. Una terrible fatiga me viene no teniendo más remedio que vomitar al sentir como  algo se revuelve en mi estomago, yendo hacia arriba de mi garganta y saliendo por mi boca, restos de desayuno salen entre el líquido verdoso, llevándome un pañuelo a la boca para limpiarme los restos que quedan alrededor de mi rostro.

Perdonen pero esta escena es horrorosa y este olor insoportable.

 Sigo el camino con el pañuelo tapando mi boca por una parte para contener nuevas fatigas y por otra para respirar por debajo del pañuelo evitando así el contacto directo con el aire , que hacía respirar el desagradable olor de cuerpos descompuestos y calentados por el sol. 

 

Cargando editor
23/07/2013, 17:09
Elke

El resto del viaje transcurre en un hosco silencio, al menos por mi parte. No así por la de los demás. El alquimista, por como habla, tiene pinta de ser una de esas personas que se enamora de su propia voz.

Ya pudiere el hombre hablar todas las lenguas del mundo. Si su voz solo la escuchan sus propios oídos, todo clamor es un vapor impotente en la noche, y toda sapiencia no es sino un ruido discorde de cimbales que aturden.

Así que decido que no, decididamente no me interesa decir nada, aunque escucho lo que murmura el barquero. La mayoría de ello no me interesa. Cuentos de viejas, rumores, politiqueos y otras vanidades inútiles con las que los hombres se distraen del servicio a los dioses, y que no tienen nada que ver con mi misión. Observo que el otro humano, el mercenario, me observa de reojo mientras atiendo mis armas.

No me extraña en exceso. Es el tipo de cosa que llama la atención de los hombres de armas. Y en principio, mis flechas no son para él.

Aunque, desde luego, todo es negociable.

Al bajar de la balsa, observo el panorama. Encantador. Dracul hace honor a su reputación, desde luego. Rápidamente, tiro del cuello del vestido y me cubro la nariz y la boca con él. La visión de toda esta carnicería no me afecta en exceso. Al fin y al cabo, estos ya están muertos. Yo he visto una escena similar pasando ante mis propios ojos. Y francamente, visto lo visto, tanto entonces como en los meses siguientes, me viene el pensamiento a la mente de que debe de haber pocos, si hay alguno entre estos desgraciados, que no hubiera hecho, alguna vez, en algún momento, algo para merecer semejante suerte.

Pese a todo aprieto el cuello alzado del vestido en torno a mi y respiro en inspiraciones cortas y rápidas por la boca. Me dejará un regusto horrendo a la hora de comer, pero al menos el olor no se me subirá a la cabeza y me hará acabar como el alquimista, al que oigo vomitar detrás mío. Que la escena no me afecte emocionalmente es una cosa. Que el olor a podrido no me haga rugir el estómago y me deje un gusto agrio en la garganta es otra distinta. Uno no puede vencer olores a basa de voluntad.

Si ya ha terminado de poner su granito de arena a lo pastoral del paisaje, movámonos. Cuanto antes lleguemos al castillo, antes saldremos de la zona de este olor infernal.

Apresuro el paso y me coloco por delante de mis compañeros, de camino al castillo.

Cargando editor
23/07/2013, 20:29
Ashren

El putrefacto aroma hace mella en el hombre vestido con la túnica. La regurgitación apenas se percibe debido al repugnante efluvio que exhalan los despojos. Me alegro de haber comido poco antes de venir. Este paseo cruel comienza a ser algo más que una advertencia ¿Una prueba? ¿Una forma de debilitarnos? Carne, no son más que carne en mal estado. Me repito para mí mismo; sin embargo es imposible no observarlos cadáveres. Desollados por los carroñeros y descompuestos; hinchados; llenos de insectos y fluidos varios.

La mujer se adelanta, prefiero mantener  un ritmo que no me haga jadear. Su actitud altiva y orgullosa, su ropa y las armas ¿Quién sería esta mujer? Los nobles y sus encargos, empiezo a cuestionarme cuan propicia es en realidad la situación en la que me encuentro.

El olor vuelve a ocupar mi mente. El empalagoso aroma arraiga profundamente en la nariz a pesar de la improvisada mascara. De seguro tendré que asearme y mandar lavar la ropa. Quizá alguno de estos tenga algún jabón perfumado o un poco de esencia; no querría tener que buscar en el bosque flores para ocultar el olor. Piensa en otra cosa, con el dinero de la recompensa podría tal vez podría hacerme con una esclava; seguro que a la larga resulto mucho más económica ¿Cuál será mejor y más barata? Debería hablar con algunos de mis viejos clientes; de seguro conseguiría un buen precio. También podría comprar una carreta cerrada de esas que tienen una habitación. Mejores armas, venenos; una máscara que me permitiera no tener que respirar este repulsivo miasma.

Cargando editor
23/07/2013, 21:17
Soldado

A ambos ambos de la entrada se apostan cuatro guardias de aspecto severo que no parecen inmutarse lo mas mínimo ante el olor que reina en el ambiente. Tan pronto como se percatan de vuestra presencia, uno de ellos se adelanta y realiza un saludo respetuoso.

-Nuestro señor les está esperando. Síganme y les guiaré al salón principal.-se gira y grita con fuerza-¡Levantad el rastrillo!-y casi al momento la verja que antes bloqueaba el paso se retira-Una vez concluya la audiencia nuestro señor ha dispuesto habitaciones para que descansen del viaje.

Atravesando el patio podéis ver un buen número de soldados practicando entre ellos con lanza y espada, mientras un poco mas lejos los arqueros prueban su puntería. Resulta curioso que hasta el momento no hayáis visto un solo furry, cuando un noble de su categoría debería tener muchos sirvientes.

El camino hasta el salón no es que sea demasiado entretenido pues parece que Vlad no es muy amigo de una profusa decoración. Cierto que hay algunos cuadros de sus antepasados mas ilustres y varios tapices de excelente confección con diferentes motivos bélicos, pero en su mayor parte las paredes lucen desnudas con su color gris.

Una ultima puerta es todo lo que os separa, unos toques en la madera, una respuesta firme y finalmente os encontráis ante él. 

 

Cargando editor
24/07/2013, 01:36
Vlad Dracul III

Sentando en su trono, examina a los recién llegados. No hace ademán de levantarse, pero si una seña para que os acerquéis. Hay algo en el que impresiona y sobrecoge, quizás la historia de sus antepasados, quizás sus hazañas en combate o puede que su crueldad extrema con aquellos que lo decepcionan, pero de cualquier modo su presencia es imposible de pasar por alto.

-Bienvenidos al castillo de los Dracul-como un trueno, su voz retumba por la sala-Me alegra ver como todos aceptaron mi invitación-si realmente lo siente, no da muestra de ello, su cara parece tallada en piedra.

Cargando editor
24/07/2013, 02:19
Ashren

¿Cuál será el truco de estos vigilantes? Ser capaz de mantenerse aquí con semejante atmósfera es una prueba a la entereza de cualquiera. Puede que la costumbre, lo cual implicaría que esta escena es usual y por tanto una actitud extrema por parte de la familia Dracul. Procuro mantener una expresión imparcial. A fin de cuentas no solo debo mantener una reputación; no quiero parecer débil ante semejante personaje.

Uno de los soldados nos conducirá por el impresionante Bastión. Una audiencia con el propio Dracul, no pensé que fuéramos a tratar con él de forma tan abierta. Desde luego no acostumbro a un trato tan público y correcto. Puede ser que me esté confundiendo y que estos dos vengan por algún asunto diferente. De ser así la situación será algo incomoda.

Aunque el tema de dormir en este lugar. Me giro para contemplar una última vez la estampa tan extraña; el camino custodiado por cadáveres y el rio. Asemeja más una prisión que la residencia habitual de un notable. La idea me produce sensaciones enfrentadas. La comodidad, el lujo; las menos veces he dispuesto semejante oportunidad. Más el panorama que dejamos atrás y la eventualidad de ofender al autor de la galería de cadáveres, sugieren precaución. No puedo evitar pasarme la mano por el rostro; debería haberme afeitado. Ya no hay nada que hacer. Supongo que no tengo mucha elección, retirarme ahora sería una condena segura. Si al menos pudiera pasar la noche bien acompañado, de seguro olvidaría cualquier inconveniente que aconteciese.

Dejando a un lado mi turbación por el señor del Castillo, acompaño al escolta que nos guía por el lugar con paso firme y seguro. La mirada fría, el gesto adusto; la costumbre es suficiente para mantener la máscara grabada en piedra. Mi fantasía de lujo y opulencia decae con cada paso; este lugar asemeja más a una fortaleza militar según recorremos los pasillos. Soldados entrenándose, falta de servicio. Lo que demuestra que el noble siente aversión hacia los furrys. La decoración tan sobria y de carácter marcial confirma mi impresión del lugar. Observo con cierta aprensión todo esto, la férrea disciplina de los soldados me hace cuestionarme mi papel en todo esto.

Por fin llegamos ante nuestro patrono. Su planta es sublime, pavorosa. Su impávido rostro no refleja emoción alguna. Por un momento me quedo yerto, incapaz de nada más que observar. Requiere un esfuerzo atroz evitar que semejante reflejo dure apenas un segundo. Me aproximo a una silla y tomo asiento; procuro mantener la espalda recta y las manos entrelazadas delante de mí. Tratando de relajar la postura y manteniendo la impasibilidad en el rostro tanto como me es posible.

Cargando editor
24/07/2013, 20:45
Gerber Flamel

Al adelantarnos la enigmática mujer, la sigo sin demora , quería otra vez respirar el aire en su totalidad, no parcialmente como ahora , lo cual me estaba llevando a respirar con dificultad , pero la idea de llegar hacia el interior del castillo era más potente que mis dificultades por respirar. 

Los soldados que custodiaban el castillo, o debería llamarlos  mercenarios pues eso es lo que eran , hombres pagados para ofrecerse como una parte del ejército, de todas formas me caían mejor que los soldados pues no poseían la desfachatez del honor y la conducta. Los controlaba el dinero viniera de quién viniese y eso era algo que me gustaba de ellos. 

Noto la ausencia de furrys y no me extraña, éstos seres lo utilizaban más como animales mensajeros inyectándole un potente veneno que de no cumplir su tarea en el tiempo estimado les llevaba a la muerte por envenenamiento. Sabiendo la poca inteligencia que tenían los hombres de estos territorios estaba seguro que no sabían controlar el tiempo con la exactitud necesaria para dominarlo.

Entramos en las dependencias del Señor que nos recibe sin mostrar ningún signo de emotividad en su rostro, no me extraña pues estos seres eran tan salvajes como los animales del bosque. Me quito por fin el pañuelo y me lo guardo respiro profundamente como si intentara respirar el aire que no había podido inhalar anteriormente.

Su invitación ha sido correspondida por todos, era algo lógico el responder ante un señor feudal pero ¿qué quería este animal de nosotros que estaba acostumbrado a respirar el hedor de la sangre sin inmutarse? esperaba su pronta respuesta para poder salir de allí si su oferta  no era de mi agrado.

Cargando editor
28/07/2013, 21:02
Elke

La subida hacia el castillo se desarrolla en silencio. De nuevo, es algo a lo que no me opongo. Prefiero que me dejan sola con mis pensamientos negros.

No me gusta la escena alrededor mio. No porque sienta ninguna empatía en particular con los muertos. Por mi propia experiencia, se que la mayoría de gente es responsable de algo, siempre. Hay poca gente en el mundo que no tenga sangre en las manos, y me dirijo al castillo de uno de los seres que más debe de tener. El espectáculo no hace más que confirmarme eso. No debería importarme. No debería ser relevante. Debería dar igual.

Pero no lo hace.

No es la visión de la muerte. He visto la muerte muchas veces desde la batalla en los vados del Synafar. Es la carnicería. Es la presencia pervasiva, inescapable, en todas partes, de la muerte y la corrupción. Hace que algo se agite inquieto en mi pecho y me llena la cabeza de pensamientos mórbidos, de fragmentos medio recordados de horror y sangre.

Y me hace sentir una rabia inmensa conmigo misma.

Debería estar por encima de esto. Sobreviví a ese día. Sobreviví desde entonces. Por imperceptible que sea desde fuera, ese sentimiento que me atenaza no debería existir. Ya no soy una niña idiota que vivía en un mundo cerrado y perfecto, sin saber nada de toda la brutalidad y la cólera del mundo real. Comportarme como una no hace más que deshonrarme. Que hacerme débil, si no a los ojos de los hombres, a los de dios.

Sumida en estos pensamientos, apenas dirijo una palabra a nadie, siguiendo a los guaridas a paso vivo mientras nos conducen por el castillo. Los ruidos del entrenamiento me confirman lo que más o menos se de Dracul: es el general más reconocido entre los humanos, y probablemente esta sea la razón. El tipo respira muerte, sangre y batalla. Será mejor que escoja mis palabras con extremo cuidado, pese a mi mal humor. La gente como él tiene poca paciencia y se ofende pronto.

Cuando finalmente habla, y viendo que nadie más parece tener nada que decir, respondo con una reverencia y unas palabras en tono respetuoso.

Cuando el deber llama, es tarea del virtuoso responder.  Estoy a vuestro servicio.

No hay mucho más que decir. Es lo que mis superiores me han ordenado que haga. Yo lo sé, el lo sabe. Es todo lo que se necesita.

Cargando editor
28/07/2013, 22:52
Vlad Dracul III

Permanece unos segundos callado esperando a que alguien diga algo mas, pero al ver que todos excepto Elke callan continúa hablando. Nada en su rostro denota que se haya sentido molesto o halagado con el silencio de sus invitados.

-Ha llegado a mis oídos que un grupo de furrys se han unido-comenta sin mas preámbulos-en nombre de su falsa Diosa para destruir a todos los hombres. Quiero que los encontréis y que los capturéis a todos, a ser posible con vida. No contaréis con mas efectivos, pero se os suministrara de lo que necesitéis.

Terminando de hablar, cruza los dedos y espera pacientemente vuestra respuesta.

 

Cargando editor
29/07/2013, 19:24
Gerber Flamel

Arqueo mi ceja ante la noticia, que un grupo de furrys se han unido para destruir a todos los hombres.  Este conde creía que eramos campesinos , gente simplona y sin conocimientos. Pero este no era el caso , sus argucias además de malas eran inverosímiles , y el conde bajo su rostro impermutable no sabía mentir  eso estaba claro y no me extrañaba. Bajo este dominio de despotismo y salvajismo, no creo que se desarrollase mucho sus dotes comunicativas, seguro que era uno de esos Condes que ejercía su poder con la fuerza sin otras armas mentales.

Por supuesto digo con un leve asentamiento de cabeza dejando ver a ese asno que estaba de acuerdo con sus fechorías, no es más tonto el que sigue a un tonto sino el que le hace caso. Por ahora me interesaba seguirle, para saber la verdad de la situación , y de paso adquirir más conocimientos de estas criaturas , con sus facetas caracterizadas por este territorio,  averiguaría que era eso de la adoración y las farfulladas que este imbécil decía para satisfacer sus deseos de venganza.

 

Cargando editor
29/07/2013, 22:40
Ashren

Una misión de captura, además de objetivos tan potencialmente peligrosos; si es verdad lo que dice ¿Por qué? Lo normal sería acabar con cualquier sospechoso, pero quiere que los identifiquemos, encontremos y atrapemos a un grupo de furrys indeterminado. Desde luego no esperaba que fuera fácil, pero tampoco algo tan complicado. Sospecho esta empresa oculta algo más trascendental. Pero no se me paga por pensar, y las sospechas no dan de comer. Aun así  averiguare lo que pueda antes de completar esta tarea, no seré el más listo; pero tampoco soy un ciego fanático.

Tanteando los frascos que permanecen en una faltriquera acolchada, pienso en la promesa de pertrecharnos. Desde luego no pienso dejar pasar una oferta semejante. Supongo que tendré que tratar con ambos individuos. Casi tan parcos en palabras como yo, seguramente no sean fáciles al trato. Examino con ojo crítico a la mujer; muy hermosa a pesar de la agresividad que emana. Me gusta que estas cosas sean más fáciles pero no tampoco desdeño un reto. Agito la cabeza con suavidad sacándome ideas de la cabeza. Ahora debo estar a otra cosa.

De nuevo contemplo a nuestro anfitrión. Su fría inexpresividad comparable al de una escultura tallada, me provoca un ligero escalofrió. La indescifrable impasividad de este hombre sumada a su extraño encargo, me escama.

Cargando editor
01/08/2013, 19:28
Elke

Todo lo dicho está dicho. Hubiese aceptado la misión de buena gana aunque no viniese ya dispuesta a hacerlo, y aunque no fuese Dracul quien me lo ordenase. Otros podrían hablar del deber, del concepto de honor o de la obediencia. Pero en lo que respectaba a los furries, yo creía en el deber de acabar con ellos, como algo absoluto. Como algo inherente a nuestra condición de seres humanos. De seres con alma. Algunos más que otros, pero, en fin, todos con un alma, una posibilidad de salvación.

Como algo más que animales.

Entendido. Se hará como habéis ordenado. Si me es posible, los dejaré con vida, aunque con esos salvajes nunca se tienen garantías. ¿A quién debemos dirigir nuestras peticiones de ayuda para esta misión?

Ni se me pasa por la cabeza la idea de que sea él. Para eso hay castellanos, mayordomos y demás personal de servicio. A Dracul, eso puedo verlo sin problemas, una vez dadas sus órdenes no le preocupa lo más mínimo ni nuestra vida ni nuestros problemas, ni como las llevemos a cabo.

No es tan distinto de mis antiguos superiores. Pero al menos él no se molesta en ocultarlo.

Cargando editor
02/08/2013, 01:58
Vlad Dracul III

En este momento Vlad hace el único gesto humano que habéis podido captar, una sonrisa muy leve que desaparece como el polvo arrastrado por un fuerte viento-Confieso que me agrada vuestra decisión-dice refiriéndose a todos-sin embargo he de advertiros que no se trata de furrys comunes, es posible que posean habilidades sobrehumanas que los hagan muy difíciles de capturar. Podréis reconocerlos porque tendrán grabada una marca especial en su pelaje…además les acompaña este tigre-se levanta y os entrega dos pergaminos, el primero contiene un dibujo* y el otro es un cartel* de recompensa, con un valor fijado en 12000 monedas.-No puedo asegurarlo, pero parece que aún se encuentran en Merriandan.

Se levanta, dando terminadas todas las explicaciones-Ahora se os mostrara el camino hasta los aposentos y en breves un criado atenderá sus peticiones. Desearía poder compartir la cena en su compañía, pero debo partir raudo hacia mis dominios del Sur, hay monstruos atacando los pueblos. Mi lugar será ocupado por mi hija Bathory, ella se encargará de mostrarles la hospitalidad de los Dracul-por algún motivo, esta frase en labios de Vlad parece convertirse en algo mucho más siniestro, a pesar de que el noble no ha imprimido amenaza en sus palabras.

Al abandonar la sala, el guardia que os había conducido realiza una gran reverencia ante Dracul y es saludado levemente. Sin más preámbulos El Empalador se dirige hacia las cuadras, donde su montura, un magnífico semental negro, ya se encuentra preparada junto con un pequeño destacamento de hombres a caballo. Juntos abandonan el castillo al galope sin echar un vistazo atrás y sin que nadie se despida de ellos.

 

Notas de juego

*

**El cartel se refiere a Byako, aunque no pone nombre. Se le acusa de sustracción de bienes (liberación de esclavos), destrucción de propiedades y múltiples asesinatos y heridos.

Cargando editor
02/08/2013, 11:36
Ashren

La sombra de una emocion asoma al rostro del noble. De alguna forma me siento afortunado, no creo que cambie mucho la expresión; y no sé si quiero estar presente cuando lo haga.

No informa con algo más detalle acerca de nuestros objetivos. Furrys con extrañas habilidades; esto no hace más que confirmar que no es un trabajo para nada sencillo. Observo el dibujo; una triple espiral. Fácil de reconocer. El cartel es más interesante, ya he visto a otros como el. Peligrosos, pero de alguna manera predecibles. No será complicado ponerle una trampa; pero lo será retenerlo. La réplica de la joven, acerca de traer a todos vivos, podría cumplirse en este sujeto. El hecho de que aún se encuentren en Merriadan es una ventaja, conozco esta área y buscarlos no será tan complejo.

Nuestro anfitrión se despide. Sus palabras provocan un escalofrió que me recorre la espalda ¿Sera su hija tan fría como él? ¿Estará buena? El pensamiento se desliza en mi mente. No creo que sea inteligente pensar así de la hija del Empalador. ¿Cómo será “la hospitalidad de los Dracul”? La atractiva silueta de una mujer desnuda se intercala con la escena de los cadáveres atravesados en el exterior. Trago saliva un momento. Mi libido me condenara algún día. Pero espero que no sea este.

Suelto la hoja con la recompensa arrugada, tras haberla estrujado ligeramente por la tensión que me ha producido mi imaginación. La recompensa por el fugitivo es cuantiosa. De seguro que este trabajo me reportara grandes beneficios.