Partida Rol por web

Furry Sales Office (+18)

La entrevista

Cargando editor
19/09/2022, 23:28
Elisabeth (Liz) Fulgens

Contabilidad, Marketing, Publicidad... Tres departamentos que no me importaba trabajar... Aunque no eran de mi total gusto ya que había que trabajar en cualquiera, cuando prefería simplemente vaguear... Pero ante todo sonreía y asentía a lo que decía de todo ello - Bueno, imaginación no me falta, claro... - Aunque si que dejé caer algún otro comentario

Lo que si me recorrió un escalofrío fue cuando apuntó el nombre de mi padre - O no... Lo sabía... Si su nombre hubiera sido americano, no hubiera habido tanto problema... Y además como descubran mi verdadero apellido... AAAAAAAAAAAAAAAA... ¿Que puedo hacer? - Tenía muchas ganas de llorar con ese asunto, pero aguanté como pude intentando respirar hondo sin que se notase demasiado.

Por suerte, mi hilo de pensamiento se desvió al escuchar aquella pregunta - ¿Eh? - Me sorprendió mucho la naturaleza de la pregunta y realmente si, se estaba metiendo en terreno fangoso, tanto que me arrastraría a mi y no a ella. - B-Bueno... N-no es que me importe decir mi pseudonimo, es solo que... - ¿Como lo digo sin que suene mal? - Bueno, me gustaría decirlo si no se toma en cuenta para la entrevista. A fin de cuentas, no todas las historias son al gusto de todos. ¿No? Aunque claro si son de buenas percepciones y de la propia narrativa, igual puede contar para mejor en la entrevista - Claro que quería decirlo, era bueno tener criticas, y más de primera mano... Lo único malo era el ambito en el que se lo fuera a decir, y el laboral, teniendo en cuenta la mayoría que eran eroticas, podría ser muy negativo.

Así pues me quedé esperando una respuesta de la señorita Brown, en la cual si bien no la tendría en cuenta para la entrevista salvo si aportara beneficios a donde estaría mejor colocada, lo diría sin reparo, salvo el sonrojo tras mi pelaje - L-Luna Roja

Cargando editor
19/09/2022, 23:49
Hanna Brown

La señorita Brown se pone recta en su silla al escuchar lo que dices. Y su expresión es de total comprensión. Alarga una mano para alcanzar una de tus zarpitas y te mira, comprensiva. 

- Estate tranquila. Tu pseudónimo no saldrá de aquí, te lo prometo. Yo también tuve veinte años como tu. Sé lo que se siente al revelar algo tan importante. 

Cuando se lo dices, es como si se hubiese quedado bloqueada. Tan en shock estaba que se mueve despacio hacia atrás, apoyando todo su cuerpo en el respaldo de la silla, consiguiendo la postura perfecta... Para alguien en tensión. 

- ¿Tu...? ¿Tu eres Luna Roja? - su tono de voz es suave, aunque denotas cierto temblor en su voz. Pero no era un temblor de miedo. Espera... ¿Estaba emocionada? Te fijas entonces que los papeles se cambian. Ella es ahora la nerviosa. Tu eres la dominante en esa sala. 

Cargando editor
20/09/2022, 00:15
Elisabeth (Liz) Fulgens

Su consuelo me hizo estar algo más tranquila... Pero me dejó con una tremenda duda - ¿Que también tuvo 20 años? ¿Pero desde hace cuantos años? Si con lo joven que parece no le echaba ni 26... ¿Que edad tendrá la señorita Brown? - Anonadada como estaba por mis adentros, me desquité de aquella idea para tratar de enfocarme en la que estabamos hablando, y finalmente le dije el pseudonimo

Que se bloqueara de aquella manera me hizo ponerme en tensión a mi, y lo peor de todo que mi mente trabajase a mil por hora - Mierda... Me ha leido, no solo eso, sino que sabe que la gran mayoría de mis historias son de tono erotico... PEOR, seguro que es una de esas usuarias que me ha dejado mala critica por hacer alguna historia más censurada y que aún así parecía erotica. AAAAAAAAAAA, Eso significa que jamás me contratarán y por lo tanto habré perdido contra mi padre, y entonces me forzará a trabajar para el y tendré que vivir toda la vida con la carga de mi apellido encimaaaaaaaa. NOOOOOOOOOOOOOOOOOOO - Estaba autotorturandome mentalmente, cuando entonces escuché la vocecilla de la señora Brown

-¿Eh? - Asentí con algo de miedo que empezaba a desvanecerse - E-espera... ¿Que ha sido ese tono? ¿Por qué ha bajado el volumen de su voz? ¿Y por qué anda temblando? ¿Y ese brillo en sus ojos? N-no me digas que... - ¿Acaso le gustan mis historias?

Cargando editor
20/09/2022, 17:43
Hanna Brown

La señorita Brown se levanta y va hacia la puerta. Una vez allí, comprueba el pomo y cierra la puerta desde dentro. Tras esto, se da la vuelta y su expresión es de puro júbilo. Se acerca a ti, se arrodilla y te coge de las manos con las suyas  con suavidad ansiosa.

- ¡Gracias por los relatos, Luna Roja! Tus fanfics y tus dibujos eróticos me animaban las tardes y las noches de soledad de estos dos últimos años. ¡Dibujas tan bien! Es increíble el detalle que le das a los genitales. ¡Y los fanfics! ¡Oooooh! Las historias de shippeos, esas son las mejores - te fijas que al decir esto, se muerde el pico inferior ligeramente y pone cara de excitación. Pero no excitación de alegría, precisamente - Dime una cosa - se vuelve a levantar, pero sin soltarte las manos - ¿Cuáles son tus ships favoritos? - te pregunta con la alegría de una fan que POR FIN ha encontrado a su héroe o heroína. 

Cargando editor
20/09/2022, 20:43
Elisabeth (Liz) Fulgens

-Oh no... ¿Que está haciendo? ¿E-está... ¿CERRANDO? AAAAAAAAAAA... Es peor, no me quiere despedir, es una fan loca. Me va a querer secuestrar y que escriba para ella todo lo que quiera o me matará, o incluso pedirá un rescate. No quiero que me secuestre... ¡AYUDAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA! - Mientras por fuera estaban ocurriendo cosas totalmente distintas, en mi interior todo explotaba en una marabunta de imaginación sin sentido. Sin embargo...

-¿Eh? - estaba tan confundida al verla reaccionar que mi mente no podía trabajar a la suficiente velocidad - ¿Que está pasando aquí? - D-de nada, n-no es para tanto, y-yo solo lo hacía porque me gustaba, pe-pero no sabía que tenía fans tan agradecidos. - Dije la verdad,  pues ya en ese punto apenas si podía pensar en lo que hablar, así que salió todo por si solo.

-¿Eh? ¿Mis Ships favoritos? - me quedé pensativa por un largo rato - En el escenario Yaoi: Sora y Riku, sin dudarlo. Es mi juego favorito y Riku mi personaje favorito, aunque quizás predomina Terra por encima de Sora. En cuanto al Yuri:  Madoka y Homura, sin duda alguna. Aunque era una relación que se declara en el anime, el ship tremendo que se formó entre Diosa y demonio era sin duda la mejor maravilla... Cuanto me alegré de hacer uno. Aunque hay uno que me gusta aunque no sea del ambito Yaoi o Yuri, y es sin duda alguna el de Izzy y Mimi. Que alegría ver que la propia empresa de Toei lo confirmaba - Casi parecía que se me salían corazones de la boca cuando hablaba de cosas frikunas entre los Shipeos de personajes conocidos. A fin y al cabo, de las historias originales, decir que algún shipeo era mi favorito, sería traicionar al resto.

-P-perdón, i-igual me he motivado mucho.

Cargando editor
20/09/2022, 22:39
Hanna Brown

La señorita Brown coge su silla y se sienta a tu lado mientras escucha tus ships favoritos. Ella se lleva una mano a la pequeña barbilla, sopesando esas relaciones. 

- Debías ser muy joven cuando conociste a Madoka, a Homura, a Soria, a Riku y a Koushiro... Lo siento, veo todo en idioma original, Koushiro es Izzy. Lo de Sora y Riku es muy obvio lo que pasa es que Sora es más tonto que pegarle palos al agua. Y Riku es tan TAN sexy... Madoka y Homura me parecen una pareja preciosa. Aunque soy más team Homura. Y lo de Izzy y Mimi estaba cantado. 

Cuando le pides disculpas, ella se ríe, como quitándole importancia a tus palabras. 

- ¡Que va! Es perfecto. Por cierto, no me creo que tengas veinte años. Yo tengo treinta y uno. Cada día me esfuerzo en que no se note y aparentar menos - entonces empieza a hablar con un tono más... Provocativo - ¿Qué edad me echabas tu? - y entonces, se abre de piernas, dejando un poco a la vista sus braguitas negras. 

Cargando editor
21/09/2022, 00:42
Elisabeth (Liz) Fulgens

-La verdad es que un poco pequeña si que era. Pero a pesar de lo oscura que era la historia, me encantó tanto la trama como la animación - Reconocí un poco culpable por haber visto algo tan grotesco tan de pequeña... Aunque realmente fue cuando comencé a descubrir el anime... Pero nunca se me olvidará ese paraguas - Igual que Digimon, aunque ese lo vi en la televisión. Por eso lo vi traducido, pero me sé todos los nombres originales.

Hablando del shipeo de KH, reí un tanto - Por eso dije que me gusta más el de Riku y Terra, mentor con heredero, suena muchisimo mejor. Y estoy de acuerdo... Quien lo tuviera delante arggg - Gruñi un poco a lo sexy sonrojandome de nuevo - Bueno... Eso que estaba cantado... Había mucha gente que shipeaba a Mimi con Joe, por eso temía lo peor. Pero me alegró verlos así gracias a Tri. - Sonreí completamente llena de felicidad...

Pero como siempre, pensé que me estaba pasando y por suerte para tranquilizarme viró a otro tema de conversación - ¿Eh? Pues si, tengo veinte años. ¿Tan mal me conservo? - comprobé a través de un espejito de mi bolso si se me veía tan vieja, y justo llegó la pregunta contraria. Decir más sería una falta de respeto, pero exagerar en cuanto a menos, sería una mentira horrible... Por suerte, yo ya le había echado años, y no esperé que tuviera tantos - Oh... Pues yo le echaba veint... - Me quedé un poco descolocada cuando al desviar un poco la mirada, vi que podía observar perfectamente sus braguitas. Tuve que recuperarme pronto intentando evitar que se me notara mi sonrojo y nerviosismo - Veintiseis le echaba... C-como mucho, claro. Jeje... - Ay dios... ¿Que está ocurriendo? ¿Y la entrevista donde quedó? Igual... con esto se olvida de mi ascendencia, habrá que apechugar.

Cargando editor
26/09/2022, 18:55
Hanna Brown

Tras tu perorata, se cierra de piernas, cambiando su cara por otra más normal, la de una fan delante de su ídolo, pero esta vez, algo más tranquila. Se ríe ante tu comenterío de la edad.

¡No qué va! ¡Te echaba menos! Aunque mirándote de cerca, si que tienes pinta de veinteañera. Con la cara tersa y sin arrugas. A mi alguna arruguita me está saliendo, jeje. Mira - frunce el ceño y lo desfrunce. Notas como ahí tiene alguna marca - Y con maquillaje me cubro alguna mancha en la cara. Debería ser más natural, pero bueno - entonces se acerca a ti y te susurra - Dicen que a los altos cargos les ponen más las mujeres que parecen jovencitas. Por eso yo voy maquillada, para ver si alguien quiere... Echar una caña al aire. O alguna, claro estáy te guiña un ojo. Vuelve a su sitio, apunta algo en sus papeles y te vuelve a mirar - Guau... Luna Roja. Increíble. En fin, mañana te llamaremos para asignarte tu puesto de trabajo. Tranquila, seguro que encajas en más de un sitio - se levanta y se pone a tu lado.

Pues hemos terminado. No olvides que he cerrado la puerta, jeje.

Cargando editor
26/09/2022, 19:34
Elisabeth (Liz) Fulgens

¿MENOS?! ¿Tan adolescente parezco? Imagino que no parezco una niña pequeña... ¿No? ¿quizás dieciseis? ¿Dieciocho? - La curiosidad me asaltaba tanto que tuve que preguntar - ¿C-cuantos me echaba? Si no es mucho preguntar. - Pero que siguiera hablando de lo que aparentaba, me fui viendo poco a poco mi futuro al agregarme a la cara arrugas y manchas. Me dió un pequeño escalofrío pensar que aún podía envejecer tanto... ¿Pero iba a envejecer ya? - Pues no se le nota nada. Está muy bien señorita Brown. Aunque si que es cierto que ya me gustaría saber maquillarme tan bien como usted.

Lo que si que me puso más alerta, tanto que hizo que tensara mi cola erizada, fue aquella información sobre los altos cargos y como trataba de aprovecharlo ella - Guau... Si que es una mujer decidida... Por eso tiene un maquillaje tan bonito y profesional. Aunque ¿eso significa que tratarán de ligar conmigo los jefes? Uy... no estaría mal pero... He venido aquí a trabajar... Bueno vale, a hacer el vago... Ligar no estaría mal pero... ¿Y si no coincido en gustos con nadie de aquí? Hum... Al menos podría dejar de ser virgen de una vez... Tantas historias y aún no hice nada - Casi me daban ganas de llorar.

No comenté nada frente a aquel tema, pero mi rojez evidente, y no por el pelaje, y además que estaba como un flan pensando en todo aquello, me delataba a que no me importaría que me vieran bien. Sin embargo no quería quitarle el puesto de ligona a la señorita Brown.

-Jeje... Si. Es la primera vez que contacto físicamente con una fan, siendo sincera. Así que no sé muy bien como actuar, pero... Si en algún momento quiere hablar de mis historias tanto antiguas como futuras - Obviamente no dejaría de escribir - Estaré encantada de hacerlo. - Quería mostrarme más cordial para con ella, quizás también por querer entrar a trabajar.

Y para mi sorpresa... Tenía un pie dentro. Tanta fue, que me quedé paralizada mirandole a los ojos - ¿Eh? Eso significa... ¿Que me aceptan? - Pregunté ya con el brillo en los ojos. Había logrado superar mi primer objetivo, ahora estaba un paso más cerca de vencer a mi padre. Aunque eso sí, que mencionara la puerta cerrada empezaron a pasar miles de pensamientos de nuevo por mi cabeza - ¿Eso ha sido doble sentido? ¿Quiere algo? ¿O solo está siendo amable conmigo? ¿Que debería responder? - Estaba muy nerviosa.

-S-si... P-por la intimidad al hablar so-sobre Luna Roja ¿V-Verdad? Se lo agradezco muchisimo - Me levanté suavemente para hacerle una reverencia de agradecimiento y también para esperar a ver si no era para ningún doble sentido

Cargando editor
29/09/2022, 19:59
Hanna Brown

La señorita Brown sonríe suavemente, tapándose el pico con una de sus alas - Realmente te echaba dieciocho o diecinueve. Ains, pero a esa edad no se cambia mucho. Echo de menos la juventud - y pone cara solemne, como en uno de tus shoujo favoritos. Al decirle lo de maquillarte, te vuelve a mirar con una sonrisa - Por favor, Liz. ¿Te puedo llamar Liz? Tu no necesitas maquillaje. Aún eres muy joven para esas cosas. Aplicarte un poco de colorete para taparte los granos y demás supongo que ya sabes, aunque deben se muy gordos para sobrepasar el pelaje.

Al comentarle que estarás encantada de seguir escribiendo, los ojos le brillan, con una sonrisa de extremo a extremo del rostro - ¡Ay Dios, sería genial! ¡Muchas gracias de verdad! - y, al preguntarle si la aceptaban, te guiña un ojo, sonriéndote cómplice - El señor presidente está renovando la plantilla. Seguro que te acepta. Aunque no tienes experiencia laboral, me has confirmado que sabes cómo funciona una empresa y que sabes mucho de matemáticas. Tu no te preocupes, ya verás como mañana te avisamos. Lo haremos por correo electrónico. Obviamente no puedes contestar a esa dirección, supongo que lo sabes.

Al preguntarle sobre tu duda por lo de la puerta, ella asiente - Claro - se sonroja - No quería que nadie supiese que me gustan los fanfics de alguien de Internet. Tengo mi orgullo y quiero que siga intacto.

Cargando editor
29/09/2022, 20:23
Elisabeth (Liz) Fulgens
Sólo para el director

Dieciocho o diecinueve no era malo, pero ya creía que iba a aparentar ser más pequeña... Me quitó un peso de encima, aunque con el tema del maquillaje me sonrojé - P-por favor, f-faltaría más - No me importaba que me llamara Liz, lo agradecía además, pero decir que no necesitaba maquillaje con esas palabras me puso algo nerviosa - B-bueno ya sabe... U-una que a veces quiere ponerse más guapa de lo normal. - decía mientras envolvía un mechón de mi pelo con un dedo.

Pero por el tema de los fanfics sonreí más tranquila viendo como se sentía que un fan te hablara de manera normal. Era como tener una amiga en el trabajo nada más empezar... Y eso que ni siquiera estaba dentro todavía. Y hablando de eso - Claro que sí. Además, tengo muchas ganas de trabajar y hacer un gran trabajo - Si es que eso significa que podría estar vagueando frente a un ordenador de oficina durante ocho horas diarias. Como estar en casa - Realmente estaba muy feliz y con ganas... Pero no pensaba en las responsabilidades que ello acarrearía. - Estaré atenta a mi correo entonces. Muchas gracias, de verdad. Y si, n-no hay problema. No responderé.

Entonces me sorprendió al ver que si había cerrado la puerta fue también por ella - Oh, c-claro, no lo pensé por ahí. Entonces le guardaré el secreto. Su orgullo está a salvo, se lo prometo. - Y con ello dicho y con una sonrisa, empecé a ir hacia la puerta para abrirla, primero el seguro y luego el pomo - Muchisimas gracias de nuevo señorita Brown. Ha sido un placer. Espero volver a verla - Dicho eso, empecé a salir poco a poco de su despacho feliz y contenta 

Tengo que celebrarlo! Pasaré por mi pastelería favorita a comprar un dulce. Hoy es un gran día. - Revisé en el pasillo que nadie me viera para dar un pequeño botecito de alegría, y entonces irme, no sin antes, al pasar por recepción despedirme con una sonrisa muy amplia al señor rinoceronte.

Cargando editor
30/09/2022, 22:46
Director

2 de septiembre, 10:00 a.m.

Es por la mañana en Nueva York, la ciudad más alta de los Estados Unidos, residencia de todo tipo de locales y establecimientos. Donde podías visitar el Empire State y Times Square en una mañana y tomarte un lunch consistente en una ensalada o un emparedado seguido de una deliciosa porción de tarta de queso. Pero ya basta de hablar de Nueva York. ¡Habíais conseguido que os convocasen a una reunión en lo que podía ser vuestro futuro puesto de trabajo en las oficinas centrales de SouthPort! Habíais oído que el presidente quería sangre nueva, ya que los grandes almacenes estaban de capa caída. De no ser por el Burguer King, unos cines y porque había heladerías y aire acondicionado, habrían caído en la banca rota hace tiempo. Pero el cambio se notaba. ¡Se olía! 

Estábais convocados a las diez de la mañana para una entrevista grupal. No sabíais quienes serían los otros candidatos. Aunque probablemente tampoco os importase (¿o sí¿). Llegáis a un edificio de once plantas, algo clásico por fuera pero bien conservado: las oficinas centrales. Desde fuera podéis ver en la recepción a un enorme rinoceronte, con cara muy sonríente. Os habían dicho que fuéseis a la primera planta y que allí buscáseis una puerta que ponía "Entrevistas", justo a la izquierda saliendo de los ascensores. 

Notas de juego

Postead libremente, contando vuestra mañana, cómo llegáis, etc. El edificio está en la Quinta Avenida, y un poco al noroeste está Central Park (para que os quejéis de sitio x3). 

Por favor, marcaos SOLO a vosotros. 

Cargando editor
01/10/2022, 02:22
Cassandra Toussaint

Almacenes Southport, una vieja gloria que aún no se rinde. Y si alguien puede guiarla hacia la era moderna, será mi publicidad.

Estos pensamientos me guían mientras camino hacia las oficinas centrales de Southport. El recepcionista parece rudo, pero su sonrisa me tranquiliza un poco y le correspondo a la misma. -Buenoss díass. Sssoy Casandra Toussaint. Tengo una entrevissta a lasss diez. - Levantó la muñeca para observar la esfera de cristal de un reloj simple marcando las 9:53.-Primera planta ¿Verdad? Gracias. -​​​​​​-Confirmo con el recepcionista con tono amable.

Tras acceder al ascensor, inspiró y expiró un par de veces para mantenerme calmada. Me sacudo y aliso la ropa, aunque no hace falta pero ya es una costumbre. Al llegar al primer piso, salgo y los tacones resuenan al caminar. Sujeto el maletín con el pequeño proyector y la tablet para mostrar mis proyectos. Estoy animada, pero quiero mostrar una calma profesional.

Notas de juego

Edit del master: Te he corregido la hora del reloj. Pusiste las 10:53, ahí habría pasado ya la entrevista x3

Cargando editor
01/10/2022, 03:19
Snæbjörn Þórólfsson

La alarma de mi teléfono no ha llegado a despertarme esta mañana. No le he dado ocasión. La he desactivado catorce minutos antes de que sonase, cuando he llegado a la conclusión de que ya no iba a conseguir dormir más. ¿Cómo dormir cuando hoy a las diez en punto tenía, por fin, la primera entrevista de trabajo desde que empecé a buscar en serio, hace ya ocho meses? Una entrevista después de ocho meses. Menudo panorama. «Para eso, mejor ni intentarlo», he pensado mientras miraba al techo de mi habitación sin mover ni un dedo, diferenciándome de un cadáver en el único hecho de que respiraba. Precisamente. Pensar. Ese ha sido siempre mi problema: pienso demasiado.

Así que, sin darle más vueltas, me he levantado en mitad de la penumbra y he recorrido el camino hasta el cuarto de baño sin molestarme en encender la luz; me sé el apartamento de memoria. Después de darme una ducha empleando el efectivo método calor-frío para acabar de matar el sueño, he ido a la cocina y me he encendido el primer cigarrillo del día mientras me preparaba el desayuno. Los vicios son como las personas, después de todo: un clavo quita otro clavo. Y como las prisas no son buenas consejeras en ningún ámbito de la vida, me he permitido desayunar sin mirar el reloj. Tenía tiempo de sobra.

En algún momento, mis ojos se han posado sobre la carta que descansaba sobre la mesa, la que ya me había leído tropecientas veces. La que me convocaba a la entrevista de hoy. «Una entrevista grupal», anunciaba, o más bien advertía, la misiva, cuyo autor ni siquiera se había molestado en disimular el hecho de que había escrito una sola para todos los candidatos, sin personalizarla. ¿Con quiénes haría la entrevista? ¿Serían compañeros potenciales, o competencia? Y, sobre todo, ¿quién envía a día de hoy una convocatoria a entrevista de empleo por correo ordinario?

Durante el trayecto en el minúsculo y abarrotado vagón de metro, me he cuestionado varias veces el vestuario que había elegido. Demasiado formal, demasiado serio. Eso me hará parecer desesperado… lo que, por otro lado, no se aleja demasiado de la realidad. Aunque todavía me quedan ahorros, no falta mucho tiempo para que mi visa caduque. Por desgracia, eso significa que necesito encontrar un trabajo, y encontrarlo pronto, o me darán una patada de vuelta a Islandia. Y entonces… No. No hay un «entonces». No puedo volver. Así que hoy voy a clavar esa entrevista. Les demostraré a todos quién soy. Venga, Snæbjorn, tú puedes hacerlo. ¿Qué es un puesto de vigilante para ti?

Cuando por fin llego frente al edificio de los almacenes SouthPort, lo primero que me viene a la mente es que lo describiría como algo a medio camino entre imponente y decadente. Desconcertante combinación. ¿Nos suena de algo? Viéndolo desde fuera parece más una torre de basalto que un lugar habitado por personas, como uno de esos concesionarios ostentosos que tienen pinta de mausoleo, o al menos esa es mi impresión mientras le doy un rodeo, acabándome el que debe de ser el tercer o el cuarto cigarro de la mañana. Levanto el brazo para echar un vistazo a mi reloj, que no me ponía desde hace años. Las diez menos seis minutos.

Ya es hora.

Tirando la colilla para después aplastarla contra el suelo con el zapato, echo a andar hacia la puerta principal y cruzo el umbral, lo que se siente parecido a darse un chapuzón en una piscina de agua helada. Una vez dentro, lo primero que hago es barrer toda la zona con la vista, analizando cada detalle en un claro caso de deformación profesional. Tras saludar al recepcionista, cuya enorme sonrisa no sé muy bien como interpretar, tomo el ascensor y subo a la primera planta, ajustándome el nudo de la corbata y evaluando rápidamente mi aspecto en el lustroso espejo de la cabina. Las puertas se abren con un tilín, y salgo con paso rápido y decidido sin darme tiempo a pensar que esto es un error. Lado izquierdo… Entrevistas. Es aquí.

Me detengo cuando, junto a la puerta desde la que supongo seré llamado dentro de unos cinco minutos, veo a una mujer. Se trata de una joven hembra de cobra blanca que porta un maletín en las manos, y que va vestida elegantemente con un traje de estilo ejecutivo que se pega a su piel de un modo difícil de ignorar, tan sofisticado que me hace sentirme fuera de lugar. Intentando no quedármela mirando con demasiada fijeza (¿también deformación profesional?), carraspeo suavemente para anunciar mi presencia.

Buenos días —saludo con seriedad, manteniendo cuidadosamente una expresión neutra. Después, pensando que quizá podría tratarse de mi entrevistadora, doy un paso hacia ella y extiendo mi enorme zarpa, con la intención de estrechar su mano—. Snæbjorn Þórólfsson. Mucho gusto.

Notas de juego

Al final no me he podido aguantar y he posteado hoy XD.

Cargando editor
01/10/2022, 06:36
Sanza Filhërst

Se acuesta temprano y se levanta temprano. A las 8:20 ya estaría en cosa devuelta del gimnasio que queda a pocas esquinas de su casa por tanto aún estaría sudado a pesar de el clima de los 16 grados (actuales) en New York por lo que se da un buen baño con agua fría, se seca el pelo y lo peina para tomarse un segundo desayuno esta vez algo pesado para luego vestirse con un saco de color negro el cual le queda un algo ajustado, su maletín en mano y saldría a las 9:05 para tomar el bus de ruta hacia la 5ta avenida con una expresión seria que aleja ligeramente a a un par de personas a mi lado.

Agh Suspiro mientras miro por la ventana y niego con la cabeza, hoy era el buen día y nada lo iba a arruinar.

8:55 

Me bajaría del Bus y caminaría una esquina hacia el noroeste cuando el olor a vegetación, a árboles y a naturaleza invade mi olfato a pesar de estar en plena ciudad lo que me hace sonreír un poco de hecho. La verdad estos olores no eran comunes de donde vengo y aprecio cada detalle verde que me encuentro pero al entrar a la oficina solo el hecho de los nervios haría que volviera a mi mirada molesta de toda la vida.

- Buenos días Diría a la voz sonriente del guardia de seguridad de forma simple y al escuchar que la oficina de contrataciones estaría en el primer piso comienzo a caminar para doblar a la izquierda y encontrar la puerta que decía ¨Contrataciones¨ acercando mi garra al llavín y girándolo para entrar.

La verdad es que el hecho de que sea una entrevista grupal hace que me ponga un poco nervioso ya que al ser en grupo podría tener mis malas mañas si me siento presionado por la otra parte... solo esperaría que todo saliera bien y ninguno sea la competencia del otro.

- (Todo va a estar bien) Pensaría al entrar y levantar un poco la cabeza para ver a la cara al enorme oso polar que tengo en frente que estrechaba la mano de la llamativa cobra que tengo que bajar un poco la mirada para ver a los ojos verdes.

- Buenos días. Diría simplemente para sentarme en un asiento y cruzarme de brazos con una expresión de seriedad en el rostro.

Cargando editor
01/10/2022, 12:56
Nora O'connell

Era una mañana tranquila en New York, hacia un buen día, el sol penetraba por las ventanas de un bloque de pisos bastante viejo. Una alarma sonaba, en su pantalla digital se veía que eran las 8:00 AM. De entre las sabanas un brazo de pelaje anaranjado asomaba para apagar aquel despertado que no paraba de sonar escandalosamente, al rato, aquella bola de sabanas se removía y del interior una adormilada gata se levantaba.

Hacia mas o menos un año que Nora había terminado su grado universitario, había compaginado sus estudios con un trabajo de medio, después de terminar el grado y de hacer las practicas de empresa tuvo que buscar otro empleo para poder seguir pagando la renta de aquel piso. No es que fuese el mejor piso del mundo, pero era barato y lo mejor de todo no estaba ubicado en un mal barrio lo cual podía regresar por las noches sin miedo a ser atacada, o al menos no con el mismo miedo que tendría si viviese en el Bronx, el barrio que compartían la banda de los mapaches con la banda de los babuinos y tejones, con sus acentos latinoamericanos que tan nerviosa la hacían sentir, un barrio de lo más inquietante y peligroso.

Hoy, la felina tenia una entrevista de trabajo, usualmente no se levantaba tan temprano, pero la quinta avenida le pillaba a tomar por culo de su edificio, así que tendría que hacer trasbordo en el metro. La felina añadió agua en un recipiente que coloco a una cafetera, esta la encendió y empezó ha hacer sus particulares sonidos de preparar café luego se dirigió a la ducha, aunque ella tenia la costumbre de ducharse por la noche, no estaba de mas darse una ducha antes ya que se dirigía a una entrevista y tener el pelaje brillante y sedoso seria la mar de importante.

En la ducha se echo unos cuantos potingues para que el pelaje, luego salió de la ducha, se seco con una toalla, y termino el proceso con una secadora. Después de eso se puso una ropa elegante. Pantalones, zapatos, calcetines de ejecutivo, la parte superior se puso una camiseta de mangas cortas, se iba a tomar el café, así que por si las moscas. Al café le echo abundante leche y tres terrones de azúcar. Una vez lista y completamente vestida se dirigió a la estación de metro.

8:45 am ponía en el reloj de Nora cuando el metro llego a la estación, una ola de gente entro apretujada en los vagones, era una puta mierda utilizar el transporte publico a esas horas, pero era más barato que pagar un coche o a uno de esos rastafaris de mierda, esos chihuahuas que te llevan en taxi de un lado a otro y que te cobran una salvajada por que no hacen mas que dar vueltas y vueltas para inflar el precio.

9:45 am y el tren acababa de llegar a la estación, la estación por suerte no quedaba muy lejos del edificio, las oficinas centrales de SouthPort, allí en aquella avenida ya estaba viendo que había diferentes cafeterías y restaurantes, podría levantarse un poco más tarde pedir un café de por aquí y llegar a la oficina, eso claro este si la contrataban.

El enorme rinoceronte de la entrada tenia un aspecto imponente, y sin embargo tenia una maravillosa y agradable sonrisa, era curioso el contraste.

– A ver, donde esta… "Entrevistas", "Entrevistas", "Entrevistas"… Aja! Aquí esta – La mujer abrió la puerta de la sala, allí parecía haber un par de empleados ya a la espera.

Notas de juego

Asi es como los imagino XD

Cargando editor
01/10/2022, 14:29
Cassandra Toussaint

Poco después de sentarme aparece un enorme oso polar y tras el un lobo también muy grande. El oso parece ruso, por el nombre... Y bueno, porque es un oso polar. Sna... Snai... Uff tendré que preguntarle de nuevo, es un nombre complicado. Al lobo se le ve molestó, no podría decir el motivo. Me pregunto qué hacen estos dos aquí ¿Habrán venido a la entrevista? No parece que vengan a hacer lo mismo que yo.

Esbozo una sonrisa y les respondo a los dos.- Buenoss díass.- Procuro ocultar un poco lo nerviosa que me ponen estos dos, siendo tan altos, fuertes e intimidantes.

Por suerte no tarda mucho en llegar otra chica, una gata bien arreglada. No que estos dos estén mal vestidos. Es solo que la presencia de la chica me tranquiliza. Quizá estemos todos para lo mismo, o nos hayan llamado a la vez para ver cómo nos desempeñamos. En todo caso respiro más tranquila.

-Hola.- Saludo levantando un poco la mano y agitando los dedos.- Me llamo Cassandra, un placer conoceross. Habéiss venido para la entrevissta grupal ¿Verdad?- Pregunto a los presentes para romper un poco el hielo.

Cargando editor
01/10/2022, 18:10
Snæbjörn Þórólfsson

Apenas acabo de saludar a la cobra cuando una voz a mis espaldas me avisa de la llegada de un nuevo asistente a la reunión; en calidad de qué, todavía no lo sé. Me doy la vuelta para recibir al recién llegado, y mis ojos azul hielo se encuentran con la igualmente fría mirada de un lobo de gran estatura, buena planta, peculiar pelaje azulado y físico fuerte y atlético. También es joven, estará en los veintipocos, pero lo que más me llama la atención es su cara de pocos amigos. De modo que un tipo duro, ¿eh? Me lo quedo observando para demostrarle que su actitud de chico malo no me impresiona, aunque no puedo evitar tomar algo de aire, inflando ligeramente el pecho.

Buenos días —contesto sobriamente al saludo del muchacho. Sea como fuere, el lobo se limita a sentarse en una de las sillas de la sala de espera, y su interacción con la mujer y conmigo se limita a permanecer ahí, sin decir nada.

La cobra nos saluda entonces. Es la primera vez que oigo su voz, con un acento de eses sibilantes. ¿Será algo personal o, por el contrario, un rasgo común en todas las personas de su especie? Le respondo con un leve cabeceo, como un asentimiento silencioso aunque cordial. Poco después, la joven levanta la mirada hacia la puerta: alguien más acaba de llegar. Esta vez se trata de una gata de un reluciente color otoño, también joven, también elegante, y no por primera vez, me pregunto qué hago yo aquí, qué tengo que ver con el resto de candidatos. Porque, a medida que han ido llegando, me ha ido quedando más claro que eso es lo que son: los otros aspirantes. Sin embargo, es precisamente esa diferencia la que me hace pensar que tal vez no optemos al mismo puesto. Eso serían buenas noticias.

La mujer reptil es la primera en saludar a la gata, y de paso se presenta: Cassandra. No sé por qué, pienso que el nombre es adecuado.

—respondo sencillamente cuando Cassandra quiere saber si también venimos a la entrevista. Me vuelvo entonces hacia la esbelta felina naranja, y le tiendo la mano del mismo modo que a Cassandra hace unos instantes—. Hola, soy Snæbjorn Þórólfsson. Encantado.

Inmediatamente después doy un paso atrás, como si quisiera reducir mentalmente el espacio que ocupo en la sala, y me quedo allí de pie, en silencio, con las manos recogidas frente a mi cintura en una clásica posición de vigilancia. Sin mover el rostro, miro de reojo al lobo solitario. A ver qué hace.

Cargando editor
01/10/2022, 19:29
Sanza Filhërst

Habría estado mirando hacia el frente cuando se sentó más no habría dicho nada más al creer que la chica y el enorme oso habrían estado teniendo una conversación y no quería interrumpir para preguntar nada, igual tal vez se iba a enterar más adelante, pero ese no fue el caso cuando ve que la interacción fue corta pero ella les saluda a ambos.

- Es un lindo acento. Diría a Cassandra sin cambiar su expresión hacia ambos y asentiría hacia su pregunta sobre la reunión esperando unos segundos después de que ella se haya presentado para hacer lo mismo a ambos por igual.

- Sanza Su tono era alemán, habría aprendido inglés en su país y habría venido hace unos cuantos meses a América por tanto entre las personas aún está algo cohibido con sus grandes brazos cruzados apretados bajo su marcado pecho a pesar del traje.

Al escuchar la puerta abrirse giraría un poco la cabeza para mirar como entra una linda y atigrada gata de unos 1,65 1,70 y algo a la cual miraría unos segundos antes de volver mi mirada a los demás notando la discreta mirada del oso polar.

- nmm... (¿Qué querrá? No creo conocerlo... y tampoco parece una mala persona) Pensaría esto para mi para suspirar y pasar una de mis garras por mi cabeza peinándome, si alguien tiene buen olfato huelo a suavemente a vainilla.

Cargando editor
02/10/2022, 00:29
Hanna Brown

De repente se abre la puerta doble de Entrevistas. En el hueco aparece una pájaro secretario vestida muy elegantemente, con una sonrisa discreta. 

Mira a todos los presentes, detenidamente, pero sin tomarse mucho tiempo, ya que empieza a ofrecer su mano a todos ellos. El apretón es suave pero decidido. 

- Buenos días. Soy Hanna Brown, secretaria de la dirección, aunque hoy seré su entrevistadora - se fija en el maletín de Cassandra y le sonríe aún más - Veo que algunos de ustedes vienen preparados para todo. Pasen - os fijáis que la siguiente estancia era un pasillo, con las típicas sillas de respaldo y asiento acolchado. A ambos lados hay puertas, pero ella se dirige a la de la derecha y la abre. Pero no entra, sino que educadamente os deja pasar - Adelante. Tomen asiento. 

La sala de entrevistas era una sala de lujo, pintada de blanco grisaceo, decorada solo por un pequeño cuadro y una planta. En el centro, había una mesa rectangular con varias sillas. El puesto de la entrevistadora estaba en la cabecera, ya que veís que ese hueco tiene mucho papeles y bolígrafos, pero con un perfecto orden.