Partida Rol por web

¿Me... me ha llamado Shelma? 

La primera sorpresa del día. No, la decimonovena. La zorra podía saber mucho de psicología laboral pero no era capaz de retener un nombre que le acababan de decir. Bueno, a lo mejor se ha equivocado. 

- Es Sheila, gracias. Y no, bajamos. 

Entonces, Rachel comenta lo de pasarnos los teléfonos. En cierto modo era una buena idea. Si íbamos a trabajar juntos, más valía la pena tener los números del resto. 

- Sí claro. Muchas gracias - entro en el ascensor y le paso mi número, esperando recibir el suyo. Entonces, me fijo en Savannah. En una esquina. La miro con tristeza. 

Pobrecita, su inseguridad le puede. 

En ese momento, se acerca a nosotros con su tarjeta en la mano. Mi sonrisa brilla cual sol. 

- ¡Claro que sí! ¡Muchas gracias, Savannah! - y le guiño un ojo mientras lo apunto en mi teléfono y le doy un toque. 

Así me gusta Sav. Ábrete, no te cierres en banda. Demuestra al mundo lo que vales. 

Alzo una ceja cuando Rachel se equivoca con el nombre de la nutria. Aunque no lo había escuchado mucho el nombre, éste no era muy difícil de memorizar. La nutria le corrige rápidamente y subo con ellas en el ascensor. -Gracias-digo a la zorra mientras subo al ascensor. 

Entonces ésta propone de intercambiar números. -Si, podría estar bien-respondo asintiendo mientras saco mi teléfono nombre y empiezo a intercambiar mi número con ella. Íbamos a ser compañeros de trabajo posiblemente, así que estaría bien mantener el contacto.

Savannah se mantiene en silencio unos minutos y finalmente se acerca con timidez y saca unas tarjetas con su número de teléfono. Sonrío a la coneja y acepto una. -Muchas gracias, señorita Baker-le digo a la coneja manteniendo la sonrisa. Apunto rápido el número en la agenda y le doy un toque al número que había en la tarjeta. -Ahí tendrá mi número de teléfono, si necesita cualquier cosa, no dude en llamarnos-comento con sinceridad a la coneja.

-Señorita Peralta, ¿le gustaría que intercambiásemos números?-le pregunto a la nutria también, mirándola con una amable expresión.

- Sheyla, sí ¿Qué dije? - parece ser que no había dicho bien su nombre, lo habría escuchado mal. No pasaba nada, me había corregido sobre la marcha. A lo que sí me quedé un poco atónita, aunque supuse que se trataba una exposición de su sentido del humor fue en relación al ascensor - subir de entrar no de ir a un piso superior - sonreí por la cantidad de equívocos que habían surgido en tan breve espacio de tiempo.

Una vez dentro, en el ascensor, pulso el botón del bajo, salida. La placa no tenía ningún misterio, aunque sí que me fijé en el número de pisos que marcaba: 10. Tentada estuve de marcar el stop para luego elevarnos hasta el piso diez y una vez allí comprobar qué vistas había, pero no lo juzgué oportuno porque iba con gente que igual no tenía mis mismas aficiones o que simplemente le disgustaba curiosear más de lo debido en un lugar que aún les era ajeno a sus vidas. Así que, simplemente esperé a que nos bajase a la planta de la recepción.

- Ah, gracias - la coneja me había dado una tarjeta donde aparecía su teléfono así como su dirección. Me fijé en la calle - vaya, si me contratan por ahí pasaré de la que vengo hasta aquí. En el hipotético caso de que también te contraten, ¿Quieres que te pase a buscar? Nunca he tenido ningún accidente y soy segura conduciendo, no tienes nada que temer.

Empezamos a intercambiarnos los teléfonos, no tenía tarjetas con mi nombre y datos de comunicación, pero me pareció buena idea tenerlos. Más tarde acudiría a una imprenta a encargarlos - voy hacer una cosa, abriré la conexión Bluetooth y así os figuraré de manera automática en vuestros terminales - ventajas de conocer todos los trucos del teléfono, así no había ni que llamar ni que apuntar, directamente saldrían mis datos en sus pantallas - Rachest, ésa soy yo - era el alias que tenía de contraseña o indicador. De igual modo al aceptarme, me salían los suyos si tenían la misma conectividad.

- Pues ya está. Mucha suerte y ya veréis como nos contratan a todos.

Sonrío a la zorra, amablemente. 

- No tiene importancia. ¡Vive en el ahora, Rachel! - le comento mientras abro los brazos un poco, mirando a todos. Aunque había alguien a quién no le di el teléfono: Calvin. 

- Ay, lo siento Calvin. ¿Puedo llamarlo Calvin? A ver... - y entonces, imito a la zorra, abriendo el Bluetooth y dejando mi perfil a la vista - He hecho lo mismo que Rachel. LilOtter soy - me pongo un poco colorada - Me lo puse cuando era más joven. Este teléfono tiene más años que Matusalén. 

Miro a todos, sin poder creerme que, si me contratan, trabajaré con ellos algún día. Entonces nos imagino como a los personajes de The Office. No puedo evitar reírme cuando nos imagino así. 

- ¿De verdad? La verdad... Es que me vendría bien. De normal debo coger el autobús y hacer transbordo para coger el metro, es un poco agobio por los tiempos... Y hasta que no encuentre un piso por la zona. Si te va bien, yo encantada y podemos compartir gastos de gasolina, claro.-Savannah de esforzaba por no esconderse en si misms. No era alguien con grandes habilidades sociales, y todo se debía a inseguridades adquiridas durante toda su vida. Con cuidado volvió a coger el portafolios con ambas manos y sonrió de manera cálida a Rachest. 

Que tanto Calvin, como Sheila aceptasen el número la sorprendió y hizo sonreír aun más. En ese instante se sentía bastante afortunada, aunque no la contratasen... Había conocido animales increíbles  y que merecían la pena. Su nariz se movía con cierto nervisismo y por primera vez había alzado las orejas, mostrando que no se sentía asustada o intimidada.- El mío es... HannahBanana. Mis hermanas siempre me han llamado Hanna o Banana. Por lo que cuando me hice la cuenta, lo junté.-Rió divertida y ligeramente avergonzada por ello.- Espero que sí, y que nos veamos por aquí más a menudo.

-Bueno... ¿Tomamos ese café? Porque a este paso será más un almuerzo que un desayuno..

Sonrío e intercambio números con la nutria. -Si, por supuesto, sentíos libres de llamarme por mi nombre si os hace sentir cómodas-respondo al grupo. Yo estaba acostumbrado a tratar a la gente con respeto la primera vez que los conocía, y ya con el tiempo tutearlos.

Escucho como Savannah y Rachel hablan de ir al trabajo juntas. Es cierto, era una manera muy eficiente de llegar al trabajo y ahorrar dinero en transporte. -El mío es LionFur. Mi hermana me lo puso cuando me ayudó a hacerme la cuenta hace varios años-explico mientras hago lo mismo que las otras. No puedo evitar reírme un poco. La anécdota de Savannah era bastante tierna, parecía llevarse bien con su familia, lo cual siempre era algo bueno. 

Miro el reloj del teléfono y asiento. -Correcto, podemos tomarnos algo rápido y luego cada uno se marcha tranquilo. Ya tenemos los números para mantener el contacto en lo que haga falta-digo asintiendo con una sonrisa.

Subís al ascensor todos. Después de una agradable charla de una planta, llegáis a recepción. El rinoceronte de la entrada os desea mucha suerte con el resultado de la entrevista y volvéis a la calle donde, en la acera del frente, tenéis un café, el mismo que dijo Sheila.

2 de septiembre, 9:00 de la mañana

Te levantaste a las ocho para poder llegar puntual al edificio donde hacían las entrevistas para el "trabajo de tus sueños": estar sentada en una oficina, sin mover un músculo de tu cuerpo solo para ir a por un café o un bollo a la sala de descanso. Esas oficinas eran el centro neurálgico de SouthPort, los grandes almacenes. Ya habías mandado el currículum, y ellos, al día siguiente, te habían citado hoy a las nueve y cuarto. Una hora poco habitual, pero así eran las cosas. Una vez estás frente al edificio contemplas la magnificencia de un edificio clásico, de pocas plantas pero que suponía toda la organización de unos grandes almacenes. ¿Lo harías bien? 

Como siempre andaba dormida en mi cama, feliz y tranquila soñando con mis mundo de fantasía... Era una gran maga, a veces una aguerrida guerrera, otras una certera arquera... Era increible y genial soñar con derrotar grandes monstruos... Salvo cuando se trataban de pesadillas, zombies o seres de juego de terror y no necesariamente terror, como los Dark Souls...

Y hablando de pesadillas, había algunas reales contra las cuales había que enfrentarse, y justo en ese momento, sonó la peor de todas... EL DESPERTADOR. ¿Por qué estaba sonando? ¿Por qué a las ocho de la mañana? ¿Quien había sido tan ridiculamente cruel como para destruirme el mundo de los sueños a aquella hora? Soltando poco a poco mi cola, solo con un brazo, alcé mi mano para agarrar el movil y miré la alarma "Entrevista en una hora" - Ugg... mierda... La entrevista... no me acordaba... Si no me levanto llegaré tarde... - Apagué la alarma y puse el movil contra la mesilla - No me queda otra... o papa me ganará...

Así que simplemente... Empecé a levantarme.

Estaba asqueada porque fuera tan temprano, pero fui a ducharme lo más rápido posible. El pelaje mojado era muy difícil de secar, pero poco a poco lo fui arreglando... Vestirme fue otra odisea. Cada prenda de ropa que sacaba del armario, era peor que la anterior para ir a una entre vista. Cada prenda la lanzaba a la cama descartandola, poco a poco hasta sacar lo más formal que encontré en mi armario, una blusa blanca y una falda azul marino. Eso con unos zapatos normales y planos eran suficientes para ir formal a una entrevista... Aunque era asqueable verme en el espejo así - Iug... espero no tener que ir así cada día... Me ahogo incluso...

Lo que tardé más, fue acicalarme el pelo. Tan rebelde lo tenía que por mucho que lo cepillaba, los mechones más rebeldes se revolvían. Poco a poco y con mucha insistencia conseguí estar medio decente - Mejor que nada es... espero que por la apariencia no me echen... - Metí mis cosas en un bolso de mochila, incluso mi curriculum por si acaso, y salí de casa con unas tostadas en la boca. Me quedaba poco tiempo para llegar a la hora allí, y tenía que darme mucha prisa...

Al llegar allí miré en la distancia lo alto del edificio - Un trabajo de oficina simple y sencillo, hacer el vago en una silla, como ocurre en las series. Un oficinista no hace apenas nada sentado en un cubiculo... ¿Verdad? Café, desayuno... El sueño ideal. ¿Quien sabe? Igual soy la proxima elegida de Matrix y todo... Espero que sea así, claro... - Con algo de nervios empecé a entrar en el lugar respirando hondo para al abrir la puerta ver a un señor rinoceronte. Le miré algo preocupada. - Am... Esto... Bu-buenos días... Vengo por una entrevista de trabajo. Elisabeth Au... - Carraspeé acordandome del apellido falso - Elisabeth Fulgens

El rinoceronte te dirige una mirada cansada. Pero lanza una sonrisa dulce y comprensiva mientras se coloca delante del ordenador y comienza a teclear.

- Veamos... Elisabeth Fulgens. Sí, tiene una entrevista de trabajo. Mire - señala al ascensor - Coja el ascensor, suba hasta la primera planta y gire a la izquierda. Verá una puerta doble que pone Entrevistas. La cruza y estará en un pasillo con muchas puertas. Espere ahí sentada al entrevistador - tras este discurso, con un tono muy amable, alza ambos pulgares y sigue sonriendo afectuoso - Mucha suerte.

Me intimidaban los animales que eran más altos que yo, pero en parte hasta les veía un poco de gusto, claro que nunca podría acertar si uno era bueno o malo. Sin embargo, en este caso ganó el nerviosismo más que la intimidación, de hecho, al ver aquella sonrisa dulce, calmé mi gesto un poco sintiéndome un poco menos nerviosa.

Me aproximé un poco a el para atender mejor a las indicaciones que me daba y asentía a cada cierre de frase para que supiera que le hacía caso, es más mis orejas estaban en punta y la cola moviendose alegremente con tranquilidad, cuando terminó, le sonreí muy feliz - Muchisimas gracias señor. Que tenga un buen día - y agradecida tal y como estaba de aquella manera, puse camino hacía el ascensor. - ¡¡¡BIEN!!! No hay que subir escaleras, y encima puedo descansar en un asiento y no de pie... Un momento... ¿Y si no soy la única? Entonces si tendré que quedarme de pie. Nooooooooo... Espero no llegar tan tarde.

Una vez en el ascensor pulsé la primera planta ahora con los nervios de nuevo metidos en mi cuerpo. Salí de el respirando hondo y dirigiendome hacia el pasillo para esperar mi turno - Que haya un sitio donde pueda sentarme, que haya un sitio donde pueda sentarme, que haya un sitio donde pueda sentarme - Abrí la puerta que tenía el letrero de entrevistas y lo que estaba pensando se convirtió como en el más grande de mis deseos en ese momento

El pasillo tenía la misma decoración que el resto de la planta. Las paredes tenían placas de madera, lo suficientemente lujosas como para que la primera planta fuese "Atención al cliente". El suelo está enmoquetado y el resto de pared era lisa, con un claro color a roble. Toda la planta destilaba tranquilidad. Y lo mejor es que había sillas libres. ¡TODAS ESTABAN LIBRES! Pasados unos minutos, se abre la puerta de la izquierda con respecto a la puerta principal. De ella salen una pájaro secretario muy estirada y vestida con mucha atención. Y tras ella... Crees reconocer al famoso modelo masculino Theo. 

- Ya contactaremos contigo, Johann - dice la pájaro secretario. Espera. ¿Había llamado Johann a Theo? O sea... Theo era su nombre artístico pero... No tenía sentido. Se supone que Theo no se involucra en asuntos de oficina. Se dedicaba a promocionar trajes masculinos y, en la intimidad de su onlyfan, bañadores ajustados. ¡¿Qué diablos hace aquí?! 

- Muchas gracias, señorita Brown. Buenos días - se marcha, no sin antes dedicarle una sonrisa. Al darse la vuelta, se da de bruces contigo. Te mira de arriba abajo y, cuando sus ojos se encuentran con los tuyos, te sonríe seductoramente mientras te guiña un ojo y se echa la chaqueta al hombro, mientras se marcha, pasillo abajo. 

- ¿Señorita Fulgens? - dice la pájaro secretario, mirándote con una sonrisa. 

Realmente para mi aquel pasillo no era nada del otro mundo. Estaba acostumbrada a ver pasillos majestuosos, así que ver uno así me alegraba porque me sentía comoda dentro de lo que cabía. Lo que si me alegró más, fue la cantidad de asientos que había libres, tantos que casi me entraron ganas a lanzarme a uno.

Sin embargo, no me dió mucho tiempo a actuar con la vagancia propia de mi persona, cuando una puerta se escuchó. Practicamente me tensé, pensé hasta que me estaban controlando por cámaras, pero realmente era una secretaria pajaro, de buen ver por cierto, que estaba despidiendose de un... - ESPERA... E-ese es... ¿ESE ES QUIEN CREO QUE ES? Su pelaje, su alto, su sex apeal. Esa forma de llevar la moda al último estilo... ¿S-sin camiseta también será igual que Theo? - De las pocas cosas que podía hacer vagueando, la moda y los influencer eran de ellos, y obviamente lo conocía, aunque mejor que nadie viera mi carpeta corrupta de los que me parecían más buenorros, y buenorras.

Las confianzas que se traian ambos me hizo enfurecer un poco, casi como a cualquier fanatica - COMO SE ATREVE A LLAMARLO TAN FACILMENTE POR SU NOMBRE DE PI... - Pero me di cuenta de donde estabamos y quedé un tanto confusa - E-espera... ¿Que hace aquí Theo? Es modelo, no oficinista. ¿Estará haciendo negocios para ser imagen de algo concreto? ¿Aquí se vende ropa? Uish... creo que no me he informado muy bien de que trata este lugar... Creí que eran unos grandes almacenes sin más, ni especialización ni nada... Bueno, al menos he tenido la suerte de ver a Theo en per... - Mi hilo de pensamiento se cortó cuando decidí avanzar con los ojos cerrados sin darme cuenta que tenía al susodicho enfrente mía.

-Aish... P-p-p-p-perdon - Los nervios explotaron en mi cuerpo. Mi cola se sacudía de un lado a otro de felicidad, mi mente... - LE HE TOCADOOOOOOOOOOOO AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH - Bueno... dejemosla en un segundo plano. Ni siquiera podía creerme que su mirada se estuviera cruzando con la mía... Me hubiera perdido de no ser de ver como me sonreía y me guiñaba un ojo... El corazón casi se me salía...

Estaba totalmente en el paraiso, aunque para mi desgracia el que ocasionó todo aquello se estaba alejando lentamente y al mismo tiempo a una velocidad pasmosa... No podía oir más alto a mi corazón palpitar... Y de hecho tan ida estaba que no sería hasta que dijeran mi falso apellido una segunda vez que no reaccionaría - ¿Eh? - Era la única allí y parecía que la secretaria se dirigía a mi - Fulgens... - Fue entonces que desperté de mi ensimismamiento - Si, yo, Fulgens, si soy... Q-quiero decir, pe-perdón. - Carraspeé - E-encantada de conocerla - Con torpeza y un poco de rojez bajo mi pelaje, me acerqué a la señora pajaro atendiendo a lo que dijera.

La pájaro secretario está esperando en la puerta, pero con una sonrisa adorable. Sigue muy recta y, en un portapapeles apunta algo con un boli que había sacado del bolsillo.

- Perfecto, pase por aquí - se aparta, para dejarte pasar y alza la mano - Soy Hanna Brown, encantada de conocerla.

La sala de entrevistas era totalmente distinta al pasillo. Las paredes estaban pintadas de gris claro, muy de oficina, y los rodapiés de un gris más oscuro, pero todo da sensación de que es una oficina más o menos lujosa. No tan lujosa como la casa de tus padres, claro. Había una planta junto a la ventana, situada tras una mesa de oficina de madera, con los típicos objetos de una mesa de oficina, excepto un ordenador, claro está. Hay un papel bocabajo en el centro de la mesa, frente a la cual hay una silla para que se sienten los invitados a la sala. En ambas paredes frente a la mesa, hay más sillas acolchada, con una pinta súper cómoda, exactamente iguales a la silla de invitados. Una vez echas las presentaciones*, la señorita Brown se sienta a la mesa y se acerca la butaca, haciendo un gesto suave con la mano, ofreciéndote la silla.

Nerviosa aún como estaba, me dirigí con ella hacia donde me decía. Era totalmente normal estar nerviosa, pero es que con semejante monumento visto antes de la entrevista... mis nervios no eran simplemente normales.

Al mirar su mano, la escuché presentarse, y me di cuenta que debía hacer lo mismo. La estreché y con una sonrisa, intentando parecer que fuera menos nerviosa, dije - Encantada, yo soy Elisabeth Fulgens, a-aunque eso ya lo sabe... P-puede llamarme Liz si lo prefiere, entiendo que sea muy largo mi nombre - Y muy pijo, muy de noble, muy del siglo doce... Aunque espera... ¿Eso no es tomarse demasiadas confianzas? Aunque es una manera de facilitar algo... D-Deja de sobre pensar Liz - Al final la sonrisa si que era nerviosa con esos pensamientos.

Viendo la sala donde me iba a entrevistar, era totalmente lo que me esperaba. No solo mi pasado me habían acostumbrado a estos sitios y donde algunos se podrían sentir intimidados yo estaba más comoda que nada, sino que también las series han hecho mucho daño, y las que tratan de oficinas como estas solían ser comicas - Comicas... Igual debería hacer algún chiste para caer en gracia - Pero realmente no lo consideré algo grave.

Justo entonces la señorita Brown fue a sentarse ofreciendome asiento frente por frente. Retiré lentamente la silla y traté de sentarme comodamente, casi cerca del filo para prestarla atención a ella y no a la comodidad del asiento y por supuesto evitando aplastar mi colita...

La señorita Brown te da la mano con suavidad y, mientras le hablas, sonríe dulcemente. Pero esa dulzura es la que tiene que aparentar un entrevistador, según te dijo un colega. Por dentro pueden ser de todas las maneras. Solo había que analizarlos físicamente. Era alta, atractiva, con una cara muy muy recta... Uf, tu colega te diría que no podía sacar ninguna conclusión. 

- De acuerdo, señorita Liz - entonces te alarga el folio y le da la vuelta - Este folio es un cuestionario estándar. Tranquila, puede leerlo y repasarlo todo lo que quiera - y, al final del discurso, deja un boli en la mesa, entre medias de vosotras. El cuestionario es el siguiente:

DATOS PERSONALES

• Apellido:
• Nombre:
• Número de identidad (DNI):
• Edad:
• Teléfono (fijo y móvil):
• Dirección:
• Detalles (alergias, intolerancias alimenticias, etc):

ESTUDIOS

______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

EXPERIENCIA LABORAL

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MÉRITOS OBTENIDOS

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¿CUÁLES SON TUS PASATIEMPOS?

______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

¿CÓMO TE DEFINES EN TRES PALABRAS?

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¿QUÉ ES MÁS IMPORTANTE PARA TI, EL TRABAJO O LA FAMILIA?

______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

¿SI UN VASO TIENE LA MITAD DE AGUA, ESTÁ MEDIO LLENO O MEDIO VACÍO?

______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

¿POR QUÉ CREES QUE MERECES EL PUESTO MÁS QUE EL RESTO DE CANDIDATOS?:

______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

Intentar pensar como era sería una tarea imposible, así que simplemente había que sonreir y responder a las preguntas que me dijera. No sería tan difícil... Al darme el papel no podía creerlo - ¿QUEEEEEEEEEEEEEE? ¿Tengo que hacer un examen encima? Na-Nadie me dijo esto... Encima... Supongo que no hay otra, tendré que rellenarlo - S-si claro. Muchas gracias... A ver... - Mencioné a la señora mientras agarraba el boligrafo con mi zarpa y empezaba a leer.

-La primera es facil... Ailurus... - Empecé a escribir el inicio de la A, cuando me detuve en seco - MIERDA MIERDA MIERDA... Centraté Liz, tienes que ocultar de donde vienes, no te despistes porque sea un formulario asqueroso... FULGENS, tu apellido es Fulgens - Rellené pues así los primeros datos normales, siendo que la F quedó un poco ladeada.

-Uff... Los estudios... Quizás por esto no me contraten pero... Es que no tengo más... Igual si tiño un poco el tema de la experiencia laboral gano puntos... ¿No? - no sabia muy bien que andaba haciendo en ese momento, pero sabía que tenía que rellenarlo bien, y mis nervios iban y venían de a poco. - ¿Meritos? ¿Valdrán las notas altas? - Ni siquiera lo pensé demasiado y lo apunté sin darle más importancia.

-Pasatiempos. AQUI SI QUE GANO... A-aunque mejor escribirlo bonito, mencionar que son de cultura y... N-no escribir videojuegos... ¿Medios interactivos pueden llamarse también? ¿Y si no lo pongo? - Miré a la señora pajaro para sentirme un poco intimidada - M-Mejor no mentir... más... - Diciendome aquello a mi mismo continué el formulario centrandome cada vez más en este.

-Definirme en tres palabras... Vaga, divertida, soñadora... No... eso no queda bien. Amable, Simpatica, Vaga... No... ¡¿NO SE ME OCURREN MAS COSAS A PARTE DE VAGA?! Pondré lo contrario, a fin de cuentas tampoco es mentira - Solo que lo que era es hiperactiva... Y al ver las tres preguntas restantes, en especial la ante penultima, me puse más nerviosa - Am... ¿E-estas también? - Pregunté, aunque obviamente había que rellenarlas.

-Pero esto es trampa... No es justa esta pregunta. ¿Más importante el trabajo o la familia? Ahora mismo el trabajo, pero también quiero a mis padres, aunque esté ahora mismo retada con ellos y necesite el trabajo... No es justo... ¿Que respondo aquí? - Me mantuve cavilando sin escribir nada concreto en esa pregunta, de hecho, la salté - Mejor pensarla para luego

-EH, esta me la sé. Por cierto, otra pregunta trampa. Un vaso con la mitad de agua, no está medio lleno o medio vacio. Serán... ¿Por qué esto es solo preguntas trampas? - Respondí con total seguridad a aquella pregunta antes de pasar a la última, la cual me costó un poco entender y al mismo tiempo responder. Aquella era mi primera entrevista y... sinceramente, no lo consideraba una competición. Finalmente volví a la de la familia y miré la respuesta de la última pregunta - Supongo que solo tengo que ser creativa.

DATOS PERSONALES

• Apellido: Fulgens
• Nombre: Elisabeth
• Número de identidad (DNI): XXXXXXXX-Y
• Edad: 20
• Teléfono (fijo y móvil): XXX XXX XXX
• Dirección: Calle XXXXXXXXXX numero Y, piso Z-N
• Detalles (alergias, intolerancias alimenticias, etc): Soy omnívora, así que con la alimentación ningún problema. Alergia al polen/polvo

ESTUDIOS

Bachillerato de ciencias sociales. Especiación en económicas y literatura

EXPERIENCIA LABORAL

Ninguna. He visto como funciona laboralmente una empresa y grupos de trabajo al ver funcionar el negocio de mi padre.

MÉRITOS OBTENIDOS

Matricula en matemáticas y económicas.

 

¿CUÁLES SON TUS PASATIEMPOS?

Hobbies de cultura, como el cine, los libros, medios interactivos.

¿CÓMO TE DEFINES EN TRES PALABRAS?

Positiva, enérgica y creativa

¿QUÉ ES MÁS IMPORTANTE PARA TI, EL TRABAJO O LA FAMILIA?

La familia. Familia, amigos o trabajo, todo acaba siendo una familia.

¿SI UN VASO TIENE LA MITAD DE AGUA, ESTÁ MEDIO LLENO O MEDIO VACÍO?

Está lleno por completo. La mitad de agua y la otra de aire.

¿POR QUÉ CREES QUE MERECES EL PUESTO MÁS QUE EL RESTO DE CANDIDATOS?:

Supongo que todos nos merecemos el puesto, no hay nadie más que nadie. Por mi parte se que puedo decir que la empresa podría beneficiarse de mis cualidades, sin embargo puede que todos los demás tengan también cualidades beneficiosas.

Al final, con total nervios, agarré el papel revisando que todo estuviera bien y... Se lo entregué - Aquí tiene. 

La señorita Brown va revisando sus papeles mientras rellenas el formulario, pero de vez en cuando te echa una mirada, tras la cual sonríe suavemente. Ante tu primera pregunta asiente.

- Por supuesto - sí, había que rellenarlas todas. Mientras sigues escribiendo, su móvil empieza a vibrar - Disculpe, es una llamada urgente, siga con lo suyo - lo coge se levanta y se va lejos. Si estás atenta a la conversación dice "No, estoy en una entrevista". Finalizada la llamada, vuelve a sentarse, justo para recibir el formulario - ¡Oh, ya ha terminado! Bien bien. Voy a leerlo y le haré unas preguntas, ¿de acuerdo? No se preocupe, serán preguntas simples.

Comienza a leer el formulario, asintiendo sonriente. ¡¿Qué significaba aquello?! Hay varios momentos que recordarás con algo de "miedo". ¿O sorpresa?

- Hmmm al parecer se le dan bien las matemáticas y las asignaturas relacionadas con la economía. Esto quizás no le resulte tan conocido pero, ¿sabría cómo hacer un balance anual?

Una vez le contestes sigue leyendo. Aquí se para un poco.

- Veo que ha puesto que tiene veinte años. ¿Qué ha estado haciendo desde que terminó el bachillerato hasta ahora? Tranquila, puede tomarse su tiempo - en tu mente ella concluía esa frase con un "PERO NO DEMASIADO". En alguna ocasión, sonríe algo más, llegando incluso a lanzar una risita suave. Parece bastante contenta en general, ya que en ningún momento deja de sonreír. Alza la mirada hacia ti, doblando el formulario por la mitad. Y entonces...

- Dice que conoce cómo funciona una empresa, ya que su padre se dedica a los negocios. ¿Puedo preguntar quién es su padre? Si no quiere no conteste, de verdad.

Mientras hacía aquel formulario, la señora Brown se fue a atender una llamada... No era de mi incumbencia, así que no presté mucha atención... Hasta que escuché el tema que estaba en una entrevista. Sin quererlo, mi oreja se extendió en vertical cual radar esperando escuchar algo más - Cálmate, que no se te note que escuchas. - Aunque traté de ser más sutil.

-S-si... De acuerdo. Sin problema. Responderé lo necesario - Estaba allí para ello. Aproveché que iba leyendolo para respirar tranquilamente - Dios... el momento más tenso de mi vida - Claro que los gestos, sonrisas y asentimientos de la contraria no ayudaban para absolutamente nada.

De pronto llegó la primera pregunta... Y como un jarro de agua fría de matematicas - Lo sabía... Sabía que me dirían algo de esto - Supongo que... Si. No estoy segura pero... Si hay que hacer cuentas además de lo que conlleve entre medias, podría hacerlo sin problemas - No quiero ser la cerebrito de la oficina, por favoooooor - Por dentro casi estaba llorando, aunque por fuera intentaba parecer positiva y segura.

La segunda no se hizo esperar, pero fue bastante más sencilla de responder - Oh... Bueno, siendo sincera, acabé un tanto quemada de los números, así que intenté virar mi rumbo un poco para no cansarme tanto de ello y probar otras vertientes. Por ejemplo, he estado escribiendo durante cierto tiempo obras propias con pseudonimo - Fanfiction, sobre todo Yaoi... Y a veces Yuri, aunque algunas veces salía de lo erotico y era más fantasía, pero todo es friki en ese sentido... Y encima bajo el nombre de Luna Roja... Santo dios... - Recibí buenas críticas en muchas de ellas. También intenté dibujar durante un tiempo - Muchos dibujos eran diseños de personajes según estilos concretos de videojuegos, pero los más reconocibles son más eroticos que otra cosa... Si vieran acaso a Ezio desnudo en la cama... Dios... Me tomarían por pervertida. - Vamos, que tomé un camino más artístico y creativo, además de investigar y aprender un tanto de cultura historica - Si contamos mundos de ficción como cultura histórica, no estoy mintiendo - Todo ello me sirvió un poco para ayudarme en mi mejora creativa... Pero finalmente debía buscar un trabajo y bueno... Aquí estoy.

Pero la última pregunta... Si que no me lo esperaba. Fue como una puñalada que continuó cientos de veces en el mismo sitio hasta atravesarme... ¿Cómo iba a responder a esa pregunta? Sería imposible... Pero si no lo hacía, probablemente serían como puntos negativos... - ¿QUE HAGOOOOOOOOOOOOOOOOO? C-como me relacionen con mi padre... Estoy perdida... - Pensaba para mi misma siendo que sonreí ante la opción de no responder - N-no, no hay problema, de verdad... T-tampoco es que sea muy reconocido, pero en fin... Se llama Hao Jian Fulgens. - No podía mentir sobre su nombre, si sobre su apellido... Pero tampoco es que hubiera muchos originarios chinos triunfantes en los negocios... Así que ni siquiera sabía si estaba en peligro de ser descubierta o no. - E-el vino desde China a trabajar aquí. Mi madre si que es de aquí - No tenía nada que ver con la pregunta, y ni siquiera se por qué lo dije... ¿Quizás por el racismo? Ser de ascendencia china no era malo, pero... Siempre había quien juzgaba.

Hanna asiente ante tu respuesta matemática. 

- No te preocupes. Si te asignamos al departamento de contabilidad, ellos te enseñarán todo lo necesario. Si comprendes bien las matemáticas, eso te encantará. 

Cuando le cuentas tus años alejada de los estudios y del mundo laboral, escucha muy atenta pero sin ser maleducada. Asiente en momentos puntuales con ligeros asentimientos y algún que otro "Ajá" en otros instantes. 

- Me parece bien que la gente cuando no está estudiando o trabajando se siga formando artísticamente. El arte es una vía de escape al mundo de la imaginación. Deduzco que en su cabeza hay más de una idea innovadora. Eso en marketing o publicidad está bastante bien. 

Cuando le hablas disimuladamente de tu padre, ella apunta su nombre. No sabes con qué intención pero... ¡Al diablo, claro que sabías la intención! ¡Para buscarlo en la guía telefónica o en Internet! Es entonces cuando te mira muy sonriente, con las manos cruzadas sobre el formulario. 

- A propósito. ¿Cuál era su pseudónimo? Si me estoy metiendo en terreno pantanoso, no tiene que decírmelo, por supuesto. Yo durante un tiempo estuve leyendo webcomics. Eran... Interesantes - la última palabra la dice con un tono especial. No sabrías descifrarlo, pero no era el tono normal de voz de alguien. O a lo mejor sí, no lo sabías.