Partida Rol por web

- Haniji-san.

El agasajado de esta fiesta, algo deprimido aún, se acerca a donde estas.

- ¿Hayashida-san no está contigo? Dijo que vendría...

En este tiempo has visto a Tashiro-san acercarse corriendo por las pistas de atletismo. En cuanto te ve, va directo a ti, ignorando al resto.

- ¡Haniji! ¿Que tiene que ver Ootanashi-san con vuestro clan? ¿Porque...

Jadeando despues del sprint, se detiene a tu lado, mira a todos, se centra en su amiga.

- Sayuri, ve a buscar a un profesor, al conserje, quien sea, ¡rápido!

La chica, algo confundida, obedece y se marcha.

- Haniji, ¿Que significa esto? Han capturado a Ootanashi-san, la tienen atada junto a otros, en el recinto deportivo, hablaban de un ritual, ¿En que la habeis involucrado?

- Salgamos de aquí.

Avanzais por el pasillo y ascendeis por las escaleras, la alarma de la base suena entonces. En el camino ves a un soldado inconsciente, supones que debido a tu madre, pero no es hasta llegar a un cruce en forma de T cuando os preocupais. Os encontrais de frente con el comandante, y una brigada completa de soldados listos para disparar. Tu madre te empuja hacia atras, para cubrirte tras la esquina por la que aparecisteis, y de un salto rueda por el suelo hasta la siguiente esquina, tras la que se parapeta, desenfundando su pistola. Escuchaste los disparos de los fusiles, pero no la han alcanzado, milagrosamente.

- Mierda...

- Creí que una oficial de su talento tendría una mejor estrategia que intentar salir de una base militar por la puerta.

Os enuncia el comandante, mientras avanza y se sitúa en la primera linea de los marines. Mirando a vuestro alrededor, veis que las demás puertas electrónicas han sido bloqueadas, solo la que hay tras ellos os permitiría seguir avanzando.

- Salid con las manos en alto, a usted le espera un consejo de guerra, y a su hijo un reformatorio en los Estados Unidos, quedará bajo nuestra custodia. Obedezcan, o nos veremos obligados a disparar; no hay espacio para la negociación.

La puerta eletrónica tras ellos se abre, y asomandote con precaución por la esquina puedes ver que de ella aparece un hombre japones de estatura media, esbelto a pesar de llevar una larga gabardina negra y botas de monta.

- ¿Quien diablos...

- Siento interrumpirles, caballeros, y dama. Voy a necesitarlo, Axel Marshall. Si tienen la amabilidad de entregarmelo.

Os dice el recien llegado en un ingles con bastante acento, mientras desenfunda una katana; el comandante no duda, desenfunda su revolver, y acompañado de un par de soldados, disparan sobre el. El hombre no puede detener balas con una espada, y es abatido tras recibir una docena de impactos. El comandante masculla algo, y vuelve a girarse hacia vosotros, pero justo cuando va a abrir la boca, probablemente con otra sentenciante amenaza para que os rindais...

- Disculpad mis modales, creo que ni siquiera me he presentado. Quienes han oido hablar de mi, suelen referirse a mi persona como el "Maestro"

El comandante vuelve a apuntarle, y un disparo tras otro de su revolver, en pecho, hombros y cabeza, hasta quedarse sin balas, pero de nada sirve, las heridas se cierran. El "Maestro" se sacude el polvo de la gabardina, sin perder su serpentina sonrisa por un momento. Avanza hacia donde estas, mientras la oscuridad ambiental parece acompañarle, formandose a sus pies como una masa oscura que intimida a los soldados y al propio comandante, que se apartan, dejandole paso. Una vez llega hasta vuestra esquina, tu madre le apunta con su arma.

- Se que sabrás apreciar la inmediatez de este asunto, así que seré conciso. Shang Eita ha secuestrado a miembros de los clanes, incluyendo a Sho Miyabi, y planea usarlos en un ritual. Si no hacemos algo en menos de una hora habrá liberado y absorvido el poder de Yamata-no-Orochi, ¿Estás dispuesto a ayudarme a detenerle?

Oye, esp... intenta detenerla al ver como kitsune se lanza sobre la comida, pero es interrumpido por los demás, Es verdad, ya deben estar por llegar responde a echiko.

Cosplay? eh si, dice que es su estilo dice con una sonrisa no puedo decirles lo que realmente es no, nada de eso, ella es Kitsune, es una amiga de la infancia de mi aldea, vino de visita manteniendo la sonrisa aunque algo nerviosa, nunca fue bueno mintiendo 

Hayashida no ha llegado? pues no, creí que estaría aquí, es raro en el retrasarse, pero ya llegará, ya que esto fue idea suya responde a yuuta.

Mi rostro cambia totalmente al oír las palabras de tashiro ¡¿QUE?! ¿donde esta? preocupado Vamos allí, Kitsune, ven conmigo! da aviso a su compañera no hay tiempo para explicar, vamos a ayudarla, luego hablamos dice serio a Tashiro y sale hacia donde le indica Ustedes quédense aquí, intenten ubicar a Echido sensei, Kitsune, vamonos dice esto ultimo mientras avanza Demonios, ella no tiene nada que ver en esto, espero llegar a tiempo.

Giro la cara aguantando el golpe, un pequeño ardor en mi mejilla, no me lo esperaba, debo ser mas convincente...

Si...¿sabes todo?...y dime entonces, ¿que he hecho?...si lo sabes, notaras que todo a sido en contra de lo que espera tu padre...

Es bueno saber que no esta presente, espero...demonios, Miyabi...vamos tu puedes hacerle dudar!

No tienes idea de que siento, ¿crees que el gaiyin me importa?...todo lo que he hecho hasta ahora ha sido para llevarle la contra a tu padre...él y mi padre jamas pensaron que renunciaría a la familia, le dije que me alejaría del americano, pero no lo hice...quería ver su reacción, su rabia...hacerles ver que no pueden controlarme...incluso a Yûdai...mi gemelo...es débil, y siempre ha estado bajo las faldas de la familia...yo los desafíeie así como lo haces tu...somos iguales Eita, por conseguir nuestro objetivo somos capaces de todo...

Suaviso mi voz...Pero tu eres distinto...y eso es lo que me gusta de ti... demuestro firmeza nuevamente...no te temo Eita y lo que te digo es verdad...Yamato no Oroshi no tendrá compasión por ti, te matara como a todos, no podrás sellarlo...ni siquiera sabes si Yûdai puede tomar el puesto del extinto clan...su sangre y la mía es la misma...¿has pensado en eso?...que el ritual puede fallar...¿dos personas con la misma sangre?...

​Aun estas a tiempo...para irnos...huir...piénsalo...donde vayas iré...

Vamos Yûdai...lo miro para ver si me comprende...ayúdame con esto...

-¡Ya está bien!...(dado que estaba atada con las manos y no podía desatarme lo que deja claro que no puedo escapar voy a hacer lo que siempre debí hacer que es dar la cara, apoyando mi espalda en el poste me levanté con las manos claramente atadas)...¡¿Crees que no lo se, que era impredecible que ellos habian destruido la aldea!?, que yo les odié no cambia nada, incluso aunque el mismo apretase el botón que desencadene el ataque, es la guerra, todos lo dicen, nos matamos entre nosotros sólo para obtener un poder absurdo, si te crees más santo que los demás te equivocas, y lo que verdaderamente te deseo es peor agonia de la que tu te crees, aquel dia pudiste haberme capturado me tenias a tu merced, herida, confundida, dañada, sin pleno uso de mis facultades por limitadas que sean, si necesitas la sangre de los clanes es tu problema no el nuestro y te aseguro que esto se volverá en tu contra, la sangre que poseo probablemente no sea Haniji pura estará diluida, siempre he negado ese nombre, negé mi participación en el torneo y me he negado a decir que era Haniji porque nunca me he merecido serlo y si esta es mi última hora, pues será la única en la que diga que soy Haniji, ¿sabes porque Orochi te va a patear?, porque mientras el y su plan estan en marcha en todo momento tu has acudido sin pensarlo al primer plan desquiciado que has tenido y si nadie te ha amado es porque nuncas has querido todo es cuestión de tiempo, aunque fuera un error yo estoy enamorada y pese a todo no me arrepiento de nada al menos he sido feliz, si sobrevives y realmente te das cuenta de que Miyabi te amaba y tu a ella, ¿que harás?, vivirás, pero ¿y el precio que pagaste para ello?, ¿vas a jugar a una sola carta y perder la partida, o usaras tu mano para luchar en serio?...
 

Me oculto tras la esquina. Respiro, es imposible que salgamos de aquí de esta forma. Busco a mí alrededor. Debe haber algo, otra salida, una manera de defendernos, un arma para, cualquier cosa. Miyabi, su rostro llena mi mente y me impulsa a seguir. Desearía ser más que lo que soy, un chaval incapaz de hacer nada ahora mismo.

Algo ocurre. Un japonés irrumpe y recibe varios impactos de bala, que le atraviesan haciéndole caer. Observo el cadáver del hombre, sin embargo se levanta como si tal cosa. Se presenta como el “Maestro” y le observo quedándome sin habla. ¡¿Es inmortal o qué clase de truco es este?!

La oscuridad parece conjurarse a su antojo. Él debe ser quien controlaba las sombras. Le miro receloso, pero me levanto.

-Hare todo lo que este en mi mano por detener ese ritual y salvarlos.- Declaro con todo el aplomo que soy capaz de reunir frente a este sujeto. Me importa más Miyabi. pero no lo declare en voz alta, él ya lo sabe. No me fio de él. No me fio de nadie.

- ¡Iré contigo, no podrás salvarles tú sólo!

Sale corriendo tras de ti, se gira un instante a sus compañeros.

- ¡Haced lo que os dijo! ¡Traed a Ecchido-sensei, encontradle!

Seguis en sprint por la pista de atletismo, en dirección al pabellón deportivo, Tashiro-san, la chica kitsune y tú. De repente, cuando apenas os faltan diez metros, tu amiga se detiene.

- ¡Ah!

Retrocede unos pasos y cae de rodillas.

- No puedo... ¡Hay sellos! Los sellos me impiden acercarme...

El delegado se detiene a tu lado, volveis mirar al pabellón deportivo, el suelo empieza a temblar, y el tejado estalla en una explosión de pura luz blanca. Las tejas y ladrillos caen a vuestro alrededor, Tashiro-san se lanza sobre ti y te aparta en el último insante, justo apunto de que te cayera una de estas vigas encima. Mirais hacia el cielo, una enorme columna luminosa, de un blanco angelical, se ha abierto hacia los cielos.

- ¿Capaz de todo, dices? ¿Entonces has utilizado los sentimientos del gaijin? Sería digno de una Shang, aunque no de la futura familia Shang, la que surgirá a partir de mi...

Le pregunta a Miyabi, mirandola con incredulidad.

- Pondré a prueba tus palabras, si así lo deseas, te llevaré conmigo, tendrás la oportunidad de cumplir con lo que acabas de contarme; pero no antes de presenciar como salvo mi vida, a los clanes, y a este mundo.

La enérgica interrupción de Ootanashi-san apenas perturba la calma de vuestro captor.

- ¿Porque hablas de esto como si fuera un juego? ¡Estás hablando de mi vida! A mi no m gusta mi situación, de haberme criado junto a mi padre, y este haber intervenido con su dinero, podría haber paliado mi enfermedad, tal vez vivir hasta los cuarenta, formar una familia, ver crecer a unos hijos, dejar un legado... incluso cuando los Shang y Sho hubiesen decidido unirse, habría aceptado a Miyabi en un matrimonio concertado, pero no, me dejaron al margen, dejaron que mi cuerpo enfermara con rapidez, sin dinero ni familia, solo en las calles ¿Que esperas de mi si apenas superé los veinte y ya veo el fin de mi vida acercarse? He nacido y solo conozco esto, esta vida, y por miserable que sea, es lo único que tengo, y haré todo lo posible por conservarla.

Se queda hasta el borde del glifo un hombre con traje al que tampoco reconoceis, este advierte a su señor que "Ya es la hora", Shang Eita se acerca a él y toma un puñal realizado con un extraño y enorme colmillo de serpiente. Regresa al centro del glifo, y comienza a entonar un cántico; no entendeis lo que dice, pero suena a una poesía, y las rimas son continuas.

Lo que ocurre a continuación es inexplicable, Shang Eita corta la palma de su mano, y tras comprobar su reloj y una vez ensangrentada la situa en el centro del glifo; este se ilumina, la tierra tiembla, como si un terremoto la azotara con cada vez más intensidad, a medida que el brillo se hace más y más cegador. Pronto la luz se desliza por las lineas del glifo, hasta llegar al primero de vosotros, a los pies de Ootanashi-san, y con un destello la envuelve en una sensación cálida y agradable.

- ¡Suficiente! Quizás seas capaz de sobrevivir a unos cuantos disparos, pero poco podrás hacer sellado dentro de una sala estanca... la división de investigación se va a divertir mucho estudiandote...

El comandante se pone al frente de sus soldados de nuevo, alza el revolver.

- ¡Apuntad a las rodillas, y traed esposas! ¡Marshall's, aún podeis salir con vida de esta, abandonad las armas y-

Se escuchan disparos más allá de la puerta electrónica, que rápido cesan, y una enorme criatura de forma descomunal se adentra en el pasillo. Duplica el tamaño de un hombre fornido, y va envuelto en una siniestra armadura de la época del shogunato. Esgrimo un enorme testsubo, una maza tachonada con la que aparta a golpes a los soldados entre vostros y la puerta, salvo al comandante, que logra esquivar el golpe rodando hacia vuestra posición. El "Maestro" aprovecha la oportunidad, avanza y sin dudar atraviesa la espalda del comandante con su katana, el lado derecho de su pecho, a la altura del corazón.

- Creo que me ha subestimado, gaijin.

Extrae su katana y deja caer el cuerpo agonizante del comandante. Sin esperar más, empieza a avanzar, con la enorme criatura delante de vosotros, abriendoos el camino. Ni el inmenso samurai ni el "Maestro" se ven afectados por los disparos, y al contrario, la bestia derriba a quienes os atacan sin compasión. Llegais a la carrera hasta la zona de aparcamiento, y os deteneis junto a un jeep, y entonces...

Una enorme columna de luz blanca se eleva hacia los cielos, a lo lejos, en mitad de la ciudad. Se hace un silencio que acalla todo sonido ambiental, algo en tu interior se agita, y la tierra empieza a temblar. Sientes una fuerza que os derriba a la mayoria, caes de rodillas pero tu madre te sujeta, el "Maestro" se sujeta al jeep, y los soldados detienen los disparos, sin saber que está ocurriendo.

- Señorita, si le parece bien, soy poco diestro en el manejo de...

Antes de que termine la frase, tu madre te pone en pié de un tirón y los tres montais al jeep. Arrancais quemando rueda y salis de allí acelerando. El enorme monstruo que os acompaña sale corriendo a vuestro lado, se lanza de lleno contra la barrera del perímetro exterior, y la destroza para abriros el paso. Tras esto, lo dejais atras, y tan solo tu madre, el "Maestro" y tú proseguis, en dirección hacia la columna de luz blanca.

Abril, 4ª Semana, Sábado

Salisteis al mediodía para una rápida compra, la nevera estaba casi vacia, y de momento aún no habiais decidido que haríais sobre el sello, los clanes y el tornéo. Tomaste una sudadera de Irisa, para ir cubierta y llamar poco la atención, la cual además seguía alejada de vosotros, ahora en la casa de un amigo de tu amante, en el centro de la ciudad. Estais apunto de adentraros en la pequeña tienda del barrio, cuando sientes que Izanagi se detiene, y te toma del brazo para que no sigas avanzando más.

- ¿Has sentido eso? Creo que, ha sido un temblor...

Y aunque no lo has sentido la primera vez, ipso facto toda la calle empieza a temblar, la ciudad entera de hecho, parece verse sometida bajo un terremoto que apenas dura unos cinco segundos. Sakai te abraza, y para cuando todo se ha calmado, entre el ruido de alarmas de vehículos, ladridos y viandantes asustados, las miradas de Izanagi y la tuya están puestas en el cielo. A lo lejos, se ha formado una enorme columna de luz blanca, atraviesa las nubes y sigue subiendo, y por la dirección... pareciera provenir del área de tu instituto.

- ¿Estás bien?

Por la mañana todo sigue igual que anoche, no ha sido una pesadilla ni una ilusión de unos días , ya no estoy en casa de mi familia y tengo que afrontar este nuevo reto sola aunque con Izanagi a mi lado.

No hay mucho tiempo para sumirme en pensamientos de nuevo sobre la responsabilidad de lo que estoy haciendo porque en seguida hay que ponerse en marcha y lo primero, por muy absurdo que parezca, es conseguir comida para sobrevivir.

Poniéndome algo ,que jamás me habría puesto en la vida ,de la ropa de Irisa salimos a la calle.

Justo cuando voy a hacer la compra por primera vez notó el tirón en el brazo y me vuelvo con el ceño fruncido. Voy a negar su impresión pero lo siguiente deja en evidencia que soy yo la confundida, y de que manera.

Entre sus brazos puedo notar la sacudida y cuando cesa le miro entré sorprendida y asustada para subir la mirada y después darme cuenta de donde parece venir.

- Debemos ir-

El porque no lo se muy bien pero se que tengo que hacerlo.

- ¡Hay que seguir adelante!

El delegado te toma por el hombro y tira de ti. Sin otra opción, dejas a tu amiga kitsune afuera, y juntos os adentrais en lo que queda del derruido del recinto deportivo. En el interior contemplais por primera vez a Shang Eita, el responsable de estos acontecimientos, en el centro de un extraño glifo en el suelo, que parece ser la base de la columna de luz. Alrededor de este, en el perímetro del glifo, cuatro personas atadas, Sho Miyabi, Sho Yudai, Akuma Mitsuo y Ootanashi Aki.

- Si...

Sin dejar de mirar hacia la columna de luz, Izanagi permanece unos segundos más en silencio.

- ¿Será ya demasiado tarde?

Acaba liberandote de su abrazo, y tomandote de la mano echais a correr de vuelta a casa. Ni siquiera entrais a tomar nada, subís a su coche y salis en dirección a la columna de luz. Recorreis rápido las calles, y en apenas unos minutos os plantais frente al recinto escolar. Justo en la entrada, un jeep militar os adelanta derrapando al cruzar una esquina, en el interior, consigues distinguir a tu compañero de clase, Axel Marshall, junto con una mujer joven de cabellos rubios, y alguien inesperado a su lado, el "Maestro"

Entrais en el instituto siguiendo la estela del jeep, e ignorando las normas al igual que este, cruzais el parking, el patio y despues las pistas de atletismo. Veis congregados a un grupo de alumnos, recuerdas que hoy, Sábado, era la fiesta de despedida de Yabuki-san, pero eso de poco importa ya.

Llegais al origen de esta columna luminosa, el recinto deportivo del centro, cuyo tejado ha quedado destruido y de su interior parece provenir la energía blanca...

En el interior contemplais por primera vez a Shang Eita, el responsable de estos acontecimientos, en el centro de un extraño glifo en el suelo, que parece ser la base de la columna de luz. Alrededor de este, en el perímetro del glifo, cuatro personas atadas, Sho Miyabi, Sho Yudai, Akuma Mitsuo y Ootanashi Aki.

Recorreis rápido las calles, y en apenas unos minutos os plantais frente al recinto escolar. Justo en la entrada, un coche familiar casi se choca con vosotros, y lo eludís derrapando al cruzar una esquina, en el interior, consigues distinguir a tu compañera de clase, Akuma Amane, junto al profesor de arte, Sakai Izanagi.

Entrais en el instituto con el otro vehículo tras vuestra estela, e ignorando las normas al igual que este, cruzais el parking, el patio y despues las pistas de atletismo. Veis congregados a un grupo de alumnos, recuerdas que hoy, Sábado, era la fiesta de despedida de Yabuki-san, pero eso de poco importa ya.

Llegais al origen de esta columna luminosa, el recinto deportivo del centro, cuyo tejado ha quedado destruido y de su interior parece provenir la energía blanca...

En el interior contemplais por primera vez a Shang Eita, el responsable de estos acontecimientos, en el centro de un extraño glifo en el suelo, que parece ser la base de la columna de luz. Alrededor de este, en el perímetro del glifo, cuatro personas atadas, Sho Miyabi, Sho Yudai, Akuma Mitsuo y Ootanashi Aki.