Partida Rol por web

Tranquila, no vamos a haceros daño,ellos son mis compañeros Roberto y Pedro. señalo a mis compañeros detras de mi

tu amiga se llama Phee no? Digo señalando a la chica zorro.

alzo la mano al comunicador para hablar con el capitán.

Capitán le enseño fotos del ataque a Madrid y del ejercito que paso por la puerta? y capitán creo qeu hablan algo parecido a nuestro idioma, la chica ha dicho la palabra naam seguido de su nombre y varias cosas mas ¿puede ser esa palabra nombre?

Trato de escuchar las palabras de las extrañas mujeres nativas, pero desisto de entender algo más que lo que parecían ser sus nombres. - Ciertamente, parecen ser sus nombres, pruebe a usarlos, a menos que nuestro lingüista diga lo contrario. Enseñele el vídeo del ataque a Madrid, a ver si reconocen al ejército asaltante. - Comunico por radio a García, por el canal abierto.

Después me dirijo a todos los demás. - No avancéis más hacia ellas, no parecen agresivas, inspeccionad el terreno alrededos, por si hubiera alguien más. Lumbreras, Gurrutxeta, despliégense en la dirección opuesta, quiero un perímetro de seguridad, evitemos un ataque por la retaguardia.  - Ordené, preocupándome que tal vez las chicas fueran una distracción. Era mejor no correr riesgos, aunque la velocidad de nuestros vehículos podría ser nuestra mejor ventaja ante el ataque de una fuerza superior.

Aquello no le estaba gustando nada, no había visto aparecer anteriormente a la ¿chica? ¿gato? ¿zorro? y ahora parecía olisquear algo. Igual tiene unos sentidos más desarrollados o algo así piensa Roberto.

Echa un paso atrás para tranquilizar a la extraña chica aun a sabiendas que un paso atrás no significaba nada si sus poderosas zancadas tuvieran que hacer frente a alguna de las dos. De hecho, qué fácil sería ahora capturarlas para poder interrogarlas. La voz del capitán por el intercomunicador le indica que debe permanecer en su posición atento a todo lo que sucede mientras el resto de sus compañeros se despliegan.

Con un movimiento entrenado, Rodigo se echó el fusil a la espalda y un instante después había bajado del vehículo. Con el subfusil en sus manos hizo una serie de gestos a Gurrutxeta para coordinar su avance por el lado contrario del camino y proceder a hacer el perímetro de seguridad como era debido. 

Se internó en el bosque mirando con cuidado donde pisaba, atento a cualquier sonido o movimiento en busca de cualquier cosa que hubiese allí, centrándose en las amenazas más inmediatas pero vigilando también lo que pasaba a sus espaldas. 

Cuando Garcia me nombra, asiento con parsimonia esperando que asentir con la cabeza, signifique lo mismo en su mundo y en el mio. Y es que por mi parte, mientras la medio lo que fuera (pues no me gustaba como sonaba medio zorra) me inspecciona y olfatea, lo primero que pienso es si me he duchado esta mañana.
Pero como juraría que si, intento no reaccionar para no espantarla de ninguna manera.
Entre tanto, nuestro capitán y nuestro Alférez, intercambian impresiones.
Y tras oír las ordenes, mientras mis compañeros las van cumpliendo, yo alzo la mirada y examino con detenimiento nuestro entorno, no solo por si detectara mas indígenas si no también, algún rastro o anomalía.

Recibido capitán.

lentamente para no asustar a las dos jovenes meto mi mano en un bolsillo y saco una fotografía de los soldados qeu atacaron madrid, y se la enseño a la joven humana.

Leela, ¿has visto algo de esto por aquí o parecido ? 

Acompaño mis palabras con gestos para que pueda entenderlo, primero pongo un dedo sobre mi ojo, para indicarle la acción de ver, luego le señalo la foto de los soldados que pasaron por la puerta y por ultimo, señalo en redondo con el dedo y encojo los hombros con las palmas hacia arriba, indicándole pregunta.

Siguiendo las órdenes del capitán Iñaki retrocedió a la parte trasera del vehículo a la espera de que saliera el compañero asignado a la misma tarea.

Una vez los dos fuera del vehículo siguió los gestos del compañero y empezó a moverse para hacer el perímetro de seguridad.

Al igual que el compañero se adentró en el bosque y empezó a buscar por los alrededores haber si había posibles ostiles en el lugar, era mejor no encontrarse con sorpresas indeseadas.

La gente empezaba a ponerse en movimiento. Bien. Quizás la acción les quitase algo de los nervios que todos llevaban desde que pasaron la puerta. Y habían tenido suerte, relativamente. Las dos... ¿chicas?. Bueno, la chica y lo que fuera lo otro, no parecían ni parte del ejército atacante, ni hostiles. Julio apartó un momento la mirada de la pantalla de la Samson para asegurarse de que el motor seguía en marcha y listo para salir. Si no recibían orden de repliegue, tendría que apagarlo. No era cuestión de gastar gasolina, que aquí era poco probable que fueran a encontrar un puesto de Repsol, precisamente.

Manteniendo un ojo en la Samson, Julio otea de vez en cuando a través de las ventanas del vehículo. Es poco probable que vea algo que sus compañeros en tierra no, pero tampoco tiene nada más que hacer de momento. Tiene sus órdenes, y además las chicas podrían espantarse si empiezan a ver gente bajar a cascoporro de los blindados, por más que lo hagan con las armas en posición neutral. Eso y que alguien tiene que cubrir los puntos muertos creados por el propio Nyala.

Víctor continuó hablando por el comunicador. Aunque era consciente de que había que reconocer el terreno, consideraba que era más útil tratando de dirigir a Ballesteros.

- Cuidado al enseñarles la grabación... Con el nivel de tecnología que muestran puede no comprender lo que es. Mantenganse en una postura relajada... - Víctor suspiró unos segundos, antes de proseguir. - Capitán, con el debido respeto, creo que deberíamos tener cuidado al establecer un perímetro. Si nos ven tensos o consideran que las estamos rodeando podrían asustarse, y siendo tan pocos no es bueno que nos perciban como una amenaza.

Tranquilo sargento no les estoy enseñando un video si no una foto del dosier de inteligencia, justo por esa razón si les enseñamos tecnología muy avanzada pueden asustarse y perderíamos cualquier oportunidad de establecer un contacto con los nativos.

digo por el intercomunicador.

Capitan creo que  seria una buena decisión vigilar el camino a la aldea un poco, a lo mejor igual viene alguien a buscarlas si no aparecen en un rato, es por cubrir todas las posibilidades.

Observo los resultados de la primera exploración en mi portatil, siendo una exploración tan rápida no puedo decir gran cosa pero aun así informo al capitan.

Son tierras buenas para la agricultura, creo que tienen un pozo en el centro del pueblo. 

Cuando me acerco observo que las chicas parecen algo asustadas lo cual no me extraña habiendo tantos extraños rodeandolas, no parecen entender que en estos casos es mejor darles "aire" pero no es mi función en esta expedición asi que no digo nada al respecto.

Leela cuando nombra a los otros dos inclina levemente la cabeza claramente en señal de saludo, al decir lo de Phee Leela asiente mientras dice.

• Agar

La chica seguía mirando, se notaba realmente que tenía una cierta curiosidad en ellos, cuando le enseña las imágenes de los atacantes de Madrid, primero pone cara de sorpresa por estar viendo aquello, incluso mira como examinando como son las fotografias, pero después se fija en la imagen, pone mala cara y dice:

• Saamraajy ke sainikon ... ve daravaaje par hamala karane ke lie yahaan ke maadhyam se paarit kar diya ... main senaon pasand nahin hai ...

Se queda pensando unos momentos, la chica se agacha y toma una ramita del suelo y empieza a dibujar, dibuja varios muñecos mientras dice:

• Shaahee sena

Después al lado dibuja una flecha apuntando a lo que parece una puerta, señala la puerta y dice:

• Pavitr dor

Después se señala a sí misma y a su compañera para señalarse el ojo y el dibujo de los hombres mientras asiente y dice:

• Agar aap dekhate hain

Entonces señala a los hombres dibujados y pone cara de asco mientras dice:

• Yah pasand nahin hai . ve bura nahin hai.

La chica zorro por su parte camina despreocupadamente hacia donde están los tres soldados, extiende la mano como pidiendo algo mientras dice con una sonrisa y moviendo la cola de un lado a otro y las orejas:

• aap kha liya hai ki ameer lagata hai ... tum mujhe ek de ?

El grupo de soldados que estaba vigilando el perímetro no encuentra nada que les llame la atención, la aldea parece tranquila salvo por un anciano que parece que se empieza a acercar a la zona del límite de esta caminando, aparentemente el hombre camina tranquilo, pero se dirige al bosque.

En el interior del bosque pueden ver como se trata de un bosque normal, de hecho, se cruzan con algunos conejos y pueden ver aves en los arboles muy similares a los de La Tierra, según observan pueden ver como el bosque es realmente grande y no muy lejos de allí parece que comienza un sendero.

Vaya, no te gustan los soldados eh?

Capitan, la chica ha dibujado en el suelo por lo que puedo entender, ella y su compañera vieron al ejercito entrar en la puerta y parece que no les caen muy bien, voy a preguntarles si los vio salir.

tomo otra ramíta del suelo y señalando la puerta dibujo una flecha hacia afuera y encojo los hombros con las palmas hacia arriba preguntánole si algún soldado salió de la puerta.

Por mi parte, mantengo un ojo en el Alférez y el otro, en la chica zorro que tengo delante. Y en vista de los resultados que va obteniendo nuestro alférez, yo trato de que no hayan distracciones.
Por tanto, flexiono las rodillas lentamente y tras palparme los bolsillos, no hallo nada de comida.
Niego levemente con la cabeza y digo sin alzar la voz.
Lo siento de veras chiquilla. Podría darte un pitillo pero no creo que eso te vaya a gustar.
Desde mi posición, alcanzo a distinguir a una figura encorvada en medio de la maleza. Y por nuestro canal cifrado, informo.
Mi capitán. Observo a alguien, posiblemente anciano, dirigiéndose hacia el bosque. Parece haber un sendero. Lamento no poder ser mas útil en estas circunstancias pero digamos que el trato con indígenas, no es mi especialidad no.

Asentí ante las palbras de García, de momento estaba yendo todo bien, sin complicaciones, aunque estaba claro que esta iba a ser la parte fácil de la misión. Era una suerte que aquella primera gente con la que contactábamos no tuviera ninguna simpatía, al parecer, por el ejército asaltante. Tal vez aquella animadversión fuera compartida por la aldea de la que las chicas probablemente procedieran, tal vez fuera buen momento para continuar la marcha. - Alferez Lago, marque la situación del pozo en el mapa, desvelar tal información a los locales podría ser un gesto de buena voluntad para más adelante, o bien una información útil para montar un campamento. - Comunico a la alferez que se encontraba junto a mi en el coche.

Después me fijo en la actitud de la chica-zorro y escucho la respuesta de Jimenez. Decido que es el momento de pasar a la equipo diplomático y tratar con mayor cortesía a las nativas. Abro la puerta del vehículo y pongo mis pies por primera vez sobre la verde hierba de aquel mundo nuevo. Hago un gesto al padre y a Barberán para que mantengan contacto por radio. - Bien, definitivamente no parecen hostiles. Posición relajada muchachos, retrocedemos hacia los vehículos, a ver si podemos seguir camino hacia la aldea. García, tu quedate donde estas, adelante con la pregunta. - Avanzo hacia la muchacha con aspecto de zorro, barrita enerjética en mano, y le sonrío mientras extiendo la mano cuidadosamente y digo. - Toma. - Dejo la mano en alto esperando a que acepte el regalo.

Después, me señalaré a mi mismo y pronunciaré despacio. - César - Después, intento comunicarle por gestos que queremos dirigirnos hacia la aldea cercana.

Recibido. Ya hay bastante gente en la zona y, como dicen en mi tierra, muchos cocineros estropean la comida. Permanezco a la espera en el vehículo hasta nueva orden.

Viendo que la situación parece bajo control, y viendo que llega la orden de mando de abandonar el protocolo hostil, Julio apaga el motor del Nyala y mueve la torreta del Nyala de modo que deje de apuntar a las nativas y vuelva a posición neutral.

Una vez ojeado el bosque y sin encontrar nada raro Iñaki dijo- Nada raro por el bosque, capitán, solo algún que otro animal, lo mas destacable sería el tamaño del bosque y un sendero que esta un poco mas adelante. No había mucho mas que decir, ahora solo quedaba esperar nuevas órdenes y que ocurría con aquellas mujeres.

Roberto se mantenía expectante mientras la chica zorro se acercaba a ellos. Intenta recordar si lleva alguna barrita energética encima pero cuando va a echar mano al bolsillo escucha por el intercomunicador al capitán pidiendo que se replieguen. A la orden.
Se cuelga la MG4 al cuello, sonríe a la chica y levanta los hombros como lamentando tener que irse. Sin dejar de mirar a la chica se retira hacia el vehículo.

Al llegar al vehículo se apoya en él y se queda mirando hacia el anciano que está en el bosque.