Partida Rol por web

El gesto de Agatha se tuerce ligeramente cuando ve que su poder ha fracasado, sin duda se encuentra superada por la situación y debe calmarse. Gira los ojos hacia el sheriff cuando los sabbats se acercan y se dirigen al interior de la casa. No hay mucho margen de maniobra.

-Esta bien. Nada de juegos, Jericco. Detén a tus hermanos, en el momento en que pongais una mano encima de vuestro Travis, se acabará la negociación. -dice firme colocando su americana y planta sus pies firmes en el suelo, sin dejarse amilanar.- No puedes culparme de intentar llevar las cosas a mi terreno, tu harías lo mismo en mi delicada posición. Di que se detengan y hablemos.

El ductus chasquea los dientes y sonríe maliciosamente sabiendo que ahora regresa a su lado el siguiente movimiento.

-Alto mis cuervos...- Ordena mientras da unos cuantos pasos al frente pasando a sus hermanos de largo los cuáles han obedecido inmediatamente hasta plantarse a unos cuanto centímetros de la arconte Agatha Amary.

Asiente con el mentón mientras el reflejo de Amary se observa a través de las gafas de sol de Jericco.

-La guerra inició antes de tiempo arconte... a la torre no le queda mucho tiempo en este dominus.- se encoge de hombros. -Tú nada tienes que ver aquí, fuiste asignada, sigue con tus órdenes, entrega un reporte de que el Sabbat se apodero del territorio y sigue adelante con tu conveniente carrera en la escalada de lameculos de su patética aspiración política, claro en una pieza.-

El ductus mueve el mentón señalando el interior de la casa. -Así que pórtate bien y hazle un favor al viejo Jericco regresando a su hermano pequeño en una pieza.- Jericco se rasca la naríz de manera horizontal con el dedo índice y lluego mueve su cabeza de lado a lado destrabando con un crujido las cervicales destrabando su cuello.

-Sabes mucho de mi situación aquí...¿cómo?- pregunta muy curiosa, sin dar ni un solo paso atrás por la cercanía del Jericco, casi que alza aún más su barbilla. Antes muerta al sol que amilanarse por una serpiente.

Al escuchar como le temblaba la voz a la Arconte sonrei dentro de mi mascara,las tornas se habian dado vuelta y la posicion de la Arconte peligraba a cada momento por lo que sali de mi escondite y con mis manos que estaban escondidas en las guantes aplaudi demostrando mi gran altura y comence a caminar:

-Lo siento Arconte Agatha pero parece que ya no esta en la posicion dominante-mire al Ductus de la manada para hacer un saludo que solo un Sabbat reconoceria-En cuanto a como el Ductus sabe lo que sabe,¿acaso la Torre de Marfil no tienen a sus ratas de alcantarillas y sus infiltrados?,¿que tan estupido cree que es la Espada?,vamos si fueran asi de como decimos en mi pais de Pelotudos,hace siglos que debio caer ante la Camarilla pero eso no paso ¿No se pregunto porque Arconte?,despues de todo,ellos se preparan para ganar una guerra de la cual la torre prefiere ignorar o pretender que no es verdad.

En caso de que el Ductus me contestase a mis argumentos no haria nada que pusiera en peligro ni a la Arconte ni al Sheriff despues de todo que dos personas tan poderosas e influyentes me debiesen sus no-vidas seria algo que podria recordarles por toda la eternidad.

Detras de mi mascara mire nuevamente a la Arconte,sonreia y me alce de hombros como diciendole mentalmente "ahora mismo desearia volver a atras al tiempo y que realizace ese plan que iba a ejecutar ¿o no? Pero eso es tiempo pasado y ahora esta es la nueva mano".

Ademas habia un motivo por el cual me habia mostrado y eso era que no todos los Ductus cumplian su palabra como Aurora,la gran mayoria de ellos de lo que lei en los libros y escuche en historias les importa tres montañas de mierda su palabra asi que era 99% seguro que apenas tuvieran a su "hermano" nos mataran a los tres,y aunque yo tenia una salida debia de ser Suiza,la voz de la razon para que al menos esta noche tanto Sheriff como Arconte sobrevivan.

Espere a la respuesta del Ductus antes de continuar hablando

Jericco sonríe ante la pregunta y le sostiene la mirada a la arconte disfrutando la atención que le está prestando aquella agente del círculo interior de la Camarilla.

-El peor error que las camarratas como tú es que menosprecian al enemigo creyéndose superiores cuando la realidad es que el Sabbat se encuentra dos pasos adelante de cada acción que definen por orgullo antes que efectividad...-

Unos aplausos apagados por guantes se escuchan a la espalda de la arconte quién interrumpe las palabras del ductus antes de proseguir con la negociación.

-Lo siento Arconte Agatha, pero parece que ya no esta en la posición dominante....- Jorge Lara sale de su escondite y se adelanta un poco para alcanzar a la arconte y colocarse hombro con hombro a la entrada de la casa, luego se dirige a Jericco a través de su extravagante máscara, mirando a aquel ductus el Kiasyd hace un extraño movimiento con las manos para formar una especie de saludo *Por lo cuál Jericco hace una mueca de interrogación ante aquel extraño movimiento con las manos del extraño, luego retoma la conversación con el líder de los cuervos.

-En cuanto a como el Ductus sabe lo que sabe, ¿Acaso la Torre de Marfil no tienen a sus ratas de alcantarillas y sus infiltrados?, ¿Qué tan estúpida cree que es la Espada?, vamos si fueran así como decimos en mi país de Pelotudos, hace siglos que debió caer ante la Camarilla... pero eso no paso ¿No se preguntó porque Arconte? después de todo, ellos- Señala al resto de la manada -se preparan para ganar una guerra de la cual la Torre prefiere ignorar o pretender que no es verdad.-

Jorge Lara voltea hacia la arconte entrelazando sus manos y Agatha casi podría jurar que Jorge le **guiño un ojo para luego volver a dirigirse hacia el ductus en espera de alguna respuesta.

Con cara de no entender muy bien lo que estaba sucediendo Jericco se queda pensativo por un instante tratando de asimilar aquellas palabras de un gigante de mas de dos metros de altura, enmascarado y hablando de tú a tú a un ductus. Se dirige a la arconte  para tratar de encontrar una explicación ante aquel inusual suceso.

-¿Esto es alguna de sus sucias argucias para ganar tiempo, arconte Agatha Amary de la estirpe de Mithras?.- A espaldas del ductus y su manada y bajo la incandescencia de la línea del horizonte encendida por el fuego que se alza hacia el oscuro firmamento seis estelas negras se deslizan como si fueran ágiles sombras destellando afiladas y amenazantes katanas directo hacia los tres miembros de la manada de los Cuervos del Infierno.

Emilio Rage sale de imprevisto desde detrás de la arconte y del Kiasyd y dispara en dirección de la tibia derecha del ductus la cuál es destrozada por el estruendoso impacto de una bala expansiva de la colt magnum phyton lo cuál hace caer a Jericco dejando colgando parte de su pierna con la piel desgajada y ensangrentando el lugar mientras se lleva las manos instintivamente a la pierna derecha incrédulo ante lo que está sucediendo.

-Esto es ganar tiempo hijo de perra...- Las sombras caen encima del resto de la manada enfrascándose en aparatosa batalla, algunos disparos salen en cualquier dirección mientras que el sheriff toma del brazo a la arconte y se dirige al vehículo más próximo lo más rápido que puede dada su condición dejando arrastrándose al ductus de los cuervos del infierno vociferando y tratando de quitarse de encima algunos embates de las guardianas del Eliseo.

Emilio abre la puerta y le indica con premura a Agatha para que suba a la parte trasera de uno de los coches en los que llegaron, antes de emprender la marcha y haciendo una visible muestra de rechazo hacia a lo que va a solicitar le pregunta a la arconte. -¿Dejamos libre a esa cosa?...- señala con el mentón a Jorge Lara.

En eso que estaba ganando tiempo para salvat nuestras no-vidas de repente el Sheriff me aparta con una gran fuerza que solo lei en los libros sobre la disciplina potencia que poseen los brujah y el Sheriff hacia gala de saber usarla como fue apenas un leve roce de empuje no dio tiempo a los glifos en mi ropa de activarse y luego presencie como otra habilidad del clan que compartia con el clan de la rosa se activaba delante de mis narices.

Y aprovecho el momento para escapar con la Arconte mientras las kunoichis demostraban que no por ser mortales eran menos letales que un vampiro.

Aproveche que nadie me estaba mirando para comenzar a trazar los giflos modificados mientras esquivaba los disparos y golpes para una vez terminado el trabajo con mi boligrafo de tinta invisible decir:

-Hey,ustedes Kunoichis salgan de ahi,ahora mismo!!!- dicho eso espere que comprendieran mis palabras en español porque no se japones y una vez ellas se retiraron del gran glifo modificado que hice yo mismo sali al mismo tiempo que ellas y lo active.

Definitivamente luego de esto me ire a buacar hadas renegadas de las cuales beber sangre hasta saciarme

Retrocede justo al tiempo que Emilio pronuncia su frase digna de una película de acción y cuando el sheriff la toma del brazo al menos no la coge de imprevisto y se acerca al coche sin perder de vista demasiado la escena. Odiaba huir, pero la experiencia le decía que a veces, para ganar una guerra había que perder una batalla...o no del todo.

-Llevaremos a Lara ante Imelda y también a Travis.- aprieta los dientes y señala con la barbilla hacia el vástago estacado.- Tráelo, dame una pistola.- dice con un pie fuera del coche, medio a cubierto.

Emilio se retira a medio metro de la arconte y haciendo un esfuerzo sobrenatural reflejado en su rostro hace que su brazo destrozado se recomponga para tener una mejor movilización con su cuerpo, luego destraba las cervicales de su cuello con un movimiento lateral de cabeza de un lado a otro escuchándose dos leves tronidos de reacomodo interno. -Un poco mejor...- dice mientras le extiende su pesada pistola a la arconte Agatha Amary.

Dando media vuelta busca con la mirada al Kiasyd quién se encuentra realizando extrañas maniobras con la mano, como si dibujara algo en el aire, de pronto su dibujo invisible brilla mágicamente abriendo una especie de portal en el cuál introduce su gigantesco cuerpo desapareciendo dentro de aquel halo mágico para luego cerrarse en círculos concéntricos mientras la batalla alrededor continúa entre sombras y vampiros.

-¡Mierda!, se ha escapado...- Sin perder mas tiempo Rage se convierte en una estela borrosa que atraviesa en medio de una singular batalla para casi enseguida regresar arrastrando el cuerpo paralizado de Travis, abre la puerta del asiento delantero y lo arroja violentamente. -Este pajarito no se me escapará tan fácilmente...- añade mientras da la vuelta al coche para colocarse en el asiento del conductor, arrancar e irse de aquel lugar.

Al tomar la carretera una lluvia de copos los atrapa, es la ceniza del bosque de Trinidad que arde terriblemente anunciando que la devastación que los lupinos están (si no es que ya ha comenzado) preparando para la ciudad de Regina ha dado marcha.

-Joder...ha ido de muy poco...buen trabajo Emilio...pero hemos perdido a mucho efectivos en vano...-su mirada se dirige al vástago estacado y se coloca en los asientos traseros, en medio para poder asomarse un poco a la parte delantera del vehículo- bueno...tal vez no del todo en vano. ¿Crees que pueden rastrearle por su vínculo?-pregunta Amary pensativa, intentando trazar un plan.

Emilio conduce en medio de aquella lluvia de ceniza, mientras la noche es iluminada por un costado del horizonte con un enorme incendio el cuál devora a medio bosque de Trinidad.

Sin voltear a ver a la arconte y con la mirada en la carretera Rage le responde a Agatha. -Me preocupan más que estos imbéciles han liberado a la jauría, y los lupinos destrozarán la ciudad arrasando con lo que encuentren a su paso hasta llegar a madre Imelda y la primogenitura, era lo que siempre habían buscado, un pretexto para morder y extender su rabia...- Con el mentón lacerado y amoratado después de la golpiza propinado por el bate de su prisionero señala a Travis.

-Es muy probable, al menos lo intentarán rescatar...- El sheriff se queda pensativo por un momento y luego añade. -Esa cosa azul...- se refiere al Kiasyd. -Lo que dijo... sabía muchas cosas que solo el Sabbat permite conocer a unos cuantos... y el tal Jericco parecía no conocerlo...- nuevamente hace una pausa y termina su frase. -Suponiendo que esa cosa pertenecía al sabbat, debe tener su propia manada, y la manada de Jericco no parecía haberle reconocido...  ¿Entonces en contra de cuantas manadas Sabbat nos estamos enfrentando?... ¿Cuántos frentes rodean a la Torre?.- Emilio Rage guarda silencio y acelera para llegar lo antes posible al Eliseo de Regina.

-No tengo respuestas...esa basura Kyasid se escapó...pero...no por mucho tiempo.- asegura pensativa- Él vendrá a mi...quiera o no.- comenta con una sonrisilla al caer en la cuenta de algo evidente.

-Jorge Lara.- le llama, aparentemente mirando a la nada, evocando uno de los más altos poderes de su sangre.

El sheriff dibuja una breve y socarrona línea en señal de sonrisa al asimilar lo que la arconte hace para atraer incondicionalmente a Lara.

De un movimiento orilla el vehículo a un costado de la carretera mientras el horizonte se ilumina debido al incendio.

-Espero no tarde mucho, no tenemos tiempo...- Emilio apaga el motor y recarga las manos en el volante mientras espera a aquel misterioso y extravagante ser.

-No debería...la llamada ha sido poderosa, no puede resistirse. Vendrá aún más rápido de lo que se fue.- rueda los ojos y su mirada se desvía hacia el sheriff y sus heridas.- Necesitas alimentarte.-afirma- ¿Lleváis algo para estas situaciones en los vehículos?- pregunta mirando alrededor.- Te ofrecería mi sangre pero sé que no la tomarás.

Al momento de atravesar el portal y cerrarse detrás de ti sientes una inmensa tranquilidad el mundo onírico pareciera comprenderte más que el mundo real, apenas y comienza a avanzar cuando una voz resuena en tu mente.

 -Jorge Lara...-

Una irresistible necesidad de presentarte ante la presencia de la arconte Agatha Amary te invade y no hay manera de librarte de esa necesidad que más bien es un deseo irrefrenable de acudir a su llamado.

Casi automáticamente y debido a tu debilidad por falta de sangre y cansancio comienzas a dibujar el principio de un glifo para abrir otro portal ante su majestuosa presencia.