Partida Rol por web

Al parecer las balas de nuestras armas no le hacían mayor daño a la criatura, miré uno de mis cartuchos de dinamita y pensé en tirarlo, pero pondría en peligro a mis demás compañeros, en especial la vida de Fritz que estaba practicamente abajo de la bestia. Solo el podría volarla si logra usar la dinamita y ponerse a cubierto, una difícil mision si pensamos en que es Fritz "el cobarde" el que tiene que llevarla a cabo...

Saqué de mi bolso un cartucho de dinamita y mi caja de cerillas, respiré hondo y me puse de pié, descubriendome de la roca que me protegía. Miré a la araña y le grité:

- Eh! Bestia de mierda! Ven a buscar este regalo que te manda el Fuhrer! - Esperaba llamar la atención de la criatura para lanzarle la dinamita cuando estuviera a una distancia prudente, me puse en guardia listo para reaccionar ante cualquier movimiento de la araña.

¡Werner! ¡No tires la dinamita o nos matarás a todos!

Creo que hay otra manera digo mientra miro a la araña , ¿tenéis alguna cuerda? la podríamos inmovilizar con una o agarrarla las patas entre todos y cortar por la articulación para dejarla impedida.

Karl recibe el impacto de la araña, que lo tira varios metros hacia detrás y lo hace impactar contra la pared. Alexander Wolf le encesta un disparo a la araña que enloquecida intenta escapar del lugar. Los demás disparos parece ignorarlos...

La araña no reaccionó ante mis gritos. Solo Alexander me respondió, para decirme que guardara la dinamita poco despues de haberle atravesado el cuerpo a la araña con un certero disparo de su fusil.

La bestia se retorció chillando agudamente e intetó arrancar. Guardé la dinamita y la caja de cerillas en el bolso, esperaba no tener que sacarlas nuevamente hasta que cumplieramos la misión. Tomé mi MP40 y apunté a la araña con seguridad aprovechando que las heridas la tenían debilitada. Apreté el gatillo y disparé. - Muere bestia... muere!! - Las balas atravesaron a la criatura que volvió a chillar de dolor.

Por el rabillo del ojo miré el cuerpo de Karl que se retorcía en el suelo luego del golpe que habia recibido, sin quitarle un ojo de encima a la araña le grité a Volker - Bruch! Ve a ver como está Fritz! Parece que la araña le dio duro! -

Salgo corriendo inmediatamente para comprobar el estado de Karl, al llegar hasta el intento moverlo despacio para comprobar si esta muerto o si tiene algun daño importante, despues de ese golpe podria no volver a andar jamas.

La araña muere finalmente, se tambalea y cae al suelo pesadamente. Karl queda en un estado de seminconsciencia...

Siempre hay tiempo de perder un ojo. xD  Me quedo con la tercera casilla de estrés. Me lo apunto en las notas. ¿Cuántas casillas hay en total?

Fritz yace boca abajo con una postura inverosímil. Sufre un fuerte dolor de cabeza, un pitido en el oído derecho y los sonidos que oye estan modulados como si provinieran de debajo del agua. Abre pesadamente los ojos cuando llega Volker, todo da vueltas. 

Bruch lo agarra de un hombro y lo gira lentamente. Cuando gira del todo, ve la cara del muchacho tirolés hecha un mapa: Un cristal de las gafas con un fuerte golpe, que no se ha roto gracias a que la cuenca de ese ojo lo ha amortiguado. A cambio tiene todo el ojo amoratado. La nariz no se aprecia de la cantidad de sangre que ha expulsado y sigue expulsando. Posiblemente rota. Además de un moratón en la barbilla, un labio hinchado y un chichón en la frente. 

Sale de la seminconsciencia abriendo lentamente los ojos, con la boca abierta, y haciendo un gracioso pitido al respirar a través de esa nariz taponada de coagulos de sangre. "-frriiiiihh fiiiiiiiiih, frriiiihh, fiiiiiiiih..."

-Me... Me encuentro mal... -Consigue susurrar. - "frriihh fiiiiiiiih" 

Parece que despues de todo Karl esta vivo, puede que no este sano pero  sigue estando vivo. Este lugar es muy peligroso, dios sabe que peligros podriamos encontrar al avanzar.

-Al menos puedes caminar compañero- Digo mientras le sacudo un poco el polvo de la ropa, este sitio esta realmente sucio- Me gustaria ayudarte con esa nariz pero probablemente te la empeore mas ¿Alguien sabe como ayudar a Karl?- Digo mientras me giro al resto.

La araña cayó pesadamente al suelo luego de mi disparo y no volvió a pararse, rapidamente me acerqué a su cuerpo sin dejar de apuntarla por si llegaba a estar viva... pero no paso nada, la araña no se movió ni emitio sonido alguno, nisiquiera cuando la empujé con mi bota. - ¿Como una araña había llegado a crecer así?... ¿Que peligros habrá dentro de esta instalación abandonada?... - La inseguridad rápidamente se transformó en coraje cuando pensé el real objetivo de toda esta cruzada, el III Reich y el Fuhrer confiaban en nosotros. Me di la vuelta y vi a Volker intentando levantar de suelo a Fritz que no se veia para nada bien, su rostro estaba rojo por la sangre que salía de su nariz y no podía levantarse por si solo.

- Bruch, Wolff. Carguen a Fritz, no hay tiempo para curarlo de inmediato tenemos que movernos rápido de aquí, quien sabe si esos chillidos atrajeron a mas criaturas como aquella - Caminé hacia las puertas con mi arma en guardia, temía que pudieran haber mas arañas acechandonos y no había tiempo que perder. Llegué a la puerta de la derecha y la terminé de romper con una certera patada en el centro. Esperé unos segundos para no caer en alguna emboscada y entré con el arma en guardia para liberar algún lugar donde curar las heridas de Fritz.

Fritz se levanta a duras penas con la ayuda de Bruch y coge su fusil. Todo le da vueltas, pero se va recuperando.

-No, es, estoy bien. Frriiiiih fiiiiiih. Puedo yo so, solo. No os preocupéis. ¿Qué miráis? -El intenso dolor en la nariz comenzaba a aparecer después que desapareciera la adrenalina del golpe. -Dios, que dolor... -Se lleva una mano a la nariz, nota la humedad y luego se mira la mano. Manchada de sangre. 

-¡Auh! Friiih fiiiiih... -¡Maldita sea, está hinchadísima! Ahh, mi boca... Al menos no se han metido conmigo. 

Continua caminando con algo de dificultad para llegar detrás de Werner. Con el fusil en guardia y haciendo esos ruiditos al respirar. 

-Se acabó, la última vez que me hago el héroe. No es propio de mí. Maldita sea...

Siguiendo a Werner enciendo mi linterna "Daimon" prendida del botón del galón derecho al del pecho con el filtro rojo y compruebo mi arma...

Mmmmm, me quedan 25 balas...

Fritz, aguanta a que estemos en un sitio seguro y te echamos un vistazo a la cara.

Termino de levantar al herido soldado y recojo mi fusil con las dos manos.

-Vamos Karl, no vas a morirte por eso después de todo, debemos seguir avanzando, quizás encontremos alguna enfermería o algunas vendas y medicinas.

Concentrándome ahora en avanzar, permanezco detrás de Werner. Antes de continuar le hecho un vistazo a los oscuros techos para comprobar que no hay un nuevo demonio pegado al techo en busca de sangre.

Continuáis a la sala contigua. Es un lugar cuadrado y lleno de numerosos cofres cerrados, como de la era medieval. En el centro de la sala hay tres grandes columnas. El lugar no está iluminado. Puede haber unos 10 cofres rodeando la sala. Al fondo hay una puerta medieval cerrada con una puerta de rejas, de las que se suben con una polea. No parece haber ninguna polea visible para abrir la puerta, pero sí hay un conjunto de cuerdas que conectan la puerta con cada uno de los cofres. Hay tranquilidad absoluta. 

Enciendo la linterna y me adentro con precaucion en la sala para inspeccionar mejor la puerta en busca de alguna forma de accionarla mas tradicional. Al fracasar en mi cometido me giro hacia los extraños cofres y sigo con la mirada las cuerdas que parecen descansar en su interior.

-Dios mio, este lugar es muy extraño para ser un laboratorio.

Trato de discernir que cuerda es la que conecta mejor con el mecanismo que acciona la puerta.

Fritz entra en la silenciosa sala y el ruidito de su respiración resuena en las paredes de piedra creando un curioso eco. Da un vistazo alrededor con cara de asombro. 

-3 columnas, 10 cofres, 1 puerta. Friiih, fiiiiih. No parece haber relación. Y las 10 cuerdas están unidas a la puerta... Friiih fiiiiih. Podría indicar que tirando de las 10 cuerdas se abriría la puerta. O abriendo los 10 cofres... Eso sería demasiado fácil.

Desechando esa opción, Karl habla en voz alta. En otra circunstancia, esas palabras hubieran sido sólo pensamientos en su cabeza, pero ya había confianza con sus compañeros. Estaba empezando a cambiar sin darse cuenta. La escena de la araña gigante, ciertamente, era algo que influyó.

Fritz se acerca a uno de los cofres e intenta abrirlo, pero sin ponerse delante ésta vez. Desde un lado, levantando la tapadera con cuidado. Ensimismado en sus pensamientos.