Partida Rol por web

 Señor Knight, señor knight... intenta llevarse a parte a Piers y le hace un gesto a su padre para que se les una, lejos de los criados Creo que se refiere a poner orden en el sentido estricto de la palabra: hacer las camas, poner un plato en la mesa, limpiar la casa... no se refiere al "mal" que usted, por otro lado, decía ignorar... no caiga en sus propias trampas... estan haciendo lo que hacen siempre.

 Después ya se dirigió a los dos, tanto a Piers como a Murron 

 Si los criados fueron contratados para este evento no sabrán nada. Deberíamos liberarlos y asi puedan hacerse cargo de la casa. ¿Como lo veis? Yo no voy a hacer nada sin que los tres estemos de acuerdo. Y creo que deberíamos actuar todos asi: presentar un frente común de cara a los criados.

 Entonces se volvió hacia la señora Huxson:

 ¿Ve usted? ¿Ve la diferencia? Cuando me dice que no dispare a bocajarro a veinte inocentes es gráfica, da detalles, es muy... "expresiva" hablando... y yo la entiendo, claro que si. Conrad se esforzó en poner todo el acento de paleto irlándes de que fue capaz Cuando dice que "horadar la tierra no servirá de nada" no la entiendo, no da detalles, no es "gráfica"... asi que por el bien de todos los presentes... echo una mirada a todos los criados como para indicarles que no saldrían de allí con vida si su jefa no cooperaba ... ¿Quiere explicarse? Vamos, deme detalles sobre los túneles y los peligros de la casa... detalles gráficos.... ya sabe....

-Creo que dicen la verdad en lo que nos cuentan, aunque sigan utilizando algunas evasivas o palabras opacas. Tiene sentido que sólo el señor Edward y la señora Huxson sean conscientes de la maldición y todo lo relativo a esta, y que el resto únicamente realicen los trabajos habituales. Si yo fuera padre, sólo confiaría el secreto de esta casa a unas pocas personas, las más cercanas. Y si además estas son las que tienen mayor responsabilidad del servicio, con más razón si cabe-dijo Murron a Piers y Conrad cuando estuvieron conversado aparte-. Yo dejaría marchar a todos menos a esos dos. Aunque si creéis más conveniente dejarlos a todos aquí mientras continúe el interrogatorio, no me opondré.

Luego, una vez volvieron a dirigirse al resto del personal, Murron se quedó en silencio aguardando los siguientes acontecimientos.

- Creo que podemos llegar a un acuerdo. Acaben con esta situación tan caótica e incómoda. Liberen al servicio y mañana mismo la señora Huxson les guiará por los pasadizos si lo que quieren son respuestas. Tienen mi palabra de que así se hará. Y si necesitan tenernos aquí a los dos, atados y sin poder atender las necesidades de dieciséis invitados, sea, pero no vamos a irnos a ninguna parte ni intervenir en absoluto en los designios de las almas vivas y muertas de este lugar, así que no veo necesario este sobre esfuerzo. ¿No está de acuerdo Mrx. Huxson? No sé dónde estará ese mapa de los pasadizos pero tú te los conoces de memoria. Guíales y entenderán en seguida que no somos el peligro. 

Hmmm- refunfuñó el ama de llaves- Parece que se las apañan muy bien ellos solos por ahí. Han llegado incluso a los túneles medievales sin caer en ningún pozo o despertar ningún mal... Pero sí... si así me lo piden... Iré con ustedes, señores, mañana mismo. 

Murron miró a Piers y a Conrad, y aunque no dijo nada, dejó entrever por su mirada que estaba dispuesto a aceptar lo que les proponían el mayordomo y el ama de llaves.

Piers se frotó los ojos, pensando.

Siguen eludiéndonos. Saben algo, cada vez está más claro, y se niegan a responder ninguna pregunta. Podemos obligarles, o... ¿podemos, realmente? ¿Realmente están dispuestos incluso a morir con tal de no respondernos directamente?

Sí, parece que sí lo están. Al menos Mrs. Huxson y Edward. Pero el resto del servicio no. El soldado considera la posibilidad de usar eso en su contra. Si ponen las vidas del resto del servicio en su conciencia, quizás...

Se frota los ojos de nuevo. ¿Qué está diciendo? ¿Realmente piensa hacer algo así?

Yo empecé esto y yo debería llevarlo hasta el final. ¿No es así siempre como funcionan las cosas? ¿No se ha de llegar hasta dónde se deba? ¿No has hecho esto ya antes, en el ejército? ¿Acabar con el enemigo, al coste que sea?

Sí, pero... ¿son el enemigo? Cada vez lo ve menos claro.

¿Importa si lo son? Si no lo son, están en tu camino hacia él. Guardan secretos. Quizás no sean sus lacayos, pero le conocen. La oferta de Edward lo demuestra. Le conocen. ¿No es motivo suficiente?

¿Lo es?

¿Arriesgarías a tu familia sólo porque hay una duda razonable?

No, y sin embargo... ¿realmente vale de algo tenerles aquí? ¿Realmente va a parar el peligro? Algo en las tripas le dice que no.

Se frota los ojos de nuevo. Este maldito lugar le está sembrando el cerebro de dudas. Mira de pasada a Murron y Conrad. Ellos también dudan, lo ve. Aunque decidiese mantenerles aquí- a todos, porque no piensa dejar ir al resto del servicio, que tranquilamente puede llevar a cabo instrucciones que hayan recibido o venir a liberarles mientras ellos estén en otro lugar-, no cree que los dos Allistair le apoyasen en eso. Y ya ni siquiera está tan seguro de que vaya a ser de ninguna ayuda.

Debería dejaros aquí dice, mirando a Edward. No ya horas o días, debería dejaros aquí hasta que os pudráis, vosotros y todos vuestros malditos secretos- declara, con una vehemencia poco común en él. No le gusta sentir que no tiene el control de las cosas, y no maneja bien ese sentimiento. Debería haceros entender que no estáis en posición de negociar nada, y quizás, todavía aún lo haga. Pero, por el tiempo antes de que todo esto pasase, os daré una oportunidad. Una y no más. Veamos las respuestas que podemos obtener mañana en los túneles, con la señora Huxson. Pero te lo advierto, Edward. Y a usted, señora. Más os vale que se empiecen a acabar los secretos. Mi tolerancia tiene un límite, y os aseguro que no os va a gustar descubrir lo que pasa cuando se alcanza

 No... no... noooo.... nego Conrad de forma dramática ¿No lo veis? Es lo mismo de siempre.

 Una vez más, echó mano del arma para emfatizar sus palabras.

 "Oh... haced esto por mi ahora y yo mañana haré... o no... algo por vosotros" hizo una patética imitación de la voz aflautada de la señora Hudxon.

 Vamos a hacerlo a mi manera. Esto es: Paso 1, nos dice usted cual es el verdadero peligro si no son ustedes. Paso 2, los libero a todos. Paso 3, mañana nos vamos a los túneles a ver lo que se tenga que ver. Conrad temblaba de miedo y de rabia. El cañón del arma subía y bajaba en sus manos temblorosas sin control.

 La otra opción, si no nos dice INMEDIATAMENTE cual es el verdadero peligro que ocultan comenzó a gritar, estaba harto de aquello Empiezo a reventar criados cada media hora comenzando por Paul, ¿entendido?

- Ya saben cuál es el verdadero peligro. Quién es. No me haga decir su nombre. Pero desde hace siglos es la causa de tanta muerte. Los criados, como ustedes, solo nos limitamos a mantener el legado del señor John en orden. Y, por supuesto, como toda alma viviente en esta casa, tenemos nuestras preferencias a la hora de decidir a quién mantener a salvo o poner en peligro... 

Fue llegando la hora de la cena y vigilados en todo momento, los criados dispusieron la cena y la mesa para que llegara el resto. 

Cuando llegaron al comedor la tensión entre los criados se podía cortar con un cuchillo. Casi nadie del servicio les miraba a los ojos y bajaban la cabeza con miedo mientras intentaban hacer a toda prisa la cena y preparar las habitaciones por la noche tras haber pasado casi todo el día secuestrados a punto de pistola. 

Solo Edward y Mrs. Huxson permanecían impertérritos. Él con su sonrisa. Ella con su mal gesto permanente. 

Todos se sentaron dispuestos a compartir la importante información*

Casi murmurando, Johan hablaba a nadie en concreto, solo pensaba en voz alta - ¿como puede un supuesto héroe transformarse en tan descomunal monstruo? ¿solo por una espada? - seguía pensando, para él ahora mismo el tal Harry era incomprensible, destruía todas las historias y libros que había leído, sobre honorables héroes que daban todo lo posible por los demás.

Alzó levemente la voz para indagar sobre su duda, ante los Alistair - ¿A caso los héroes escoceses no tienen honor? ¿Se vanaglorian y arden en ira por un objeto? ¿Son tan materialistas como para necesitar venganza siglos después por un arma peridida? - sus dudas no iban dirigidas a nadie en especial, incluso sabia que los escépticos le rodeaban, por lo que si lo querían ver como las dudas de un escritor, no le importaba, algo de ello debía escribir.

-¿Pregunta si los héroes escoceses tienen honor?¿No ha oído hablar de William Wallace, Robert Bruce o Rob Roy? Son sólo algunos de los más reconocidos. Una pesadilla para vuestra gente-Conestó Murron a Johan-. No sé qué habrá encontrado que le haga pensar así, señor Knight. Me temo que algo relacionado con el infame Harry, si no me equivoco. ¿Era escocés acaso? Hay muchas leyendas oscuras allí en mi tierra, y más hombres malos que buenos. Pero eso, me temo, que es algo común en todas partes. Cuéntenos, por favor, qué ha descubierto.

Mientras tanto, Murron no perdía de vista a Conrad. Esperaba que lograra hacer de tripas corazón y no cometiera ninguna impulsividad de la que arrepentirse. La maldición no sólo los estaba eliminando, sino que también jugaba psicológicamente con ellos, poniendo a prueba su paciencia y su cordura.

No sabía si lo que habían concluido eran afirmaciones, o teorías, no era él quien había reconocido los escudos escoceses, y por ello, prefirió que fueran quienes también vieron el lugar del altar con mayor detenimiento quienes hablaran, y mostraran lo que para Johan eran conjeturas. Manchar así el nombre de los heroes, se negaba a creer que un héroe cayera tan bajo. Agachó la cabeza, las leyendas tomaban un color desagradable en su dolorosa cabeza.

Elizabeth escuchó extrañada la intervención de su primo Johan… Parece que habían averiguado información sobre “Harry”. Mientras aguardaba las respuestas de los aludidos, que estaban acomodándose para la cena, se acercó a recibir a su padre, mucho más tranquila al verle sano y salvo de nuevo. No pudo esperar más para compartir con él y el resto de presentes la información que les había dado la vieja Tata y que a ella le había dejado especialmente descolocada.

Tomando a su padre por el brazo mientras se aproximaban a la gran mesa a tomar asiento y alzando la voz para que la información llegase a todos, comenzó a hablar:

Eleanor, Ebenezer y yo fuimos a la habitación del servicio y allí encontramos a la vieja Tata. Se la notaba cansada, pero sus ojos estaban más llenos de vida y de esperanza que cualquiera de nosotros. No parecía recordarnos a ninguno, pese a habernos conocido, o al menos eso dijo… Pero se sorprendió ante mi supuesto parecido con una de mis antepasadas… Elizabeth hizo una larga pausa… La poetisa Mary Knight, cuyo poema encontramos hace una par de días. Explicó que fue la primera mujer Guardiana de la casa y que murió el día de su boda, celebrada en esta casa, engañada por las fuerzas maléficas que ella creía ya vencidas. Esas fuerzas la llevaron a lanzarse al lago. Creo que su cadáver es aquel que juró la pequeña Mary Jane haber visto en el lago helado… Su velo es el que está enredado en el remo que recogimos. A ella perteneció el pendiente que la Tata dejó caer a la sopa para llamar nuestra atención.

Ebenezer y Eleanor os podrán contar más cosas de lo que la anciana mujer nos dijo. También Rhona y Harold tuvieron oportunidad de escucharla. Dejaré que ellos hablen, pero antes debo pedir que no seamos tan duros con los sirvientes… Ninguno de ellos conoce nada sobre Green Arrow y al mismo tiempo son inmunes a ella por no pertenecer a los descendientes de mi abuelo John. Tampoco debemos culpar a Edward ni a la Sr. Huxon de nada de lo que aquí pase, pues ellos viven ajenos los acontecimientos que aquí ocurren. Nada pueden hacer por controlarlos, pero sin embargo deben sufrirlos a nuestro lado, como si estuvieran presos de esta casa, siempre a su servicio sin poder marchar. Seamos benévolos con ellos, pues ellos pueden darnos parte de las piezas de información que falten.

La expresión de Piers, ya de por sí seca, había pasado a tornarse directamente sombría en las horas que habían pasado con el servicio. Pese a que se había mostrado, o había intentado hacerlo, como el más inflexible, lo cierto es que sus propias dudas le llevaban royendo las entrañas desde por la mañana. No porque dudase de sus métodos. Creía firmemente que un hombre debe hacer lo que sea necesario en cada momento. Es su carga como tal. Pero a la vista de lo que oye, y ha oído, empieza a preguntarse de qué puede haber servido todo esto.

Finalmente habían capitulado, pero... ¿realmente estaban en camino a respuestas o sólo a más preguntas? ¿O peor, a una trampa? Nada garantizaba que lo que habían logrado arrancarles fuese la verdad, y no solo algo para salir del paso al verse acorralados. Nada garantizaba que pudiesen encontrar lo que buscaban en los túneles. Nada garantizaba nada, y el tiempo pasaba. Pasaba demasiado rápido, y aún sabían demasiado poco. Aún no tenían armas con qué combatir a quienes, o lo que, les estaban matando.

¿Y si no hubiesen cedido?

Habría hecho lo que debía.

Bonito eufemismo.

No es un eufemismo, es una realidad, aunque a muchos no les guste mirarlo. La vida consiste en decisiones, la mayoría de las cuales no nos gustan. La mayoría de las cuales engendran conflicto.

Como en Ulundi.

Era la guerra. Siempre hay víctimas en la guerra.

Víctimas y carniceros.

Fuimos víctimas antes, en Isandhlwana. Somos víctimas ahora. Siempre sacrificas algo cada vez que sobrevives. Integridad, amigos, honor, un pedazo de tu alma. De tu inocencia. Siempre hay un precio a pagar por sobrevivir, y esta vez no tenía por qué ser diferente. Esta vez había aún menos razón para que lo fuese.

Hay un silencio tras las últimas palabras de Elizabeth. De pronto, Piers siente la necesidad acuciante de llenar ese silencio. De no dejar espacio a los pensamientos, a las dudas, a la voz que lleva oyendo desde sus últimos días de servicio. Del murmullo en medio de la oscuridad que le visita en sueños aún hoy, a veces.

Eres demasiado rápida siendo indulgente con los demás, Elizabeh- replica en un toco seco. Supongo que dada tu naturaleza artística, es comprensible que muestres más tendencia a ello. Pero esto no es una ópera, ni una novela- prosigue mirando a Johan con mal disimulada irritación- y por los clavos de Cristo, ya va siendo hora de que algunos os empecéis a dar cuenta.

Se pone en pie con un movimiento impetuoso y una expresión dura en los ojos. Sabe que probablemente Jeanne le estará mirando con esa eterna expresión de "Cálmate" que pone cuando su temperamento empieza a ganarle el pulso a su autocontrol, y que Harold probablemente estará suspirando para sí, pensando "Aquí vamos otra vez". Pero no tiene tiempo para eso ahora. Un sentido de urgencia se ha apoderado de él, sin que sea consciente de por qué. La noche se acerca. Más noches se acercan. Cada ve hay menos tiempo, para todo.

El servicio sabe cosas que nos oculta, por el motivo que sea. Si queréis comprobarlo, mañana podréis. Si nos pasase algo a Conrad, Murron y a mi mismo, que cualquiera de vosotros baje a las catacumbas y le diga a la señora Huxson que los acompañe. Recordadla que lo prometió como condiciones para que les dejásemos ir. Ella conoce esos lugares como palma de su mano. Lo hemos oído de la misma boca de Edward. Quizás el resto del servicio realmente no sepa nada y sólo sean temporeros, pero esos dos no son inocentes, ni mucho menos. Quizás su papel en todo esto sea distinto del nuestro, del de los cazados. Pero tienen uno. Y no es el de espectadores sin voz ni voto, como pareces creer.

 Y tú, Johan- prosigue, volviéndose hacia él en el mismo tono destemplado. ¿A santo de qué vienen todas estas diátribas sobre héroes? Despéjate los pájaros de la cabeza y preocúpate por el aquí y el ahora por una santa vez en tu vida. ¿Qué es lo que habéis encontrado y por qué has ido directo a preguntar todo eso específicamente a los escoceses?. Sin animo de ofender- añade, dirigiendo una mirada al resto de convidados, en particular a Murron y Conrad.

- Curioso. Eso es exactamente lo que dijo la Tata, Piers, cuando fuimos a verla. Que ellos tres tenían una misión para estar aquí, Edward, Huxson y ella. Pero que su misión era diferente que la nuestra, y al no formar parte de la familia no iban a morir. Me pregunto cuál será, porque si es ayudarnos no lo están haciendo nada bien.

Ebenezer se sirvió una copa de Brandy y se dirigió a sentarse en uno de los sillones. Parecía que no iban a cenar pronto hoy, pero esta vez el retraso para la cena había sido culpa de Murron. Inútiles o no, no se podía culpar al servicio de no hacer la cena si se les mantenía encerrados a punta de pistola.

- Si no ocurre nada de aquí a mañana, yo mismo os acompañaré a las catacumbas. He estado evitando ese lugar, la humedad y el frío no le sientan bien a mis huesos, pero si de verdad hay un altar nórdico debajo de la casa familiar del que nunca se supo nada, es algo digno de verse.

Eleanor removía la cena con desgana mientras unos y otros exponian teorías y conjeturas. Con gesto serio pero intentando que fuera imperturbable, observaba a Elisabeth mientras hablaba "Tan iguales pero tan distintas..."

Cuando su primo Piers habló no pudo por menos que darle la razón 

-Es cierto que Elisabeth es un espíritu abierto al entendimiento pero es que la situación no ayuda en nada a mantener la cordura. La pobre mujer con la que hemos estado tiene nubes en la mente pero, después de un siglo viviendo aquí ¿a quién puede extrañar? Elisabeth, hermana querida, no me opongo a que averigues cosas en la línea fantasiosa que sigues. Pero espero que entiendas que muchos no opinamos igual. Por mi parte creo que los juegos de charadas que estamos teniendo sólo sirven para distraer la atención de lo verdaderamente importante. ¿Cómo sobrevivimos a quién nos esté haciendo esto? Creo que Piers está en lo cierto y hay gente que sabe más de lo que dice y no está por la labor de contarlo... ¿no es así, Edward?- preguntó, sin esperar respuesta, mirándole fijamente desde la silla en que se sentaba -Pero no las van a dar o, al menos, no en la forma que las solicitamos. Pero eso no les convierte en asesinos. Dejemosles que hagan lo que sea que tengan que hacer, pero hagamos lo que ellos nos hacen... Por mi parte, mañana desde primera hora acompañaré a la señora Huxson en sus obligaciones, sin atarla ni amenazarla, solo observándola. Según nos ha contado la Tata, la Sra. Huxson, Edward y ella misma son los únicos que saben algo. Perfecto, veamos qué hace normalmente nuestra ama de llaves. Si es ella quien prepara nuestras sorpresas nocturnas,mañana me aseguraré de impedirle que lo haga.-

Visto que algunos compartían sus descubrimiento y meghan deseaba desentrañar los misterios para salvar a su hijo puso en común sus hallazgos. No sabía si las personas que iban con ella agradecerían o no compartir información. Lo hizo igualmente, cuantas más cabezas pensaran mejor. Decidió completar la información que ya había aventurado Johan.

-Los pasadizos de la cripta recorren  varios lugares de la casa, como la sala oculta tras el cuadro. Seguimos sin saber quien construyó esos pasadizos porque parecen llevar a miles de años atrás, del medievo antiguo. El sitio más llamativo allí fue una capilla. Una capilla que no adora a los dioses cristianos.

Hizo una pausa para que calara la información y asegurarse de que Arthur diera algún bocado.*

-Llegamos a la conclusión de que su procedencia era escocesa pues había algunos escudos de esas tierras. Por otro lado el objeto de adoración podría ser un héroe. Sin embargo, había señales de que alguien había robado la reliquia que supongo sería el objeto de culto. Dado que creemos que adoraban a un héroe la reliquia debe ser un arma. Un arma que dadas las molestias que se han debido de tomar para robarla, podría ser peligrosa.

Pasaban cosas extrañas allí. Objetos sobrenaturales ascentrales podrían ser la causa.

Lo veía venir, eran ya muchos años junto a él. Pero aquella vez no dijo nada para aplacarlo, porque no sabía si tenía o no razón. Ya poco sabía, no recordaba estar tan sumamente desconcertada en toda su vida.

Miró con cariño a Piers y dejó que reaccionara como su cuerpo le pidiera. Tenía muchas cosas en la cabeza como para preocuparse ahora de él en aquel sentido. Si tenía que reaccionar así, podía ser perfectamente por algo que sabía o había visto u oido. Solamente después de que la pusiera al día podía opinar.

Escuchó a unos y a otros durante la cena. Por primera vez desde que habían llegado veía a Meghan hablando con voz preocupada. Temía por su hijo. Normal y comprensible. A ella le sucedía lo mismo y Harold ya era mayor, con un niño pequeño la sensación tenía que ser mucho más angustiosa.

-De acuerdo, mi opinión a lo que estáis comentando es que si ellos tres, Edwars, Huxson y la Tata, tienen una misión para estar aquí, pero que su misión es diferente que la nuestra, y al no formar parte de la familia no van a morir... ¿por qué no nos han dicho aún cual es la misión de ellos y la nuestra? ¿Tan dificil es hacer que alguno de ellos tres nos digan las cosas claras y se dejen de secretismos y tonterías? Nunca había visto tanta desfachatez en alguien. Decir "yo se algo que tu no sabes" y no contarlo. Aquí está muriendo gente...-dijo a raiz de los comentarios de los que habían hablado hasta ese momento.

Buscó con su mirada la de su hijo, solo de pensar que se acercaba la noche de nuevo se esfumaban sus ganas de probar bocado.

-¿Del medievo antiguo?-preguntó a Meghan entonces-Entonces todos esos pasadizos ya pertenecían a la primera mansión, a Mothcry y no a esta. Por eso están ahí. Esta nueva se construyó sobre la antigua. Supongo que en aquella época las creencias serían diferentes, un culto pagano no me extrañaría. Pero, ¿adorar a un héroe? ¿a un arma? No lo entiendo, ¿no se suele adorar a dioses?-negó con su cabeza, sabiendo que no tenía la informacion que el resto. Tendría que hablar seriamente con Piers de todo aquello, porque sentía que la estaba dejando al margen de sus investigaciones junto con Harold-¿Qué molestias se han tomado para robar ese arma?¿Por qué crees que es peligrosa?-le preguntó a Meghan.