Partida Rol por web

Como últimamente hacía, Rhona llegó al comedor junto con Harold procedentes de la habitación de la Tata, a la que habían llegado a través de las cocinas. El resto de la familia ya se estaba reuniendo y, como era habitual en las últimas ocasiones que lo habían hecho en el comedor, cada uno daba sus impresiones sobre lo encontrado y descubierto durante el día. Miró a su alrededor buscando a su hermana y sintió como el corazón se le encogía al ver que no estaba allí.

—¿Alguien ha visto a Mary Jane?

Ver el hueco que hasta ese momento había ocupado su padre en la mesa, unido a la preocupación por no saber dónde se encontraba su hermana, consiguieron que sus nervios se alteraran destrozando la aparente calma y tranquilidad de la que había disfrutado en las últimas horas.

Escuchó todo lo que se decía, guardando silencio ya que ella no podía aportar nada nuevo salvo un pequeño detalle que, después de todos los descubrimientos realizados por el resto, le pareció insignificante a su lado.

—Nosotros… Harold y yo hemos encontrado los pendientes en un cajón de la cocina.

Quizás sus palabras fueran tomadas como una acusación hacia el servicio aunque, en un principio, había sospechado de ellos pero a medida que escuchaba lo que se hablaba en aquellos momentos, empezaba a tener sus dudas.

Fantasmas, fuerzas misteriosas, cultos paganos, restos antiguos… Decididamente aquella casa encerraba demasiados misterios a los que los simples mortales parecían incapaces de alcanzar, y eso que Rhona tenía la suficiente creatividad para poder imaginarse muchas cosas, pero era muy distinto intentar plasmar sus fantasías en un papel que vivirlas en primera persona.

Mirando la comida fría servida encima de la mesa, sintió como su estómago daba un vuelco incapaz de probar un solo bocado. La angustia por no saber dónde se encontraba su hermana, la falta de su padre, así como cierto remordimiento por haberse permitido unos minutos de paz en su duelo al lado de Harold.

Levantó la cabeza con el ceño fruncido, pensando en lo que se hablaba de misiones y de edificios anteriores a la construcción de la mansión.

—¿Tan antiguos son? ¿Alguien sabe cómo fue destruido el edificio que se alzaba sobre esos pasadizos antes de construirse Green Arrow?

Durante las últimas reuniones en el comedor apenas había prestado atención a lo que se había hablado así que no sabía si ese punto se había comentado en algún momento, pero un escalofrío la recorrió pensando en el fuego que había destruido a su madre y a su abuela y había dejado a su hermana herida en su mente, al igual que no podía olvidar las cenizas sobre la cama que había ocupado su padre.

Mary Jane… ¿Dónde estaría metida? Rhona empezaba a preocuparse seriamente y, retorciendo el pañuelo entre sus manos, esperó unos instantes más por si la veía llegar. En caso contrario no le quedaría más remedio que salir a buscarla por todos los rincones de aquella tétrica casa.

Cuando Charles regresó de las catacumbas lo primero que hizo fue buscar con la mirada a sus hijas. Cuando se aseguró de que las dos estaban bien respiró tranquilo, no se había dado cuenta de el nivel de tensión que llevaba hasta que lo hizo. Dejó las explicaciones, aunque un tanto enigmáticas, a Johan, y dedicó una sonrisa de tranquilidad a Eleanor, abrazó a Elizabeth y caminó con ella del brazo, esperando a su otra hija del otro lado, para caminar junto a ella también. Las dos habían perdido a sus parejas en en vez de estar procesando su duelo debían estar preocupándose por desentrañar un enigma para no ser las siguientes. 

Escuchó con atención la argumentación de ambas, y lo mismo hizo con Piers y Ebenezer. Charles intentó recordar toda la información para analizarla antes de acostarse. Sin embargo, había otras cosas mas urgentes.

- Eleanor, Elizabeh -les dijo, arremangándose-, ¿me ayudarían a preparar algo para comer? Tenían dos manos, no hacía falta valerse de los empleados, y así también demostrarles que bien podían valerse por si mismos, y si no colaboraban, su próximo destino sería el desempleo.

Charles compartía la desconfianza hacia los empleados de la mansión, aunque no compartía los métodos de su sobrino. "Ya no estamos en guerra, Piers", le dijo en privado, de modo de no avergonzarlo ni quitándole autoridad. "Estoy de acuerdo en que ocultan algo, pero recurrir a la violencia me parece demasiado" agregó con respecto a las amenazas anteriores, antes de retirarse a las catacumbas.

Con respecto a Conrad, ni siquiera se dignó a dirigirle la palabra, sólo le lanzó una reprobadora mirada a los ojos y al arma que llevaba en la mano. El mensaje estaba claro.

Cuando trajeron la comida, resumió lo que habían descubierto.

- Aparantemente ese altar medieval, que deducimos que era escocés, por los lienzos y pinturas presentes, estaba dedicado a un héroe, y en algún momento hubo allí una reliquia, un arma, con toda probabilidad, según los indicios que encontramos. Esos son los hechos. Ahora, yo me inclino a pensar que quien nos está dando "caza", con o sin el cuento del tal Harry, probablemente quiera esa reliquia, para venderla, o porque piense que es su derecho, o algo así, no lo tengo claro. Creo que está alimentando la idea de los entes sobrenaturales, y que conoce bien la historia de esta casa, por eso todo va coincidiendo. Mas allá de que podamos discutir la naturaleza de la amenaza, debemos seguir investigando, cada vez tenemos mas información.

La situación se hacía cada vez mas peligrosa y no sentía realmente que se hallaran mucho mas cerca de la resolución que antes, o en todo caso los avances parecían efímeros y lentos. Cada noche que pasaban en Green Arrow...     ¿Green Arrow?

- ¿Y si esa arma fuera una flecha? ¿Alguien sabe por qué esta mansión se llama Green Arrow?  Yo no, y creo que sería importante investigarlo mañana. Y de paso, como fue muerto el tal duque de Mothcry, o como se llame -las implicaciones eran obvias, por lo que no se explayó mas sobre el tema y dejó la palabra a los demás, sumido en sus propias reflexiones.

Jeanne se volvió al escuchar la pregunta urgente de Rhona-Yo, yo la he visto. Rhona, no te preocupes, debe estar al llegar. Ha estado todo el día conmigo, se ha portado muy bien, es una niña muy tranquila.

Se levantó de donde había estado sentada y se acercó a la muchacha, con una sonrisa-Supongo que estará cambiandose para la cena, y no tardará en bajar al comedor. Pero si tarda un poco habrá que ir a buscarla, o se quedará sin probar bocado. ¿Así que habéis estado en las cocinas y allí habéis escontrado el par de pendientes? De nuevo el servicio... ese no es un lugar para ese tipo de objetos. En fin, vamos a darle a Mary Jane unos minutos, si no baja, si quieres, te acompañaré a buscarla.

Se dirigió junto a su marido, que estaba en esos momento hablando con Charles, a tiempo de escuchar sus palabras-Creo que esto se está convirtiendo en una especie de guerra contra las dos familias, Charles. Ya han muerto varios de los aquí reunidos y algo me dice aquí-dijo poniéndose su mano derecha sobre el corazón-que esta noche nos traerá más malas noticias. Creo que todos los sabemos... Pero, ¿no hay forma de obligarles a que nos digan lo que saben? Algo podremos hacer, digo yo. Porque estar aqui, a la espera de que llegue otra noche, temerosos, compartiendo este mismo techo con personas que saben lo que está pasando, no me parece normal, no tiene sentido-le dijo en voz baja a Charles mientras que su mano buscaba la de su marido.

Que fuera precisamente la madre de Harold la que se mostrara en esos momentos tan atenta con ella, fue un golpe de esperanza para su corazón, sobre todo porque, a pesar de ser una extraña y, encima, Alistair, a la mujer no le parecía importar el acercamiento que Harold y Rhona habían hecho.

Sin embargo, lo que de verdad calmó sus nervios alterados al máximo, fue saber que su hermana había estado vigilada todo ese tiempo, o por lo menos durante la mayor parte de las horas que ella había pasado en las cocinas y en la habitación de la Tata.

Esbozó una tímida sonrisa dirigida a Jeanne, agradeciendo de esa forma su dulzura y su amabilidad.

—Gracias, me quedo mucho más tranquila. Si a mi hermana le sucediera algo malo yo… yo… —No pudo terminar la frase, incapaz de volcar en palabras los negros pensamientos que cruzaban por su cabeza—. Es usted muy amable y estaría muy agradecida que, si Mary Jeane no aparece, me pudiera acompañar.

Antes de sumergirse de nuevo en sus pensamientos, Rhona dejó pasear sus ojos de Jeanne a su hijo en un rápido gesto, esbozando una nerviosa sonrisa cuando sus miradas se encontraron.

Siguió sin hacer caso a la comida en la mesa mientras en su cabeza empezaba a recopilar toda la información que se había puesto sobre la mesa y de la que ella había conseguido enterarse, haciendo hincapié en las preguntas formuladas que servirían para trazar un nuevo plan de actuación al día siguiente… Si es que tenían la suerte de ver un nuevo amanecer.

Mary Jane baja a cenar un poco más tarde. Le dice a su hermana antes de sentarse: 

- Papá no va a bajar hoy. No tiene hambre

Y después se pone a cenar abstraída aunque está algo más animada que el día anterior y se le nota en su sonrisa y en cómo observa más a toda esa gente que come y habla a la vez. 

Un suspiro de alivio salió de los labios de Rhona al ver aparecer a su hermana, aunque no pudo evitar sentir un escalofrío al escuchar sus palabras. Haciendo un gran esfuerzo por controlar sus emociones, la joven le dedicó una tranquilizadora sonrisa a su hermana. Un esfuerzo que, dadas las circunstancias, tenía que realizar por Mary Jane.

—Ya lo sé mi vida. Papá no se encuentra bien.

A punto de quebrársele la voz, Rhona dejó comer tranquilamente a su hermana, la cual parecía mucho más animada que el día anterior, pero no pudo evitar preguntarse si, tal y como habían comentado sobre la figura que había visto Mary Jane el día anterior, ese día habría visto al espíritu de su padre.

Un nuevo escalofrío volvió a recorrer su espalda ante ese pensamiento.

-Justo pensé eso mismo cuando estuvimos interrogando al personal de servicio, señora- le dijo Murron a Jeanne-. Si todos estamos en el mismo bando, ¿Por qué tanto secretismo?¿Por qué no comparte el servicio lo que sabe y luchamos juntos contra la maldición? Pero en fin, nos han asegurado que mañana nos darían respuestas. La señora Huxson acompañará a quien quiera por los pasadizos, mostrando sus secretos. Aunque, por lo que estoy escuchando, quizás ya hayan descubierto por ustedes mismos la mayoría de ellos. 

Murron estaba más cansado que ninguna otra noche. La tensión acumulada le estaba empezando a provocar dolores de cabeza y, aún sabiendo lo que deparaba la noche, su cuerpo le pedía tumbarse en la cama. 

Elizabeth comprendía el escepticismo de muchos de los allí presentes, y especialmente el de su familia, pues todos ellos habían recibido una buena educación, como había querido su abuelo John, y se oponían a cualquier tipo de superstición y explicación mágica. Sin embargo a Elizabeth el instinto y los hechos le hacían pensar que algo en esa mansión escapaba a toda lógica. Por eso estaba dispuesta a abrir su mente para abarcar otras posibilidades más allá de las que dictaba su razón y sentido común.

Permaneció escuchando a unos y a otros y cuando su padre les propuso a Eleanor y a ella ayudarle a prepara algo de comida, asintió a su petición. - Cuente con mi ayuda padre- Dijo asintiendo. No sabía si su padre querría que bajaran al día siguiente a las cocinas, o quizá algo le llevase a cambiar de opinión, pero Elizabeth permanecería atenta a las instrucciones de su padre.

Asintió cuando escuchó a su prima Jeanne y a Meghan hablar de los pasadizos. Le parecía acertada la propuesta de investigar la época en la que se hicieron esos pasadizos y si ya pertenecían al castillo que precedió a la actual mansión. También asintió cuando su padre propuso averiguar cómo murió el Duque de Morthcry y tratar de conocer la naturaleza del arma robada. Toda esa información trataba de encontrar orden en su cabeza cuando sus palabras se adelantaron a sus pensamientos...

Si los rastros de culto que han encontrado parecen ser escoceses, quizá tenga algún sentido que mi abuelo quisiera formar una segunda rama de la familia precisamente en Escocia. Quizá tenga algún sentido que ustedes, los Alistair, estén ahora aquí participando de esta supuesta lectura de testamento que ha terminado convirtiéndose en una trampa mortal. Quizá todo lo hizo por algo. Mi abuelo amaba incondicionalmente a mi abuela, por lo que se me hace muy extraño pensar que un buen día desapareciera para siempre sin dar ninguna explicación y abandonando también al resto de sus hijos. Quizá el abuelo trató de poner fin de alguna manera a la maldición de Green Arrow y eso pasara por incorporar de nuevo a una rama escocesa en la familia.

Elizabeth se dio cuenta de que estaba pensando en voz alta y entonces calló con el fin de ordenar todas esas ideas y analizar si realmente esa hipótesis tenía algún sentido.

El día había sido bastante tranquilo comparado con los días anteriores dentro de los túneles y la compañía de Rhona había hecho mucho más agradable el paso del tiempo hacia, según ya muchos habían interiorizado, una nueva pesadilla nocturna. Se sentó en su silla como ya era habitual en él, le gustaba tener rutinas, hacía que su mundo se estabilizase aún en aquella situación.

Miró a Rhona y le dedicó una sonrisa, después miró hacia el asiento vacío de Mary Jane y esperó que realmente, al menos durante el día, estuviesen a salvo. A partir de ese momento lo único que pudo hacer fue escuchar como unos y otros explicaban sus descubrimientos.

Las historias sobre héroes legendarios de tierras escocesas, cuyas reliquias se veneraban en las catacumbas, o la misteriosa misión tanto de los descendientes como del propio servicio eran mucho más interesantes que el hecho de haber encontrado los pendientes de la Tata, con los que casi se asfixió el difunto Molvm en las cocinas.

Después su padre empezó a exaltarse y a ponerse un tanto agresivo. Le comprendía, estaba frustrado, ya que como bien había apuntado su madre, que alguien dijera que tenía un secreto, pero que no pensaba contarlo era algo realmente molesto, tras lo cual se dispuso a consolar a Rhona, lo cual agradeció. Miró a su madre con un "gracias" en los ojos antes de que se levantase y fuese a reunirse con su padre y su tío abuelo Charles.

Se quedó absorto, mirando su plato hasta que la voz de Mary Jane llegó a sus oídos, aquello de que hablase con su padre... bueno, era un tanto escalofriante, pero suponía que era normal. Cada uno llevaba su luto a su manera.

Charles asintió a Jeanne. 

- Tienes razón, Jeanne, debe haber alguna forma para persuadirles, pero ahora tenemos asuntos mas urgentes sobre el tapete. Todas las desapariciones, además de la muerte de Molv, se dieron por la noche. Lo mismo sucedió con los relatos de Conrad y Arthur. Charles prefería llamarlos "relatos" y no invenciones, para no generar mas conflicto del que ya había. 

-Creo que podríamos aprovechar la noche para pensar en formas de que los empleados de la casa nos cuenten lo que saben. Mientras tanto, propongo -dijo mirando de reojo a Eleanor, a quien sabía que no le iba a hacer gracia la propuesta-, que dadas las extrañas circunstancias que nos rodean, traigamos todos los colchones aquí mismo, y nos turnemos, un Knight, un Alistair (los hombres, claro) para hacer guardia durante las horas nocturnas.

Mas allá de que su propuesta fuera aceptada o no, Charles antes de dormir, o durante su guardia, tomaría un diario y comenzaría a escribir todos los acontecimientos que habían tenido lugar desde que llegaran a la mansión.

"Queridas Elizabeth y Eleanor, redacto estas lineas para que quede un registro de lo que vamos encontrando desde nuestra llegada a Green Arrow. Según recuerdo, la primera parte del testamento decía así........   "

Al llegar al comedor lo primero que vieron los ojos del escoces fue la cena, la pasada noche apenas había probado bocado y en la comida su estomago estaba del revés, por culpa de la noticia de su hermano, por lo que ahora su apetito era mucho mayor y decidió acallar el rugir de sus tripas cenando algo caliente y sabroso. A diferencia del día anterior, se mantuvo callado, al menos en palabras, pues su mandíbula no paraba de moverse.

Pero al a ver estado con tanta gente en las catacumbas, sabia que nada de lo que vieron allí se dejaría olvidado y estaba en lo cierto, ademas de otros detalles que el resto pudiera a ver descubierto. Las mujeres confirmaron lo que ya suponía de la anciana, los jóvenes encontraron los pendientes donde el dijo que estarían, el servicio aunque receloso, parecía algo mas participativo, al menos dos de los tres que se suponían importantes para esa casa... Poco a poco todo parecía moverse, que no encajar, lejos estaba de entender Jesse todos esos trocitos de una historia que cada vez parecía mas irreal, al igual que las muertes y desapariciones que se estaban sucediendo y ese pensamiento le obligo a tragar y abrir la boca para otra cosa que no fuera masticar.

-Como ya supondrán, no encontramos resto alguno de los desaparecidos. No me refiero a partes o ropa, sino a marcas de a ver sido arrastrados o huellas que no fueran nuestras, de usar los túneles no tendría sentido que todo siguiera tan... ¿Limpio? -No tenia en su léxico una palabra para describir un lugar que parecía no haberse tocado en años hasta que llegaran ellos.

-Por otra parte, no creo que ese altar escoces y lo que fuera que hicieran allí, tenga relación directa con nosotros. Quiero decir que no creo que padre se fuera de Green Arrow para buscar una nueva rama escocesa e intentar alguna locura de guardián de la casa, sino que simplemente quiso huir y escocia le pareció un destino como cualquier otro. -Busco una servilleta. -Esa reliquia, el héroe, el altar y demás historia medieval me da en el espinazo que es mas viejo que los Knight o los Alistair. -Se limpio los bigotes manchados de aceite. -¿No dijeron que la mansión fue construida sobre un castillo? Creo más, que quien nos esta cazando. -Pues no tenia otra palabra para describir lo que sucedía en las noches. -Este mas relacionado con esa época medieval y lo que escondía, que con nosotros o nuestras familias. Pero a lo largo del tiempo los Knight decidieron hacerla suya, al tener derecho sobre las tierras donde estaba el castillo, ahora Green Arrow y por eso el titulo de Guardián. -Dejó clara su postura antes de buscar un postre con el que terminar su gula. Pero antes quiso responder a las palabras sobre el nombre de la casa. -Si el servicio lleva tanto tiempo como dice, creo que para responder a la pregunta sobre la razón del nombre de esta casa, igual ellos son los mas adecuados o la biblioteca que sin duda esconde mas secretos de lo que parece. -Terminada su intervención, dio un festín a sus papilas gustativas con algo salado y amargo.

Elizabeth escuchó las propuestas de su padre y asintió ante ellas. Desde luego el dormir todos juntos y turnarse para hacer guardias les aseguraría mayor protección – O eso quería pensar ella- Yo también me ofrezco a hacer guardias, dijo. A Elizabeth nunca le había importado hacer cosas que estaban mejor vistas en hombres, de hecho, si no las había hecho más, había sido por respeto a las normas culturales de la época a las que su familia solía guardar respeto. Parece que lo que ocurría en Green Arrow no diferenciaba a hombres de mujeres, entonces ¿por qué no iba ella a colaborar por salvaguardar la vida de todos y de ella misma?, pensó. Por lo que a ella respectaba, sabía que difícilmente podría conciliar el sueño, así que, ¿por qué no utilizar ese desvele para hacer vigilancia?, pensó.

En cuanto al diario, padre, creo que es una brillante idea. Con ello me recuerda usted algo que nos dijo la Tata. Según ella, llevan siglos luchando para expulsar el mal de esta casa. Nuestros antepasados no pudieron y muchos fallecieron aquí. Lo mismo está ocurriendo con nosotros. La anciana insinuó que es probable que nosotros tampoco podamos lograr vencer a Harry (cada vez que mencionaba ese nombre le recorría un escalofrío), pero sin embargo, encontraremos muchas pistas que nos puedan ser útiles. Nuestros antepasados han dejado pistas para nosotros. Nosotros deberíamos hacer lo mismo para los que vengan después. Elizabeth reparó en lo que sus palabras implicaban y trató de aclarar. Claro está que nuestro objetivo siempre debe ser lograr salir vivos de aquí y terminar con Harry nosotros mismos, pero no estaría mal que dejemos nuestras “huellas” y pistas, por si algo malo nos sucede, alguien pueda en el futuro utilizar todas las piezas de este puzle que nosotros hemos ido encontrando.

Luego escuchó la intervención de Jesse.

 Conrad se sentó a comer, clavando su puño americano con hoja de cuchillo en la mesa.

 Devoró las viandas sin quitar el ojo de encima a la señora Huxson. Simplemente, cuando Charles propuso su plan simplemente dijo en voz alta:

 Conmigo no contéis para vuestras guardias. sonrió descarado Dormire sólo si el ama de llaves rehúsa acompañarme. ¿Que me dice, señora?

 Le guiñó un ojo descarado.

 No creo que estemos en el mismo bando ni que esten todos los secretos descubiertos. Ya verán como mañana sabemos más. Es más, seguro que mañana tampoco lo sabremos todo. reflexionó Aqui hay más madera de la que vemos arder. Y hay más de un bando.

 Tomó abundante vino. Era la única preparación posible para la noche que se acercaba.

Johan veía discutir a unos u otros, pero se fijo en la idea del diario - a buenas horas pensó - el llevaba desde el primer día escribiendo en su hermoso papel de papiro, y tras la primera noche, se vio obligado moralmente a cambiar el estilo con el que escribía sus anotaciones diarias, para que estas no se confundieran con sus historias. Un estilo mucho más directo, menos refinado, pero más acorde a la situación.

- yo puedo daros algo de papel a algunos, siempre y cuando sea tratado con respeto - el papel era en parte su vida, y no se lo iba a dar a alguien con intención de escribir dos malas lineas llenas de errores ortográficos, no podía permitir moralmente que alguien insultara de aquel modo su preciado papel de papiro.

Dougal escuchaba mientras comía. Su travesía por las catacumbas más que luz sobre el paradero de los desconocidos le había generado hambre. Un hambre voraz. 

De todas las intervenciones, la que más sentido tenía era la de Charles Knight. Parecía un hombre cabal que no se dejaba llevar por el relato que entre todos estaban formando e intentaba fijarse en los hechos. Mientras, otros hacían caso de las historias que contaba esa tata y daban pábulo a las ensoñaciones del joven Arthur. 

Paparruchas - decía entre dientes cada vez que alguien hablaba de la misión de cada uno en esa casa. La misión de los Knight y de los Alistair y la del servicio. No dejaba de masticar y tragar mientras lanzaba miradas reprobatorias a los empleados de la casa - "El mal de esta casa". El mal de esta casa son los que quieren acabar con todos los herederos para quedársela. No tiene sentido otra justificación más que esa. Pero no podrán acabar con todos. 

De repente miró el trozo de carne que tenía a punto de llevarse a la boca y un escalofrío le recorrió la espalda. Soltó el tenedor contra el plato haciendo un sonoro ruido y se limpió la boca.

Acabaremos por encontrar a los desaparecidos tarde o temprano y, en cuanto los caminos se liberen y la policía pueda acudir, las tornas  cambiarán en esta casa. 

Todos llegaron tarde. La comida ya estaba puesta sobre la mesa. 

Murron entró con una catatonica Mary Jane que en nada tenía que ver con la princesita despierta del último día. 

Charles subió desde las plantas inferiores bastante turbado con la información que había encontrado. 

Harold, Piers y Rhona volvieron de la biblioteca. Se les notaba cansado. Habían estado todo el día leyendo y escribiendo. 

Meghan, Jeanne, Elizabeth y el pequeño Arthur con unos teclados de clavicordio colgados al cuello, como el de los músicos ambulantes, aparecieron en la cena muy nerviosos y excitados con lo que estaban viendo. 

Pero fue Eleanor al volver sola desde los pasadizos quien dio la noticia más impactante: 

- Los señores Alistair, Conrad, Jesse y Dougal no vendrán a cenar y dudo que lleguen a sus camas durante la noche. Han decidido llegar a una sima en las profundidades de la tierra junto a la señora Huxson...

Elizabeth llegó al Gran Comedor junto a Jeanne, Arthur y Meghan. El grupo abordó la sala casi como una estampida que frenó en seco al abrir esos enormes portones. Venían todos casi sin aliento… Habían tenido que correr desde el salón de baile al comprobar que llegaban tarde a la cena. El resto de comensales no parecía haber llegado pronto tampoco, pues a penas estaban alcanzando sus asientos. Todos ellos traían caras descompuestas. Elizabeth se fijó especialmente en el rostro de su padre. Le conocía perfectamente y sabía que había descubierto algo importante. Fue entonces cuando su hermana abordó la habitación, sumamente azorada, y la escuchó hablar.

Ese día no había sido como los demás- pensó Elizabeth para sí, pese a la escasa información que aún tenía de lo ocurrido... y algo le hacía también pensar que tal vez esa noche tampoco lo fuera. La casa o Harry, querrían cobrarse sus descubrimientos, de eso estaba segura, y por el aspecto que tenían todos, parece que hoy habían sido bastantes…

Aún con la voz tomada por la carrera y con todos procesando las ausencias de aquella cena, Elizabeth empezó a explicar – Venimos del Salón de baile- cogió de nuevo aire – Dimos con un pequeño agujero que por su aspecto parecía una cerradura. Después de mucho tiempo inspeccionando, creemos que se trata de un complejo mecanismo que sólo se pondrá en marcha si se establecen los pesos de la manera adecuada en distintas baldosas que simulan un ajedrez. Arthur, Jeanne y Meghan os lo pueden contar mejor. Arthur tuvo una maravillosa idea con las baldosas y Jeanne y Meghan tuvieron una excelente idea con aquellos maniquíes. Dejaré que ellos mismos os lo relaten - Dijo mirándoles- … Todo ha sido tan rápido que aún no tengo muy claro cómo hemos logrado dar con la clave. Será importante que volvamos todos allí para establecer los pesos en las baldosas de manera adecuada y a través del ensayo y error podamos activar ese mecanismo- Su voz se iba entrecortando. Estaba tan emocionada por el descubrimiento que no podía dejar de hablar, pero a la vez su respiración agitada necesitaba una tregua.

El único problema es que…. Necesitamos encontrar una llave, o algo que haga las veces de ella. Nuestros dedos no pueden introducirse en el pequeño orificio.

Murron había vivido esa tarde como una especie de segunda oportunidad. Estar al cuidado de Mary Jane le hizo sentirse un padre de nuevo; el padre que debió haber sido para Conrad pero que la depresión y la embriaguez le impidieron ser. Desgraciadamente, toda la vivacidad que desprendía Mary Jane se desvaneció junto al ocaso, y la pequeña quedó en un estado de catatonia. 

El cochero llegó a la sala esperando hablar con Rhona cuanto antes, pero antes de que pudiera dirigirse a ella, Eleanor soltó un anuncio que cayó sobre Murron como una losa.

-¡¿Qué?! ¿Los tres han bajado hasta ese lugar cuando se acerca la noche? ¿En qué demonios están pensando?-un terrible presagio cruzó la mente de Murron: la idea de que aquella noche perdería a sus hermanos y su hijo a la vez.

Acto seguido Elizabeth comenzó a relatar un interesante descubrimiento, pero, aunque Murron trató de prestar atención, no podía dejar de pensar en sus parientes descendiendo hasta el mismo corazón del infierno. Se dejó caer sobre una silla con la mirada perdida. 

Eleanor apresuró sus pasos por los polvorientos pasadizos hasta encontrar el lugar por el que habían bajado. Cuando por fin consiguió salir de allí estaba angustiada y nerviosa. Aquella visita a los cimientos del Green Arrow no le había resultado nada reveladora y tampoco le había ayudado a sentirse útil.

Cuando llegó al comedor todos los habitantes de la casa estaban ya allí reunidos. Llevándose la mano al pecho, intentando recuperar resuello, comenzó a narrarles las circunstancias en las que se habían separado

-Cuando estábamos abajo, la señora Huxson ha mencionado la sima y se han empeñado en ir. Incluso aunque la propia ama de llaves les ha indicado que tardarán tanto que perderán la noche, han insistido. Les he dejado abajo. su interés en ir hacia esa sima era mayor que la prudencia que deberían haber guardado o que el interés en mantenernos a todos a salvo. Intenté explicarles que si ellos se quedaban allí, ustedes...- dijo dirigiéndose al resto de Alistair -... querrían bajar a ayudarles. Pero no lo hagan, por favor. Creo que esa es una idea pésima. No creo que esos pasadizos polvorientos y oscuros sean el lugar apropiado en el que estar por la noche. Desde luego yo no podía permanecer allí con tres caballeros, debía volver aquí para avisarles y para guardar mi propia reputación-

Eleanor tenía una cierta punzada de remordimiento como si por haber estado a punto de ir con ellos y decidir no hacerlo, en el último segundo, fuera una muestra de cobardía. Pero ella era una mujer, no se le presuponía la valentía, así que eso debería dar igual.

-El motivo por el que querían ir a la sima es porque la señora Huxson nos dijo que, siendo niña se había asomado a la sima y lo que había visto y oído le había impresionado de tal manera que le había marcado por siempre. Durante el tiempo que pasó fuera de Green Arrow sirviendo soñaba con este lugar. Y lo que fuera que vió y oyó, sirvió para ayudarle a decidir volver en cuanto tuvo ocasión. No sé qué esperan encontrar allí pero francamente creo que es peligroso-

Eleanor lo sentía por la pobre señora Huxson que no había tenido alternativa y había tenido que quedarse allí con los tres hombres.

La viuda de Molv Knight se dejó caer en la silla que normalmente ocupaba en el comedor, pero ni siquiera cogió los cubiertos. Su cabeza rondaba a varios metros bajo el suelo.

-Por cierto- dijo con un hilo de voz -Hemos encontrado el cadáver del primo Johan. Creo que mañana deberíamos bajar a buscarlo y darle sepultura... Estaba realmente ajado, como si llevase años allí-