Partida Rol por web

En un día, como otro cualquiera, llegas al despacho donde trabajas, a primera hora. Aunque ayer estuviste en White\'s hasta algo más tarde de lo que deberías, hoy llegas a la hora de siempre porque te gusta ser serio en el trabajo y Letterman valora la puntualidad.

Green&Letterman es el mejor bufete de Londres, ahora mismo. Ambos socios se han ganado una reputación de hombres serios y brillantes, que es lo que sus clientes buscan cuando vienen para que les ayuden con algún asunto.

Ese día, cuando llevas trabajando poco más de 2 horas, el Sr. Letterman te ha hecho llamar a su despacho. Hoy no ha desayunado en casa, así que no le has visto. De hecho, hace varios dias que no habeis coincidido porque se encuentra gestionando el divorcio del Primer Ministro y le está dando mucho más trabajo de lo que inicialmente podía esperarse de un tema que debía ser gestionado con discreción.

Uno de los aprendices que tenéis te indica que el Sr Letterman ha pedido que vayas a verle a su despacho.

Cuando llegas a la puerta, llamas antes de pasar pese a que está entreabierta...

-Adelante, chico, no te quedes en la puerta...- Le digo mientras, como siempre que llamo a alguien a mi despacho, no me levanto, si no que señalo una silla para que se siente.

Lo miro mientras se sienta. Me cuesta ver en él al muchacho que pillé robando en casa hace tanto tiempo. Lo único que queda de aquello son las buenas cualidades que en aquel momento creí intuir y con las que resultó que no me equivocaba. Creo que tiene lo que hace falta para ser un gran profesional "¡Que diantres!..." pienso para mí "... Ya lo es, de lo contrario no le encargaría esto"

-Jerry, tenemos un problema. Lord Andrew Carrington ha fallecido. ¿Recuerdas cuando nos mandó llamar, hace 5 años, para que recogieramos su testamento?-

Es una pregunta retórica porque estoy seguro que se acuerda. Lord Andrew era uno de nuestros mejores clientes y, además, el día que recogimos su testamento fue todo de lo más extraño
"Fue raro que nos convocara de urgencia y además en aquel pueblo, en lugar de en su residencia principal, pero cuando dijo que no fueramos a la casa, a Grove Place, que nos reservaría una habitación en la posada del pueblo y que se reuniría allí con nosotros... Todavía hoy me pregunto porqué no nos dejó ir a verle allí, que saludáramos a la familia..."-

Miro a Jerry con interés

-Aunque el testamento esté sellado, supongo que tú, como yo, tienes alguna teoría sobre lo que pone ¿no? Algo que explique porqué nos lo entregó con ese secretismo...-

Que raro que el divorcio del primer ministro sea tan correoso, como no gestione rápido el tema va acabar siendo filtrado por algún agujero y todos van a salir perjudicados, el primer ministro perderá su fama de hombre decente y amante de su familia, por otra parte su aun esposa perderá todo su prestigio, porque la gente pensará que no es tan buena esposa si ni siquiera el primer ministro le importa poner en juego su prestigio por no estar con ella...

Una vez en el despacho de mi padre cierro la puerta y me siento, me quedo sorprendido ante la noticia de su muerte y con respecto al secretismo de su herencia tengo dos teorías que prefiero no decir hasta que me pide su opinión directamente.

Yo tengo dos teorías, la primera es la mas sensacionalista pero no tan descabellada como pueda parecer.... si resulta que al final tenía corazón ese hombre y amaba realmente algún bastardo que dejara de joven no me sorprendería, todo hombre ama algo en esta viva alguna vez antes de perder jugando con el destino...

Mi segunda teoría es que su muerte sea provocada y no natural, su herencia es tan tentadora que hasta yo me planteé buscar un pedazo del pastel que se repartiría tras su muerte... si ese viejo sabía que planeaban su muerte los mas cercanos, seguro que ya pensó en como joder a los que llamaba familia incluso muerto... a ese hombre no lo quieren ni en el infierno.... ¿qué teorías planteas tu?.

Hace varios días que tu marido salió de viaje y no esperas su vuelta antes de 2 ó 3 semanas.

Estas escribiendo algunas cartas cuando se acerca la doncella con el correo del dia. Entre el correo, una carta del bufete de Letterman. Son los que os llevan todos los asuntos legales, así que no dudas en abrirla.

La carta anuncia el fallecimiento de un pariente de tu marido del que jamás habías oido hablar. Hablan de una lectura de testamento y, al ver la fecha, entiendes que tu marido no habrá vuelto a tiempo...

-Lo cierto es que, hasta hace un momento, yo creía lo mismo que tú... me refiero, por supuesto, a la primera opción, porque la segunda ni se me había pasado por la cabeza. No imagino a ninguna de las 2 hijas matándolo y, a su hijo Jacob le faltaría valor, la verdad. Los que compartieron batallón con él, en la península, no hablan de él como un valiente. Pero esto, me ha hecho cambiar de opinión...- te comenta mientras te acerca un documento. Se trata de las instrucciones para las últimas voluntades, que venían con el testamento. En el papel puedes ver que el difunto daba instrucciones para que se convocara a la lectura del testamento a varios familiares no directos.

-Sir Timoty Gray, Mister Laker, Sir Scott McAdams y Mrs Helena Bell... todos ellos familiares en segundo y tercer grado y todos ellos deben ser convocados a la lectura, según esta disposición testamentaria... ¿Quieres saber mi opinión? Lord Andrew había desheredado a alguno de sus hijos. Cuando nació su nieto, me comentó que iba a intentar dejarle todo sin "pasar" por su hija Anna, creo que para evitar que el vago de su yerno hiciera un mal uso- le miro interrogantemente para ver si comparte mi opinión...

-Jerry, yo ahora mismo no puedo ir a la lectura del testamento, tendrás que ir tú. Hemos enviado carta a todos los que deben asistir, así que no será hasta dentro de un tiempo pero me temo que el divorcio del Primer Ministro no estará acabado para entonces...- le comento con cierto cansancio

Es la noche del 13 de abril. No es que eso sea algo que te importe demasiado. De hecho, si no fuera porque tu administrador ha avisado con venir mañana y ha insistido en hacer un repaso de todos los temas, ni lo sabrías.

Una vez más, este hombre tan aburrido había insistido en acosarte con esos supuestos riesgos económicos que se supone tendrían que importarte. No es que te agobie mucho pero es cierto que, por causa de este hombre, te encuentras ahora mismo pensando hasta qué punto el tema es serio.

Estás sentado en la mesa de tu despacho desde hace 1 hora. Y este es el tercer brandy que te estás tomando. Tu mirada repasa, sin interés, los papeles que tienes sobre tu mesa. ¿De verdad vas a ponerte a revisarlo para que mañana parezca que te lo has tomado en serio?
Entonces ves la correspondencia de hoy, que el mayordomo ha dejado donde siempre. Un sobre sobresale entre los demás. Luce una marca negra. Lo cojes, lo abres y lo lees...

"Lamentamos comunicarle el fallecimiento de Lord Andrew Carrington, 3º Vizconde de Bolingbroke. El testamento, según el cual es usted beneficiario, será leído en Grove Place el próximo día 25 de abril. Agradeceríamos su asistencia o, en su defecto, la de sus abogados.
Quedamos a su disposición para cualquier consulta que desee realizar.
Atentamente
Green&Letterman Abogados"

Observo los documentos detalladamente, William la experiencia me ha enseñado que solo apueste por mi mismo y por mi instinto, en este caso mi instinto me dice que con tanto dinero todos tenemos algo que esconder.

Suponiendo que ha desheredado a su hija Anna para que su marido no disponga de su dinero y si su hijo... eso en derecho se llama un móvil probable para un crimen... en mis partidas he visto a hombres hacer locuras por mucho menos dinero.

Si quieres un consejo para el divorcio del primer ministro y por el bien de la nación que pruebes una estrategia mas sumergida, un acuerdo de una pensión económica que viva con comodidades mientras el primer ministro ejerza su cargo, una clausula de confidencialidad perpetua y una sugerencia a su esposa de que si alarga mas el proceso ambos saldrán perdiendo, que el primer ministro será afectado en su carrera política pero ella quedará marcada en este país, perderá un buen nivel de vida y se verá forzada al exilio puesto que si el primer ministro no la ve buena como esposa nadie en este país se atreverá a repetir el error del primer ministro... pero solo es mi opinión profesional.

El día había amanecido gris. Y aún lo había sido más a los ojos de Scott. No le apetecía nada tener que ocuparse de los asuntos económicos, cuando podía estar disfrutando del sabor de un buen puro, sin pensar en nada más que en la próxima partida de cartas o en aquella chica nueva del servicio. Los chicos habían subido a sus aposentos y debían de estar durmiendo ya. Su mujer estaba zurciendo en el salón y el había decidido, que no podía retrasar más sus tareas. Así y todo se encontraba apurando ya la tercera copa y aún no se había dignado a revisar esos malditos papeles.

¿Que demonios se propone Duncan? – dedicó un pensamiento furibundo a su administrador. – ¿Acaso pretende que haga yo su trabajo? ¿Para que le pago entonces? – otra idea cruzó su mente como un rayo – Quizás no sea tan mala idea. Si me ahorrará el sueldo de esa alimaña, quizás no nos encontraríamos en esta situación.  – ¿Pero…? ¿Como de apurada era realmente la situación en la que se encontraba él y a la que había arrastrado a toda su familia? Aún no había hablado de ello con su mujer. No tenía corazón para explicárselo y, sinceramente, ¿que le iba a decir? Scott tampoco conocía el valor real de las pérdidas económicas de la familia McAdams. Había intentado salir del agujero, al que se dirigían, jugando grandes sumas de dinero a las cartas. Pero los malditos naipes seguían dándole la espalda. Debía de reconocer, que sin la ayuda de su administrador posiblemente ya haría tiempo, que estaría en la ruina.

Envuelto en esa rueda de pensamientos y sin querer dedicar su tiempo a la insípida tarea de revisar sus cuentas, su mirada recayó en la correspondencia, que yacía sobre la mesa, y en especial sobre aquella carta lacrada. Dio otro trago al tentador brandy y abrió el sobre, curioso por conocer su contenido. Tuvo que leer el texto al menos dos veces, antes de comprender lo que significaba. - ¡Vaya! Así que el bueno de Lord Carrington ha fallecido. - Volvió a dar un largo trago al Brandy, brindando antes por la memoria de su tío Andrew.

Todo aquello era muy extraño. ¿Realmente le había dejado algo en herencia, teniendo el mismo varios hijos? ¿Y quien era Scott para poner en duda las decisiones de su querido tío? Si le quería dejar parte de sus posesiones, bienvenido sea. No podía haber encontrado mejor momento para ello. Scott contuvo un grito de alegría. No era lo más apropiado, teniendo en cuenta las circunstancias. Pero una sonrisa, que parecía querer sobrepasar los límites de su cara, se le dibujo en el rostro. Estaban salvados. – ¡Lord Andrew! Hasta en la muerte has sabido comportarte como un caballero. – Pensó no sin cierto sarcasmo.

Se sirvió un nuevo vaso de brandy. Debería de preparar el viaje pronto, si quería llegar a tiempo. Pero antes había que celebrar aquella inesperada noticia.

Los papeles con las cuentas familiares quedaron abandonados a un segundo plano, perdiendo por completo su importancia.

-Sí...- suspiro resignado -Es cierto que por dinero se podría hacer incluso esto y, como bien dices, no sería la primera vez que lo vemos...- me levanto frotandome las manos y rodeo la mesa para acercarme a donde está -En cualquier caso, el asunto es que te va a tocar ir a ti resolver este tema, ya lo siento, hijo... Piensa cuando querrías partir porque a mí me gustaría que estuvieras allí antes de que empezasen a llegar todos-

Sonrio cuando hace el comentario sobre el Primer Ministro, me agrada que sea tan racional pero yo, que tengo más años, entiendo mejor lo ilógico de las personas
-Por supuesto, tienes razón, esa es la opción sensata y lógica y así se lo he ofrecido pero él ahora mismo no piensa conla cabeza, esta obsesionado con esa actriz, y ella esta dolida y llena de rabia y tampoco quiere plantearse las cosas como realmente son...-

Partiré hoy mismo para tener todo atado con respecto al primer ministro te propongo otra estrategia, si no quieren entrar en razón como gran persona que eres intenta un acercamiento con una amiga de su mujer para concienciar del mal que corre su amiga... nadie mejor que una amiga para hacer reflexionar a una mujer y con respecto al primer ministro una noche con una cortesana y mucho whisky y se le olvidara la actriz... no sabes los casos que han solucionado esa estrategia que te acabo de contar.

Me acerco abrazar a William, yo parto ahora mismo y me ocuparé de todo. Me llevo los documentos y si necesitas algo mandas una carta o un telégrafo si es necesario.

Tras despedirme de William preparo el equipaje y todo lo que necesito para el trabajo con la intención de partir hoy mismo y estudiar durante el viaje todo documento que no este prohibido abrir hasta el momento de abrir con los herederos presentes.

Rompo a reir en cuanto Jerry me cuenta su idea sobre la amiga de la esposa...

-Es una idea excelente, hijo. Lo cierto es que a mí no se me habría ocurrido nunca pero puede funcionar...- le miro con malicia porque esta cualidad suya nunca sé si es buena o mala -No sé yo si ese conocimiento que tienes de las mujeres es algo bueno... un día vas a cruzarte con una que no entiendas y a ver qué haces entonces, ja ja ja-

Le acompaño hasta la puerta
-Solo una última cosa antes de que te vayas... seguro que no hace falta que te lo diga porque te sobra ingenio para tenerlo en cuenta por ti mismo pero... algunos de los herederos no solo no son familiares en primer grado, si no que, además son clientes o conocidos nuestros, como Lord Gray o Sir Scott. Si, como ambos sospechamos ese testamento no deja una buena situación para los hijos, es de vital importancia que el lacre, el día de la lectura esté intacto. De lo contrario nos enfrentamos a la posibilidad de una impugnación y, aunque ganáramos, seria una mancha en nuestro impecable historial. Salvo eso, que tendrás que proteger para que esté intacto, el resto de documentos puedes revisarlos ya mismo, si lo deseas.-

Le abrazo con fuerza para decirle finalmente -Ten mucho cuidado ¿de acuerdo?-

Te despiertas por la mañana únicamente con un ligero dolor de cabeza. Podrías haber bebido más pero realmente estabas tan alegre con la noticia que no tenías tanta sed como otros días. Emocionado ante la perspectiva de solucionar tus problemas, incluso te fuiste un poco antes a dormir, no sin antes decirle al mayordomo que mañana tendrías que partir a primera hora, que te despertase pronto y preparase tu maleta inmediatamente.

El mayordomo, acostumbrado a tus hábitos, no pudo evitar un ligero gesto de sorpresa que corrigió inmediatamente.

De esta manera, al día siguiente tienes todo organizado para partir inmediatamente. Por lo que, a primera hora te despides de tu mujer con un beso en la frente, de tus hijos con unas palmadas en la espalda y de la nueva doncella con un pellizco cuando nadie mira... que para tu enorme sorpresa no encuentra una mirada de reproche si no ligeramente incitadora.

El viaje se te hace pesado por lo que intentas ir durmiendo la mayor parte del tiempo. Después de un día completo de viaje, paráis a cenar y dormir en una posada que, según os dicen, esta cerca del sitio donde vais. Mañana por la tarde estaríais allí.

La posada no es del nivel que esperarías, pero no tienes otra cosa. Te dan tu habitación y dudas sobre si cenar en ella o bajar al comedor, donde te había parecido ver varios hombres jugando a las cartas y fumando, un caballero en la barra con una pinta y una sonrisa de oreja a oreja y una mujer, en una mesa, removiendo un plato enfadada, más que comiendo en realidad

Preparas todo lo que necesitas para tu viaje y, montado en el pura sangre zaino que tu padre te regaló hace 2 años, partes hacia el mismo sitio donde estuviste hace 5 años.

Por el camino paras una vez en una taberna a comer y luego continuas, sin apresurar al caballo para que no sufra. Está claro que tendrás que pasar la noche en alguna posada de camino porque es imposible que llegues hoy.

Cuando está a punto de caer la noche, llegas a una posada llamada "Las 3 coronas". No parece ser un lugar elegante pero te sirve para cenar algo y dormir.

Te dan tu habitación y dudas sobre si cenar en ella o bajar al comedor. La habitación es agradable. En el comedor te había parecido ver varios hombres jugando a las cartas y fumando en una mesa grande, un caballero en la barra con una pinta, que miraba con curiosidad un papel y, en una mesa al fondo, una mujer, removiendo un plato enfadada, más que comiendo, en realidad

Desde que Michael enfermó, intentas no separarte mucho de él. Te preocupa que su estado empeore y que no estés allí para vigilarlo, para avisar al doctor y que venga a tiempo...

El doctor que le trata es un buen hombre. Y también buen profesional. Pero no puede hacer milagros. Según él, esto será solo transitorio. En varios años estará curado pero, si no se trata correctamente podría dejar secuelas para toda la vida.

Varias veces te ha aconsejado que hagais visitas a Bath, que sería bueno para el niño. Pero eso es sólo una de las tantas cosas que serían buenas para él y que no podéis permitiros... Las cataplasmas que os preparan le normalizan la respiración pero son muy caras. Y también estaría bien tener algo más de servicio para que pudiese ayudar a vigilarle...

Miro a Jake apoyada en el marco de la puerta y se me rompe el corazón. Está agotado, pasa los días con Michael y no descansa por las noches. Sé que está preocupado y que yo no puedo hacer nada para ayudar.

-¿Se ha dormido?- pregunto aunque sé la respuesta. Pero quiero que lo diga en alto, para que él se oiga y se dé cuenta que, durante un rato no puede hacer nada, para que aproveche para descansar.

Me acerco a él y paso mis dedos por su pelo con suavidad -Deberías aprovechar para descansar un poco ¿no crees? Yo me quedaré aquí y, si hay cambios, te despierto-

Miro lo que llevo en la mano y se lo entrego. Son varias cartas. Una destaca sobre las demás porque el papel es de gran calidad y porque lleva una raya negra cruzando el sobre.
-Es el correo de hoy. He pensado que querrías leerlo-

Me tiemblan las piernas mientras leo la carta, es la primera vez que tengo tanta responsabilidad y no estoy segura de si sabré actuar cómo se debe.

Lo primero que haré será ir hasta la ciudad para poner un telegrama al hotel donde Timothy me ha dicho que estará hospedado, después me pasaré por el despacho de su abogado, a lo mejor puede indicarme qué hacer.

Busco entre sus papeles hasta dar con la dirección de este último, si, podría salir por la mañana y estar de vuelta a media tarde.

Tengo que estar presentable, pienso mientras me pongo el sombrero verde, regalo de mi marido.

- Señora Hunt- le digo al ama de llaves- dígale al cochero que voy a salir.

Los viajes en diligencia habían mejorado notablemente. Se había convertido en un medio de transporte rápido y, en comparación a no hace mucho, hasta cómodo. Igualmente no dejaba de ser un trayecto largo y no pasaba sin dejar huella. Así que, cuando llegaron a la posada, y a pesar de haber conseguido dar alguna cabezada durante el camino, se encontraba demasiado cansado para pasar la noche comprobando la calidad de las distintas opciones culinarias, que ofrecía el establecimiento y, si se daba el caso, acabar la velada con una partida entre extraños.

De todas formas, estos largos recorridos siempre le daban hambre y cenar solo en su habitación era algo, que le parecía demasiado aburrido y no se le pasaba por la cabeza. Después de arreglarse y acicalarse, tratando así de eliminar algo los efectos del camino, bajó al salón de la posada para hacerse servir la cena y esperando poder acompañarla de un buen whisky, con la intención de volver tras lo cual a sus aposentos y descansar para retomar fuerzas. Grove Place estaba cerca, pero aún no había llegado y no quería presentarse allí cansado y polvoriento, como si se tratara de un campesino cualquiera. Ya tendría entonces ocasión de disfrutar de la hospitalidad de los Carrington y resarcirse con creces de las penalidades del viaje. 

Te acercas hasta el despacho de Green&Letterman y solicitas, a la señorita de la recepción, hablar con Jerry Owen. Ella te conduce hacia una de las salitas donde tienen lugar las entrevistas entre los abogados y sus clientes. Te pide que esperes un momento.

Al cabo de un rato entra el propio William Letterman, socio fundador de la firma y padre adoptivo de Jerry. Desconoces los detalles concretos pero tu marido te contó que William lo habia acogido en su casa de pequeño y lo había tratado como a un hijo siempre.

-Lady Gray, es un placer, como siempre, verla por aquí- digo mientras le estrecho la mano -Supongo que ha venido por lo de la carta ¿es así? Asumo, entonces que su marido se encuentra de viaje ¡que contrariedad!-

Con un gesto la invito a sentarse y yo me siento en la butaca de enfrente

-Aunque, afortunadamente, no es muy grave. Podéis asistir vos, en su lugar. Y, si no queréis o podeis, Jerry ya ha salido para allí, puede encargarse de ser el apoderado. Aunque preferiría que no fuera así, ya que en este asunto somos también los abogados del fallecido y alguien podría alegar conflicto de intereses- le voy comentando mientras la observo. Es una mujer bonita y siempre que he hablado con ella me ha dado la sensación de estar llena de ingenio. Ella y Jerry son dos buenos ejemplos de que, pese a lo que digan los snobs que nos rodean, la gente de clase baja puede ser tan brillante, o más...

- Señor Letterman, no le sería sincera si no le dijese lo mucho que me encuentro algo inquieta ante este viaje, todavía no conozco a la mayoría de la familia de mi marido y estaré mucho más arropada si usted o el señor Owen van a estar allí, aunque no sea en calidad de mis abogados será bueno encontrar una cara conocida. He enviado un telegrama a mi marido, pero me temo que no llegaría a tiempo. Es la primera vez que me encuentro en una situación como esta, así que si pudiese darme unas cuantas indicaciones de qué es exactamente lo que tengo que hacer se lo agradecería- le digo tratando de ocultar que realmente me muero de miedo sólo con la idea de ir yo sola a aquella casa.