Partida Rol por web

Todo bien por aquí también, una de las cuerdas de mi mandolina se rompió pero tengo recambios –

Kel quedo al igual que el resto de sus compañeros entre maravillado y anonadado por la Transformación de Belladona en una Espléndida Osa que fue apagando los restos de aquella extraña criatura.

Kel no sabía mucho de aquel tipo de monstruos pero era seguro que elementales de fuego no era algo muy común en estos caminos, y  eso no sabía el de sobra  por lo que aquí lo importante era averiguar porque ese elemental de fuego estaba acosando a estas criaturas y que hacía en estos caminos

Una vez disipado el peligro, nuevamente reinaba en la arboleda una atmósfera tranquila. Apenas se percibía el tenue aroma a humo y el rastro de hierba chamuscada, que eran testigos de la reciente batalla que había tenido lugar. No transcurrió mucho tiempo antes de que se reunieran con el chocobo que tiraba de su carromato, constatando la lamentable pérdida de algunas provisiones durante el altercado. Si alguien cuestionara al ave de carga al respecto, esta respondería con una mirada ingenua y ojos que destilaban inocencia.

Dentro del carromato además, encontraron un par de gamas jóvenes escondidos bajo unas telas con aspecto de haber huido durante la refriega. Al verse descubiertos no les quedó más remedio que dar un salto de su escondrijo y saludar a los aventureros.

 - Hola, jiji. - Sonrisas enormes con unos pocos dientes romos y grandes ojos amarillos era lo que contemplaba el grupo. - Gracias por vuestra aiuda. Sois mu' fuertes y valerosos. -

Una vez en el carromato, ya sin peligro, descubrimos a un par de esos gamas, que nos agradecieron por salvarlos. 

- No ha sido nada... Es el trabajo de un héroe salvar a los que estén en peligro. - Les aseguré con total confianza, hinchando un poco el pecho, y poniendo pose de héroe puños en caderas incluidos. 

Me acerco a donde asoman los gamas y esbozo una sonrisa.

—Me alegro de que todo saliera bien. Id con cuidado.

Tras esas palabras voy a reunirme con los demás.

—Parecéis algo alterados. ¿Ha ocurrido algo más mientras peleábamos?

Las gamas es cucharon la conversación con atención y los ojos como siempre, muy abiertos. No hicieron ningún ademán de bajar del carromato donde tan cómodos se encontraban, solo se movió una de ellas para tirar suavemente de los ropajes de Kelydon con sus manitas redondas y húmedas. 

- Es un artista 'da? Y están de viaje 'da? Esto les puede venir bien, quédenselo como agradecimiento.

Una ranita de cerámica aposentada sobre todas sus patas y con agujeros de diverso tamaño a lo largo y ancho de todo su cuerpo.

- Puede hacer llover o puede dejar de llover. 'da?

Parece contenta de poder ayudar.

Kel no pudo disimular la sonris, los rostos llegnos de agradecimiento de las gamas hacían que en su pecho naciera un sentimiento ciertamente reconfortante.

Muchas Gracias – le dijo entras tomaba la ocarina, Kel no era muy diestro en los instrumentos viento pero se sabia un par de canciones, además si era cierto aquello era un objeto mágico sumamente útil. – Yo ciertamente soy un artista. Mis compañeros son más… como decirlo: Aventureros.

Kely intento meterle mucha mística a la última frase, luego de aquello intento ayudar a curar a todas las Gamas que podrían estar heridas por el fuego así como ver si su Carromato había sufrido daños

Fue un bonito regalo el que las Gamas le dieron a Kel. Como heroe no necesitaba recompensa, pues la accion bien cumplida, salvar a esos seres indefensos era recompensa suficiente. 

Si el carromato no habia sufrido daños y partiamos, me pondria en mi puesto de vigia, para tener todo controlado y adelantarnos a los problemas. 

Al final las gamas nos agradecieron la ayuda y regalaron a Kel una ocarina muy graciosa a la par que útil. Miro hacia el carruaje al igual que Nyx para comprobar que todo esté en orden.

—Si todo está resuelto y en orden deberíamos reanudar el viaje. Tenemos un encargo que llevar a cabo— sugiero educadamente.