Partida Rol por web

El grandullón verde salió de espaldas de la cocina, empujando las puertas abatibles de madera, cargando una bandeja llena de aromáticos manjares. De camino a una mesa se asomó a echar un vistazo a esa misión por la que parecía, se habían decidido los aventureros.

- La dejó un encapuchado completamente sospechoso, lo habitual en estos casos. Las señas donde entregar el rescate corresponden a la ciudad engullida de Nu, en una capilla MMM... Pero si queréis hablar con la familia e investigar el resto de nobles tendréis que subir hasta Mistral, una ciudad flotante. En esta época del año se la puede ver evitando hacia el este.

Tras recoger una mesa se limpió las manos en el delantal.

- En cualquier caso abrigados y llenad el equipo de "por-si-acaso", que uno nunca sabe lo que se va a encontrar.

Frunzo el ceño al escuchar la información que comparte Grar acerca del encargo que sostiene Lunecia y miro a la elfa. Sopeso las diferentes opciones, pero solo me viene a la mente una cosa.

—Es probable que esa noble esté esclavizada. No lo sabemos, podría ser lo que ha dicho mi compañera, pero también podría ser que esa muchacha esté en serios apuros. Debemos hacer ese encargo y averiguar qué ocurre— digo muy decidido.

Pienso ir a ese encargo aunque los demás me rechacen. Mi cara dice claramente que voy a ir sí o sí, estoy completamente decidido.

Iba a darle la razón a Kelydon, pero las palabras del orco me hicieron cambiar de opinión por ahora.
—Quisiera yo también ir a preguntar, pero es un viaje muy largo y hacia el otro lado —digo, pensando en voz alta—. Se perdería mucho tiempo y, de ser cierto todo esto, la vida de la señorita correría peligro.

Sigo mirando el papel que saqué, buscando alguna otra pista. Mientras tanto le pido a Trece que consiga un mapa para poder planificar mejor qué hacer.

—Trece, tranquilo, que vamos a por ese, sí, te acompaño. Pero primero vamos a ver entre todos cuál sería la mejor decisión a tomar. Por ahora propongo ir directo a la ciudad engullida todos, a ver si hay trampa o no, pero Kelydon quiere preguntar antes. ¿Tú qué opinas?

Miro a Lunecia cuando plantea una duda de lo más lógica. Me llevo la mano al mentón y empiezo a reflexionar sobre ello. Al rato empieza a salirme humo de la cabeza, señal de que se me está sobrecalentando el cerebro por pensar cosas demasiado complejas para mí. Y me empieza a doler la cabeza.

—Eeehm... ¿qué tal si comemos algo y lo pensamos mientras tanto?— digo finalmente antes de ir a por el mapa.

Mis oidos apenas daban credito de lo que escuchaban. Habia una persona en peligro, secuestrada, y hasta posiblemente esclavizada, y hablaban de ir a otro lugar, o de quedarse a comer. 

- Si nos atrapan... nos abrimos paso a tajo limpio, amigo Kelydon. - Le dije al bardo con una sonrisa algo frustrada. - No es que estemos precisamente indefensos no crees? 

- Siempre podemos ir en dos grupos. Unos van a rescatarla, y otros a recolectar información. - Les sugerí. - Yo iria de cabeza al rescate, por supuesto. - Lo pensé un poco y me volví hacia Belladona y Grey. - Para mandarnos informacion, Belladona, crees que podrias convencer a algun pajaro de entregar el mensaje? Y tu Grey, podrias hacer... - Hice un gesto moviendo los dedos de manera extraña. -  ... algo de tu magia para enviar mensajes? 

Kel levanto los hombros ante el argumento de Nyx – Si mi buen guerrero ese plan también nos podría ser útil – dijo entre risas al no poder debatir con tan simple pero demoledor argumento.

Creo que nuestro plan de acción debería pasar como enfatiza Trece y Nyx en rescatar a esta chica el más rápido posible. Eso si no deberíamos revelar que la hemos rescatado hasta que sepamos porque la secuestraron. Si al final fue mala suerte y solo eran unos asaltadores de camino pues no habrá que complicarnos mucho, si por el contario como sugirió Lucenia hay algo más deberíamos averiguar que es para así evitar que vuelvan a ir a por la chica

Kely termino aquel pequeño monologo abriendo las manos en un gesto de Tadan! Y buscando en la mirada de sus compañeros si estos aprobaban su plan o no. Ya podría dejar para después visitar los castillos opulentos de la capital

Una de las ventajas de pertenecer al Gremio era tener acceso a una amplia fuente de información, y entre ella, una de las más útiles eran los mapas detallados de regiones cartografiadas por los exploradores, así como aquellos que mostraban las mazmorras y ruinas que los cazatesoros y arqueólogos habían saqueado o descubierto. Para Trece, solo era cuestión de tiempo encontrar el mapa adecuado mientras se debatía la misión.

A pesar de la sagacidad y dedicación de Lunencia, no se podía extraer nada más de interés de la petición de ayuda, por lo que debían tomar la decisión de acudir a su rescate o, como sugería Nyx, dividir el trabajo en busca de información. Sin duda, disponían de medios tanto mágicos como mundanos, ya sea pagando o utilizando las propias habilidades del equipo de héroes, para comunicarse entre ellos. Sin embargo, era importante tener en cuenta el riesgo de llegar demasiado tarde o de que los mensajes se extraviaran por alguna razón.

Escucho las diferentes opiniones de los otros aventureros mientras observo detenidamente el mapa. De repente me doy cuenta de algo que me resulta muy llamativo...

—Espera, esto...— señalo en un punto de mapa una masa marrón pero desaparece al pasarle el dedo —Ah, nada, era una mancha de salsa— me limpio el dedo con una servilleta —Creo que sería lo mejor ser un poco cautos. No deberíamos descartar toda posible opción, creo yo, aunque también estaríamos dividiendo fuerzas.

Estaba esbozando una enorme sonrisa el tema que había salido a la luz era bastante intrigante -Vaya, un prisionero, seria una lastima que no pudiéramos brindarle una pequeña ayuda a una persona que se encuentra en una situación tan interesante- Continuaba sonriendo mientras la conversación continuaba avanzando, pero las propuestas que se estaban presentando no eran de mi completo agrado.

¿Realmente esperas que use mis capacidades en algo tan simple como evitar que los mensajes se muevan de un lugar a otro?, La magia no funciona así, bueno al menos no mi tipo de magia, pero aun puedes conseguirte un animal que funcione como mensajero- Diría señalando a mas de uno de los integrantes del gremio burlándome completamente -Aquí tienes unos cuantos.

Por otro lado quería ser participe de aquella interesante conversación -Supongo que nosotros podríamos no dividirnos, en cualquier casi iré con Trece, al menos se que es demasiado testarudo para abandonarme a mi suerte, también confió que no se enfade conmigo si lo dejo a su suerte para salvar mi propia vida, ya saben como funciona prioridades- Charlaba tratando de darle unos cuantos vistazos rápidos a aquel mapa tan ilustrativo

Miré el mapa y traté de trazar un plan util e inteligente... Pero solo podia pensar en esa pobre muchacha capturada. 

- Como sea. Yo voy al rescate. - Dije, absolutamente seguro de mi mismo. Ojala Kelydon se apuntara para relatar mi gesta heroica. 

Kelydon miro el mapa siguiendo los caminos con el dedo y haciéndose una idea de la distancia de separación de los dos grupos, aunque Belladona pudiera enviar pájaro para transmitir los mensajes estos se podían extraviar o podrían llegar muy tarde

Bueno, parece que tendremos que pegar primero y preguntar después – dijo encendiéndose de y mostrándole al resto del grupo una sonrisa despreocupada –

Algo curioso llamó la atención del artista, la región que mostraba el mapa sin duda era la versión moderna y actual pero no siempre mostró era orografía. Muchas generaciones de humanos atrás, el río Targo discurría de forma natural hacia la costa, justamente por los lugares que ahora ocupaban sendas y caminos empedrados entre las ciudades del valle. Nadie sabe decir con seguridad "quién" tuvo la pericia o el poder para desviar su curso. Las ruinas atestiguaban que no había sido un proceso natural... así que junto al florecimiento de las ciudades, nacieron las leyendas, algunas relacionadas con los dos bosques que finalmente contaban con una vía de comunicación mucho más transitable.

Mientras se estrujan los sesos examinando el mapa para tomar la mejor decisión, el sonido de una campana interrumpe el bullicio del lugar, y uno de los líderes del gremio, un veterano aventurero con una barba blanca recortada y parche en el ojo derecho, ataviado con su excelente armadura decorada con motivos lupinos, se sube a una pequeña tarima que ocupara antes Kelydon. Su voz firme y segura se eleva por encima de las conversaciones de los presentes.

¡Bienvenidos, valientes aventureros, al gremio de la gloria y el coraje! En este cálido y bullicioso rincón del mundo, nos reunimos para celebrar la valentía, la determinación y la camaradería que nos une como hermanos y hermanas de armas. Aquí, los sueños se convierten en realidad y las leyendas se forjan. A través de nuestras acciones, escribimos los capítulos de una historia llena de heroísmo y sacrificio, donde el bien triunfa sobre el mal y la esperanza prevalece. Cada uno de ustedes ha elegido un camino que pocos se atreven a recorrer: el camino del aventurero. Desde el modesto buscador de tesoros hasta el audaz defensor de la justicia, todos tienen un papel vital que desempeñar en este vasto y maravilloso mundo. Recuerden, aventureros, que el verdadero valor no solo se encuentra en las habilidades con la espada o el conocimiento de hechizos poderosos. El verdadero valor reside en sus corazones, en la voluntad de luchar por lo que es justo y en la disposición de ayudar a aquellos que lo necesitan. Nuestro gremio es un faro de esperanza para los necesitados. Aquí, encontrarán misiones que los desafiarán y pondrán a prueba, pero también les darán la oportunidad de marcar la diferencia en la vida de otros y juntos, podemos lograr cosas extraordinarias. Recuerden siempre, queridos aventureros, que no están solos en esta búsqueda. Aquí, encontrarán amigos, mentores y compañeros de armas dispuestos a luchar junto a ustedes. Apóyense mutuamente, compartan su sabiduría y experiencia. Permitan que el espíritu de la aventura arda en sus corazones y los guíe en cada paso que den. ¡Que la fortuna les sonría en cada batalla! ¡Que encuentren tesoros invaluables y amistades duraderas! ¡Y que cada paso que den en esta grandiosa odisea les acerque más a la grandeza que se encuentra en su interior! ¡Bienvenidos, aventureros, al Gremio! ¡Que sus hazañas brillen como estrellas en el firmamento de la leyenda!

Tras dar la bienvenida a los nuevos aventureros, desciende para saludar amistosamente tanto a viejos conocidos como en especial a los novatos, compartiendo consejos y recordándoles la importancia de trabajar en equipo y proteger a los inocentes.

 La idea de ir en dos grupos se notaba en la expresión de la fauno que no le agradaba del todo.

 -Pero si vamos en dos grupos no podríamos ayudarles si algo sale mal.- ciertamente prefería estar ahí para ayudar que nada más como un medio de enviar mensajes. Por lo demás dejaría claro que también iría con el grupo cuando cada uno estuviese diciendo de ir a por la joven secuestrada.

 Lo que si no espero, y mantuvo toda la atención de la fauno en ese momento, fue la entrada y posterior discurso de aquel humano de ostentoso y fiero porte que hablaba con la voz de la experiencia a la hora de insuflar ánimos, pues al menos ella se sentía vigorisada por sus palabras y no tardaría mucho tiempo después de que terminase su discurso para ir a saludarle ofreciéndole su mano al veterano.

 -Excelente discurso señor, no nos conocemos pero mi nombre es Belladona, justo ahora el grupo en el que estoy acepto una misión de rescate, algún consejo que pueda darnos?.-

Llegar hasta el veterano fue fácil pues los saludos se sucedían con presteza seguidos de despedidas igual de breves. Lo que más destacaba al ver el dúo que formaban druida y paladín eran la suavidad frente a la dureza y la diferencia de altura. El caballero bajó la vista, examinándola sin intención de ser maleducado a pesar que una pequeña sonrisa asomó entre sus delgados labios.

Caelum, para servirla. Una sencilla reverencia con la mano sobre el emblema de lobo a modo de saludo. No suelen ser tarea sencilla los rescates. Las vidas en juego son el objetivo principal que jamás deben perder de vista. Su único ojo azulado la atravesaba con frialdad, discurriendo si la jovencita tenía lo necesario para actuar con determinación y sensatez cuando llegase el momento.

Más allá de eso, solo puedo recomendarle lo conocido por todos: prepárese para lo imprevisible... Y cuando todo eso falle, recuerde que no está sola. Confíe en sus compañeros y demuestre que es una aventurera por mérito propio.

Se notaba el orgullo en sus palabras, casi como si la animase a demostrar ante el peligro que no era una cualquiera.