Partida Rol por web

Otra persona quizás se hubiese puesto colorada ante esa respuesta. Madelain no, ella era de las personas que pueden mantener el mismo gesto ante cualquier circunstancia.

_Ohh gracias.

Fue con paso ligero hacia la sección de duelo. Allí no le costó encontrar información sobre lo que buscaba. Tomó un par de libros y se sentó nuevamente en el lugar de antes. De la misma manera que se había organizado para el trabajo de pociones comenzó a hacer un resumen del hechizo en un papel, pero esta vez era para ella, así que no se preocupó por la prolijidad. Además quitó algunas secciones, se enfocó más que nada en el procedimiento para lanzarlo, maneras de defenderse, duración del efecto, cómo neutralizarlo y notas no poco importantes sobre algunos detalles que aparecían en los textos, como por ejemplo que su uso cinco veces seguidas podía causar el coma.

Revisó tener todo lo importante, guardó sus cosas y se puso de pie para devolver los libros a su lugar. El almuerzo no tardaría en comenzar. Apuró el paso pues no quería llegar tarde.

La hora de estudio pasa más rápido de lo que les gustaría a los alumnos. La comida se sirve en el Gran Comedor para deleite de los alumnos que comen esa comida mágica que aparece sobre las mesas sin ningún esfuerzo. Algunos comen más rápido para aprovechar la hora libre que tienen después, otros parece que se toman su tiempo para conversar con los compañeros de casa, quizá hablando sobre los próximos partidos de quidditch o que les espera en las próximas clases... o de que hacer lo que queda de tiempo.

-¿Que tal la redacción?-Le pregunto alegre intentando animarla con una sonrisa.- Tengo una sorpresa que darte...¡Aún hay unicornios!-Estaba vibrante de excitación.- También hay centauros en el Bosque prohibido. El profesor Gordon está buscando ayudantes para curar a unos potrillos heridos, y me preguntaba si querrías venir a verlos y echar una mano.

-¿Que tal la limpieza de calderos?-Le pregunto alegre intentando animarla con una sonrisa.- Tengo una sorpresa que darte... el profesor Gordon está buscando ayudantes para curar a unos potrillos heridos, no me ha quedado muy claro si de centauro o de unicornio, y me preguntaba si querrías venir a verlos y echar una mano. No invito a Ashton por que me ha pedido que sea discreto con el tema, y como tú eres la persona más entusiasta de su asignatura...Además si quieres ese puesto en el futuro, será como estar de prácticas.

Al recibir la noticia, Scarlet sonrió ampliamente. Tanto por la buena noticia como por ver a Spencer tan alegre y emocionado.

-¡Eso es genial! Me e-encantaría ir a ayudaros, Spencer-súbitamente recordó que debían ir a por su premio de pociones y después, ella había quedado con Alex y Logan para averiguar que se traía Alex entre manos.-Pe-pero...debemos ir a bu-buscar al profesor Jones por lo de la re-recompensa de pociones. Y después le prometí a Alex y a Logan que nos ve-veríamos...Al parecer Alex tiene algo im-importante que decirnos; no te im-importa que vaya más tarde, ¿no?-le sonrió.

Metió la mano en el bolsillo y recordó que ahí era donde tenía el horario que Alex le había dado antes. Empezó a darle vueltas dentro, pregutándose si ella también debía darle una copia del suyo a él. Ya lo haría más tarde.

Alex, lógicamente, comió como si no hubiese un mañana. Tenía hambre, pues demasiado calorífica había sido la experiencia en la sala de los menesteres. Devoró y destrozó no poca comida, hasta que al final se quedó satisfecho. Era un buen día. Un fantástico día, y quizá, en el futuro, supondría un nuevo amanecer, en el sentido metafórico de las palabras.

Así pues, habiendo acabado todo, se dirigió a su compañera y casi mentora, Christine.

- Bien. Está todo orquestado, como ya te he dicho. ¿Esperas conmigo o tienes algo que hacer?- le preguntó, haciendo referencia a estar frente al comedor esperando a Scarlet. Bien podría localizarla con el mapa del merodeador, si es que no lo tenía Clare, pero en ese pequeño rato no podría hacer nada de provecho.

Eso sí, se cuidó de que su hermana siguiese por ahí y no se hubiese largado. Quería avisarla a ella también, y no había tenido ocasión.

-Am, vaya...-Mi felicidad se empaño de golpe y no lo pude ocultar.- No pasa nada, si tienes otros compromisos deberías atenderlos, habrá más días dudo que se vayan a recuperar de hoy para mañana. De todas formas no se lo comentes a nadie. Gordon me ha pedido que sea discreto con el tema, no quiere que los establos se llenen de alumnado curioseando, seria malo para las criaturas- le dedico una débil sonrisa.- Pásatelo bien entonces, nos veremos en las clases, aunque si terminas a tiempo, estaré con el guardabosques.

Golpeado por la decepción y ahuyentado por el fracaso de mis expectativas, me alejo hacia la mesa Huffelpuff a buen paso, para interceptar a Henri. Aunque no había ido tan mal, podríamos ir en otro momento juntos.

Se quedó un poco boquiabierta ante la respuesta y la reacción de Spencer, no terminaba de creerse que se hubiese ido tan apagado y a la vez tan rápido. Tal vez tenía asuntos pendientes con Henri, o simplemente quisiera irse...en ese momento no sabría cual de las dos opciones era la más acertada.

-Avísame cuando qui-quieras ir a buscar al pro-profesor Jones, estaré con Alex y Logan.-le dijo alzando un poco el tono de voz para que la escuchase.

Resopló y recogió sus cosas. Y, como dijo, se dirigió a la mesa de los leones; una vez allí, buscó con la mirada a Alex y a Logan.

Pudo detectar a Alex antes, se acercó a él con paso firme y acelerado, el andar que solía llevar cuando estaba molesta o incómoda.

-Hola-saludó al chico algo más secamente de como quería que sonase. Respiró hondo; él no tenía por qué pagar que Spencer haya sido tan...así. Así que cambió su expresión a una media sonrisa algo forzada y añadio:-¿Qué tal el almuerzo?

- Comida y casi merienda cena, me temo- dijo desviando la mirada de Chris por una cuestión de educación. Sin embargo, al ver a Scarlet, si bien no adivinó el por qué, sí notó que estaba más molesta que antes. ¿Habría discutido con Spencer? Poco probable por lo reciente de su noviazgo, pero conociendo a Scarlet y por lo poco que había visto del otro aguilucho, esperaba, con o sin acierto, que acabasen teniendo más de una pelea con el paso del tiempo, aunque eso no marcase ninguna diferencia.

Alex, sin llegar a levantarse, bien es cierto que clavó las manos en la mesa y miró a la mesa de Ravenclaw por un momento. Su hermana. Mientras Sotek se encargaba de aquello, Alex siguió con las conversaciones de las inmediaciones.

- Bien. Temo que mejor que el tuyo, por desgracia- añadió en tono algo condescendiente y cauto, aterrado por la perspectiva de una amiga enfadada, más si era alguien como Scarlet, que nunca solía enfadarse. Algo debía de haberla molestado, claramente-. Ahora mismo le preguntaba a Chris- señaló con la mano a su amiga, o más bien estrella del firmamento aquel día- si estaba preparada. ¿No tenías tú algo que hacer?- aquella pregunta final iba dirigida a la mujer de las pecas, por supuesto.

Estaba tan ensimismada con la ida de Spencer que no se había dado cuenta de que esa chica estaba con Alex. Empezó a ponerse roja; a saber qué impresión se había llevado de ella.

No la conocía de mucho, sabía su nombre y a la casa a la que pertenecía. De vez en cuando la veía por la biblioteca, pero dudaba que ella supiese su nombre.

-Oh...eh...Ho-Ho-Hola...-saludó tímidamente con la mano-Pu-pues...si...pe-pero Spencer fue a ha-hablar con Henri y...bu-bueno...a sa-saber cu-cuando vi-viene...-soltó una risita algo nerviosa, aunque lo que intentaba era disimular su pequeño enfado-Le dije que cu-cuando quisiese ir, que nos bu-buscase, ya que e-estaría co-contigo.

Su tono de voz iba bajando conforme hablaba. No podía evitarlo, se ponía taquicárdica ante la presencia de alguien tan desconocido para ella.

Saluda a la chica con una sonrisa y una gesto de la mano. Luego sin perderla se dirige a Alex, más que nada porque él ya sabe que de va todo eso... y no es cuestión de hablar delante de todo el mundo.

-Yo iré tirando para disimular... haced como que habláis un minutillo y me seguís como quien no quiere la cosa... tu ya sabes donde está, así que no tengo que guiarte. Ella no podrá venir ahora... levantaría sospechas y esas cosas - dice refiriéndose a la otra persona implicada en ese plan que tiene a Alex tan encandilado.

Habla en susurros para que solo ellos dos puedan escucharle.

-Nos vemos ahora...

Se levanta y sonríe de nuevo a Scarlet.

-Encantada de conocer a la gran amiga de Alex. Espero verte pronto.

Se aleja y sale del gran comedor.

Alex sonrió al ver a su compañera largarse. Bien, ir escalonados no era una mala idea. No teniendo en cuenta que eran un grupo de lo más variopinto. Como si nada, Alex le guiñó un ojo a Scarlet, cómplice, indicándole que iba a hacer algo fuera de la norma por alguna razón.

Así pues, sin esperar a ver ninguna reacción, se acercó un paso, dejando los labios sobre la oreja de la chica.

- Séptimo Piso. Tapiz de Barnabás el Chiflado- susurró el chico al oído de la pecosa en voz nimia para que no se oyese ni él mismo.

Dicho eso, se separó, sonrió, y se despidió con la mano como si nada.

- Nos vemos- y salió en dirección a Logan.

Alex se acercó a Logan por la espalda. Había estado comiendo tranquilamente al lado de Chris, hablando con ella tanto de forma animada como en petit comité, por lo que había ignorado al resto. Algo tramaba, eso estaba claro.

Una vez estuvo a la altura de Logan, puso las manos sobre sus hombros, dejándolas caer a modo de saludo. Colocó su cabeza en el lado izquierdo, como si se hubiese dejado caer sobre el chico, y habló.

- ¿Qué tal? Prepárate, campeón- era una pregunta retórica y palabras de ánimo. Algo genérico, pero estaba ansioso por lo que se avecinaba. Se acercó aún más a él, pegando los labios a la oreja, y susurró en tono para que sólo Logan pudiese oírlo. Ni a Alex o Sotek, el gato de ojos como esmeraldas, lo escuchaban. No sin magia, claro-. Séptimo piso. Tapiz de Barnabás el Chiflado.

Dicho eso, se separó del chico, poniéndose nuevamente en pie.

- Pues eso- y con un guiño del ojo, se marchó a la mesa de los Ravenclaw. A ver a su hermana, claro, pues Scarlet no estaba allí.

Bien. Todo estaba saliendo según lo previsto. Así debía de seguir. Si iban a hacer algo tan complejo como lo que decía Chris, debía de aportar lo que pudiese con cautela. Y para ser cautos debía de confiar sólo en los más cercanos. Ashton y Henri lo eran, y mucho, pero antes de decir algo relacionado con la Orden del Fénix debía de asegurarse del todo. Logan y Scarlet tenían el aval de sus padres, que les convertía en gente... infalible. Esos darían medio corazón por un Horrocrux.

Caminó hasta la mesa de los Ravenclaw y buscó a su hermana. Una vez localizada se acercó a ella cuando no la viese demasiado ocupada, cuando creyó que no iba a molestarla. Le dio un beso en el hombro como saludo y habló con voz dulce. La voz de un buen hermano mayor que quiere a su pequeña entre algodones aunque no lo necesite.

- ¿Podemos hablar a solas un momento? Es importante, pero si estás ocupada, busco otro momento- dijo, pues, si bien para él era algo vital, se cuidaba mucho a la hora de respetar el espacio de su hermana. No le gustaba agobiarla.

Logan había vuelto del lago más temprano que ellos, quería dejarlos solos para poder comer en paz, por alguna razón se estaba quedando solo... Un sentimiento raro al ver a Alex y Scarlet le revolvía el estomago, Alex por ser su gran amigo y luego Scarlet que para él era como una hermana menor..

Cuando Alex se recostó hacia él, lo hizo salir de su trance de quedarse solo, el lo miraba y le sonríe porque no tenía muchas ganas de hablarle por ahora.. Luego se acerco cada vez más y le susurro 7 palabras... Las cuales hicieron pensar a Logan... Barbanas el chiflado porque le sonaba ese nombre.. De algún lado sacaba el nombre, muchas preguntas surgían en la cabeza de Logan..

- A... Alex..

Ya se había ido corriendo a la mesa de su hermana en Ravenclaw, Logan come un poco y luego intenta buscar a Lissy con su mirada, quería hablar con ella.. Necesitaba decirle algo, que le pesaba al pobre muchacho.

Se gira hacia su hermano cuando le saluda de la forma esa tan peculiar que el tiene. Sonríe y se levanta diciendo a sus amigos que enseguida vuelve. Coge a su hermano del brazo y lo arrastra hasta un rincón apartado del Gran Comedor para ver que es lo que quiere.

-¿Qué pasa, hermanito? ¿Qué me querías decir?

Ladea un poco la cabeza, mirándole.

Alex, poco más de veinte centímetros de estatura por encima de la chiquilla, no pudo sino sonreír. No tenía un mal día, fantástico, y la había pillado a buenas. Aquello le facilitaría las cosas.

Le puso las manos en los hombros, a los laterales, sin hacer fuerza para que pudiese zafarse cuando quisiese. Era sólo tres años menor que él, pero a esas edades era una diferencia de edad considerable. Se acercó algo a ella, y tras mirar a ambos lados para ver que nadie rondaba por los alrededores a una distancia preocupante, habló.

A ojos de los demás podría ser simplemente un hermano hablando con su hermana, más Alex, que se preocupaba por ella lo que ni venía en los escritos, pero aquello era importante.

- Necesito que vengas conmigo a un sitio- susurró en voz seria, esa que sólo utilizaba cuando quería recalcar que estaba sereno, decidido, y que no era ninguna tontería. Usó, básicamente, el tono de hermano mayor pedagogo que hace las veces de mentor. Obviamente, aquello lo hacía contadas veces, pues solía ser un chico alegre y poco serio dentro de lo cabe-. Me vendría bastante bien que fuese ahora. Prometo devolverte a clase antes de que puedas llegar tarde. Hay un par de cosas que necesito enseñarte. Cosas importantes, como nuestra tía y el diario- su diario.

 Llegué al comedor, un poco molesto porque la mañana no hubiera sido tan fructífera como hubiera deseado y esperando que eso cambiara después de comer.

 Me senté en un asiento vacío y me dispuse a empezar a comer en cuanto fuera posible, mientras recordaba todos los hechos ocurridos hasta ahora, así como todas las lecciones que habíamos recibido, asegurándome de haber asimilado todo y que no me hubiera olvidado de nada...

Alana había llegado temprano asi que había elegido asiento por el medio de su mesa, antes de que esta comenzara a llenarse. Para variar, frente a la parte donde ya era costumbre que apareciera cada comida un recipiente con crema y fresas mezcladas finamente. Pese a la delicadeza de su aspecto, comía con relativas ganas, incluso dejando atras a varios en ese aspecto. Aparentemente se tomaba bastante en serio eso de "mente sana en cuerpo sano".