Partida Rol por web

Yo voy a mirar planos de las obras correspondientes para ver si encuentro algo extraño y poder ver quién firmaba los planos para ver si podemos tirar de el

-Te echo una mano, Olivia. Creo que, entre dos, podremos encontrar antes los documentos, tanto los de las obras que se realizaron en el 93 como posibles atlas de Logroño.

-Además de lo de la colina de Lantarón, también quiero comprobar si en algún documento se menciona algo sobre la Iglesia de San Adrián, en la Cava. La "desaparición" -pues así lo había denominado aquel trastornado de internet- de esa iglesia también puede ser otro hilo del que tirar.

Definitivamente no era el día de Olivia. Nada más empezar ya se sintió desorientada. Y es que no saber exactamente qué estás buscando puede ser desesperante al cabo de unas horas. Se pasó la mañana repasando antiguos atlas geográficos y libros antiguos sobre las montañas de La Rioja. Tampoco hubo suerte con aquellos más modernos (lo más recientes databan de 1995, parecía que aquella biblioteca necesitaba una actualización). Nada. Ni una sola mención a la "colina más alta al sur de Logroño". 

Por suerte Laura apareció al rescate. Cuando ya se había cansado de mirar documentos oficiales del pasado logroñés, se centró en ayudar a su colega de profesión. No tuvo el éxito que esperaba, pero encontró algo que podía ser de interés: una fotografía antigua (dataría de los cincuenta o sesenta, a juzgar por el contexto donde la encontraron) con un genérico pie de foto. 

"Vista elevada de la ciudad de Logroño"

La foto hubiera pasado desapercibida de no ser porque Laura reconoció en el fondo la inconfundible silueta del León Dormido, la famosísima montaña de la Sierra de Cantabria que recibía este poético apelativo al recordar su forma a la de un felino acostado. La peña tenía otros nombres, como Lapoblación o La Picota, pero solo los riojanos utilizaban el nombre de León Dormido. La razón era sencilla: la sugerente forma sólo podía percibirse desde su lado sur. La conclusión inmediata era que esa fotografía tenía que haberse disparado desde el Sur de Logroño, desde un punto bastante elevado. 

Por otro lado, de las obras del parque del Ebro de 1993 encontraron pocas referencias útiles. Por supuesto, muchos artículos las mencionaban, pero la información se limitaba únicamente a declaraciones de Manuel Corredor Robles, entonces Concejal de Obras Públicas por el PSOE, y críticas por la gestión del proyecto de parte del partido opositor, el PP. Nada nuevo bajo el sol. El único documento que parecía recoger algo de información adicional era el BOE de aquella primavera. 

https://www.dropbox.com/s/0ne2p3b2k36013r/BOE-Obra...

- Disculpe el atrevimiento, pero estamos investigando, así, de forma amateur, sólo acompañados por la fuerza de Dios, la desaparición de un joven. Manuel Cidacos. Quizás haya oído hablar de él. El rastro nos ha llevado al Ebro, y... - el rostro del cura también cobra un velo de sombra, al recordar las sensaciones vividas en la persecución de Cuzco. - Creemos... Creemos que no es la primera vez que suceden estas cosas por allí. De hecho, lo sabemos. Hemos investigado y tenemos entendido que algunos hombres de aquí han padecido una suerte similar a la de Manuel. ¿Recuerda algo? ¿Qué puede decirnos? Prometemos total confidencialidad a todo lo que se diga aquí, y esperamos que de su parte también a haya.

Claudio dejó al párroco tomar la iniciativa para empezar la conversación con aquel hombre. Ya se conocían de haber colaborado en diversos proyectos y sería más apropiado para romper el hielo. Tras escucharle, le pareció que había hecho una buena presentación sobre su presencia allí. Sin embargo pensó en añadir unas palabras personalmente antes de que Andrés tomara el turno de palabra:

-Como ha dicho don Santiago, la reciente desaparición del señor Cidacos nos ha movido a llevar esta investigación a título personal. Pero en el curso de esta investigación, hemos recabado información de numerosos casos en los que gente que solía frecuentar Proyecto Hombre también desaparecieron en las mismas circunstancias. ¿Se llegó a sacar algo en claro en alguno de esos casos? ¿Tal vez con ayuda de las fuerzas de seguridad? Puede que incluso algún comentario de conocidos de los desaparecidos sobre lo que hubiera podido ocurrir. Cualquier información podría ayudarnos a avanzar con este asunto.

Decidió parar de hablar, a riesgo de saturar de información a aquel hombre antes de que ni siquiera pudiera abrir la boca.

Andrés asintió lentamente. Exhaló un hondo suspiro y echó la llave a la puerta del despachito. -Será mejor que nadie nos moleste. Musitó. 

Después se volvió a sentar en frente de Claudio y Santiago. Miró fijamente al guardia civil. -Imagino que te ha enviado Serranes. Ante la afirmación de Claudio sonrió levemente. -Veo que todavía quedan buenos profesionales en la Guardia Civil. 

Se echó la mano al bolsillo de sus anchos pantalones de deporte y sacó una pesada cartera, llena hasta reventar de papeles, tarjetas, facturas, tickets... pero no muchos billetes. De uno de los bolsillos interiores extrajo una serie de fotografías. Con calma y precisión, fue colocando las fotografías en filas de a dos, de arriba hacia abajo mientras explicaba: Aquí en Poyecto Hombre trabajamos profesionales de todos los campos. Médicos, integradores sociales, psicólogos... Nuestra labor en intentar reinsertar en la sociedad a aquellos que se han visto apartados de ella, por drogas, por temas de violencia, cárcel... la verdad es que hay mil razones. Cada caso es único y tratamos de dar una atención personalizada. 

Terminó de colocar las fotografías. La mayoría de tamaño carnet, de perfiles muy diversos, pero con un patrón muy concreto: un hombre y una mujer por cada fila. Una pareja a cada altura. 

A veces no es fácil conseguir que estas personas acudan regularmente, y después de casi diez años currando aquí, ya estoy mentalizados de que por cada persona que logra reinsertarse totalmente, nueve se quedan por el camino. Muchos deciden volver a su país de origen... ya ves, como tienen que estar aquí, ¿verdad? Soltó un suspiro. Quiero decir, que a muchos es difícil seguirles la pista. A veces se van, simplemente, sin decir nada, sin dejar a nadie que nos pueda decir qué ha sido de ellos. Por eso al principio no nos dimos cuenta de lo que estaba pasando. Hizo una pausa dramática. Al fin y al cabo, era el director del taller de teatro. Señaló al primer par de fotografías. 

Lydia Camila Cantor, Mbambe Dutib. Una, boliviana, 35 años; víctima de violencia machista, creemos que se dedicaba a la prostitución. El hombre es africano, de Senegal, vendedor callejero. Ambos sin papeles. Desaparecieron en Agosto de 2015. Señaló al siguiente par de fotografías. 

Rafael Pastor Jimenez, chatarrero, etnia gitana. Cárcel y tráfico de drogas. Un buen tipo realmente, si se le controlaba el genio. María Morales, brasileña, no sabemos muy bien a qué se dedicaba. Desaparecidos seis meses más tarde. 

Andrés, siguió con el resto de las fotografías. Conocía por nombre y apellidos a todos y cada uno de ellos, conocía a qué se dedicaban, si es que tenían una ocupación reconocida, y conocía también las fechas exactas de su desaparición, o al menos de cuando dejaron de asistir a los talleres de PH. Los ejemplos eran numerosos, ponían los pelos de punta. Durante los últimos dos años las desapariciones habían sido periódicas, cada pocos meses, y siempre siguiendo el reconocible patrón de hombre-mujer. La policía insiste en que no podemos asegurar que estas personas no se hayan marchado por su propio pie. Al no tener números de teléfonos o referencias de familiares poco podemos hacer para seguirles la pista. Hemos personado la denuncia de varios de estos casos pero me temo que no se ha investigado mucho al respecto. ¿Qué pensais vosotros?

Estaba exhausta, me dolía la cabeza y apenas si encontraba nada, menos mal que Laura había dado con aquella foto que podía ser lo que estábamos buscando.

Me acerqué con la fotografía a la impresora para poder quedarnos una copia de ello, quizás por ahí tendríamos algo que investigar. Repasé también el BOE de ese día, aunque no saqué nada en claro, la verdad es que estaba demasiada agotada como para poder aclararme con algo.

- ¿Ha habido suerte Laura?
 

Me encogí de hombros ante la pregunta de mi compañera. Me daba la sensación de que, por cada vez que descubríamos algo, volvíamos a darnos con un callejón sin salida de nuevo.

-No sé si esto nos será de ayuda, pero creo que el lugar que mencionaba Lantarón desde uno de sus comentarios podría ser el mismo desde el que se tomó esta foto -sugerí, aunque no muy convencida-. Sabemos que es "la colina más elevada al sur de Logroño" y en esta fotografía se nota que la foto del León Dormido fue tomada desde una posición más alta que la de esta montaña y, por la posición de la foto, tiene que estar aún más al sur.

Si pudiéramos averiguar el sitio exacto de la toma de la foto quizás podíamos ir hasta allí y observar e investigar la zona para ver si sacamos algo más en claro.

- Sí, imagino que será eso por eso he sacado una copia de la foto así podremos intentar encontrar el lugar mejor, o eso espero. Bueno si hemos acabado podemos reunirnos con Santiago que por lo que he oído en el audio propone hablar con ingenieros civiles y tal... ¿qué opináis?

Me parece bien, lo que quiero es esclarecer todo esto lo antes posible

-Sí, creo que es una buena opción. Vayamos a reunirnos con Santiago.

- Señor Andres, Dios lo bendiga por darnos esta informacion tan valiosa. Seria tan amable de conseguirme lápiz y papel para anotar sus nombres. Creo que la policía deberá dar explicaciones de porque no se ha avanzado con estas investigaciones. Tenemos compañeros que estan haciendo sus progresos por otro lado, asi que cuando juntemos todo algo saldrá. Déjeme que le haga una pregunta mas, sin que esto signifique abusar de su amabilidad. - me acerco un poco a Andres,y en voz baja le digo- hemos estado en el lugar de las desapariciones, y yo, como hombre de fe, le puedo confirmar que hay algo extraño en esa zona, que no se si atribuirlo a la carga negativa que pueden tener sucesivas muertes en un mismo sitio o... O a algo más. Créame que no doy crédito a las acechanzas del maligno, pero esa sensacion fue realmente poderosa. Ha oído usted algo al respecto?

Claudio escuchó la exposición de la información que les ofrecía Andrés. Sin duda era una persona competente y entregada a la causa de ayudar a toda aquella gente necesitada. Llegó a la conclusión de que podría serles de gran ayuda en los asuntos que tuvieran que ver con ese sector de la población de la ciudad.

Dejó que fuera el párroco quien volviera a tomar la palabra, y le sorprendió cuando escuchó de boca de su compañero la relación entre las siniestras sensaciones que tuvieron a las orillas del Ebro con la presencia del diablo. Nunca le había parecido de esos curas especialmente inclinados a teorizar sobre esas posibilidades en el mundo real. Y tal vez por eso precisamente, llegó a la conclusión de que ninguno de los integrantes de aquel peculiar grupo de investigación debía descartar ninguna posibilidad a la hora de intentar atar cabos sueltos. El jubilado decidió añadir una pregunta más tras la intervención de Don Santiago.

-Como bien ha dicho, esta gente no suele mantener relación con su familia, en la mayoría de los casos han roto casi cualquier lazo con su vida anterior. Y por eso a veces encuentran ese vínculo familiar o de confianza con otros compañeros que están en su misma situación. ¿Tal vez alguna de las personas en su misma situación, que estuviera aquí en proyecto hombre y tuviera más trato con los desaparecidos, pudo comentar algo relevante con respecto a sus repentinas desapariciones? Cualquier comentario, por inconexo o banal que pudiera parecer, podría aportarnos información interesante.

Andrés cruzó los brazos pensativo. Después de un momento en silencio volvió a tomar la palabra.

¿Sabes que vamos a hacer? Si os parece bien volvemos a vernos mañana, quizá pueda hablar con alguno de sus compañeros, de los más antiguos... quizá pueda averiguar qué actividades hacían juntos, de qué hablaban una vez salían de este centro, o qué lugares solían frecuentar. Dadme hasta mañana, podemos quedar aquí mismo sobre las ocho. ¿Entendido?

Santiago y Claudio, si accedían, volverían a verlo al día siguiente. Se ve que Andrés andaba con algo de prisa, así que no se demoraron más y le dejaron para que cerrase bien en edificio. Cuando salieron, aparte del señor Brazaola, eran los últimos en dejar la sede de Proyecto Hombre. 

- pues muy bien. Por mi esta bien. Es muy generoso de su parte, Andrés, que se comprometa de esa forma. Nos volveremos a encontrar mañana entonces.

Ya fuera de la fundación, comento a mi compañero:

- Le parece que aprovechemos este tiempo, hasta mañana para investigar alguna punta mas? Algun otro bajo suelto en esta historia?

Escuchó la propuesta de Andrés, le parecía bastante coherente. Además, había aceptado abiertamente colaborar con ellos sin poner ninguna pega. Y sabía por experiencia que la gente no siempre tenía ese grado de implicación y de colaboración.

-Estupendo Andrés, tiene todo el sentido del mundo lo que propone. Le agradecemos que dedique parte de su tiempo a ayudarnos. Entonces nos veremos mañana, no le entretenemos más. Buenas noches.

Una vez abandonaron todos el edificio de la sede de Proyecto Hombre, escuchó las palabras de su compañero. No tenía muy claro si se refería a algo en concreto, así que se dispuso a consultarle.

-Pues no lo había pensado, padre. Mi mejor baza, después de hablar con un antiguo compañero del trabajo, era la de consultar a la gente de Proyecto Hombre y ver si a través de ellos sacábamos algún indicio del que seguir tirando. Pero visto está que eso tendrá que esperar hasta mañana. ¿Tiene usted alguna idea?

Claudio Y Santiago se vieron, de pronto, con la necesidad de esperar al día siguiente. De nuevo, la noche les había cogido por sorpresa, y decidieron que sería mejor idea descansar y volver con más fuerza al día siguiente. El resto del grupo no parecía tener mucho tiempo para ellos, ya que las comunicaciones fueron escasas. La espera los terminó llevando de nuevo a aquel edificio dedicado a Proyecto Hombre, de nuevo a aquel lugar a las orillas del río Ebro. 

Andrés los recibió con una sonrisa y los hizo pasar a un despacho similar al del día anterior. Me dio una buena idea ayer, Claudio. Fue directo al grano una vez hubieron acabado las formalidades. Es posible que estas personas desaparecidas hubieran hecho algún amigo cercano, algún vínculo con otro integrante del proyecto. Y eso me llevó a revisar los grupos de actividades en los que participaban, y de tratar de localizar a otros miembros del mismo grupo. Pero luego me topé con esto. 

Andrés deslizó un cuaderno hasta el otro lado de la mesa para que tanto Claudio como Santiago pudieran ver el contenido de las páginas. Desde hace unos años guardamos el registro de la participación en las actividades que ofrecemos. Y también de las parroquias que nos ofrecen ayuda. Miró de reojo a Santiago. No somos una organización religiosa, pero a menudo las Iglesias organizan actividades sociales, a las que invitamos a nuestras personas a participar. Mirad. 

Efectivamente, ahí estaba. Un montón de columnas y filas, con las Iglesias y parroquias de Logroño, y los nombres de decenas de personas. Algunas subrayadas en rotulador fosforito amarillo. Ahí están, Lydia Camila, el señor Dutib, Rafael, María Morales y algunos más... Al lado de cada nombre, siempre en la tercera columna, estaba marcada una X. La columna pertenecía a la Iglesia de San Agustín. 

Puede que sea una casualidad... pero yo que sé... todos iban a la misma Iglesia, todos los viernes a las doce de la mañana. Dejó que Claudio y Santiago inspeccionaran el cuaderno tranquilamente. Después añadió. Puede que sea una pista, ¿no? 

Contemplando el libro y sus renglones como quien aprecia un volumen de la biblia del diablo, digo con voz queda:

- Y vaya que lo es, Andrés - sigo con el dedo, los renglones, porque mi visión me engaña - puede que conozca a algunas de estas personas. Debemos ir enseguida a esa casa del Señor, y averiguar sobre las actividades que allí realizaban - Mirando a Andrés, como con suplica, le pregunto - ¿A usted le molestaría si tomáramos prestado este libro? Podríamos firmar en algún lado, haciéndome personalmente cargo del préstamo de este documento. Quedará bajo mi responsabilidad. Si no es posible puedo tomarle una foto con el móvil. 

- Recuerda usted, Andrés, algun comentario de  alguno de ellos acerca de las actividades que realizaban en la iglesia? ¿Algo sobre lo qe hacían, o si estaban conformes o no con esas actividades?

Santiago conocía bien la Iglesia de San Agustín, la conocía a fondo. Al fin y al cabo, apenas había doscientos pasos entre la suya y la que estaba regentada por un viejo conocido, Amador Sierra. Es verdad que no era raro que todo tipo de gentes necesitadas acudiesen a los servicios religiosos, más con la esperanza de la caridad que por fe verdadera. Los viernes a las doce se organizaba una recogida de ropa y alimentos. Se llevaba organizando desde hacía muchos años, de hecho.