Partida Rol por web

Entre tres la tarea de bajar el ataúd es ardua, pero poco a poco y con mucho cuidado, conseguís hacerlo. Luego os ponéis a tapar la tumba de nuevo con la tierra. El trabajo es duro para alguien que no está acostumbrado a hacerlo, a lo cual hay que añadir que estáis cansados y que ya lo tuvisteis que desenterrar y subir antes. 

Mientras tus compañeros se ocupan de devolver el ataúd a su sitio, te parece escuchar un ruido a lo lejos que identificas como el ruido de la cancela del cementerio al abrirse. 

Percy se quedó rígido (más de lo que estaba) por un momento. Desde su lápida susurró a los que estaban terminando de tapar la tumba: ¡Quietos! Acabo de escuchar cómo alguien abre la cancela del cementerio... John, ¿qué hacemos? ¿Escapamos?
 

Rick se pone en guardia y se aparta un poco intentando rodear silenciosamente la zona para coger por sorpresa al visitante inesperado...

-¿Adónde iríamos en la oscuridad? –susurro al tiempo que me decido por un escondite. -Mejor nos ocultamos y sorprendemos a quien sea. ¿Rick, dejaste puesto el candado?

Ya al respaldo de una lápida, acuclillado, examino que el revólver este cargado y a continuación apago mi linterna.

Preferiría salir corriendo, pensó Percy aterrado. Esto ya era demasiado. Y si era el guardia del cementerio... ¿qué iban a hacer? ¿Pegarle un tiro, o qué? Peor si eran los que buscaban el amuleto. Alguien podría salir herido. Se sentía tentado de gritar: ¡policía! Y salir por pies, pero en vez de hacer eso, se acurrucó en su lápida rezando por que no les hubieran visto y quitó el seguro a... narices, le había dado a alguien la escopeta.

Estaba desarmado. Miró alrededor en busca de un ladrillo o algo. O mejor me quedo aquí sin mover ni un pelo, volvió a pensar. Algo le pinchaba la pierna. El bisturí. Lo había guardado sin darse cuenta en el bolsillo de la chaqueta, y había rajado la tela. Así, guardándose las cosas sin pensar había afanado un montón de plumas en el pasado, y no menos mecheros o cajas de cerillas. Así que tomó el bisturí entre sus dedos sintiéndose menos seguro todavía.

Al escuchar la puerta del cementerio y su clásico sonido de reja poco aceitada john comenta... creo que finalmente ya estan aqui por el medallon... luego de esto john saca si revolver del 45 y se oculta entre las sombras cerca de rick... esperando ver que sucede. ..

Harry decidió ir por el lado contrario que Rick y John, cosa que les indicó a estos con un gesto. Caminando entre las lápidas, se fue escondiendo hasta llegar a una que le permitiese ver quiénes eran los que estaban entrando en el cementerio. Allí se apostó con su arma y esperó. 

En la oscuridad, Rick y John por un lado y Harry por otro, se mueven para tomar posición en un sitio desde el que puedan anticiparse para ver quién es el que se acerca. 

Mientras, Júpiter y Percy se ocultan intentando no moverse demasiado para no hacer ruido, pero está claro que la discreción no es lo suyo. En una noche tranquila y silenciosa, donde el crujido de un gozne mal engrasado suena como un estruendo, percibís el ruido de la tierra bajo sus pies, el ruídod e una pequeña rama al pisarla...

Sea como fuere, la cuestión era que desde su posición, Rick fue el primero en ver a un grupo de unas 8 figuras encapuchadas con una especie de túnicas de color negro, ceñidas a la cintura con un cordón dorado. Harry un poco después, cuando uno de los encapuchados, cruzó improdentemente el camino central. El grupo avanzaba por entre las lápidas intentando pasar desapercibidos, avanzando en dirección a la tumba del tío Freddy. Rick señaló en dirección al grupo y John lo vio por fin. 

Ocultos tras dos lápidas cercanas a la  tumba del Tío Freddy, veis como vuestros compañeros se alejan. Quedáis solos en la oscuridad, esperando. Percy se aferra a su bisturí y Jupiter comprueba su revólver que efectivamente, se encuentra cargado y listo para disparar. El tiempo pasa despacio, cada segundo parece una eternidad mientras permanecéis allí, esperando lo peor. 

Mierda. -Mierda.- Rick evalúa la situación rápidamente mientras los recuerdos de la guerra acechan en nu rincón de su mente. Tenemos la ventaja de que no nos han visto pero ellos son ocho y nosotros solo tres en condiciones de abrir fuego. Tengo una escopeta y Harry y John pistolas... Suponiendo que nos carguemos a tres en la primera descarga y que los demás tarden en reaccionar, con suerte equilibraríamos la cosa... Con suerte...

-John, vuelve al hoyo y largaos de aquí yo os cubro-