Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d100
Dificultad: 26-
Resultado: 44 (Fracaso)
Iniciativo a mi padre >____________________________<
Azkarra miro a Lee ¿Y cuando vengan que?¿Tienes algún plan?, los únicos datos que tenían era lo que ella había escuchado en la radio y nada mas.
El celularazo de Fae le da en el pie al sujeto, afectando apenas su velocidad aunque algo...
El objeto arrojado desde la camioneta explota en el suelo, liberando un monton de humo! Este inunda rapidamente el estrecho callejon, volviendolo blanco..
Motivo: iniciativa
Tirada: 1d100
Dificultad: 48-
Resultado: 65 (Fracaso)
Motivo: iniciativa camioneta
Tirada: 1d100
Dificultad: 48-
Resultado: 36 (Exito)
Motivo: localizacion celularazo
Tirada: 1d20
Resultado: 1
Orden de iniciativas : Motoko-mujer en camioneta-X-Fae
Por la dificultad de vision que brinda el humo, las acciones que requieran mirar lo que se hace, sufren un -30%
Motoko: la parada no se tira. aplica automaticamente a la defensa, pero solo contra ataques cuerpo a cuerpo, ya que refiere a tu esfuerzo por bloquear un golpe. Contra ataques de distancia solo se puede intentar esquivarlos, a menos que tengas un poder que te permita hacer otra cosa.
-Bueno, supongo que a estas alturas, de querer que interviniésemos, nos hubieran llamado. Aún así, se supone que estoy a cargo de verificar que el equipo esté en condiciones, si realmente surgiese una emergencia, y no hay nadie aquí... es mi cuello el que está en juego
Explica tratando de calmarse
-Por ahora, supongo que les daré un susto, sígueme la corriente por un rato. Aunque ahora que mi trabajo está interrumpido, no sé que hacer para matar el tiempo.
-Tu eres el responsable, yo te sigo la corriente y ya veremos lo que sale, contestó Azkarra.
-A mi me pasa parecido, necesito que me de un poco el aire por que necesito aclarar las ideas, no me ha salido bien la trampa, ha salido defectuosa
El resto de la caminata transcurre en un incomodo silencio. En un rato, gracias a la dudosa guia del obrero y un par de preguntas a vecinos de la zona, logran dar con la armeria.
Se llama Nidec, y es un edificio grande, de 4 plantas. En la entrada, directamente, ya se exhiben fusiles ametralladoras, pistolas, cuchillos, chalecos antibalas, gadgets... todo tras vidrio blindado, por supuesto.
dado que no dicen nada...
Me encontraba frente al gran edificio observando su fachada. Sinceramente estaba sorprendida aunque no sabía muy bien si era debido a que las indicaciones de aquel personaje extraño habían sido correctas o si era porque me esperaba una pequeña boutique mucho más enana.
- Bueno, parece que este es el lugar.
Me alegraba pensar que en algún lugar de aquellas cuatro plantas podría encontrar lo que buscaba. Entré a la tienda con entusiasmo esperando que los chicos vinieran detrás.
Hundiendo un poco los hombros, entro a la tienda tras ella. No era un lugar para sentirse comodo... muchas de esas cosas se usaban, mas que contra humanos, contra inocentes animales. En sus tiempos, habia visto mas de un cazador "deportivo" matando peces con granadas, o acribillando animales a mansalva. Gente que tenia un doloroso motivo para recordarlo, ya que las balas dificilmente hacian nada en su resistente cuerpo, pero sus puños si se los hacian a ellos.
Exploré despreocupadamente la tienda esperando a que alguien se acercara para preguntarnos el motivo de nuestra visita. No quería desperdiciar mi tiempo y perderme entre los pasillos de armas de las que ni siquiera había oído hablar en mi vida no formaba parte de mi plan. No tardarán mucho - pensé - somos un grupo extraño que sin duda llama la atención. Alguien vendrá a atendernos. Veamos qué pintas tiene el dependiente...
Casi por telepatía, o por sentimientos afines, Mark sintió lo mismo que su amigo... las atrocidades que comete el ser humano contra la fauna, ya sea terrestre o marina... era obvio que la que más afectaba al atlante era la marina. Pesca furtiva, pesca intensiva desbordando nichos ecológicos... le hubiera gustado no entrar, pero en cierto modo se sintió presa de una especie de compromiso social lejos ya de la rivalidad con tifón.
Suspiró amargamente y entró un poco cabizbajo... - espero que sea rápido
Hay un hombre joven, de unos veintitantos, tras el mostrador de la entrada. Alza la vista de lo que leia y los mira, adoptando una expresion algo perpleja por el curioso trio. Pero seguidamente sonrie con amabilidad y pregunta.
-Buenos dias, dama, caballeros... ¿En que puedo servirles?
Acercándome al mostrador con una sonrisa le pregunté al dependiente:
- Hola, buenos días, buscaba hachas de doble filo, dos en concreto, una para cada mano. En principio no me importaría el peso de las armas. ¿Tienes algo que encaje con lo que busco? Me urgen con prisa.
Pensé que añadir el factor de urgencia podría beneficiarnos y así acabar antes con el asunto. Sólo me quedaba esperar, cruzar los dedos y encontrar la suerte.
El hombre saca un catalogo, frunciendo el ceño. Mientras lo revisa, te contesta
-Hachas de doble filo mmm.... Es un pedido que no creo valla a conseguir... Aqui trabajamos con armas de fuego de todo tipo, sistemas de proteccion, accesorios para fuerzas de seguridad... Tambien damos clases de defensa personal. Pero esa clase de armas son de la edad media, asi que salvo en un museo, una tienda de antiguedades o que las encargue a un herrero, es muy dificil que pueda conseguirlas. Lo que puedo ofrecerle de cuchilleria, parecido, es esto. ´+girando el catalogo para mostrarte una figura.
-El hacha tactica SOG, Tomahawk... sencillamente excelente. Portatil, ligera, resistente, hecha en acero 402, muy afilada, y como ve tiene tanto la hoja de del hacha como un pico detras. Puede usarse por ende, tanto en combate cercano como a distancia, o bien como herramienta. Esta basada en el diseño de las hachas de los indios norteamericanos, de ahi el nombre. Me temo que es lo mas cercano que puedo ofrecerle a su pedido.
Al oír las primeras palabras de aquel chico muchas de mis ilusiones se desvanecieron. En el fondo, mi mente siempre trabajaba más de lo necesario y ya me había imaginado a mí misma sosteniendo a esos dos bichos enormes y pesados. Pude ocultar mi cara de decepción aunque no con mucho éxito.
Miré a esa especie de hacha tan... tan... atípica y examiné cada una de sus partes. Tenía que reconocer que me gustaba la idea del pico lo que llevó a perderme en mis cavilaciones que contemplaban todas las posibilidades y usos que podía darle a aquello. Era una hacha creada por un grupo americano y los americanos me gustaban. Me parecían inteligentes y emprendedores. Pero eso era otro asunto.
Volviendo al tema tuve algunas preguntas que lancé en voz alta:
- Básicamente me gustaría que me respondieras a tres cosas. ¿Cuál es su precio? Necesitaría dos de estas... Y por curiosidad ¿Qué utilidad tienes esos huecos esféricos? Me gusta, aún no siendo lo que buscaba. Me las llevaría gustosamente aunque sigo sin descartar mis hachas de doble filo. ¿Conoces a algún herrero al cual se las puedas encargar? Podría dejarte mi número de teléfono y venir a por ellas cuando estuvieran listas...
No era el tipo de persona que se rendía tan fácilmente...
-Bien, para contestarle sobre esta hacha, le dire que los huecos disminuyen la tension de la hoja en cada golpe, quitan peso, y sirven para que pueda llevarla enganchada en cualquier arnes o cuerda. El precio contado es de 10000 pesetas cada una.
Tabletea sobre la mesa.
-Sobre lo otro... conozco uno, si. Forja Santos, en la calle Príncep d'Astúries, al 40. Ellos hacen sobre todo barandas de acero, y trabajos artesanales, pero tambien restauracion y otras cosas a pedido. A veces enviamos cuchillos usados u otras armas que necesitan pulido, y ellos se encargan de dejarlos nuevos. Pero tendra que ir a hablarles usted misma y explicarles lo que quiere, lo siento. No es algo que esta dentro de nuestro rubro de trabajo.
Motivo: conocimientos generales
Tirada: 1d100
Dificultad: 35-
Resultado: 19 (Exito)
- Ya veo...
Prestaba atención a lo que aquel muchacho me iba explicando. 10.000 pesetas cada una me parecía algo abusivo pero siendo honesta conmigo misma sabía que no quería pasar toda la mañana buscando algo mejor por menos precio en caso de que lo hubiera. Además intuía que a mis dos acompañantes no les apasionaba aquel lugar por lo que era recomendable no demorarse demasiado ni entretenerles en una tarea que en el fondo ni les iba ni les venía. Estaban siendo amables conmigo y era consciente de que no debía abusar de ello.
- Las hachas me agradan, me llevo dos ahora mismo si pudiera ser. Gracias por la información de la herrería, aunque si no te importa ¿podrías escribirme los datos en un papel? El teléfono del local me sería muy útil. Sin duda me pasaré cualquier otro día que tenga más tiempo. Hasta entonces me puedo apañar con estas...
Dije con una sonrisa educada.
- ¿Tenéis tarjeta de la tienda? Siempre es interesante saber donde se encuentra una armería tan grande. Me gusta este sitio.
Mentía, pero esa mentira educada acompañaba a la sonrisa.
-Desde luego. Le preparare las hachas mientras rellena este pequeño formulario, por favor. Es para el registro.
Te pasa un papel con el membrete de la tienda y sus datos, donde consta.
-Nombre y Apellido.
-Cedula
-Domicilio
-Telefono de contacto
-Ocupacion
-Adquiridos. (varios renglones, para multiples items)
Por un interno, encarga las hachas entretanto, y en un block anota los datos de la Forja Santos, adjuntando una tarjeta de esta armeria. En breve esta viniendo, de la parte posterior, un hombre maduro, con una caja que debe contener las mismas.
- Qué amable, muchas gracias.
Rellené los datos aunque la idea de hacerlo no me gustaba. Miré de reojo como las cajas llegaban y una vez terminé de poner toda mi información en el formulario me dispuse a pagar. Le pregunté a aquel chico:
- ¿Hacéis compra-venta de armas de segunda mano? En caso de que consiguiera las que busco, no quisiera que se me fueran acumulando y no es algo de lo que te puedas deshacer en cualquier papelera ¿verdad? ¡jeje!
-Depende del modelo, estado, el uso, y por supuesto, todo con los papeles...+contesta, mientras te muestra que la caja contiene las dos hachas, con sus fundas+ pero en el mejor de los casos solo obtendria la mitad, tal vez un tercio, de su valor. Podria tener mejor suerte en una casa de empeño. Pero le aseguro que estas hachas la dejaran muy complacida, para lo que sea que las valla a usar señorita... +mira el papel+ Jhiarr?
Sonreí al escuchar mi nombre.
- Jhiarr, sí, esa soy yo, alguien que sólo utilizaría estas dos bellezas para defenderse de algo horrible. Nunca ese sabe... este mundo está lleno de locos. Hmm... La verdad es que ahora que las veo de cerca me gustan mucho más. Son preciosas.
Las cogí con destreza y las metí en sus fundas. Por mucho que me gustaran no pretendía exhibirlas por la calle. Me dirigí al mostrador de nuevo para recoger los papeles y mi recibo y ver si quedaba algo más por finiquitar.
- ¿Falta algo más?