Partida Rol por web

Trasfondo y comienzo de la aventura, en plena faena...

Vuestro grupo son los actuales héroes locales de Baluarte del Martillo, la capital del pequeño reino enano de Forja del Alba. Aunque sólo dos de vosotros habéis nacido allí, los demás pronto fuisteis aceptados como habitantes de pleno derecho, ganándooslo a pulso con vuestras gestas en su favor.

En los últimos tiempos, el cercano reino humano de Sembia se ha vuelto bastante inquieto para el gusto de todos sus vecinos, y los rumores de sus ansias de expansión se han extendido como la pólvora a lo largo de Forja del Alba al este, los dispersos pueblos libres del sur, y los bosques de los eladrín al norte. Para colmo, también se dice que han hecho algún tipo de pacto con algún poderoso ser del Páramo Sombrío para obtener el poder para conseguirlo.

Pero la verdad es que a vosotros no os importan mucho estos rumores, y probablemente no sean más que chismes, pues aunque se ha confirmado que en los últimos días ha acontecido una gran batalla interna en Sembia, entre el ejército del actual dirigente y un numeroso grupo de rebeldes, que vosotros sepáis la violencia aún no ha llegado a salir de sus fronteras, así que no habéis encontrado motivos para preocuparos de verdad y tomároslo en serio.

De esta batalla se dice que la perdieron los rebeldes, y que los supervivientes escaparon escondiéndose como pudieron, tratando de alcanzar las fronteras más cercanas. Pero que vosotros sepáis a Baluarte del Martillo hace bastante que no llega nadie de Sembia por el Paso de la Garra, tal vez hace demasiado, pero qué más da que vengan o dejen de venir, el paso sigue siendo demasiado abrupto como para permitir la llegada de un ejército de forma desapercibida, así que no teméis por la seguridad del reino. Además, probablemente solo sean exageraciones y cuentos de viejas...

Dejáis de dar vueltas al asunto en vuestras cabezas, aunque últimamente no se hable de otra cosa y tengáis pensamientos parecidos muy a menudo, pero ya os estáis acercando a vuestro objetivo, y debéis mantener la concentración al máximo, pues estos lagartos superdesarrollados siempre son peligrosos, por muy jóvenes que sean.

Habéis rastreado al dragón hasta su guarida, una torre abandonada en una sección muy fría y peligrosa de los Picos Barrera. La Señora actual de Baluarte del Martillo, una enana llamada Marsinda Hilo de Oro, os ha encargado acabar con él a cambio de 500 piezas de oro, pues se estaba dedicando a atormentar las rutas de comercio locales. Y si encontrais algo de lo que robó el dragón a los mercaderes, se os ha pedido devolverlo a vuestro pueblo...

Una torre de vigilancia en ruinas se eleva sobre un pico solitario y barrido por la nieve. Todo apunta a que el dragón blanco ha estado usando las ruinas como su guarida. Unas pocas pendientes traicioneras proporcionan acceso a la cumbre.

De pronto, un ensordecedor rugido hace caer la nieve de los acantilados cercanos y su eco resuena entre los picos. Ahora tenéis claro que la bestia sabe que estáis aquí...

-De verdad, me parece mentira que estemos haciendo esto por 100 monedas de oro para cada uno... -Dice Bleeder mirando a sus compañeros.

-Bueno si me das las 100 monedas nos marchamos-

Cita :

- Piensa en la gloria, en la fama, como podrás volver a Forja del Alba y podrás decir a pulmón pleno: yo acabe con ese apestoso dragón que asaltaba a los viajeros. Y que decir de lo bien que te sentirás por haber seguido el camino recto, viviendo la vida con honor.... - a partir de aquí dejáis de escucharle, pues se parece a lo que ya habéis oido infinidad de veces, pero el dracónido sigue sermoneando durante un rato hasta que ve que no le prestáis atención.

Bueno -digo al fin- No se a vosotros, pero a mí, el honor no me da de comer. Y aún me queda mucha fama para que me dé de comer. -Mientras digo esto, voy con la mano en la empuñadura de mi espada, mi más preciado tesoro, y mi más valioso aliado. Aunque mi postura es relajada, estoy atento de cualquier cosa que pueda pasar a mi alrededor. Con un dragón, por muy pequeño que sea, nunca se sabe...

Mientras avanzamos, comento- Ah Bleeder, yo tampoco me puedo creer que estemos haciendo esto por 100 monedas de oro para cada uno. Yo habría pedido unas 300 por cabeza como mínimo. Y si no, siempre podríamos haber esperado un poco más. Cuanto más tiempo pasase, mayores serían las pérdidas, y más dinero nos pagarían por la cabeza de esta bestia. -Hago una pausa y digo- Parece contradictorio, pero en realidad es así. Que cosas ¿verdad?

- Callaos de una vez. Intentemos no ponérselo demasiado fácil al dragón. Seguro que puede oír vuestras ridículas protestas a kilómetros de distancia.

Aunque intento hablar para todos, no puedo evitar que mis palabras parezcan dirigidas especialmente a mi hermano ¿Cómo puede plantear la opción de pedir más dinero para salvar a nuestra gente? Comprendo que los demás lo hagan, ¿pero él?. Niego con la cabeza intentando que estos pensamientos desaparezcan de mi cabeza y continúo avanzando en dirección a la cima de la montaña.

Bleeder cierra la boca como tan bien sabe hacer y avanza entre la nieve a duras penas. -Ya que estamos aqui habra que aprovechar lo que se pueda. -Piensa para si mismo.

Con el mayor silencio posible sigo a mis compañeros

- Dispersaos, dispersaos - dice el dracónido - ya casi puedo oler al reptil. No dejéis que nos sorprenda a todos juntos como a un rebaño de borregos - termina pasando al lado de Duthan y poniendose al frente, tratando de estar en primera línea.