Partida Rol por web

El de la derecha entonces... jefe, ve justo detrás mío con la antorcha para que pueda ir examinando el camino no vaya a ser que nos encontremos una trampa... dice sonriente y no te preocupes por lo que dice Mitius que en la siguiente prueba seguro que lo hacemos bien tras lo cual comienza a avanzar por el pasillo revisándolo en busca de trampas o cualquier cosa que pueda resultarles útil o interesante

Iluminados por la llama oscilante de la lámpara de aceite que Rognar lleva en alto, dejando atrás la más segura, aunque antinatural, luz conjurada por Mitius, confiáis en la habilidad que Meiar ha demostrado como guía hasta el momento. La marcha es lenta, pues siguiendo el consejo de su mentor, la elfa comprueba escrupulosamente cada metro cuadrado de pasillo.

Al fin, llegáis a salvo hasta el extremo, donde el pasillo dobla nuevamente a la derecha. Una puerta de hierro con aspecto de bloquear un calabozo os cierra el paso. Parece cerrada a cal y canto.

Has visto una losa hundida en el suelo y dos orificios a sus lados, más o menos a mitad del pasillo. Parece que nadie rearmó la trampa después de que algún atolondrado la pisara.

Encontrada una seguramente encontraré más... habrá que avanzar atentos todo el rato... Es cierto que debe llevar mucho tiempo abandonado, nadie rearmó una trampa que había ahí atrás dice a los demás mientras examina la puerta

Rognar acerca la lámpara a la cerradura para que puedas ver perfectamente lo que estás haciendo. Antes de hurgar alegremente, haces una comprobación con una herramienta que consiste en una barrita fina al final de la cuál hay un espejo en ángulo suave*. Gracias a ella y a la luz, distingues un filamento que cruza la cerradura de lado a lado. Si lo tocas, es muy posible que actives un mecanismo.

Eres consciente de tus limitaciones, y sabes que no podrás abrir la puerta aunque consigas deshacerte del filamento**. Sin embargo, podrías intentar inutilizar el mecanismo y dejar que alguno de tus compañeros se encargue de la puerta con métodos distintos a los tuyos.

Pordría intentar eliminarlo, pero si no lo logro la trampa saltará y claro, podría darnos a cualquiera.. Así que en caso de que lo intentara sería mejor que os alejárais un poco, lo suficiente para que estuvieseis a salvo pero manteniendo la luz cerca de mi para que pueda ver lo que estoy haciendo, porque si no veo está claro que no me va a salir bien el intento y claro.. eso no nos interesa, no? La verdad que saber qué es tan importante como para guardarlo tras una puerta cerrada y con una trampa en la cerradura y otra en el pasillo me llena de curiosidad, a vosotros no? Bueno entonces lo intento, no... no? vengaaaa a que sí que lo puedo intentar? dice totalmente emocionada mientras saca de la mochila los artilugios necesarios para poder desactivar la trampa de la cerradura

¡Por supuesto, intentalo! -digo mientras me alejo. Cuando estoy a una distancia prudencial y razonable digo- Ahora ya puedes intentarlo. Con algo de suerte, será algo que acabe con los tres a la vez, y de manera violenta y sangrienta si la diosa de la fortuna me sonrie. Lo dicho, procura fallar. -Nota mental: acabar con los elfos. Demasiado refinados para soportarse a ellos mismos. No aguantarían ni el escupitajo de un goblin sin morir de asco. Nota mental II: debo incluir en mi ejercito goblinoides ultra-hidratados, para matar a los elfos a escupitajos.

Echaos hacia atrás.
Les digo a Mitius y Sivil.Me quedo a un metro de Meiar con mi antorcha en alto para que pueda ver.

Ante las afirmaciones de sus compañeros y tras un breve preparaos que allá voy... comienza a trastear en la trampa con intención de desactivarla

Meiar intentaba adherir el filamento a algún lugar sólido dentro de la cerradura, para inmovilizarlo e impedir que se accionase. Mala elección: el filamento estaba demasiado tenso, y con sólo tocarlo, activó el mecanismo. La elfa cierra los ojos y ahoga un grito esperando las terribles consecuencias, pero lo único que sucede es que dentro de la habitación suena un gong.

Mitius siente unos enormes e irrefrenables deseos de reírse. Sin embargo, su risa se congela cuando una losa cede bajo sus pies y dos dardos brotan de las paredes a los lados, directas a su cuerpo. Parece que habéis dado con el modo de rearmar la trampa.

El nigromante no puede contener el grito de dolor cuando los dardos se le incrustan en los costados. Se tambalea hacia el muro, donde apoya la espalda y se deja caer hasta acabar sentado. Su adorada capa tiene ahora dos agujeros a la altura de las costillas. Sin aceptar ayuda de nadie, se arranca los dardos y se remienda las heridas lo mejor que puede.

A pesar de las circunstancias, Meiar se siente algo culpable.

¿Qué haréis a continuación, aspirantes?

No, no, no nos moverán -empiezo a balbucear mientras me arranco los dardos- ¡TODO ESTO ES CULPA TUYA ELFA. DEBERÍAS HABER MUERTO TÚ Y!... -Espera, tú no estás muerto. Los muertos que hablan y piensan son los liches, y aún es pronto para eso. Quizás algún dia...- ¡LOS DARDOS DEBERÍAN HABERTE DADO A TÍ!. La próxima vez, si veo que algo viene a por mí, os lanzaré una bola de fuego, para que muramos todos. Ya veréis que divertido. Hace falta algo más que unos dardos para hacer callar a Mitius...

Aguantando la risa, me acerco a Meiar.-Ten cuidado, podrias haber causado un percance. Sobre todo si me das a mi.
-¿Como vamos a abrir la cerradura?

Se que sois idiotas, y que solo pierdo el tiempo a vuestro lado, pero quiero pasar al otro lado, y como no tengo más remedio que facilitaros la entrada, os puedo decir -que os voy a asesinar lenta y dolorosamente- jejejejajajaJAJAJAMUHAJAJAJAJA. Que tengo un hechizo de odre de ácido que tal vez podría derretir los barrotes clave o la cerradura, dejandola inservible. No obstante, lo mejor sería que ahora la elfa se pusiese en la plaqueta que he pisado, y que muriese como un alfiletero. Sería cuanto menos divertido. O también el bárbaro, con esa dura mollera, podría intentar derribar la puerta a cabezazos, seguro que en el segundo intento lo conseguiría. O, quizás, y solo quizás, exista una llave para la puerta, aunque eso no sería divertido. Lo dicho, bárbaro, arrepete con la cabeza. -Por que la cabeza del bárbaro es descomunalmente grande, si no, sería gratificante ver como se queda encajado entre dos barrotes- jejejejajajaJAJAJAMUHAJAJAJAJA.