Partida Rol por web

“ Mira el melenitas, no pierde el tiempo el jodio.”

- Todo tuya amigo, me quitas un peso de encima, literalmente. Dijo mientras una gota de sudor surcaba su frente a la vez que cargaba aparatosamente junto a John del anciano.

¿Que hacía su padre allí, en medio de la nada? Seguramente no iba a ver su actuación, iba con un coche del ejército y en plan oficial, a juzgar por su vestimenta. ¿Sería una jodida casualidad o había algo que se le escapaba? Ya se encargaría de averiguarlo, ahora era tiempo de escapar de esos rayos que parecían venírseles encima.

Intentó ayudar al resto de los pasajeros del vehículo militar, y cuando terminó de ayudarles tomó su guitarra y buscó a Emma para luego subir al camión, no era tiempo de cuestionar a su padre, y lo había dicho muy seguro, Jack esperaba que tuviera razón con lo del aislante, los rayos parecían tener vida propia, y amigo, estaban furiosos.

John gruño, no podia haber tenido un accidente con personas normales, no. Alli todo el mundo parecia mas freak que el anterior.

El camionero se cargo al anciano al hombro y le tiro las llaves del camion al niñato que se creia musico.- ¡Adelantate y abre la puerta de carga!.- le grito al crio, que por edad debia ser mas rapido que los demas.- Ya jugaras luego al "luck yo soy tu padre, coño!

La desesperación  estaba  haciendo estragos en la chica, que sólo quería saber donde estaba su abuelo, y cuando el cielo reventó en explosiones tremendas no ayudó en nada, más en alguien con un oído más sensible de lo normal, que se aferró más a las ropas del hombre que la había sacado del auto, era grande y fuerte, y aunque ella no era muy pesada, si había tenido la fuerza para abrir la puerta, Leonore se pegó más al cuerpo del desconocido cuando los truenos seguían resonando, y aunque al principio creyó que eran explosiones por el accidente luego se dio cuenta que no era así.

Mucha gente hablaba a su alrededor, no lograba distinguir pausadamente su alrededor, las personas que la rodeaban, es más alguien más se acercaba y luego de que un hombre le dijera que iban a mover a su abuelo a un lugar más seguro, pero la voz de aquel hombre que había llegado primero donde su abuelo hablaba de "peso de encima", Leonore reaccionó, en una mezcla de molestia, amor propio y autosuficiencia, como siempre se había comportado. Arrugó el ceño, pero reconoció que estaba en desventaja, dentro del auto había quedado su guía y aunque se molestara todo lo que quisiera, seguía siendo ciega... 

Se comió el comentario, pero ya estaba del brazo de otro hombre que parecía ser casi tan alto como el primero,otro rayo reventó y se volvió a pegar al cuerpo de quién ahora la estaba guiando. nadie le respondía nada,  solo daban instrucciones, porque al parecer la tormenta estaba casi encima de ellos.

- si.. vamos - le dice al hombre, volviéndose a separar, pero ya más calmada, porque si seguía con ataque de histeria seguiría siendo un peso a cual cargar, tendría que dejar atrás su cello, lo amaba, pero habían cosas mas importantes que hacer, como su abuelo que aún no sabía como estaba.

Cuando el grandote le tiró las llaves Jack las atrapó al vuelo. Por una milésima de segundo consideró plantarle cara por el mero hecho de ser un poco rebelde, pero imaginó las atrocidades que podría llegar a hacer aquella mole en su bonito rostro. Incluso dedicó una torcida sonrisa al comentario de Star Wars, la verdad es que la situación parecía de comedia de enredos, de no ser por el muerto y aquella tormenta eléctrica casi innatural que se acercaba veloz hacia ellos.

Jack hizo lo que le decía el tipo de la barba, corrió lo mas veloz que pudo hacia la puerta de carga, la abrió y se subió arriba, para ayudar a subir a los demás.

Le dedico una mirada de pocos amigos a Will por el poco tacto en su comentario y le susurro algo a la invidente.

No le hagas caso los hombres deben ayudarse unos a otros no es una carga. En cuanto pase la tormenta avisaremos a una ambulancia y tu acompañante se pondrá bien... Digo en el tono de voz más calmado que puedo ya que parece asustada. Ten fe, saldremos de esta.

Will ignoró la mirada que le dedicó el buen samaritano que se habia ofrecido a ayudar a la joven ciega. Tenia otras cosas en la cabeza de que preocuparse en ese momento y sinceramente le importaba un bledo la opinión que pudiera causarle a alguien que no conocia.

Cuando John cargó al anciano rudamente sobre su hombro como si fuera un saco de patatas a Will se le abrieron los ojos como platos mordiéndose la lengua para no decir una barbaridad mientras le siguia a la carrera hasta el camión.

“ Joder, pero que parte de movámoslo entre los dos con cuidado no ha entendido el animal este?”

La chica se había callado al fin, pero como siempre suele ocurrir en aquellos casos, siempre pasa cuando no tiene que hacerlo.

- Maldita sea!

Escuché a alguien dando gritos, pero luego el militar que nos había contrarado dijo algo de que nospusiéramos a salvo y bueno, además, ya no sabía si me lo había inventado o no, pero al mirar hacia afuera me había parecido que se nos acercaba una tormenta eléctrica.

- Mierda su puta madre! - Solté cuando me di cuenta de que estábamos en un camión.

Solté el cinto que aún mantenía atada a claudia y luego, sintiéndolo por ella, porque seguro que la iba a doler, la cogí de los brazos y comencé a arrastrarla fuera del camión y lejos de todo lo que puediera atraer algún rayo.

- Con la mala suerte que tengo hoy fijo que me cae enima!

La tía no parecía darse cuenta de que tenía que ponerse a andar y se dejaba arrastrar a peso muerto y yo, con mi increíble fuerza estaba sudando ya a mares, pues notaba hasta que el pelo se me pegaba a la cara. 

En cuando llegué a ver el lío que se había formado ahí fuera se me quedó la boca abierta, pues parecía como un capítulo de una serie de zombis pero sin zombis.

- ¿ General? - Eso lo dije en alto. Estaba un poco asustada y perdida en aquella situación y me empezaba a cagar en aquella rubia y ella lastre que me suponía.

Cuando lo encontré con la mirada comencé a ir hacia allí, pero me parecía que le estaba dando un significado nuevo a la frase " tiran más dos tetas que dos carretas " porque a mí ya me empezaban hasta a pesar las mías de tirar de la otra mujer.

- ¿ Alguien que me ayude?! - Caería redonda si alguien no se apiadaba de aquella tía y de la idiota que tiraba de ella.

El hombre que ahora la guiaba le habló calmadamente en su oído, y la joven asintió a sus palabras y apuró el paso, más gente gritaba, de hecho escucho la voz de una mujer que pedía ayuda,  no estaba demasiado lejos, unos veinte pasos más o menos, por fin sus sentidos parecían reaccionar, pero el cielo seguía reventando y se iluminaba tanto que sus ojos ciegos alcanzaban a distinguir un poco de luz. Así a veces veía, sólo luces y sombras, pero nada que pudiera identificar.

- me llamo Leonore, el caballero es mi abuelito, íbamos al centro... - no dijo a donde, eso ya carecía de importancia, y se tomó mejor de su brazo para que la guiara hacia  donde debían ir.

Muy bien Leonore, cuando todo esto pase podreis volver al centro pero ahora tenemos que ayudar a otra gente a llegar con nosotros al camión ¿de acuerdo? Le digo a la chica cuando oigo a más gente pedir auxilio, pense que todos habian salido ya de ese camión, no me esperaba que el general hubiese dejado a alguno de sus hombres, o lo que parecen civiles dentro del camión. Me acerco a las otras chicas aun con la ciega de mi brazo. Estoy seguro de que entre los tres podremos mover a tu amiga facilmente... Leonore ayuda a... Hago un gesto a la otra chica para que se presente. creo que yo podré más facilmente con su amiga, ella te dirá por donde ir... Debemos darnos prisa. Las apremio cuando trato de pasar el brazo de la chica por detras de mi cuello para cargar con ella.

Se suelta del fuerte brazo del hombre, que ahora estaban más cerca de la voz de mujer que había escuchado antes, los truenos no dejaban de resonar y cada vez estaban más y más cerca, sobre sus cabezas quizás, se sentía la electricidad en el aire. El hombre parece que carga a alguien y les dice que deben ir en una dirección, Leonore no sabía en donde estaba, un camión militar era muy notorio, pero por desgracia esas cosas "notorias", para ella no lo eran.

- Vamos...- a tientas llegó donde la chica que hablaba y se tomó de su mano- vamos, están reuniendo a la gente en un camión - se encogió de hombros y se cogió de uno de los pasadores del cinturón del hombre que le había ayudado,  enganchándose, aunque debió tocar su cintura hasta dar con el pasador..

Me costó darme cuenta de que alguien había acudido a mi llamada, sobretodo, porque al salir del camión con aquel caos alrededor me había desorientado un poco, pero ya casi teniéndolos al lado levanté la cabeza.

- Es que pesa como un muerto! - Me di cuenta de que la expresión no era la más acertada en una situación como aquella pero ahora ya no podía borrarla así que... Además que la chica estaba viva, sólo que se había quedado K.O. del susto.

Por un momento pensé que me ayudarían a tirar del cuerpo, pero luego, en el último momento, hubo un cambio en los quehaceres.

Miré a la chica, queriendo saber el por qué había que ayudarla a caminar si no se la veía herida alguna por ninguna parte, hasta que al final caí en que estaba ciega.

- Vale, vamos. - Dije cambiándole la posición al tío, al que apenas haía ni mirado, porque bastante tenía con lo mío en aquel momento. - Brenda, me llamo Brenda. - Me di cuenta de que había pensado en responder a sus palabras pero que no lo había hecho.

Así, comencé a caminar guiando a la muchacha hacia donde se estaba reuniendo aquella gente.

- Así es como se empieza un nuevo trabajo!

No había sitio a donde ir, así que la única idea que surgió de aquel general fue la de meterse en el camión. Eché un ultimo vistazo para asegurarme de que no quedaba nadie por allí, pero todo el mundo parecía dirigirse ya a aquel camión. Así que sin más me dirigí a él.
El hombre que había estado intentando contactar con urgencias cargaba con una chica, así que me decidí a ayudarle para que pudiéramos llegar antes al vehículo.

-Espero que ahí estemos a salvo...

Al llegar junto al camión hizo lo que pudo para ayudar al fornido camionero a subir el frágil cuerpo, pero estaba claro que casi se bastaba solo para ello.

-Gracias por la ayuda chavalin. Dijo cuando este le tendió la mano desde lo alto para subir. Se quedó junto al joven mientras John dejaba al anciano a buen recaudo, muy cerca de un uniformado militar.

Escrutó el desolador panorama que se dibujaba desde su posición para asegurarse que no dejaban a nadie fuera.

“ Por ahí viene la ciega con otra tia, el melenitas les sigue de cerca algo cargado con el cuerpo de una joven que parece herida, ayudado por el tipo ese de las fulas….” Cuando se acercaron Will las ayudó a subir sin articular palabra, estaba mas interesado en examinar a la chica que traian en último lugar. Cuando la tendieron sobre el suelo del camion le buscó el pulso asi como si se apreciaban lesiones grabes.

-¿ Alguien la conoce? ¿ Vio si sufrió alguna contusion ? Lanzó las preguntas al aire, sin desviar su atención un ápice de lo que estaba haciendo. “ Mierda, que este insconciente no es buena señal” Mientras William se lamentaba de su suerte el estruendo de la tormenta les anunciaba que estaba casi encima de ellos.

No es que me pusiera a hablar con la mujer a la que acompañaba, quitando lo típico de cuidado que hay un agujero en el suelo y cosas así. Yo jamás había tenido a personas con alguna clase de discapacidad a mi cargo y en realidad era mejor para ellas, porque si ya me costaba cuidarme a mí en condiciones... Pero si ni siquiera tenía un gato porque la última mascota que tuve, que fue un pez, terminó flotando de lado al olvidármelo una semana al sol cuando me fui de vacaciones y sin dejarle comida...

Al llegar a aquel camión otro tío, este con menos pintas de ligón de playa, preguntó si alguien conocía a la mujer.

- Trabaja conmigo es... bueno, no sé qué es pero se la la bien el cálculo. Se llama Claudia. - Era todo lo que podía decir de ella. - Ah! Y por primera vez en unas horas, algo ha conseguido que se calle! - Puse cara de que eso era para celebrar, aunque que me alegrara del silencio no quería decir que no me preocupara su estado.

- No está inconsciente, mirá, tiene los ojos abiertos. - Se la señalé cuando pude soltar a la chica ciega sin que se escoñara. - Está catatónica, en shock o algo así... ¿ Eres médico? No se ha golpeado en ninguna parte que la he soltado yo el cinto.

No sabía por qué habíamos ido todos a amontonarnos en aquel camión pero para mí que lo importante era que alguien acelerara en cuanto subiéramos todos.

- ¿ Este trasto funciona? ¿ Arranca?

Llegaron al camión o algo así, Leonore aún no podía saber que estaba pasando, sólo el murmullo constante de todos. Tampoco sabía en donde estaba su abuelo, pero por lo menos estaba siendo atendido o eso entendió, y busco acercarse al camión hasta tocarlo, y tocarse la cabeza, le dolía, sentía un corte en su cuero  cabelludo, con la otra mano buscó en el bolsillo de su abrigo su celular, seguramente su vestido de gala estaba sucio y echo girones, pero ya no importaba, era evidente de que no iba a tocar en la presentación. 

- llamar a casa - intentó comunicarse, pero la interferencia de la tormenta lo hacia imposible, corto la llamada y apagó el celular y se quedó en aquel lugar, apoyada esperando a que le dijeran que hacer.

Will escuchó la voz de la mujer a su espalda mientras acababa de tomarle el pulso .

-Claudia? ¿Puedes oirme?. Tranquila, estas a salvo, todo esta bien…El celador intentaba que la joven reaccionara, y al mismo tiempo que se tranquilizara por si era presa de un shok. Se quitó la bata que llevaba y hizo con ella un ovillo de tela, colocándola bajo sus piernas para que estuvieran en alto.
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-¿ Medico? Que va, vi hacer todo esto en un episodio de House, lo que no se me lo invento, cosas de ir medio pedo. Se levantó arrodillado como estaba junto a la joven para estirar las piernas y poder respirar profundamente mientras se llevaba las manos al rostro. Cerró por un momento los ojos y crujió sus cervicales en un lento movimiento de su nuca para liberar tension. “ Joder, me tiene que pasar esto justamente después de 12h de turno, necesito un café..que coño, un wiski doble” se giró de nuevo después de recordarse que estaba en un camion lleno de gente extraña.

- Tu amiga se pondra bien Brenda. Un shock se produce como resultado de la falta o disminución del aporte sanguíneo a los tejidos a los que no llega suficiente oxigeno. El cerebro no recibe un aporte adecuado y se produce una sensación de debilidad, desorientación, catatonia o mareo. Como era costumbre en William cuando no sabia, no le interesaba o no queria recordar el nombre de una mujer siempre la llamaba Brenda despectivamente.

Las chicas al final parece que no me van a echar una mano pero aparece otro tipo que me ayuda a llevar a la chica al camión. Segun su amiga solo esta en estado de shock no es algo físico yo la veo inconsciente no se nada más.

No creo que este camion pueda correr más que el viente o la tormenta, yo preferiría estar parado cuando nos alcance no se que le puede hacer un rayo a un motor encendido... por no decir a nosotros... Recemos por que la tormenta pase pronto y podamos llamar a ayuda.

Eché un vistazo a la ciega, que tenía un nombre demasiado raro como para que yo me acordara con lo despistada que era, pero es que no quería agobiarla o parecer idiota porque no sabía si necesitaba algo en especial.

- Oye si quieres sentarte en alguna parte o algo... - Cogió el móvil así que la dejé con sus cosas, quizás tuviera un chico en alguna parte que no quería que se preocupara, o un gato, o a saber...

La respuesta del hombre me tocó un poco los ovarios, pero seguro que no era un buen momento para decirle lo idiota que era ¿ o si?

-Vaya! Veo que me he topado con el gracioso de la clase! - Se podía ser más sarcástica, pero con lo " listo " que era seguro que lo pillaba al vuelo.

Este sería de esos tipos que pensaban que yendo de guay por la vida y pasando de todo te hacía como más interesante.

- El accidente lo hemos tenido todos así que puedo decirte por donde puedes meterte tu buen humor...!

No sé con qué clase de gente estaba acostumbrado a tratar, pero vamos, si se pensaba que podía ser un gilipollas sin que nadie le dijera nada...

Claro que luego me hizo entrecerrar los ojos.

- No te he dicho mi nombre... - No iba a quedarme más hablando con él, me daba igual como lo hubiera acertado. - Y no es mi amiga. Seguro que cuando se despierta puedes hacer que sea la tuya.

Ojalá le taladrara la cabeza como había hecho con la mía.