Partida Rol por web

Héroes y Profecías

El Peso del Destino.

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06/05/2009, 15:26
Director

En el interior del edificio se oyen gritos y rugidos, la salida de Kandalian parece haber distraido considerablemente a los asaltantes y sin duda Naldar encima del tejado les mantiene ocupados porque la intensidad del ataque a las puertas baja con mucho y los defensores más agotados pueden tomar un respiro.

La espada de Derek se cuela una y otra vez por las rendijas de la puerta rota desalentando a cualquiera de acercarse, Diana se recupera de sus graves heridas y Amnyin espera impaciente con dos dagas en las manos al cuerpo a cuerpo. Arkaeron reserva la magia que le queda para el último momento, esto parece estar a punto de terminar, para bien o para mal.

Entonces algo sucede, la desvencijada puerta del oeste se sacude unas últimas veces con fuerza y para. Queda quieta y en el almacen solo se oye silencio, aparte de las agitadas respiraciones de los campesinos asustados y algun grito de orco que suena lejano. Las brechas que tiene la puerta de madera dejan ver la luz del fuego y de la luna, pero nada más, no hay enemigos adyacentes. Han parado el ataque directo contra el edificio.

Arkaeron reconoce las palabras en las bocas enemigas que se alejan, los orcos dan órdenes de reagruparse. Los caballeros... formad... atras...

de fondo se escuchan cascos de caballos. La aguda voz de Kandalian supera el rugido de los orcos y el retumbar de las pezuñas hollando la tierra.

VAMOS! ABRID LAS PUERTAS! CONTRAATACAD DESDE DENTRO! NALDAR!!! SON ALIADOS! SI ATACAMOS DESDE DENTRO,EL ENEMIGO ESTARÁ ACORRALADO ENTRE DOS FRENTES!

Notas de juego

accion!

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06/05/2009, 22:26
Kandalian
Sólo para el director

Si los compañeros dentro del edificio abrieran las puertas, el enemigo se vería acorralado entre dos frentes... piensa el gnomo esperanzado observando alternativamente a poderoso aliado y a Naldar.

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06/05/2009, 22:27
Kandalian
Sólo para el director

VAMOS! ABRID LAS PUERTAS! CONTRAATACAD DESDE DENTRO! NALDAR!!! SON ALIADOS! SI ATACAMOS DESDE DENTRE,EL ENEMIGO ESTARÁ ACORRALADO ENTRE DOS FRENTES!

Kandalian grita todo lo que puede con la esperanza de ser oído por Naldar y por los compañerosde dentro del edificio.

Notas de juego

Te pongo el mensaje solo para ti. Edítalo como quieras según sea quien me oye!!! ;)

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07/05/2009, 01:31
Director

Mientras empuña su arco, Naldar oye abrirse la puerta del edificio y de él salen Amnyin, Arkaeron, Derek, Diana, Vanth y dos aldeanos armados.

La carga de los jinetes destroza a orcos y gnols, en pocos segundos el grupo de enemigos ha caído y sus supervivientes huyen hacia donde pueden, alejándose de los caballeros y de su inquietante líder mientras se acercan en su huida al grupo de cansados compañeros que prepara sus armas.

Algunos salvajes buscan las salidas laterales del norte y sur para ponerse a salvo mientras el elfo explorador prepara sus flechas para participar en lo que deberá ser el último enfrentamiento de esta batalla.

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13/05/2009, 11:22
Vanth

Salgamos!

gritó el jóven bárbaro, tratando de alentar a los pocos combatientes que quedaran entre los aldeanos. El guerrero no puede entender cuál puede haber sido el giro en los acontecimientos que provoque que estén en condición de salir a volver a plantar batalla, pero confía en el pequeño gnomo y está dispuesto a morir en un último intento.

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13/05/2009, 11:24
Derek

El caballero, por su gesto, no parece muy convencido de la seguridad de una salida a campo abierto en las condiciones actuales. La sangre reseca, propia y ajena, mancha sus ropas y armadura. Su espada continúa desenvainada.

Sin embargo mientras Vanth abre la puerta oeste del viejo edificio, Derek avanza unos pasos, dispuesto a salir de los primeros.

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13/05/2009, 11:27
Director

Al salir de nuevo del edificio sorprende la claridad de Asbrav nocturna, los fuegos han aumentado y todo tiene un resplandor rojizo que domina el brillo plateado de la luna llena sobre vuestras cabezas.

Delante de las puerta que acaban de franquear, lo que parece un regimiento de caballería aplasta sin dificultad al último grupo de orcos, osgos y gnols que asaltaban hace un minuto el viejo almacén. Los caballos relinchan salvajes, lanzas se rompen y las espadas trazan arcos sangrientos. Por todas partes caen los enemigos que en principio debieron ser ligeramente superiores en número pero que en estos momentos se reducen a una decena de salvajes huyendo de la muerte o sucumbiendo en su huida bajo los cascos de las monturas o las espadas de sus jinetes.

Algunos de los orcos y gnols que tratan de escapar van directos hacia el grupo que acaba de salir del viejo almacén: Amnyin, Vanth, Arkaeron, los dos caballeros y un par de aldeanos combatientes.

Lo que parece los últimos restos del poderoso ejército del millar de bestias ahora está a merced del pequeño grupo de héroes agotados y malheridos. La silueta de Naldar se puede ver recortada contra la luz roja del fuego en el techo del viejo almacén.

 

Notas de juego

Asalto 15 en el tablero.

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14/05/2009, 23:05
Arkaeron

El mago se apoyo ligeramente en la pared, el cansancio era mas que evidente en todos, pero mas a un en el, pues si el uso de la magia ya pone a prueba el cuerpo y la mente, la forma en la que había conjurado a los Vientos de la magia podían causar daños irreparables si no se saben controlar.

El fuerte bárbaro abrió las puertas y el aire viciado, con una mezcla de olores entre sangre chamuscada y el humo de las hogueras invadió toda la sala, haciendo que mas de uno tosiera levemente.

Bien, terminemos con esto de una vez.

El nigromante se separo de la pared y con gesto cansino comenzó a mover las manos y a recitar un salmo arcano.

Al concluir, alzo la mano derecha, apunto hacia dos gnolls, en la cara de uno de ellos se pudo ver una mueca de horror al sentir como un poderoso rayo le impactaba de lleno en el pecho y en la del otro una mezcla de alivio y terror al sentor como otro rayo pasaba cerca de el pero sin dañarlo.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Uso el rayo abrasador, conjuro restado

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15/05/2009, 00:03
Derek

El fuego de la magia de Arkaeron resplandece por encima de cualquier otra llama, las flechas que Naldar lanza desde el tejado parecen llover con fuerza letal.

El caballero Derek alza su espada una vez más, incapaz de sostener su escudo lo ha dejado a su espalda y empuña su arma con ambas manos. El mismo rostro de cansancio extremo pero de feroz resolución del caballero se ve en Diana, en Vanth e incluso en el hermético Amnyin.

Que sea lo que los Dioses quieran.

con estas palabras, el humano se lanza a la carga contra los supervivientes enemigos y no tarda en ser imitado por sus compañeros.

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15/05/2009, 01:29
Director

La carga de los exhaustos compañeros es arrolladora, con la fuerza del último aliento, los héroes defensores que acaban de ver esperanza después de tanto dolor se abalanzan contra la decena de supervivientes. Orcos, gnols y osgos asustados, algunos heridos y otros ciegos de ira o miedo.

En unos segundos, un rayo de fuego convierte en cenizas a un gnol, Vanth y Diana acaban con otros dos con espadazos terribles que hacen gritar de miedo a los enemigos que ven la muerte cercana, el oportunista Amnyin no encuentra dificultad en moverse por la noche como si fuera una sombra más y clavar su espada corta en la espalda de un desprevenido osgo, que cae muerto a sus pies. Derek da un espadazo a un gnol herido acabando con su vida mientras tres flechas que llueven desde el tejado acaban con sendos orcos.

Tres gnols y un osgo tratan de escapar por los laterales y empiezan a alejarse del grupo central. El silencio se vuelve denso en el pueblo y la oscuridad aumenta cuando las nubes tapan la luna llena y los fuegos comienzan a ceder en los edificios del pueblo desierto. Por primera vez no hay enemigos a la vista. Tal vez...

Las dos docenas de jinetes que han irrumpido en la aldea sin explicación permanecen quietos, susurrando palabras a sus inquietos caballos y observando a los defensores reunidos a las puertas del viejo almacén. Los desconocidos caballeros llevan armaduras ligeras, espadas gastadas y algunas lanzas, pero a su cabeza hay dos hombres que llaman poderosamente la atención.

El primero es un hombre alto asombrosamente musculoso con la cabeza afeitada, esgrime una gran espada curva algo oxidada y se protege con una coraza vieja. El segundo individuo tiene un aspecto mucho más extraño.

El que parece el líder del pequeño grupo de jinetes va totalmente cubierto por una armadura completa plateada y sus rasgos se esconden tras un yelmo completo cerrado. El desconocido porta un escudo grande cargado de runas y una espada resplandeciente pero lo más extraño está a su espalda.

Dos grandes alas negras emplumadas salen de sus hombros, asomando por la parte trasera de la coraza de su armadura.

- Tiradas (12)
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17/05/2009, 14:09
Arkaeron

El mago observa al grupo de jinetes con gesto solemne, si tan solo hubiesen llegado un par de horas antes, Finrod...

Alzando levemente la vista mira a todos sus compañeros, estan totalmente cubiertos de sangre y heridas y sus rostros muestran el cansancio producido por la dura batalla.

Todos estan callados, pero alguien deberia decir algo, no es el mas indicado, pero parece que nadie va a decir nada.

¿Que digo? Maldita sea, Finrod era el que siempre hacia estas cosas, que diria el en estos momentos...

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17/05/2009, 15:02
Director

Kandalian se agarra fuerte a la montura para no caer cuando el choque ya es inminente, cierra muy fuerte un ojo para no ver lo que pasa, mientras el otro sigue atento a toda la escena. En ese momento siente al caballo dar un poderoso salto y...

Los siguientes segundos pasan como si fueran años, las espadas cortan, los caballos pisotean, algunas lanzas se rompen en cuerpos malheridos. Los orcos y gnols son aplastados, muchas veces literalmente, por la fuerza de la carga.

Sin embargo lo peor viene despues, con las monturas ya estáticas la carga, que no pudo vencer a todos los enemigos, se transforma en un duro cuerpo a cuerpo. En esos instantes Kandalian ve algunas de las escenas más violentas que ha presenciado en su vida. El caballero de la armadura plateada traza arcos con su espada, que parece tener voluntad propia, y acaba con la vida de los enemigos que se le ponen al alcance. Más de un jinete es derribado de su montura y sucumbe inmediatamente pero los salvajes enemigos mueren por todas partes.

No debe haber pasado un minuto pero ha parecido una eternidad, cuando te das cuenta los jinetes dan gritos de victoria, parados sus caballos sobre una alfombra de oponentes caídos, y los pocos orcos supervivientes escapan a toda carrera en dirección contraria al regimiento de los poderosos caballeros.

En ese momento a Kandalian se le agita la respiración al volver a ver a sus amigos: alineados frente al viejo edificio cortan toda escapatoria. Sus heridas y el agotamiento que se refleja en los hombros caídos no quita nada de la resolución que se puede leer en sus rostros; Amnyin, Vanth, Derek, Diana, Vanth, Arkaeron... y en el tejado, sobre ellos, Naldar... el jóven gnomo no deja de pensar que si fuera un orco ahora mismo estaría helado de miedo.

Un rayo de fuego ilumina todo un instante y un gnol cae carbonizado, el conjuro de Arkaeron da la salida y los demás se lanzan a terminar este agrio combate. Vanth y Diana acaban con otros dos gnols con espadazos terribles que hacen gritar de miedo a los enemigos que ven la muerte cercana, el oportunista Amnyin no encuentra dificultad en moverse por la noche como si fuera una sombra más y clavar su espada corta en la espalda de un desprevenido osgo, que cae muerto a sus pies. Derek da un espadazo a un gnol herido acabando con su vida mientras que las flechas llueven del tejado como si fueran el juicio de algún Dios estricto y tres orcos mueren atravesados.

Tres gnols y un osgo que han sobrevivido a la matanza escapan por los laterales y empiezan a alejarse del grupo central. Nadie parece prestarles mucha atención y el silencio se vuelve denso en el pueblo, la oscuridad aumenta cuando las nubes tapan la luna llena y los fuegos comienzan a ceder en los edificios del pueblo desierto. Por primera vez no hay enemigos a la vista. Tal vez...

Las dos docenas de jinetes que han irrumpido en la aldea sin explicación permanecen quietos, susurrando palabras a sus inquietos caballos y observando a los defensores reunidos a las puertas del viejo almacén.

Los compañeros permanecen en silencio, durante un momento parece que Arkaeron va a decir algo pero nadie se atreve a romper el silencio. En ese momento el gnomo echa de menos a Finrod más intensamente de lo que la frenética acción le había dejado sentir hasta ahora. Él sabría qué decir...

Notas de juego

cuando postees (puede ser para todos) describe tu aparición de detrás del caballero de la armadura plateada, porque ellos no te han visto.

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17/05/2009, 20:28
Kandalian

De detrás del caballero de armadura plateada asoma una pequeña cabecilla con unos ojos resplandecientes por la emoción.

Las plumas de su cabello aperecen desordenadas.

El gnomo permanece visiblemente impresionado por lo que acaba de acontecer. Si Finrod estuviera aquí... sabría que decir.

Sin desmontar del caballo se limita a decir

Eh! Amigos! Arkaeron, Naldar... me alegra veros vivos!

Con esto Kandalia rompe absolutamente el protocolo.

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12/07/2009, 18:05
figura con armadura

El hombre de armas que parece el líder da unas órdenes a sus hombres, que se separan en grupos, quedando solo media docena con él. Retazos de su conversación en voz baja pueden ser oidos, con la voz metálica por el resonador que supone el yelmo cerrado.

...termina con los rezagados, no quiero mensajeros... comprobad los enemigos.. y buscadme al mago.

Finalmente el caballero se vuelve a girar hacia los recién salidos del edificio.

Es un placer veros de nuevo, supongo.

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14/07/2009, 02:24
Naldar

Los instintos de Naldar le impiden prestar más atención de la necesaria a la magnífica llegada.  Aunque el ritmo cardíaco del elfo empieza a bajar y los músculos se relajan un poco.

... veros de nuevo ... recapacita el explorador, mientras baja un instante la mirada para observar al ser alado y mostrar formalidad.

-¡Gracias! -exclama Naldar, esforzándose por no elevar demasiado el tono de voz-. Gracias que habéis llegado. ¿Pero quiénes sois?

El montaraz deja unos instantes la pregunta en el aire, mientras comprueba el estado de su amigo Kandalian, al que le dedica una sonrisa al ver que no corre peligro. Luego aguza el oído y la vista, para ver si el peligro realmente ha desaparecido de las inmediaciones.

-Mi nombre es Naldar, pero... ¿Qué es eso de vernos de nuevo? -pregunta al fin el explorador, no pudiendo dejar de lado el comentario hecho por el caballero.

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14/07/2009, 03:46
Arkaeron

Al ver al pequeño Kandalian puedo entender el por qué tardaba tanto en traernos el reporte delo que sucedía fuera.

Buscadme al mago,¿ se referira a mi? Las palabras del soldado resuenana fuerte en mi cabeza veros de nuevo

Lo primero muchisimas gracias por su ayuda, de no ser por ustedes no se si hubiesemos podido salir del edificio.
Y me gustaría hacerle una pregunta, si no es mucha molestia. ¿No sera usted por casualidad un viejo amigo llamado Orphen verdad?

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14/07/2009, 04:47
Vanth

El joven bárbaro tendía a desconfiar de la gente pero la intervención de aquellos jinetes les había significado sin duda la salvación, por lo que bajó la guardia visiblemente exhausto.

Aquel hombre que hablaba parecía conocer a sus compañeros, y cuando el nigromante mencionó la posibilidad de tratarse de Orphen, aquel temerario aventurero, no pudo evitar un sobresalto ante la posibilidad de que fuera realmente él... lo que tal vez significaría a su vez que Gosh logró salir tambien con vida de la torre.

De todos modos, aun con esa esperanza creciendo por momentos en su interior, Vanth se limitó a guardar silencio mientras la conversación se sucedía. Las palabras jamás fueron lo suyo.

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14/07/2009, 15:18
Orphen

El caballero termina de dar las ordenes a sus soldados para que hagan las comprobaciones y tomen posiciones defensivas en el pueblo, seguramente no todo el pueblo pero sí la plaza y puntos altos.

Mientras el elfo termina la frase, se gira hacia el y lo mira, incluso se puede imaginar como una sonrisa puntiaguda se dibuja en la cara del guerrero, invisible por el casco.

Escucha hablar al nigromante y poco a poco se quita el yelmo que le ha protegido en el combate, mientras las alas se retiran entrando de nuevo hacia la armadura y finalmente desaparecen dejando un agujero vacío de protección en la espalda.

El rostro cubierto por la suciedad del combate y la oscuridad queda parcialmente iluminado por los fuegos del poblado. El anterior compañero de viaje aparece en ella.

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14/07/2009, 16:11
Kandalian

Por las orejas de mi tío Salta Trampas! Orphen!!! exclama con voz queda el gnomo, en un estado de estupefacción pocas veces alcanzado con aterioridad!

Pero cómo... empieza a preguntarse mirando ensimismado como las alas se repliegan en la armadura.

Sin más, sale corriendo tras el caballero, que se dirige hacia el nigromante, y le da un fuerte abrazo desde atrás. Así de sincera es la alegría de Kandalian al reencontrarse con Orphen.

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14/07/2009, 16:43
Derek

No sé por qué tipo de milagro pueden haber llegado refuerzos en esta hora tan oscura, cuando ni los caballeros de Berfôska han podido llegar a tiempo.

El caballero se acerca un poco al recien llegado, mirando al resto de sus compañeros que sí demuestran reconocer al líder de los jinetes.

Soy Derek de Razoad, esta es Diana de Berfôska señala a la mujer y lo único que entendemos ahora mismo es que os conocéis. Tal vez debamos postergar las explicaciones, aún con el ejército enemigo vencido hace una pausa, quedándose visiblemente sin palabras, resulta difícil de creer esta victoria lo cierto continúa finalmente es que gran parte de la aldea está en llamas, hay muchos heridos y muertos. A los supervivientes de este pueblo les queda un duro trabajo aún por hoy.