Partida Rol por web

Héroes y Profecías

El Final de una Edad...

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19/09/2012, 21:57
Vanth

Vanth realiza una carga homicida, casi ciego de rabia. Realiza un golpe descendente simple pero brutal. No es un golpe difícil de esquivar y es uno que dejará al bárbaro en una posición muy descubierta, pero Vanth no piensa en estrategias ahora, y usa toda su fuerza y todas sus energías. Como si solo tuviera una oportunidad.

El metal de la armadura del Clérigo chirría bajo el peso y el filo del espadón. Él no ha encontrado huecos en la coraza... los ha hecho.

- Tiradas (3)
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30/09/2012, 12:26
Kandalian

Kandalian observa asombrado el devenir de la contienda. Hace solo unos meses era un pacífico monje que invertía sus horas en la devoción a San ulthbert. Y hoy, el gnomo está enfrentándose en una batalla épica a una deidad malvada. Si mi tío "saltatrampas" me viera, estaría orgulloso... Aunque la prudencia dice que esta es una batalla propia de magos y ataques a distancia, se necesitará del aporte de todos los compañeros para vencer. Además, la prudencia no es valor más importante entre los gnomos. Viendo la maniobra de Vanth, Kandalian decide cargar contra el "demonio" y lanzarle una rafa de tres puñetazos aturdidores. Sale como un rayo en dirección al malvado ser, presto y dispuesto a tumbar a la bestia... WAR!

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03/10/2012, 20:53
Naldar

Naldar se ha estado pensando la estrategia a usar y, con el dolor en el brazo todavía presente, decide cargar también contra el Clérigo. Guarda su espada y saca su arco, retorciéndose de dolor al sacar las flechas del carcaj. 

Notas de juego

Tiro "flecha de muerte"

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06/10/2012, 18:52
Director

Relámpagos llueven sobre el malherido clérigo. Los ataques se suceden y todo el grupo vuelca su considerable poder sobre el Elegido de Erythnull. Los puños de Kandalian no le dan respiro y una flecha de Naldar se clava en el pecho.

La armadura negra cruje. Sus piernas fallan y pierde el equilibrio. El sacerdote del dios de la matanza recupera su tamaño normal cuando la vida comienza a escapársele. Se derrumba sobre sus rodillas.

Las guerreros le rodean. El Paladín Caído clava otra vez su espada curva, esta vez de lleno en la espalda. Orphen aprovecha para introducir la punta de su espada en el punto más débil del cuello.

El Elegido cae muerto. Ningún rayo les fulmina, no parece ir a levantarse. Ni castigo divino ni milagros de Erythnull por este lado. Los Héroes Antiguos deben haber tenido éxito enfrentándose al Dios de la Matanza. Al menos le han distraído lo suficiente.

Ahora no hay tiempo que perder. El alma de Bashnar debe ser atrapada en la gema que porta Kandalian, y el único capaz de lanzar el hechizo es Arkaeron. Sin capturar la esencia del clérigo, este podrá volver de entre los muertos en cualquier momento...

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06/10/2012, 19:32
Arkaeron

Arkaeron sacó el pergamino. No estaba seguro de si debería hacer algo antes, jamás había lanzado ese conjuro contra alguien tan poderoso, por un momento estuvo tentado a desmembrar el cuerpo pero al final decidió que quizás no tuviese tanto tiempo para tomar precauciones por lo que tomando la gema de su ayudante, dudó un instante...

Notas de juego

Lanzo la ligadura del alma sin más, no vaya a ser que después sea tarde.

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10/10/2012, 16:29
Kandalian

El gnomo asiste a la destrucción de la deidad entre asombrado y temeroso. Esa sensación extraña para los de su raza, que surge ante la posibilidad de que algo descontrolado ocurra. Kandalian recuerda como en un flash, que tiene la gema que hará de cárcel para el alma del Dios. El monje busca con la mirada al nigromante, y en un periquete se planta con su velocidad al lado del humano...

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15/10/2012, 23:33
Naldar

Naldar no resiste el dolor de su brazo y, al ver que sus compañeros se encargan de el clérigo moribundo, decide buscar un rincón y reposar. 

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21/10/2012, 16:33
Director

Lanzar el hechizo resulta más largo de lo que Arkaeron esperaba. Las circunstancias parecen exigir poco menos que un ritual.

Mientras el nigromante conjura su magia negra, con el pequeño gnomo como inesperado ayudante, los demás valoran los costes de la batalla. Kurgan está inconsciente, envenenado por el demonio araña. Quizá más allá de toda curación. Naldar y Vanth le liberan de la telaraña y le tienden gentilmente sobre el suelo. Quizá, si la muerte de Bashnar significa que no habrá Guerra de Dioses, la magia divina retorne y el semielfo pueda ser curado.

El conjuro concluye y el alma del Clérigo queda recluida en la gema negra. Un cordón sujeta la piedra y Arkaeron la cuelga de su cuello. Si ese objeto llega a las manos equivocadas, el plano material volverá a estar en peligro. Tras la victoria, proteger la gema será una obligación eterna.

Concluida la tarea en esta fortaleza maldita, todos recuerdan a los Héroes Antiguos. Si el Clérigo ha podido ser vencido, no cabe duda de que ha sido gracias a su sacrificio. El precio de enfrentarse a un dios no puede ser otro que la vida, pero a cambio se ha salvado un plano entero.