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Héroes y Profecías

Espada y Hechicería.

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24/04/2009, 21:31
Orphen

Las alas extendidas ejercen su fuerza contra la gravedad, propulsando al caballero a una velocidad bastante superior de lo esperado si fuera corriendo. Con la espada preparada descarga un fuerte golpe contra el primer gnoll, el golpe es bastante violento contra el primer gnoll, este hace un par de pasos hacia atrás por la dureza del golpe, que el caballero aprovecha para insertar la punta de la espada al otro gnoll.

- Tiradas (5)
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25/04/2009, 02:17
Director

Un golpe sobrenaturalmente rápido y certero de la espada de Orphen decapita a uno de los gnols. Su cuerpo cae un segundo más tarde que su cabeza, que conserva un gesto macabro mientras rueda unos pies por el suelo de tierra.

El arco trazado por la hoja termina en el escudo del otro osgo, que evita a duras penas el golpe. No espera a recibir el mismo destino que su compañero y sale huyendo, lo cual le hace recibir un corte de la misma espada que trataba de evitar, antes de lograr alejarse del intimidante caballero alado.

No pasan más de unos segundos, sin embargo, hasta que el evadido enemigo suelta un grito de terror horrible y cae redondo al suelo.

Detrás, los mercenarios golpean sus escudos con las espadas, en señal de respeto y reconocimiento ante el valor y fuerza demostrado por su jefe en el corto encuentro.

Los hombres controlan a sus nerviosos caballos, ver la breve pelea también les ha activado a ellos y esperan órdenes deseosos de acción.

- Tiradas (2)
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26/04/2009, 10:12
Orphen

Una vez terminado el combate, con su objetivo completado se gira hacia atrás y mira a los jinetes. El caballero da unos pasos hacia atrás hasta la altura del gnomo. En la otra donde tenia la espada cuelga la cabeza del gnoll decapitado.

Quizá sea un buen momento de montar a caballo. Señor Kandalian. Justo antes de darle la mano para que se sujete lanza con una gran parábola la cabeza del gnoll contra el resto de atacantes del edificio, justo después le da la mano para que se sujete fuertemente y abre las alas. No querrá estar en medio.

Sea como sea la reacción del gnomo, el caballero ejecuta con un grito la acción de carga, la orden de carga contra el resto de los pieles verdes, uno de los jinetes mas avanzados lleva a cuerda corta la montura del caballero a la espera de volver ser montada.

Los jinetes poco a poco van cogiendo velocidad, pero sin pasar a galope como si esperaran algo.

Notas de juego

cuidado si pegas tu anterior post, que has puesto el nombre de orphen xd.

Bueno un poco peliculero...pero para quedar bonito, mi idea es volar con o sin el gnomo y mientras los jinetes empiezan a coger velocidad, tomar la montura y cargar con ellos :P

algún problema?

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28/04/2009, 21:59
Director

El caballero alado sube a su montura cuando esta empezaba a coger velocidad, el pequeño gnomo no se queda atras y de un salto acaba montado en el mismo caballo. Alrededor, la docena de mercenarios cabalga aumentando el ritmo para chocar contra los enemigos que son visibles ya al final de esta calle.

El ruido de los cascos resonando contra el suelo aumenta de repente, corriendo en paralelo el otro grupo de jinetes encabezado por Razzek se dirige al mismo punto. En las cercanias de ese viejo edificio en llamas, al acabar las dos calles por las que cabalgan ambos grupos, se juntaran todos los guerreros con los osgos y gnols supervivientes.

El enemigo se ve ya cerca y el cráneo de osgo sale disparado dibujando una parábola hacia unos aterrados orcos. En el tejado del edificio grande que rodean los salvajes se ve una figura familiar, un elfo armado con un arco. Naldar.

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29/04/2009, 01:57
Orphen

Orphen aprieta con las botas metálicas al caballo para que haga su ultimo esfuerzo...el caballo acelera el paso haciendo un pequeño salto y avanza un par de pasos del resto.

Golpear con fuerza!
Hasta el ultimo aliento!

Las palabras salen del yelmo del caballero mientras levanta su espada arriba de su cabeza.

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06/05/2009, 00:36
Director

Los dos grupos se juntan al galope y ante ellos comienzan a alinearse los enemigos. Unas pocas decenas de orcos y gnols cansados y heridos es poco desafío para el motivado grupo de jinetes y su líder. Se oyen voces en orco que alientan para reagruparse y algunos cuernos ahogados. El fuego cercano ilumina el edificio que hace un minuto estaba siendo asediado y al que ahora las tropas dan la espalda para enfrentarse a los caballeros y su carga.

En ese momento puede verse algo con lo que dificilmente se podría haber contado, las bestias salvajes que forman filas se parapetan tras una tosca barricada hecha con trozos de madera, piedras y bultos. La pequeña muralla improvisada rodea todo el perímetro del almacen, una precaución de los defensores, sin duda, que ahora juega a favor de los orcos. La carga sobre esa barricada de dos pies de altura será dificil y los enemigos tienen cobertura con la que presentar un combate más igualado. No podía ser tan fácil.

En lo alto del edificio, Naldar tensa su arco.

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08/05/2009, 00:09
Orphen

El caballero se prepara para saltar por enzima de la barricada, aprieta el galope del caballo y se pone de pie desde los estribos para ayudar a saltar el caballo, mientras la otra mano levanta el brazo para bajarlo justo el momento que cruce la barricada aprovechando la inercia del caballo.

Cargad!

Una sola palabra sale del interior del yelmo, demasiadas palabras distrairian la carga...y para los buenos soldados 1 hace lo mismo que 100.

- Tiradas (1)
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12/05/2009, 00:52
Director
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12/05/2009, 01:10
Orphen
- Tiradas (29)
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12/05/2009, 02:26
Director

Todo ocurre en cuestión de segundos.

Los caballos, a la órden de sus jinetes, dan un salto sobre la tosca barricada aterrizando sobre los enemigos. La carga es arrolladora, orcos mueren pisoteados por las monturas, las espadas con la fuerza de los caballos atraviesan a gnols y osgos. Una tercera parte de los oponentes sucumben ante la carga, pero los que quedan lo ponen difícil.

Una vez vencida la inercia de la carrera los mercenarios deben parar sus caballos y se ven rodeados por un mar confuso de enemigos. Una veintena de las salvajes criaturas agita sus armas y hiere a las monturas. Dos hombres caen al suelo muriendo inmediatamente, varios caballos sufren heridas de las que dificilmente se recuperarán. Pero los jinetes luchan con fiereza y las bajas enemigas se suceden con rapidez.

Orphen traza letales arcos con su espada, de su escudo salen disparadas dagas mágicas que se clavan en los oponentes, algunos orcos caen muertos con expresiones de terror, bajo la influencia de la siniestra espada. Razzek atraviesa gnols con su gran espada curva, los hombres inspirados por sus líderes combaten con fuerza.

De detrás de la armadura plateada, la voz del gnomo resuena aguda:

VAMOS! ABRID LAS PUERTAS! CONTRAATACAD DESDE DENTRO! NALDAR!!! SON ALIADOS! SI ATACAMOS DESDE DENTRO, EL ENEMIGO ESTARÁ ACORRALADO ENTRE DOS FRENTES!

En menos de un minuto la decena de oponentes que queda vivo escapan a toda carrera huyendo para salvar su vida y los guerreros pueden ver que el consejo de Kandalian ha sido seguido. A las puertas del almacén se alinean Arkaeron, Amnyin, Vanth y dos caballeros, un hombre y una mujer. En el techo, Naldar otea el combate y empuña su arco preparándose para actuar.

Los orcos y gnols que huyen en dirección contraria a los caballeros se encuentran con la fila de agotados héroes defensores.

En unos segundos, un rayo de fuego convierte en cenizas a un gnol, Vanth y la mujer caballero acaban con otros dos con espadazos terribles que hacen gritar de miedo a los enemigos que ven la muerte cercana, el oportunista Amnyin no encuentra dificultad en moverse por la noche como si fuera una sombra más y clavar su espada corta en la espalda de un desprevenido osgo, que cae muerto a sus pies. El caballero que esgrime una espada larga y lleva un escudo a la espalda, da un espadazo a un gnol herido acabando con su vida mientras tres flechas que llueven desde el tejado acaban con sendos orcos.

Tan solo tres gnols y un osgo escapan a la masacre, tratan de escapar por los laterales y empiezan a alejarse del grupo central. Nadie les presta mucha atención, el regimiento de mercenarios a caballo con sus líderes y los heridos héroes se miran entre ellos respirando el silencio de la batalla terminada.

Durante unos segundos nadie parece saber qué decir excepto Kandalian, como era de esperar.

 

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12/05/2009, 02:26
Kandalian

De detrás del caballero de armadura plateada asoma una pequeña cabecilla con unos ojos resplandecientes por la emoción.

Las plumas de su cabello aperecen desordenadas.

El gnomo permanece visiblemente impresionado por lo que acaba de acontecer. Si Finrod estuviera aquí... sabría que decir.

Sin desmontar del caballo se limita a decir

Eh! Amigos! Arkaeron, Naldar... me alegra veros vivos!

Con esto Kandalian rompe absolutamente el protocolo.

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19/05/2009, 17:48
Orphen

El hombre de armas se gira, hacia sus hombres, quizás ha terminado la batalla pero su trabajo aun no.
Rezzak coge dos hombres y termina con los rezagados, no quiero mensajeros.refiriéndose a los enemigos que huyen.

Mirando a unos 4 o 5 hombres. Comprobar los caídos...mirar si hay algún vivo. para después mirar a unos hombres mas, comprobar los enemigos que estén como deben estar, y buscarme al mago.

Finalmente el caballero se vuelve a girar hacia los hombres que han salido de la edificación.
Es un placer veros de nuevo, supongo.

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14/07/2009, 02:38
Naldar

Aún con su característica postura rígida en combate se puede ver como los músculos del elfo se relajan algo.

... veros de nuevo ... es lo que se dibuja en su mirada, como en la de los otros.

¡Gracias! -exclama finalmente, esforzándose por no elevar demasiado el tono de voz-. Gracias que habéis llegado. ¿Pero quiénes sois?

El montaraz deja unos instantes la pregunta en el aire, mientras recorre con su mirada a su amigo Kandalian y los alrededores, oteando el peligro pasado, hasta volver a mirar en dirección a los jinetes.

-Mi nombre es Naldar, pero... ¿Qué es eso de vernos de nuevo? -pregunta al fin el explorador.

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14/07/2009, 15:06
Arkaeron

El mago parece el más pensativo con la llegada, observa a los jinetes para finalmente asentir a lo que dice Naldar confirmando sus palabras.

Lo primero muchisimas gracias por su ayuda, de no ser por ustedes no sé si hubiesemos podido salir del edificio.

La mirada de ojos velados te observa inquisitivamente.
Y me gustaría hacerle una pregunta, si no es mucha molestia. ¿No será usted por casualidad un viejo amigo llamado Orphen, verdad?

Las miradas de todos pasan del nigromante a volver a confluir en ti.

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14/07/2009, 15:16
Director

Notas de juego

paso tu post a la escena nueva (o vieja, más bien) después del mago, por coherencia. Yo nunca tuve muy claros tus objetivos, lo seguro es que no pensabas perderte la oportunidad de influir en la guerra. :P

Paso a Escena: El Peso del Destino