Partida Rol por web

Llegáis hasta la estación subterránea de metro sin problemas ni interrupciones, todo parece tan "normal" cómo siempre o al menos eso es lo que aparenta, sin embargo después de tantas experiencias vividas es difícil no plantearse quién de los presentes sería capaz de hacer cosas prodigiosas para el bien...o para el mal.
El transporte llega y la gente se afana en entrar en los diferentes vagones por lo cuál os sujetáis con más fuerza de la mano para no perderos.

Debéis esperar de pie y algo apretados durante un rato, pero al cabo de dos paradas los pasajeros van abandonado sus posiciones y podéis incluso tomar asiento cómodamente.

Te llama poderosamente la atención una niña de aproximadamente la edad de Molly vestida totalmente con indumentaria de tu tierra. Es poco usual verlo en Nueva York así que no puedes evitar fijarte en que además parece ir sola, sentada en una de las sillas del final del vagón mientras mira por la ventanilla distraidamente a pesar de que hay poco que ver.
Las pulsaciones se te aceleran involuntariamente cuando el recuerdo de Shanti viene a tu mente cómo un hierro al rojo vivo. Es tan...parecida...

El vagón del metro se detuvo ruidosamente frente a nosotros y abrió las puertas a la vorágine de gentes que esperaba en el anden. Casi sin esperar a que los viajeros descendieran todo el mundo comenzó a subir al tren para ocupar un exiguo espacio en el interior. Con Molly de la mano subimos rápidamente y nos apoyamos en uno de los laterales del vagón. -La verdad, tenemos pocas posibilidades de que alguien nos ayude- dijo a su compañera sin levantar demasiado la voz - Todos los que estuvieron implicados en lo ocurrido en la plaza podrían deberían tener importantes razones para hacerlo, pero no sabría bien como localizarles ni cual es su situación actual- dijo mientras repasaba mentalmente lo poco que sabía de todos ellos.

Mientras Suresh observaba con la mirada perdida a todos los viajeros algo interrumpió su cadena de pensamiento. ¿Qué hace esa niña vestida así en el metro?. La chica vestía el saree hindú típico en un tono azul esmeralda, y se cubría los hombros con un pañuelo semitransparente a juego con el vestido. Es tan extraño ver a alguien vestido con la ropa de mi tierra... . Mohinder miró a Molly un instante antes de preguntar - ¿Has visto a aquella chica?, me recuerda mucho a mi hermana, supongo que será por la ropa que lleva- dijo mientras señalaba disimuladamente con un gesto a la niña. Los ojos del científico se posaron nuevamente en la chica, abriéndose como platos. Un momento... No puede ser..., ¿Es realmente ella? Suresh se quedó un instante aterrorizado ante la posibilidad y miró a Molly observando su reacción.

Es extraño, pues dónde Mohinder afirma ver a una muchacha que le recuerda a su hermana, tú no ves nada excepto un asiento vacío. ¿Pero por qué iba a mentirte...?

Mientras el resto de pasajeros hacen caso omiso de la pequeña, ella se levanta del asiento de plástico desgastado y se detiene en el pequeño pasillo central del vagón.
Encubierta por las distintas personas que se sujetan a las barras metálicas que os rodean, no puedes evitar estirar el cuello para intentar verla con más claridad hasta que finalmente la distingues lo suficientemente cerca de ti cómo para apreciar con claridad su rostro, sus ojos y su sonrisa.
Es Shanti... y sin embargo es imposible, o eso se supone. Últimamente han sucedido tantas cosas extrañas y has conocido a individuos tan extraordinarias que cualquier idea parece posible.

-No te asustes, no soy contagiosa- te dice con una sonrisa amplia hasta quedarse a escasamente un metro tuyo de distancia, mirando después a Molly la cuál no parece darse cuenta de nada.

Me hace gracia que Mohinder sea el que me diga que no sabe cómo localizar a la gente y una entrañable carcajada sale de mi garganta ¿Mohinder, a quién quieres encontrar exactamente? Me estiro, saco pecho, ladeo la cabeza y mis cejas se levantan a la vez que abro la boca Creo que hay una manera de encontrarles, pero pensé que ya la conocías. No puedo evitar reirme Tan centrado está en sus cosas que ha olvidado mi poder.

Esperando que él mismo se dé cuenta de su "gran problema" que me ha hecho tanta gracia, me quedo dos segundos "en blanco" percatándome, un poco más tarde, de el comentario que había hecho sobre una chica vestida de hindú. Miro a mi alrededor sin ver nada que me llame la atención así que me centro en el asiento que él señala ¡Pero si ahí no hay nadie, está vacío! Riéndome un poco y sorprendida de sus últimas frases giro mi cabeza y le miro fijamente; su mirada es fría, no es como la que pone cuando quiere tomarme el pelo. Vuelvo a buscar a alguna niña así entre las personas del vagón,esta vez sin reirme porque parece que va en serio, pero no veo a ninguna Mohinder,no sé de que me estás hablando, no veo a ninguna chica vestida así... ¿Sucede algo?

Mirándole con los ojos bien abiertos y la boca entre abierta, espero su respuesta.

La voz de Molly apenas era un eco incapaz de traspasar la barrera que se había formado a su alrededor. El mundo que lo rodeaba ya no existía para él y ahora toda su atención se centraba en aquella. Las palabras de la niña resonaron en los oídos de Mohinder como el detonante de un resorte oculto hasta el momento. Aquella niña, aquella criatura añorada por todos y desconocida por el esta a su lado. ¿Cuanto sufrimiento puede acumular una familia antes de derrumbarse?. ¿Cuál era la carga emocional capaz de desestabilizar a alguien como él?. Las preguntas se acumulaban en el interior del científico y pugnaban por salir al exterior. Tambaleante, con movimientos lentos y poco precisos Suresh apenas alcanzo a murmurar un entrecortado -¿Cómo?..., creíamos....

Observo a Mohinder atónita, parece estar viviendo una realidad paralela, no me escucha está absorto en sus pensamientos. Oigo una frase que sale de sus labios con cierto tono de sorpresa:

Cita:

Mi mano pequeña rodea su brazo, Mohinder ¿pero que estás diciendo? ¿Con quién estás hablando? ¿Cómo que creiamos?¿quienes tu y yo?... ¡pero si no hemos hablado de nada! Estoy alzando la voz, aterrada por aquella situación inconcebible. Mis manos rodean la cara de Mohinder, con cierta fuerza pero dulzura también, y dirijo su mirada hacia mis ojos, ¡Dime que te pasa! digo con tono exigente. ¡Dime que sucede! Esta vez a modo de súplica.

La pequeña Shanti ríe por lo bajo y niega con la cabeza ante el nerviosismo que se apodera de Molly al no comprender lo que ocurre.
-Será mejor que nos demos prisa... He venido para poder ayudarte. Para facilitarte un poco tu búsqueda. La de papá- te sonríe cariñosamente y estira la mano hasta tocar la tuya, la que no tienes en contacto con Molly.

Los pasajeros del vagón empiezan a miraros a ambos cómo si estuvierais locos, es obvio que los gritos de Molly están llamando demasiado la atención y mientras algunos se apartan de vosotros otros susurran entre ellos mirándoos con "curiosidad".
Mohinder sigue algo absorto y repentinamente siente cómo su consciencia se desvanece por un momento y cae al suelo del vagón estrepitosamente.

Se produce un silencio incómodo en el vagón que apenas dura unos segundos, una mujer entrada en años se dispone a acercarse para ayudar al hindú, pero éste despierta enseguida y puede levantarse por su propio pie.
-¿Se encuentra bien...? Siéntese...- le insiste la mujer que se había acercado, mirándolo preocupada y extrañada, cómo el que trata con un enfermo al que no conoce.

Al despertar no hay rastro alguno de tu hermana pequeña, sin embargo aprecias algo extraño en Molly y en otro muchacho cercano que se limita a mirar por la ventanilla con los auriculares de su MP3 puestos a todo volumen.
Una aura de color pálido. La de ella verdosa, la de él azulada. Al principio piensas que se debe al aturdimiento del golpe con el suelo o al simple hecho de que tus ojos siguen algo "desenfocados", sin embargo tras un rato ahí siguen...

Mohinder saliendo de entre las nieblas de la inconsciencia poco a poco. Frente a él se encontraba el rostro de Molly y el de varias personas desconocidas que no dejaban de preguntarle si se encontraba bien. Sus ojos, aun desenfocados, los abarcó a todos durante unos instantes -Me encuentro bien.... ungh... ehm... no se preocupen, gracias- murmuró entre dientes mientras se levantaba y se apoyaba en la barra del vagón. Poco a poco la gente fue volviendo a sus asientos y el murmullo que se había levantado fue desapareciendo. -No se que me ha pasado Molly, estaba aquí, delante mío y de repente he perdido el sentido- dijo mientras se llevaba la mano a la cabeza para aplacar un poco el dolor del golpe -Molly, te lo explicaré algo mas tarde pero ahora necesito que hagas algo, ¿Hay alguien más especial cerca nuestro?- dijo mientras sus ojos reflejaban una intensidad renovada.

Mi alivio va creciendo a medida que veo que Mohinder se va incorporando poco a poco. ehhh, ¿seguro que estas bien? Mi voz tiembla un poco, ha sido un gran susto pensé que le había pasado algo serio. ¿Te has hecho algo? Luego, cuando veo que todo se ha tratado de un susto, mi tranquilidad va aumentando, por un momento me vi sola en aquel vagón, quizá había sido el hombre malo...miles de cosas se me habían pasado por la cabeza, pero ahora esas ideas se habían desvanecido como el humo.

Recuperada la calma, atiendo a las preguntas del doctor Si, dime ¿en qué te puedo ayudar?, ¿qué quieres que haga? dímelo. Continuo con la siguiente pregunta ¿qué si hay alguien especial más? Sin mirar a mi alrededor,le contesto No...No sé tartamudeo un poco creo que no ,no me parece... ¿no querrás que compruebe de verdad aquí si hay alguien? Hay mucha gente Mohinder, si te refieres a eso no es buena idea, el hombre malo podrá venir.

No sé si el doctor pretende que mire a mi alrededor y de un diagnóstico o pretende que haga uso de mi poder, pero desde luego de ser esa última opción no la iba a hacer en el metro, seguro que habría otra solución.

Mientras Mohinder se recupera del extraño suceso y los pasajeros y vosotros mismos recuperáis la calma, el metro sigue con su ruta establecida, deteniéndose en sus respectivas paradas hasta que llegáis a la vuestra en Brooklyn, por lo cuál bajáis entre el resto de muchedumbre que desciende el transporte público y se dirige al exterior.
Quizá algo de aire fresco ayude al doctor a sentirse más "despierto" después de todo.

Al bajar del vagón te dejas llevar un poco por la marea de gente y la mano de Molly, que a bien seguro no te suelta y te estira con ella.
En la estación, como es evidente, no paran de ir y venir personas de todo tipo de índole, pero entre ellas siguen destacando algunas que emiten ese pequeño brillo que ves en Molly al igual que lo distinguiste en el muchacho del metro. ¿Pero cómo confirmar tus sospechas?
Tan sólo ves a un par de ellos a pesar de que hay muchísima gente. Y si es cierto, ¿serán conscientes de lo que son...?

Mohinder caminó lentamente hasta uno d elos bancos del anden. Estaba todavía muy impresionado por loq ue acababa de suceder y no tenía muy claro cuales podían ser las consecuencias de quello que le estaba siendo revelado. Despacio, se sentó y puso a Molly sobre sus rodillas. -¿Ves a aquel chico de alli?- dijo señalando con un tembloroso dedo -Pienso que es tambien especial, ¿Podrías confirmarmelo?- los ojos del científico revelaron la ansiedad que lo embargaba. Si auqllo era cierto...

Miro a Mohinder y después al chico que me está indicando. Para mí es un chico normal, no tiene nada de extraño y me quedo pensando en lo que me está pidiendo Mohinder Mohinder, pero no sé cómo hacerlo, ¿cómo puedo confirmartelo?Yo puedo pensar en alguien y encontralo, pero no se cómo confirmarlo,pero si se te ocurre algún modo dímelo.

Espero la respuesta de Mohinder mientras no dejo de observar a chico, a ver si encuentro algo "especial" en él que salte a simple vista.

Mohinder sonrió a Molly. Suresh todo esto te ha afectado demasiado,tus ideas no son claras, ¿El mundo varia su ritmo y no eres capaz de adaptarte?. - No te preocupes creo que... algo ha pasado, pero he de confirmarlo. Ahora lo que debemos hacer es llegar a casa y organizarlo todo para ayudar a Mat y a nuestro nuevo amigo- dijo mientras se levantaba y se dirigía a las escaleras mecánicas mientras su mirada exploraba por última vez al chico del andén.

Después de unos minutos de descanso en los cuáles Mohinder recupera el control de sí mismo, volvéis a poneros en marcha entre la multitud de gente que transita por los subterráneos del metro.
Por algún motivo que el doctor todavía desconoce, al mirar nuevamente al muchacho es incapaz de encontrarlo o de distinguir esa extraña aura que ahora tampoco ve en Molly. Quizá imaginaciones o quizá otro motivo que todavía le desconcierta más.

Al salir al exterior el frío de Brooklyn os refresca y despeja un poco hasta llegar al modesto piso, sin embargo algo sucede allí. Al girar la llave enseguida os percatáis de que la puerta no está cerrada con ella, sin embargo al empujarla no cede pues parece ser que los pestillos del interior están puestos.

Veo a Mohinder que intenta abrir la puerta Inténtalo otra vez, a lo mejor es para el otro lado, tanto tiempo en el hospital...¿te habrás olvidado? Río mientras me encojo de hombros. La verdad esque me alegra volver a casa, el olor del hospital no me gusta, y menos todo lo que hemos vivido alli.

Mientras pienso en lo bien que estoy en casa, miro al edificio, después de todo es como si en casa me sintiera segura, aunque que Mohinder no consiga abrir la puerta empieza a perturbarme un poco.