Partida Rol por web

Echó la vista atrás viendo como sus compañeros le seguían hasta su posición. De nuevo arrancó sus pasos hacia delante guiándoles a la puerta mencionada, pese a los nuevos encuentros que se podrían dar en aquel pasillo.

Caminando por el pasillo me pregunto que peligros deben esconder esas puertas. Miro hacia delante y veo a Ricewind que parece preguntarse lo mismo.

El Elfo contuo parandose delante de cada puerta. Pero parecia que esas no eran. Por un momento habia perdido la orientacion. Error que subsano facilmente.

Donde demonios iran, no corrais tanto, que no puedo mantener vuestro ritmo, les digo mientras me dirijo lo mas rápidamente que puedo hacia su posición.

Examinaba el pasillo de forma algo confusa, intentando encontrar algo que le orientara hacia el lugar deseado. Al llegar al final lo encontró y en su rostro se apreció por el grácil gesto en el que señala con cierta alegría la puerta que estaba buscando. Aquí está muchachos. Reconocía ese recodo al final, avanzó ligeramente para asegurarse y dejar espacio a sus compañeros.

-Está bien -digo situándome delante de la puerta- Atentos.

Intento abrirla de una patada.

De una fuerte patada Khargos derriba la puerta. La escena no puede ser más dantesca. Un orco y un goblin están torturando a un anciano humano, ya muerto sin duda por la pérdida de sangre. El banco de tortura tiene restos resecos, señal inequivoca de que la tortura comenzó hace ya muchas horas.

Sin pensármelo demasiado, corro hasta situarme cerca del orco y lo golpeo con rábia. Solo una criatura tan abominable y pestilente podía hacer algo así...

-Muere!!!

Como una rafaga de viento incontrolada el Elfo se escurre entre sus compañeros, entro en la habitacion con una mueca de asco y horror y ataco al goblin.

La espada dibujo un arco frente a la cara de la vil criatura. Este no hizo nada, pera el golpe de vuelta impacto contra el hombro.

Ahhhh!

Khargos y Tiranthir entran como una exhalación en la habitación enarbolando sus armas sobre sus cabezas. El horror de la visión y la rabia que sentían ante lo que habían visto hicieron el resto.

El goblin apenas si tuvo tiempo ni de suspirar. La estocada del elfo le atravesó el pecho sesgando su vida en un solo segundo.

Los ojos del orco se agrandaron, dilantando sus pupilas por el terror. Puede que fuese la suerte, o tal vez el miedo, pero reculando torpemente la bestia consigue librarse de dos de los ataques de Khargos, resultando tan solo levemente herido.

corro en dirección a mis compañeros pero al estar tan lejos no llego...

Mierda

De nuevo se arma de valor para enfrentarse a una poderosa criatura. Con pao veloz se adentra en la sala esperando clavar al daga en el cuerpo del orco. Pero los movimietnos del orco parecían ser tan bruscos como para hacerle retroceder antes de poder asestarle golpe alguno.

El orco se encara hacia Khargos, al que cree el rival más fuerte; olvidándose del resto del grupo.

A pesar de su escasez de pericia, ataca con fuerza y logra una serie de golpes que Khargos trata de detener como puede.

Avanzo hasta situarme en posición de atacar al orco, golpeando fuertemente con el hacha pero errando debido a mi impetuosidad.

Su agilidad dejaba mucho que desear en el combate, aunque le intentara golpear, sus movimientos no eran lo suficientemente fuertes ni rápidos para conseguir dañarlo. Comenzaba a dudar para buscar alguna estrategia.

Sorpendido, recibo un par de fuertes golpes y finalmente un corte preocupantemente profundo en el pecho. 'un orco, un maldito orco!' intento reponerme y golpeo con todas mis fuerzas pero aún conmocionado tansolo unos de mis golpes cae en la trayectoria correcta.

Khargos se revuelve violentamente al ver manar su sangre. De un rápido giro acaba con la vida del orco.