Partida Rol por web

High School DxD: Armageddon [+18]

ボリューム .9: Preludio

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16/11/2021, 14:41
Director

Life I: Reunión de dioses

9 de enero.

Desde el ataque a Grigori, habían tenido la oportunidad de descansar. Después de todo lo que habían vivido, probablemente era lo justo. Sin embargo, todas podían presentir que eso no duraría demasiado. Los ataques en el Inframundo seguían. Y a pesar de que los que luchaban en la línea delantera los estaban conteniendo, no había mayores progresos para expulsar a los terroristas. El motivo era simple: el ataque era masivo. No se estaba dando solo en el Inframundo, por lo que el área a abarcar para el equipo más fuerte, el DxD, era inmensa. Tomando en cuenta lo anterior y que el equipo se había fraccionado durante el ataque al mundo Yokai y las facciones que decidieron retirarse, los terroristas, que hasta ese momento no tenían un nombre específico, habían ganado mucho terreno. Esto, aunado a que parecían estar ganando una cantidad de poder absurda, complicaba mucho las cosas. ¿Entonces en verdad aquellas personas que habían estado en coma por meses en Grigori y otras partes solo eran una herramienta para que la facción terrorista se abasteciese de poder de alguna forma?

Las preguntas siempre eran más que las respuestas, y esta vez no fue una excepción. Las moiras les habían conferido la responsabilidad de cambiar el destino a costa de la propia muerte de las deidades, pero ¿por dónde comenzar? ¿Qué tenían que hacer? Y lo más importante: ¿cuánto tiempo tenían para descubrirlo? Por ahora solo podrían confiar en su intuición, inteligencia y habilidades, cosa que no les había fallado hasta ahora. Pero cambiar el futuro definitivamente era posible, y Sayaka y Shiori lo habían demostrado.

Guiadas por la visión de Shiori y por Kiki, hicieron algo imposible realidad: salvar a un moribundo Val. Las probabilidades eran prácticamente nulas, pero lo hicieron posible en gran medida gracias a Kiki, quien había prácticamente reconstruido el cuerpo de Val por completo. Aunque vivir de ahora en adelante traería un tormento bastante amargo a Val: nunca tendría de nuevo la posibilidad de usar magia o poder demoníaco. Era técnicamente inmortal, pero su cuerpo tendría la fragilidad de un humano. Con esa limitante, la inmortalidad solo se aplicaba a su longevidad, mas no a todo lo demás.

A pesar de lo anterior, aquel suceso que demostraba que el destino podía ser cambiado alegró a muchos, pero también confirmaba algo clave: las visiones de Shiori, en efecto, podían ser exactas. Era algo a tener en cuenta.

Por otra parte, había razones para que muchos estuviesen tristes aún. Si bien Val no moriría ya, al menos no por una enfermedad, Chisa no volvía de aquel estado en el cual estaba, y no había noticias sobre el paradero de Ikutsuki. Además, fue en el castillo, un día después de lo de Val, que se enteraron que Spike también había desaparecido de Grigori.

Con todo lo anterior dicho, el tiempo se agotaba y aquella falsa paz en el castillo se acababa. ¿Serían ustedes capaces de ayudar a terminar con aquella guerra de una vez por todas?

Notas de juego

Bien, ¡comenzamos la recta final!

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16/11/2021, 18:02
Director

Tus tres días de descanso transcurrieron sin interrupciones. Además de las preocupaciones que podría generarte un incierto futuro y el rol que también cargabas sobre tu hombro, podía pesar lo de tu amiga Chisa o la seguridad de tu padre. ¿Cómo estaría?

Pero no todo era noticias malas o preocupaciones. Koneko había podido recuperarse satisfactoriamente y sin mayores problemas, alegrándose y sintiéndose orgullosa de que hubieses salido victoriosa de aquella pelea, aunque también diciéndote que no siempre era sabio guardar las mejores cartas para el final. Por muy débil que fuese un enemigo, nunca debía subestimarse.

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16/11/2021, 18:37
Director

Tus tres días de descanso transcurrieron sin interrupciones. Al menos mayores.

Después de salvar a Val, tuviste que lidiar con un Kiki dormido que, incluso después de despierto, no quería separarse mucho de ti. Aunque ojalá hubiese sido solo él: Anysia no estaba muy diferente. Al estar en un lugar desconocido y que consideraba potencialmente hostil, no se sentía muy a gusto sola allí, porque prefería estar contigo. Sobre todo para "resguardarte". Para ti era fácil saber que era simplemente porque se sentía algo incómoda. Después de todo, era una celebridad en el castillo. Todos no paraban de decir lo bonita que les parecía, y halagos viniendo de demonios no era algo que apreciase especialmente.

A causa de Anysia y Kiki, no pudiste pasar casi nada de tiempo con Souma, si quisiste hacerlo ese día. A pesar de eso, lo que sí notaste fue que Souma se mostró deprimido en el transcurrir de la tarde. De Grigori había llegado la noticia que Shimizu Yuki, alguien que parecía ser una amiga de la infancia, y hasta donde sabías, la chica que Ikutsuki quería rescatar, había muerto. Aquellos bajo esa misteriosa maldición seguían muriendo sin que nadie pudiese evitarlo. Si bien algunos afortunados habían conseguido sobrevivir, Shimizu Yuki no había sido una de ellos. Ese fue un duro golpe para el rubio. Cuando le dio la noticia a Val viste cómo el peliblanco también se desanimó. Todos seguían perdiendo personas importantes.

Por lo demás, Anysia se mostró muy aliviada y emocionada de poder pasar tiempo contigo. Desde que se conocían, no recordabas que hubiesen pasado tanto tiempo juntas. Y de ahora en más, ¿cuánto tiempo más pasarían así? ¿Y si tu abuelo la hacía tu escolta personal? Si algo así pasaba... las cosas se volverían algo complicadas.

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16/11/2021, 18:52
Director

Tus tres días de descanso transcurrieron sin interrupciones. Al menos mayores.

Después de haber salvado a Val y hablado con tu hermano, fuiste a Grigori. Pensabas estar una tarde, pero las cosas... cambiaron ligeramente de rumbo y terminaste pasando toda la noche y parte del día siguiente allí. Fue la mejor cosa que podrías haber hecho sin duda. Aquella visita a Yari terminó siendo muy divertida y refrescante. Incluso tuviste la oportunidad de tener una cena con Sachiel y una conversación divertida con ella.

Esa noche que dormiste con Yari fue sorprendentemente, o quizá no tanto, una de las noches en las que mejor dormiste en mucho tiempo. Sin embargo, tuviste un sueño extraño del cual solo pudiste recordar algo:

Al levantarte en la mañana, solo esa imagen quedó en tu cabeza. No te alarmó especialmente. ¿Se trataría de una... visión? ¿O tal vez era un simple sueño? Lo cierto era que no te sentías especialmente extraña. ¿Sería algo a tomar en cuenta aquello?

A medida que se acercó la tarde, si bien Yari pudo estar a poco de persuadirte de quedarte ese día también, Rias les avisó a través del sello mágico que necesitaba que tanto tú como Sayaka y Urena se presentasen en su sala de reuniones treinta minutos después a partir de ese momento. Yari no podía competir contra eso.

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16/11/2021, 19:07
Director

A medida que transcurrió la tarde de aquel 9 de enero, si bien parecía que sería otro día de descanso para ustedes, esa ilusión se rompió cuando, de repente, recibieron el llamado de Rias a través del sello mágico.

[Disculpen que sea una petición tan abrupta, pero necesito que las tres estén en mi despacho dentro de media hora. Sean puntuales y arréglense un poco. Gente importante las espera] solo eso les dijo. No hubo más explicaciones. Sin embargo, por el tono serio usado por la pelirroja, lo mejor sería no preguntar de más y hacer lo que les había pedido.

 

Unos minutos antes de la hora pautada, tanto Urena como Sayaka llegaron al despacho de Rias y se encontraron frente a las puertas cerradas. Una doncella que esperaba al lado de las puertas les indicó que era importante que las tres estuviesen allí para que entrasen al mismo tiempo. ¿Qué pasaba con Shiori? No tuvieron que preocuparse mucho por ella. Si bien no podía considerarse tarde, llegó un par de minutos antes de la hora pautada. Tanto Urena como Sayaka pudieron notar algo raro en la chica, físicamente hablando, aunque no pudieron descifrarlo a primera vista.

La doncella miró un antiguo reloj de pulsera y les informó:

Queda un minuto, señoritas.

¿Por qué tanta formalidad? ¿Qué les esperaba dentro del despacho?

Notas de juego

Lo dejo hasta acá para que puedan interactuar si así lo desean. Una vez dentro de la reunión, no podrán interactuar entre ustedes con libertad... por varias razones XD.

También pueden describir si gustan qué hicieron sus personajes desde el otro capítulo hasta este momento. Eso es opcional.

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16/11/2021, 20:05
Shiori Hino

Tal vez se habían dado cuenta los demás, tal vez no, pero Shiori no había estado el día anterior y parte del día presente en Gremory, por lo que no se le vio después de haber dicho que iría a entrenar en el Dojo por un rato a pesar de que debía descansar por haber usado todo su poder espiritual en ayudar a Kiki para salvar a Val. La joven había avisado por mensaje de texto a Val y Arabelle dónde estaría, así que si alguien preguntaba ellos podrían decir.

Por eso mismo, la pelinegra había sido la última en llegar faltando poco para que la reunión iniciará. Se le pudo ver corriendo por el pasillo a una rapidez sobrenatural porque usó Velocidad Divina y prácticamente de un extremo a otro llegó en un parpadeo, por lo mismo arribó con la respiración un poco agitada y respirando por la boca mientras se examinó su cabello corto.

-Creo que Arabelle me va a matar-exclamó con voz agitada. Shiori portaba un peinado donde se sujetaba con unos mechones una especie de Diadema con su propio cabello e incluso levemente ondulado que impresionantemente no se despeinó, dándole un aire bastante elegante y tierno porque hacía que resaltara la forma de su quijada. Definitivamente no habría sido un peinado que ella misma se hizo y por la forma del mismo daba sensación de frescura levemente porque... Sí, la pelinegra tenía su melena al raz de sus hombros. Se lo había cortado-. Hola, chicas. ¿Saben de qué va la reunión? 

La ropa de la espadachína no era formal debidamente, ella carecía de tales prendas. Un pantalón negro y una blusa blanca fueron suficiente a su criterio para mostrarse presentable, además de un broche dorado con preciosas gemas pequeñas que seguramente Arabelle instó a que se pusiera en el cabello. A la par, se le vio un poco inquieta, Mikasuki estaba en su costado y Shiori cruzaba sus brazos mirando a la puerta. Parecía querer decir algo, pero no sabía si sería prudente ahí mismo, y menos con el tiempo encima. 

Notas de juego

Ahorita puedo postear xD a las siguientes rondas no me esperen, gracias. 

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17/11/2021, 04:24
Sayaka Umimori

Anysia estaba esos días de lleno en el castillo Gremory, claro que con previa autorización de Rias. La sirena se sentía emocionada de estar cerca de Sayaka, pero a su vez se le veía incómoda con tanta atención que recibía. Siendo una sirena, era natural que llamara la atención en el castillo. Por otra parte, Kiki parecía no querer separarse de su ama, así que Sayaka se veía algo cansada, pero más que por todo lo que había ocurrido, era por tener pocas posibilidades para respirar.

Estaba junto a Souma y Val cuando recibió el mensaje de Rias, por lo que les explicó a los dos y se disculpó. No quería dejarlos solos en un momento como ese, pero no era que tuviera mucha opción. Dejó a Anysia a cargo de Koaj y Kiki, de manera que pudiera no verse rodeada de sirvientes y ella también pudiera tener algo de paz. Buscó aquella maleta donde guardaba los vestidos que Azazel había comprado para ella y eligió uno que fuera bonito, mas que no resaltara tanto como el de la cena de los jóvenes demonios. Al ponérselo, sus pliegues adornaban su piel con delicadeza y gracia, además de tener unas delicadas sandalias de tacón a juego que complementaban bien el atuendo. Arregló su cabello de modo que cayera todo hacia un solo lado y lo peinó delicadamente. Después de eso, fue hacia la oficina de la líder de Gremory para encontrar que Urena y ella habían llegado a la vez. Le sonrió y esperó algo ansiosa. ¿Por qué tanta parsimonia para esa reunión?

Si era importante que todas llegaran, ¿dónde estaba Shiori? Verla llegar con velocidad divina solo le indicó que seguía lejos. Negó con la cabeza y suspiró con una risita, aunque su expresión afable desapareció cuando mencionó a la reina del clan - ¿Acaso importa? De todos modos, le falta criterio - y no dijo nada más, ni siquiera parecía dispuesta a explicar el porqué de su afirmación. Siguió mirando a la puerta cuando la caballo recién llegada preguntó -. Creo que sabemos lo mismo, pero si somos nosotras tres y si veremos gente importante, no es difícil pensar que está relacionado con lo que nos encomendaron las moiras - y esperó a que la puerta abriera.

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17/11/2021, 13:42
Muto Urena

Había pasado los días anteriores descansando, pendiente de Chisa y de Eizo, en ocasiones visitaba a Val para ver como se encontraba. Los momentos de "ocio" los ocupaba casi por completo en pensar en mi padre.

La reunión de Rias me tomó por sorpresa. Pedía ropa formal, pero yo no conocía otra ropa más formal que el uniforme de nuestro instituto y así me presenté en la puerta del despacho de nuestra Rey. Por supuesto Sayaka iba mucho más elegante que yo y Shiori tenía su propio estilo de elegancia.

- Tu vestido es muy bonito, tendría que haberte pedido uno para venir - le dije a Sayaka mientras Shiori no llegaba.

La conversación al llegar Shiori se inició mientras esperábamos a los últimos minutos.

- Al menos yo no se nada - admití -. Solo eso, que veremos a gente importante. Puede que esto sea el principio del final - dije con cierta preocupación en mi rostro -. Te queda bien el peinado Shiori-san - dije en una sonrisa.

Estaba algo preocupada, del nutrido grupo que había sido el Club de lo Oculto del Byoko-Sho, parecíamos quedar solo tres personas. Algunos habían perdido la vida, otros habían desaparecido, llevaba un tiempo haciendo cierto balance. Aliviaba el hecho de que nosotras tres podíamos seguir avanzando, pero me preocupaba más el hecho de que Spike e Ikutsuki hubieran desaparecido, temía que tuviéramos que enfrentarnos a ellos, más por lo sentimental de tener que enfrentar a un ex-compañero que por suponer un peligro real, aunque también fueran eso.

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17/11/2021, 15:53
Sayaka Umimori
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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17/11/2021, 18:57
Shiori Hino

Al notar las prendas que las demás traían, Shiori se sintió un tanto fuera de lugar porque incluso consideró que Urena iba mejor que ella, recordándole los tiempos cuando eran alumnas en Byoko-sho y sintiendo que había pasado mucho tiempo desde ese entonces, por lo mismo le dedicó a la ojiverde una sonrisa nostálgica; y con Sayaka y su vestido elegante le hizo preguntarse el nivel de formalidad que pedía Rias en la reunión.

-¿Hubiese sido mejor que trajera un furisode? - eso se le había hecho muy formal y en extremo, por eso no se puso uno. Sin embargo, no se le escapó el comentario de la sirena con respecto a Arabelle y su porte que reflejaba no querer hablar de eso. La reina del clan no le había dicho nada al respecto, por lo que seguramente era un tema que debían tratar únicamente entre ellas dos. Suspiró, pero vinieron los comentarios explicativos de la reunión y apenas se iba a poner sería cuando Urena mencionó lo de su peinado. Se puso un poco roja y miró a un lado sintiendo las puntas de su cabello sobre el hombro-. Gra-gracias, Urena-san. Creí que sería bueno un cambio. 

Pero el rubor se desvaneció rápido. Aquél minuto que les quedaba antes de entrar pareció extenderse y se quedó pensando en algo mientras los segundos avanzaban. Su rostro reflejó que se había decidido por algo y procedió a escribir algo en su teléfono, un modelo que sustituyó la apariencia del anterior que quedó casi destrozado por sus peleas. Itomi fue paciente al explicarle cómo pasar todos los archivos a éste, no quería perder nada. 

Acto seguido, mostró el contenido a las chicas.

"Creo que tuve una visión. En cuanto sea posible se los diré, cuando acabe la reunión o estemos a solas. Aún no descifro qué es". 

Y al terminar borró lo que escribió. No sabía si la gente al otro lado podía escuchar ni quiénes eran. Y aunque fueran personas importantes no sabía quiénes eran ni el nivel de confianza. Si Shemhazai fue un traidor... Cualquiera de las altas esferas podría serlo. 

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17/11/2021, 19:16
Sayaka Umimori

Apenas Urena le habló, Sayaka le sonrió mientras la miraba y dijo - Por supuesto, cuando quieras. Tengo muchos vestidos de dónde escoger. Azazel-sensei me los regaló cuando estuve en Grigori mientras estudiaban mi Sacred Gear. Le dije que me regalara un vestido o dos para una ocasión especial porque toda mi ropa había quedado destrozada tras el atentado que sufrimos mi padre y yo; y se dejó llevar como siempre - suspiró.

Al comentario sobre el cabello de Shiori y su expresión apenada, Sayaka asintió para apoyar las palabras de la castaña - Te ves muy bonita - para luego leer el mensaje de la caballo sobre la visión. Asintió. Era posible que, entre las tres, pudieran descifrar su significado. Entonces, vino la pregunta latente mientras el tiempo pasaba: ¿quiénes las esperaban?

El comentario de Shiori hizo que Sayaka se avergonzara un poco e hizo el gesto de acomodar un mechón imaginario de cabello tras su oreja - ¿Crees que es demasiado? Tomé uno que no fuera demasiado ostentoso, pero que creí apropiado - y se concentró un momento para ver si lograba saber quiénes estaban al otro lado del portal.

Por un momento, la expresión de Sayaka cambió a una de temor y miró al suelo intentando calmarse. Parpadeó un par de veces para aclararse y respiró profundamente para recuperar la compostura, aunque aún se veía profundamente sorprendida - Poseidón ojii-sama está ahí, también dos mahous, alguien muy poderoso relacionado con los ángeles, otro muy poderoso relacionado con la iglesia, y unos cuantos más bastante poderosos. ¿Creen que sean los líderes de las facciones aliadas o algo así? Qué... intimidante - y se llevó una mano al corazón, mostrándose nerviosa. Ver a su abuelo no le causaba temor, pero estar bajo el escrutinio de todos los demás... Vaya.

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18/11/2021, 13:43
Muto Urena

- Está todo genial, quizá yo también debería haber venido un poco más informal - dije con una sonrisa sonrojándome -. Pero te tomo la palabra y te pediré algo de ropa la próxima vez - le sonreí a la sirena.

Sayaka destapó la primera capa de nuestro "regalo especial" informándonos sobre quienes se encontraban en aquel despacho. Tragué saliva, demasiada gente, demasiado desconocida, quizá con demasiado prejuicios sobre nosotras. Tomé aire y lo expulsé de forma suave.

Antes, había asentido a Shiori a lo que había escrito en su dispositivo móvil. Aquello me recordaba que debería cambiar el mío, estaba sobreviviendo a trompicones, tenía bastantes golpes y a veces funcionaba a base de palmadas, quizá debería comprar uno de esos teléfonos ultra duros, pero aquel pensamiento ya quedaba para el minuto que restaba para entrar.

- No tenemos que dejar que nos intimiden, nos hemos enfrentado a situaciones peores - dije reaccionando y recordando a mis compañeras todos los momentos duros y pérdidas que habíamos sufrido en el camino.

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19/11/2021, 10:38
Director

Después de que Urena terminó de hablar, casi como si lo hubiese esperado, la doncella dejó de mirar su reloj y aclaró su garganta, sonriéndoles.

—Disculpen que las interrumpa, señoritas. Es la hora —lucía algo nerviosa por interrumpirlas, pero era más fuerte su deber.

Una vez estuvo segura de que estaban listas, la doncella abrió la puerta sin el más pequeño esfuerzo a pesar del tamaño y la robustez de esta. Escucharon el grave gruñir de la madera y, apenas la puerta se abrió, además de ver el despacho de Rias, se encontraron con una extraña ráfaga que les produjo un prolongado calosfrío. Era como haber abierto la caja de pandora: el aire asfixiaba y casi podían sentir la energía de todos los que estaban allí convergir y chocar. 

Los sofás estaban dados vuelta, encarándolas, y había unos cuantos más de los que recordaban. En ellos, sentados de forma ceremonial, se encontraban distintas personas. Unas las conocían, otras no. Sin embargo, lo que todas tenían en común, además de sus auras, es que las miraban fijamente.

Sirzechs y Serafall.

Sun Wukong y Poseidón.

??? e Irina.

???

Le Fay Pendragon y Bael Sairaorg.

Neko y Azazel.

 

—No se queden en la puerta, chicas. Entren, por favor —les dijo Rias con amabilidad, aunque con más formalismo del que solía usar. Se le podía notar la formalidad incluso en su forma de vestir. Eso ya les indicaba la situación en la que estaban.

Una vez entraron, la puerta se cerró.

 

La pelirroja, que estaba bastante cerca de la puerta, probablemente esperándolas, se acercó más a ustedes y les susurró de forma discreta:

Todo estará bien. Simplemente sean ustedes mismas entonces, luego de sonreírles por un momento, se dio vuelta hacia los presentes—. Agradecemos su presencia el día de hoy, y la rapidez con la que acudieron a mi llamado. Sé que las condiciones actualmente harían de esta reunión algo imposible, por eso lo aprecio aún más —Rias las miró por un momento—. Escuchen lo que estas chicas tienen por decir. Yo creo en ellas, y sé que algunos de ustedes también.

Los presentes se notaban expectantes y estoicos. Al menos algunos. Azazel les sonreía divertido y las saludaba con la mano, así como Serafall e incluso Neko, quien ocultaba una sonrisa bajo un abanico mirando a Shiori. Poseidon miraba con ojos brillantes a Sayaka; se veía que hacía un gran esfuerzo por no romper su porte serio. Sun Wukong fumaba de su pipa y miraba con interés a Urena. Le Fay y Sairaorg, personas que nada más conocían por ser héroes de guerra y ser líderes de sus respectivos clanes, una en el mundo humano, el de los hechiceros, y otro en el Inframundo, el clan Bael, las miraban con curiosidad. Irina, una ángel héroe de guerra que probablemente estaba allí en representación del cielo, las miraba con emoción, y el viejo humano sentado a su lado, alguien amargado y mustio que vestía ropas de cardenal, sin duda las miraba con más apatía como nadie en la sala. O al menos eso aparentaba. Y Sirzechs, el dueño con el área más monstruosa del lugar, el líder de los demonios, les sonreía amablemente... aunque eso no era suficiente para mantenerlas tranquilas con respecto a él.

Hubo dos personas que no reconocieron, aparte del viejo cardenal. Una parecía ser vampiro... ¿y la otra un dragón? Pero no un dragón normal. Había energía maligna desprendiéndose de él. ¿Quiénes eran esas personas?

—Preséntense, por favor —con esas palabras de Rias entendieron que la batalla por convencer a los presentes de que decían la verdad estaba a punto de comenzar.

Notas de juego

Puede comenzar la que desee.

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19/11/2021, 19:03
Director

Además de Le Fay, el dragón, el cardenal y los héroes de guerra, no se te hacía conocida aquella hermosa y misteriosa mujer tras el abanico, pero de alguna forma sentías un aura parecida a la de Shiori en ella.

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19/11/2021, 20:56
Sayaka Umimori

Las conversaciones casuales la hicieron olvidar sólo un momento de aquello que les esperaba, pero cuando las puertas se abrieron... Fue como si una avalancha hubiera arrasado con ella y la hubiera derribado. Tantos seres poderosos esperándola... Y ella creía que antes se sentía intimidada. La buena noticia es que sentía que su vestido iba acorde con las circunstancias a pesar de todo. 

Fue entonces cuando vio a Azazel saludándolas y a Poseidón tratando de mantener su porte serio, por lo que le sonrió a ambos con timidez. Lo que dijo Rías era un "es más fácil decirlo que hacerlo", pues se sentía abrumada y su sensibilidad no ayudaba. Algunos parecían amables a pesar de todo, pero ¿qué sucedía con el humano? ¿Acaso era uno de esas que odiaba a los seres sobrenaturales o algo así? Lo curioso es que estaba con Irina, así que tal vez no era eso directamente. El dragón llamó su atención. ¿Incluso los dragones oscuros buscaban prevenir el apocalipsis? Si era así, eso sólo indicaba lo terrible que era su situación.

Sayaka entró por fin a la sala, recordando lo que dijo Rías y, antes de sentarse, se dispuso a presentarse. Hizo una reverencia formal a todos, pues todos gozaban de un estatus mayor al suyo y aunque nerviosa, hizo acopio de toda su serenidad posible. Llevó sus manos adelante y apretó una con la otra para disimular cómo temblaban - Soy Sayaka Umimori. Soy alfil de los Gremory y nieta de Poseidón-sama. Es un honor estar frente a ustedes - y cerró su afirmación con una segunda reverencia para darle paso a sus compañeras mientras se esforzaba por no mostrar su nerviosismo. 

- Tiradas (1)
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22/11/2021, 12:24
Muto Urena

Tragué saliva cuando la chica que atendía la puerta del despacho de Rias nos interrumpió, justo antes de que abriera la puerta. El poder que se encontraba encerrado en aquella sala salió como si fuera una ráfaga de aire caliente a golpearnos en la cara. La reunión era inusual, los personajes que en ella estaban eran bastante famosos y, aunque había algunos a quienes no reconocía, su porte dejaba claro que todos compartían un poder similar.

Volví a tragar saliva incluso cuando Rias nos invitó a entrar más y luego a presentarnos. Sayaka no tardó en hacerlo y luego lo hice yo, me agaché en una reverencia profunda.

- Soy Muto Urena, torre del clan Gremory, descendiente orgullosa de la saga de Sun Wukong, usuaria del Ru-Yi-Bang, es un honor para mí... también - dije antes de incorporarme tras mi reverencia.

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22/11/2021, 21:09
Shiori Hino

Había sido algo pequeño, tal vez imperceptible para quien no la conociera, pero las palabras de Urena y Sayaka respecto a su nueva imagen con el cabello así le iluminaron sus ojos. Ella había cuidado su melena larga por años, bastantes a decir verdad; y representaba un cambio el tenerlo así y que las demás dijeran que le quedaba bien y se veía bonita me quitaba parte de su incertidumbre, aunado a que aceptaba más aquella transformación. Sin embargo, el tema que trataban no permitió que su timidez floreciera, pues escuchó algunos de quienes estaban a la reunión y abrió los ojos poniéndose nerviosa sólo por saber que había representantes de los ángeles y la iglesia. Tragó saliva y sujetó el mango de Mikasuki esperando que aquellas manifestaciones sagradas no la perturbaran, pues podía soportar a los Mahou y tal vez un dios griego o cualquiera que estuviera ahí, pero ya de índole contrario a su nueva naturaleza demoníaca le instaba a sentir cómo su instinto, sin caer en el miedo, la quería preparar para salir de ahí si algo malo ocurría.

Y así, la puerta se abrió y sintió el poder abrumador que se arremolinaba en los presentes, sujetando aún más su katana. El recibimiento de Rias no mermó parte de su inquietud ni el reconocer a algunos de ahí, pero sí ver a alguien en especial.

-¿N-Neko-dono? ¿Cómo...? - se interrumpió, tragando saliva porque sabía que no debía hablar y por lo mismo no logró terminar su pregunta: cómo es que estás aquí. 

Pero suspiró y se quedó en silencio hasta que llegó el momento de presentarse. Escuchó a sus compañeras mientras pensaba qué decir. Si ayer no hubieran ocurrido ciertos eventos, Shiori estaba segura que habría dicho algo muy diferente a lo que su corazón quería decir en estos momentos. Por lo mismo, tomó aire otra vez y miró a todos mientras hablaba, incluyendo al humano y a la ángel para finalizar con una reverencia no tan profunda como Urena, pero sí formal como Sayaka. 

-Yo soy Hino Shiori, caballo de los Gremory-se llevó una mano a su pecho y sujetó algo con fuerza que estaba debajo de sus ropas -. Hija de los héroes partícipes de la guerra anterior Yasahiro y Ayaka, quienes colaboraron bajo la facción de Buda; y líder actual de la familia Hino.

A lo último se puso nerviosa. Su apellido no era un clan ni una casa extra, los Hino no eran nadie a comparación de los demás y aunque no lo dijo como burla, sí se notaba el orgullo de llevar la representación de su familia a pesar de todo. 

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22/11/2021, 21:29
Director

Podía ser por los nervios, pero en ese momento el despacho de Rias les pareció mucho más grande de lo que era en realidad. Sentirse sobrecogidas por las auras de aquellos seres poderosos era normal. Sin embargo, para Urena podía ser un poco más incómodo por el hecho de poder todas las gigantescas auras y sus respectivos colores.

Bajo las expectantes miradas de todos, llegaba la hora de presentarse. Sayaka decidió tomar la iniciativa. Mientras la sirena se presentaba, a ninguno se le escapaba cómo los ojos de Poseidón brillaban, escapándosele también una sonrisa de orgullo. Azazel asintió y sonrió divertido, y eso se repitió con Urena y Shiori.

Cuando Urena se presentó, Sun Wukong también asintió e hizo que un círculo de humo saliese de su pipa. No era tan entusiasta como Poseidón, pero sin duda estaba orgulloso de la castaña a su manera. Urena también pudo notar que Sairaorg la miraba con seriedad y mucha intensidad. Eso podía intimidar un poco.

A Shiori otras cosas podían ser lo que la intimidasen... o intrigasen. O ambas. Una razón podía ser Neko: esta parecía especialmente divertida con la chica. Sonreía, pero el abanico solo dejaba ver las comisuras de sus labios. No parecía ser una sonrisa burlona, pero ¿qué la divertía tanto? No se escapó que todos la miraron con curiosidad por su presentación también.

Al terminar de hablar Shiori, hubo unos momentos de silencio en que los presentes las miraron y nadie dijo nada. Fuese que Shiori y Urena decidiesen sentarse o no, lo que rompió el silencio del momento fue unos apagados aplausos que vinieron de parte de la vampiro rubia.

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Todos los demás la miraron con algo de desconcierto... o casi todos. Poseidón fue el siguiente en unirse a los aplausos, y Azazel le siguió. Incluso Neko se animó a dar algunos aplausos silenciosos impulsada por el efecto dominó. Y, como no, Sirzechs y una animada Serafall también lo hicieron. Le Fay e Irina también se terminaron uniendo por parecerles algo divertido. Al final solo el dragón, Sairaorg, el viejo y Sun Wukong se quedaron sin aplaudir. Y de todos estos, solo el viejo de la iglesia se veía realmente incómodo con la situación.

Rias se aclaró la garganta unos segundos después. Los aplausos fueron mermando hasta que no se escucho ninguno. La misma Rias no se había esperado que casi todos comenzarían a aplaudir.

Gracias. Pueden tomar asiento —les indicó la pelirroja, recuperando la compostura. Después de eso, miró a su hermano en silencio. El pelirrojo la miró y le sonrió. Luego, las miró a ustedes. A su vez, todos los demás miraron al pelirrojo, al ser más fuerte en esa sala. Quizá esperaban que por alguna razón fuese el primero en hablar, y así fue.

—No las veía desde aquella cena. Veo que han cambiado un poco desde entonces —les sonrió con amabilidad. Se ven muy bien en esta ocasión, aunque aquella vez también. Me alegra que hayan llegado vivas hasta este día —después de una breve pausa, prosiguió—. Imagino que saben las razones por las que todos estamos aquí hoy. Naturalmente, estamos al tanto de todo. Sin embargo, como entenderán, es algo delicado. Probablemente lo más delicado en mucho tiempo. Por esa razón, y dado que el tiempo nos apremia, seré directo: —y Sirzechs se enserió— ¿Qué nos garantiza que dicen la verdad?

Todos voltearon a mirarlas. Además de Poseidón y Azazel, los demás parecían expectantes.

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22/11/2021, 23:52
Sayaka Umimori

La presentación de Shiori le sacaron una sonrisa, pero también sintió una enorme punzada en su corazón. Ella sabía lo mucho que la espadachina admiraba a sus padres y era algo que llenaba su corazón. Mientras que ella... Ella amaba a los suyos a pesar de todo, pero el solo mencionarlos era considerado sacrilegio. Esa idea se quedó en su mente, mas se pudo observar un momento en su faz mientras su rostro se entristecía. Sin embargo, eso duró poco pues los aplausos le robaron una expresión de estupefacción y miró a la vampiresa sorprendida. Cuando su abuelo se unió a los aplausos seguido por Azazel... El rostro de la sirena se puso colorado en cuestión de segundos. A pesar de su vergüenza exteriorizada, agradeció el gesto de parte de su abuelo y sonrió tímidamente.

Rias hizo un llamado tácito al orden y entonces fue Sirzechs quien dio apertura oficial a la reunión, y lo miró. Aún se encontraba nerviosa, pero sabía que era el momento, por lo cual sintió algo de compostura volver a ella... Claro que teniendo que hablar con alguien como Sirzechs, cuya aura era la más monstruosa del lugar, no era tarea fácil. A pesar de ello, aplicó lo que aprendió por Kyra e hizo sus sentimientos a un lado. La situación lo ameritaba. Tomó aire y comenzó.

- Agradezco sus palabras, Sirzechs-sama. Sin duda me siento diferente a esa ocasión. Y aunque trataré de mostrar por qué decimos la verdad, la decisión final será de los presentes - no le pasó desapercibida la mirada inquisitiva del sacerdote, así como la de Sairaorg hacia Urena. ¿Por qué? Ignoró eso y continuó -. La primera visita de la que supimos de las moiras fue cuando Mei-hime desapareció en Kyoto. No sabíamos nada de su desaparición, pero hubo una persona que estuvo con ella y esa era Koaj-chan. La niña que Shiori y yo rescatamos en el atentado de los Rating Games. Ella presenció todo y, con miras a encontrarla, le pedimos a Eizo-senpai, un peón de nuestro clan y que tiene el poder de leer mentes, que leyera su mente y nos describiera lo que viera de sus recuerdos porque la niña estaba tan traumada que no podía hablar de ello sin llorar. Esa misma niña perdió a su padre por una rara enfermedad y a su madre en el atentado del que la salvamos, así que ver a alguien preciado para ella desaparecer, fue un duro golpe. Al describirla, fue Akeno-san quien nos dijo que sonaba a que fuera Átropos-sama. La segunda vez fue en el atentado de Grigori - y miró a Rias un momento para luego girarse hacia su audiencia de nuevo, pues se debatía entre si mencionar o no la verdadera identidad de Kiki, pero luego se retractó -. Nos topamos con Átropos-sama en el campo de batalla y ella dio a entender que nos pondría a prueba. Supongo que saben que fuimos separadas, y Urena-san y yo estábamos juntas en algún lugar con los seguidores de Shemhazai y Aithen-san, un enviado de Azazel-sensei. Allí nos topamos con Cloto-sama y Láquesis-sama, aunque supongo que eso ya lo escucharon. Mi punto es que mi familiar sintió que el lazo entre él y yo se había roto. Yo... lo sentí cuando estaba en cautiverio y Cassiel lo mató, pero... él volvió a la vida de alguna manera. Es como si te arrancaran el corazón. Él afirma haber sentido eso cuando fuimos transportadas a un espacio alterno diferente. Nos estuvieron buscando por doce horas, pero para nosotras pudo no haber pasado ni una hora en ese extraño lugar que se deshizo a pedazos cuando las moiras murieron. Si ellas estuvieran vivas, deberían seguir encerradas en el Inframundo. Y nosotras no podíamos simplemente desaparecer y aparecer con Mei-hime de la nada. Las moiras dijeron que Mei-hime tenía destinado morir en esa batalla, así que la sacaron de allí y la salvaron. Eso, sumado a habernos advertido sobre el armagedón, les costó la vida. También está el hecho de que las personas en coma siguen muriendo y el poder de los terroristas va en aumento. Discutía eso antes en presencia de Poseidón-sama y Rias-sama, y concluimos que tal vez los terroristas tiene el armagedón y usan a esas personas para recargarlo - después de extenderse con análisis, paró un momento y dijo con contundencia y decisión.

- No tienen motivos más que estos para creernos, pero nosotras no tenemos motivos para mentir. Hay mucho más en juego que simplemente un nombre aquí. Estaría dispuesta a que se miraran mis recuerdos si algo de lo que digo es puesto en duda, así como lo estaba cuando regresé de la muerte por segunda vez y conté toda la información que reuní de cómo trabajaban. Sé que eso podría dejarme en coma de nuevo como mínimo, pero si es lo que se necesita para que pueda haber cooperación para detener el apocalipsis, no me importa. Lo siento, Ojii-sama - y le hizo una reverencia a su abuelo, sabiendo que esto podría afectarle bastante. Sabía que no estaría de acuerdo y que haría lo que fuera para que eso no fuera necesario, pero quería soportar sus palabras y no retrocedería si eso era lo que se le requería. Ella no era hija de héroes, ella no tenía un pasado honorable... Ella era hija de traidores y una asesina a ojos del mundo sobrenatural. Ojalá su decisión bastara.

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25/11/2021, 11:24
Muto Urena

El anciano Rey Mono actuaba como habitualmente, pero quien de verdad me preocupaba era Sairaorg, que parecía tener cierto interés en mí. De no haber sido por su aura y las circunstancias, quizá le hubiera retado a un combate, pero aquellas auras eran deslumbrantes y apabullantes, con lo que solo alcancé a asentir y sentarme, cuando Rias nos dio cierto permiso. Me coloqué la falda del uniforme y esperé a que el hermano de nuestra Rey le diera paso a su hermano con la mirada para que hablase.

Estaba claro que habíamos cambiado y era una suerte seguir con "vida" después de todo lo que habíamos pasado, aunque la suerte y la habilidad van de la mano, me hubiera gustado decir, pero algo en mi cabeza se congelo con las últimas palabras de Sizechs ¿Decir la verdad, sobre que? me pregunté consternada sin entender sobre que podríamos estar mintiendo. La alargada respuesta de Sayaka me hizo ver a que se refería. Todavía se ponía en duda nuestra lealtad y nuestra confrontación al grupo terrorista. ¿Acaso todos los enemigos a quienes habíamos vencido, los aliados a los que habíamos ayudado, no significaban nada?

Apreté los labios, me sentía indignada, mientras Sayaka hablaba, miraba a Rias recordando a la nekotama con la que había entrenado, junto con la que había enfrentado a aquellos últimos enemigos en los jardines del palacio Gremory, antes de volver a Grigori, a la que había llevado a cuestas para asegurarme de que se le trataban las heridas. Incluso recordé la pérdida de mi madre a manos de aquellos terroristas ¿Quién en su sano juicio podría dudar de alguien que había perdido a un familiar tan cercano? Sun Wukong debería haberla defendido, al fin y al cabo una miembro de su descendencia había perdido la vida frente a aquellos terroristas, nadie podría poner en entredicho nuestra palabra.

Fui a abrir la boca para quejarme, pero todo aquello solo parecía una perreta de niña pequeña, al menos en mi cabeza, nuestra compañera ya había dado su parecer, podíamos defendernos con palabras todo lo que quisiéramos que, si ellos no querían confiar en nuestra palabra no teníamos nada que hacer. Pero entonces algo me vino a la cabeza.

- Pelearé lo necesario por demostrar que no somos traidoras - dije -, como lo he estado haciendo hasta ahora, protegiendo a quienes quiero, como lo hizo mi madre ante el ataque terrorista que acabó con su vida.