Partida Rol por web

- Si, lo se; voy recibiendo la información sobre la marcha... -dijo en un tono algo apesadumbrado- Si el propio Munin os ha hecho un encargo, id a ello; yo seguiré tratando de recopilar más información. En cuanto a Ian, no tengo ni idea de donde está; no consigo localizar su móvil y algo está bloqueando mis poderes de profecía. Lo último que recibí de él es un mensaje de texto que dice "Nos vemos, hermanita. Mándale besitos a Hilda y a James de mi parte. Sobre todo a Hilda".

Escucho atentamente mientras Hilda habla por teléfono y pone al corriente de los acontecimientos a Cybil. Desconozco quién es, pero si goza de la confianza de una de mis compañeras, sin duda ha de ser merecida. Asiento en silencio cuando narra cómo extrajeron la gema. No obstante, me mantengo atenta a mi alrededor. Presuponer que no podemos ser víctimas de una emboscada sería demasiado ingenuo. 

Analizo la gema visualmente. Hurgando en la memoria hallo que no me es desconocida. Una gran fuente de energía. Sin duda, una reliquia valiosa en este invierno sin fin. Mientras, espero cortésmente a que Hilda concluya su conversación teléfonica. Aprovecho este paréntesis para visualizar distintos escenarios que puedan aguardarnos a nuestra llegada a Ashville, pues si de algo podemos estar medianamente seguros es que Hod no estará con la guardia baja después del decreto del Padre de Todos.

- Hijo de puta... - contesto a Cybil sabiendo que mi gesto negando con la cabeza con una media sonrisa contradice mis palabras, en un gesto más de incredulidad que de verdadero enfado. - Si le localizas dile que se ponga en contacto con nosotros. Nos vendría bien tener otro hijo de Loki por aquí cerca en estos momentos. - Espero su respuesta y me despido finalmente. - De acuerdo, llámanos si te enteras de algo.

Cuelgo el teléfono y me vuelvo a mis compañeros.

- Cybil tratará de buscar más información - resumo. - Pero algo bloquea sus poderes proféticos. - ¿Tal vez Hod? ¿O su propio padrastro? Después de todo, Cybil también era hija adoptiva de Loki, si no recuerdo mal. De cualquier forma es pronto para plantear ninguna teoría y, estando los dioses involucrados, cualquier cosa es posible ahora mismo. - Ian se ha pirado sin más - le digo a James. - Te manda besos.

Llegamos al todoterreno y desbloqueo el cierre automático. - ¿Has averiguado algo sobre eso? - Le pregunto a Alfhild señalando a la gema. Abro el maletero y dejo dentro mi mochila. Por un momento miro el espadón de Asbjörn, lamentando al pérdida de nuestro compañero. El arma pertenece a Thor, ahora que su hijo no puede utilizarla, pero si las valkyrias no se la han llevado con su cuerpo, tal vez espere de nosotros que le saquemos provecho. Dudando un momento, la empuño con respeto y la balanceo en el aire. Es un arma magnífica, digna de un brazo tan fuerte como el del guerrero caido, pero algo lenta para mi gusto. La dejo en el maletero, envolviéndola en una manta.

- Nos vamos - digo finalmente esperando a que mis compañeros guarden sus cosas y subiendo al asiento del conductor. - Tenemos un par de horas de camino. Será mejor que aprovechéis para echar una siesta si os hace falta - añado mientras enciendo el motor.

Mientras doy la vuelta al coche, miro por el retrovisor hacia las minas de Centralia, donde hemos perdido dos compañeros más y acelero esperando alejarme de este calor de una maldita vez.

Una de las valkirias que acompañan a Alfhid se adelanta, dirigiéndose a Hilda

- Es deseo de Thor que la espada de su hijo permanezca clavada en el lugar donde cayó, como conmemoración a su valor

Asiento mirando a la valkyria y paro el coche para dejarle la espada.

- Por favor, déjala allí entonces. No tenemos tiempo para volver a honrar a Absjörn como merece - digo antes de volver a retomar el camino.

- Que le den. - digo a Hilda en relación a Ian. Es un puto suicida cobarde. - añado. Aunque podríamos echar de menos sus habilidades "sociales".

Al llegar al coche guardo el Subfusil en su funda y me siento en el asiento del copiloto, tal y como hice anteriormente,

Mientras sacó las llaves de mi coche, hago puesta en común de lo que recuerdo de las gemas como la que han hallado Katia y Hilda en el dispositivo:

- Se conocen como Rubíes de Muspellheim. Siempre se mantiene caliente al tacto, puede servir como una fuente casi inagotable de energía, y además puede emplearse para canalizar Dones de Fuego- muevo la cabeza-. Yo no soy capaz aún de manejar ese Dominio... Pero quién sabe. Incluso como elemento en cualquier futura negociación tiene un gran valor.

Muevo las llaves en mi mano, en un gesto inconsciente. Antes de dirigirme a mi vehículo con mis hermanas valkyrias comento a Hilda:

- Sería interesante tener un canal de comunicación con vosotros. Tal vez si Katia- indico al ver que James ya ha tomado posición en el asiento del copiloto- viene conmigo sea mejor. Así ambos coches quedarían comunicados.

Espero a la respuesta de Hilda y James. Entretanto tomo con respeto el arma del hijo de Thor para dejarla clavada al tiempo que me acerco a mi vehículo.