Partida Rol por web

A pesar de la falta de línea de visión directa contra su oponente y de la roca que cubre parcialmente al orco, la enorme destreza del explorador con el arco resulta una vez más envidiable. Un certero flechazo se clava en el costado de vuestro enemigo, que ruge de dolor visiblemente malherido.

Por su parte, el jabalí terrible termina por hacer caso de los requerimientos de su amo y se avalanza hacia los aventureros a la carga. Aprovechando el momento de desconcierto, el bisonte celestial trata de darle un topetazo, pero falla en su ataque. Sin embargo, gracias al ímpetu de la carrera, la embestida del animal sobre la elfa oscura es brutal, hiriendo de gravedad con sus afilados colmillos a la escurridiza espadachina.

El bisonte Celestial arremete agresivamente contra el sargento orco.

El golpazo que le proporciona el bisonte celestial al maltrecho líder del campamento orco es más que suficiente para derribarlo y dejarlo sin vida.

Después del atroz ataque del Bisonte, Bauglir centra toda su atención en el único enemigo que queda en pie en el campo de batalla. El elfo susurra una pocas palabras y antes de que termine de señalar al jabalí con la mano derecha, un gran rayo de energía aparece dirigiéndose a gran velocidad hacia este.

El rayo conjurado por el elfo impacta de lleno en la enorme criatura, que emite un ahogado y lastimero quejido.

Cansado de sutilezas, Wuzuk arremete con su hacha.

El impresionante hachazo del goliath hace mella en el jabalí terrible. El pobre animal vierte sangre a borbotones por una fea herida en el costado, pero increiblemente se mantiene erguido y amenazante.

Por su parte, la elfa oscura también se resiente de sus grandes heridas.

T´rijss, completamente fuera de sí por el dolor, trata de recuperar el equilibrio durante unos segundos y pensar. Se concentra en el monstruo para tratar de esquivar sus envestidas y asesta un golpe con todas sus fuerzas sobre la bestia. Mientras levanta su espada, que se desdobla en dos filos y hiende el aire, T´rijss grita enfebrecida:

POR EILISTRAEE!!

Sacando fuerzas de su propia flaqueza, la elfa oscura vuelve a sorprendernos con sus actos. Lejos de amedrentarse ante la monstruosa criatura que ha estado a punto de acabar con su vida, T´rijss arremete de nuevo con su espadón, empleando su enigmática disciplina sombría. El tajo es letal. De hecho, termina con más de media hoja atravesando el cráneo del jabalí terrible, que sucumbe a los salvajes embites de sus oponentes entre estertores y chorros de sangre.

RAGE!

T´rijss saca su espada complacida y a continuación dice: me he manchado el traje. Alguien tiene alguna poción?

Pese a que no hay enemigos a la vista, Wuzuk no baja la guardia: su primera reacción es mirar si hay alguien dentro de los edificios.

Beren tras ver como acaba su compañera con el jabali se acerca a ella y le ofrece una pocion de curar heridas moderadas. Tras esto se acerca al sargento orco y lo inspecciona en busca de algo de utilidad.

Me tomo la poción "revitalisante"

El panorama es desolador. Cinco cadáveres chamuscados se amontonan junto a la jaula más meridional. Tras uno de los menhires se adivina el cuerpo del sargento orco. Algo más allá, otros tres infelices yacen con heridas de flecha y cornadas. Por último, la ingente masa que conforma el cuerpo del jabalí terrible permanece inmóvil como una pequeña colina.

T´rijss solicita la ayuda de sus compañeros mientras el goliath se dedica a inspeccionar con cautela los tres cobertizos en los que se encontraban los orcos. Rápidamente, Beren saca una de sus pociones y se la entrega a la elfa oscura. Después de tomarse el viscoso líquido que contiene el vial, las heridas de T´rijss parecen mejorar sustancialmente, aunque no terminan de cicatrizar por completo.

Por su parte, el explorador examina las pertenencias del líder del puesto y encuentra dieciocho monedas de oro y un curioso amuleto de marfil con forma de cabeza de jabalí. Mientras tanto, Bauglir observa la escena con una mezcla de orgullo y asco. Orgullo por haber jugado un papel fundamental en la batalla y asco del nausebundo aroma que rezuma en el ambiente. Finalmente, el bisonte celestial convocado por el elfo solar regresa a su plano de existencia.

Los cobertizos están prácticamente vacíos a excepción de varias mantas, algunas sillas y una mesa. Probablemente sólo eran utilizados para resguardarse del intenso frío nocturno de Thar. Sin embargo, en la sala de la que surgió el caudillo orco, encuentras un objeto sumamente interesante. Se trata de una burda nota en una lengua extraña.

Cansado por la batalla Bauglir espera un momentos - Cuando estaba invisible los malditos orcos comentaban sobre la suerte de los humanos que habián capturado hace unos días, tal vez sean lo chicos.- dice el mago mientras termina de recuperar la respiración.- Wuzuk mira bien en los barracones pero mantente alerta. .- suplica al enorme, musculoso y sudado Wuzuk....