Partida Rol por web

Cuando Beren se aproxima al enorme bicharraco, éste le asesta un rápido golpe con una de sus garras. Sin embargo, el conjuro de Bauglir parece haber hecho mella en el monstruo, que falla en su ataque.

Desmonto lo rápido que pueda.
Vaya qué suerte (el total sumando des es 22, supero la dificultad). Me acerco rápidamente a esa maldita bestia. Me muevo hasta donde me he colocado (el troll ha hecho su ataque de oportunidad. Si tiene alguna dote que le permita hacer otro, me lo dices).
Utilizo como swift action la posición defensiva, +2 a mi CA. Y como ataque recurro a mi típica técnica "Shadow Blade". No sé si flanqueo, DJ!

Me quedo con la segunda tirada: el daño sin flanquear es 4d6+12
La primera es un error por haber desglosado. El daño sin flanqueo es de 26pg para el troll... si no hay AdO, o algún error que haya podido cometer.

Si está todo bien lo redacto en condiciones!!!

T´rijss desciende velozmente del caballo y se lanza a por la bestia aprovechando la abertura que Beren a dejado en el lado izquierdo. Mientras avanza desenvaina con rapidez la espada y cuando ya se halla frente al troll da un giro sobre si misma antes de asestar el golpe. La espada se desdobla en dos hojas ante la mirada atónita del troll, y ambas se clavan en su viscoso cuerpo. T´rijss termina el arco de su movimiento y siente cómo su arma desgarra trozos de piel, rompe tendones y músculos, y sale del troll acompañada de una estela de sangre verdosa y pudulenta. Sin embargo los trolls son peligrosos, como todo el mundo sabe, así que reprimie la sensación de euforia y se prepara para el contra-ataque.

Wuzuk, viendo que no puede usar el arco con el troll tan cerca, lo suelta sin pensar y aferra su hacha. Con toda la furia de la que es capaz, la esgrime contra el troll.

El sorprendente y acrobático ataque de la elfa oscura hace claramente mella en el monstruo. Su lastimero rugido de dolor está a punto de dejaros sordos para un buen rato. No obstante, el goliath se encarga de acallarlo con su hacha casi al momento.

Con una parte de su cuerpo a medio seccionar, el troll se gira hacia T´rijss y le ataca ferozmente con las garras, acertando de pleno con una de ellas. Luego intenta morderle en el cuello, pero la enorme agilidad de la drow se hace patente en el último suspiro. Finalmente, la criatura se aleja uno pasos para salir del flanqueo.

Ante el atroz ataque que están llevado a cabo sus amigos, Bauglir piensa que no merece la pena gastar un nuevo hechizo, por lo que se toma el lujo de practicar su destreza con la ballesta. Así que hábilmente la coge de su espalda y da un paso hacia la derecha para facilitar el tiro. Un virote sale proyectado hacia la gran criatura....

Volviendo ha flanquear al troll Beren intenta asestarle otro golpe con su espada, esta vez con éxito. Dejando aparente çmente a la criatura en bastante mal estado-

El tremendo tajo de Beren termina de cercenar parte del cuerpo del troll, que cae al suelo en una posición antinatural a la vez que emite un extraño gorgojeo.

Empiezo a pegarle espadazos al bicho. Hace falta tirar?

Wuzuk comienza a hacer picadillo al troll.

Conscientes del peligro que supone la regeneración del troll, los aventureros no escatiman esfuerzos en trocear y descuartizar a la infeliz criatura durante unos segundos. Suficientes, en principio, para alejarse lo bastante del lugar como para no tener que temer por su regreso.

Mientras tanto, Beren aprovecha para recobrar el rastro perdido tras el combate, volviendo a guiar a sus compañeros por las brumosas y gélidas tierras de Thar. Al cabo de un largo rato, completamente desorientados temporalmente debido a la niebla, el cansancio y la actitud de los caballos sugieren que ha llegado el momento de detenerse a descansar.

Como no habéis encontrado ningún sitio adecuado, el grupo se dispone a pasar su primera noche al raso bajo el manto de una espesa niebla que amenaza con sumirlos en la nada.

Noche en el páramo

Conforme cae la noche van oscureciendo lentamente las brumas que os han rodeado durante todo el día. Sin embargo, la espesa niebla sigue ahí aunque ahora no podáis verla. De hecho, esa certeza os anima a encender una pequeña fogata de emergencia para no perecer bajo el intenso frío, que incluso así se os cala hasta los huesos. El fuego no hace si no confirmar que más allá de unos diez metros a vuestro alrededor todo se vuelve etéreo y difuso. Enfrascados en los preparativos de la cena, los aventureros tratan de aliviar con el calor de la hoguera aquellas zonas más doloridas a causa de los golpes sufridos.