Partida Rol por web

Bauglir, se arma de valor e intenta complicarles las cosas a los cuatro orcos. Con el corazón exaltado, siente cada uno de sus latidos como un sonoro y fuerte golpe que intenta salir de su pecho, el tiempo parece transcurrir muy lentamente para el poderoso mago hasta el punto que cree que los pájaros que ve al norte, flotan y se mantienen en el aire sin necesidad de batir sus alas.
Nuestro amigo comienza a andar, cada uno de sus pasos es preciso y milimétricamente calculado para no mover los distintos obstáculos que se encuentra en su recorrido. Aunque no se desplaza demasiado, a Bauglir le parecen millas y millas de interminable y fatigosa caminata hasta llegar a un lugar donde divisar mejor su objetivo.
Desde su nueva situación el mago observa mucho mejor la jaula donde se encuentra el jabalí, ahora sabe lo que tiene que hacer y para ello recurre a un pequeño truco que aprendió de joven. No puede evitar recordar su infancia, cuando se divertían él y su pequeño amigo Trueque haciendo caer las manzanas del viejo árbol encima de la cabeza de Melibea. Tal vez ahora será mucho más provechosa la “Mano del Mago”.
Para evitar ser escuchado por los orcos, lanza el truco en el más absoluto de los silencios. Ahora el viejo candado oxidado que enlaza el cierre de la jaula esta bajo el control de Mago, y con sumo cuidado es liberado éste abriéndose la prisión de jabalí.

La animada conversación que mantienen los dos grupos de orcos entre sí parece ayudar al elfo solar en su intento por pasar desapercibido. Después de conjurar en silencio, Bauglir aguarda el resultado atenazado por la tensión del momento.

-¡Bien!--exclama para su fuero interno el mago cuando observa que el viejo candado que sostenía la cadena cae al suelo, dejando la puerta a merced de cualquiera para abrirla con facilidad.

El elfo está sopesando cuál va a ser su próximo paso cuando, de pronto, escucha un ligero ruido a su izquierda. Afortunadamente, se trata de sus tres compañeros que ya deben haberse cansado de esperar o, quizás, no han podido aguantar su temor por salvaguardar el bienestar del conjurador.

Los nervios por la tensa espera os empujan a acercaros al campamento orco, al menos hasta comprobar que vuestro compañero no ha sido sorprendido y capturado. Caminando lo más sigilosamente de lo que sois capaces, os aproximáis hasta quedar a una distancia prudencial.

Según parece, hasta ahora Bauglir está jugando bastante bien su papel, pues no hay ni rastro del mago. Sin embargo, cuatro orcos apostados sin mucha cautela charlan entre ellos junto a los cobertizos. Toda una amenaza ante vuestro próximo paso.

Los orcos que estan frente a la jaula parece que hablan sobre la construccion de una fortaleza y un señor de la guerra. Y los de más al sur sobre los chicos que estamos buscando.
Propongo que acabemos rapido con los que estan cerca de la jaula para evitar tener un altercado con esa gran criatura que tienen capturada, no sabemos si la tienen bajo control. Y no debemos acabar con todos para que nos digan donde podemos encontrar a los secuestrados. ¿Estais de acuerdo? Si es asi solo falta como separarnos para empezar y esperar a Bauglir por si se puede enterar de algo antes . Les susurra Beren mientras prepara su arco y una flecha preparandose para el ataque.

Sin saber dónde está Bauglir, podríamos ponerlo en una situación comprometida sin comenzamos la lucha sin más. Hay que localizarlo antes, sugiere Wuzuk mientras busca cualquier signo que delate su posición.

Bauglir tiene la intención de abrir la jaula, pero no consigue encontrar la manera de acceder hasta la puerta de la misma sin acercarse demasiado a los dos orcos que allí se hallan. Pasan los segundos y el elfo comienza a sentirse cada vez más tenso. Justo cuando iba a tomar una decisión, hace acto de aparición un nuevo invitado, otro orco que sale del cobertizo central bostezando.

Mientras discutís en voz baja qué decisión vais a adoptar observais que un nuevo invitado se suma a la fiesta. Se trata de otro orco que sale del cobertizo central bostezando. Seguís sin tener ni la más remota idea de dónde puede encontrarse Bauglir. ¿Acaso lo habrán descubierto?

Debemos esperar -Digo apenas con un hilo de voz. Precipitarse es un error. ¡Eso es un jabalí gigante! Espero que abra la jaula, eso generará tal caos que puede ser buena ocasión para un ataque... si no termina ese monstruo con todos los orcos.

Beren escucha algo extraño a su derecha. Rápidamente, el explorador se gira hacia el sonido, pero no logra ver de qué se trata, tan sólo una pequeña ramita meciéndose al viento a unos diez metros de distancia. A lo mejor ha sido imaginación suya.

De pronto, Beren su vuelve hacia su derecha dando un respingo. Cuando lo miráis para ver qué demonios pasa, el exlorador parece estar buscando algo con la mirada mientras frunce el ceño.

¿Sucede algo?, pregunta en voz baja Wuzuk, que ha visto el sobresalto del explorador.

Me parece que aqui tenemos a Bauglir, me parece quiere hacerse ver con esa rama de la derecha dice Beren a sus compañeros susurrando mientras gira la cabeza hacia donde viene el ruido.