Partida Rol por web

Hilos invisibles

Capítulo 0: Resonancia (Devendra)

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12/04/2016, 16:44
Ruth Williams

¿Cómo que este lugar no está sucio? Está como una cabra, no, peor... Es creyente.

Mi madre siempre me dijo de no despreciar a otros por raza, religión o sus pintas, la verdad es que yo era la menos indicada para lo último. Lo que pensaba la gente que me conocía era muy diferente de si me veían en bikini en una revista de surf a si me veían llena de virutas con ropa de hombre y viviendo aún con mis padres. Sí, no era nadie para meterme con sus creencias, pero no me iba a convencer que aquel lugar no estaba lleno de suciedad, era algo obvio. 

-Si tú lo dices...- contesto al hombre, inclinando hacia un lado mi cabeza, sin acabar de comprender. Seguramente no había oído de todas las enfermedades raras que se descubrían cuando los hombres visitaban lugares "vírgenes e inexplorados". O que nosotros no estábamos hechos a explorar tierras nuevas, teníamos nuestro reservorio que eran las ciudades y ya. Era tontería movernos a tierras hostiles para sentirnos más vivos, cuando en realidad podíamos morirnos y ya.

Le miro por su pregunta, sobre el taller. -Hago tablas de surf... Y las monto- me refiero a que surcaba las olas, obviamente. Es cuando pienso en los talleres mecánicos que siento otro escalofrío, toda esa mugre que no podías quitar nunca. Las virutas eran aspirables y nunca entraban en casa, pero la grasa...

... como si no fuera lo suficiente asqueroso ver a esos tíos sudados, pringados en aceite y orondos en su mayoría.
Dejemos los talleres, ¿me está hablando de suegros?

Niego a su ofrecimiento y pongo las manos entre ambos, aumentando así la distancia. -Emmmm... No, gracias, nada de suegros para mí. No me gusta lidiar con familias ajenas, pero gracias. Yo en realidad debería volver, porque me dejé a alguien...- digo pensativa, pensando en Hyun y en cómo apareció. Aquel pobre hombre debía pensar que era una cabrona por dejarle en medio de Tamarama en mitad de la noche, desapareciendo. -La cosa es que no sé cómo volver.

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15/04/2016, 15:18
Devendra Balabhadra

Enarco una ceja cuando interpone sus manos entre nosotros tan directa. Me sorprende las distancias que mantiene la mujer, pero mira, igual es que todos los occidentales son así de pulcros y serios. Termino por encogerme de hombros y continúo mi camino hacia la salida para irme a casa de mis suegros. - No puedo decirte cómo hacer eso ni aportar nada, créeme, nunca he viajado como vosotras.

...y además tengo la sensación de que no quieres mi ayuda ni estar un segundo más aquí.

- Piensa en lugares más limpios, a lo mejor eso ayuda - explico con una sonrisa saliendo del templo. - Y a pesar de que me encantaría continuar hablando contigo, tengo un asunto de vida o muerte entre manos- confieso dejando ver por primera vez un poco de cansancio en mis facciones.

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16/04/2016, 15:37
Narrador

Hasta este momento la presencia de Ruth a tu lado te aporta esa sensación cálida que ya experimentaste con Rena. como si una vez más estuvieras tocando el alma de alguien con los dedos, y ella pudiera hacer lo mismo contigo. Tal como sentías con la japonesa, ahora también te sientes como si pudieras confiarle todo tu ser a alguien. Sin embargo, algo sucede. De repente está ahí y de repente en un momento dado, sin necesidad de girar la cabeza, sabes de alguna manera que vuelves a estar a solas.

Es como si el hilo invisible que te unía con ella se hubiera estirado hasta desprenderse por la tensión. Llegas al exterior del templo ascendiendo por esos escalones terrosos y allí está tu moto esperándote, pero Ruth ya ha desaparecido, como si nunca hubiera estado ahí. Si no fuera por esa extraña sensación de soledad que ha dejado en tu pecho.

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18/04/2016, 20:19
Devendra Balabhadra

Por un momento pienso que el hecho de pensar en lugares más limpios la ha podido hacer volver, de manera que quizá el recuerdo de su hogar sea suficiente. Me sabe un poco mal que se haya tenido que marchar de esa manera, corriendo y sin ganas de querer conocer un poco más de este lugar pero no podía obligarla a cambiar. Siento que es un poco decepcionante que por la suciedad y la naturaleza se haya mostrado algo distante. 

Lo que hago a continuación es enviar un mensaje de texto a mi prometida:

Ya voy, hay mucho de lo que quiero hablarte. Desde hoy todo es un poco más diferente...

Suspiro una vez más y tras despedir el templo con la mirada me subo a la moto para poner rumbo a casa de mis suegros. Sé que también podría haber dicho algo a mis padres pero antes prefiero hablarlo con Alisha, confío en que ella me ayude a salir de este apuro. 

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23/04/2016, 01:17
Narrador

Esa sensación de soledad que Ruth ha dejado en tu vientre al marcharse te acompaña en tu camino hacia la moto. Puede que tu mente esté ocupada pensando en Alisha o en cómo vas a solucionar todo lo que tiene encima, pero una parte de ti se ha quedado prendida de esa mujer rubia, así como antes se había quedado colgada de la oriental.

Envías ese mensaje, pero la respuesta no es inmediata. De modo que arrancas la motocicleta internándote en la noche cerrada y acercándote a una zona menos apartada del pueblo. Es una suerte conocer bien el terreno, porque a esa hora y con esas condiciones en el camino el trayecto si no podría ser complicado.