Partida Rol por web

Hispania Prima Bellatrix

El reclutamiento

Cargando editor
07/07/2008, 20:37
Director

Cáceres 26 de Enero de 1556.
Se ha levantado un gran revuelo, los chiquillos corren de un sitio para otro gritando: - Un capitán!! , Los soldados!! los Tercios están aqui! .

Cargando editor
07/07/2008, 20:37
Director

Os encontrais en la Plaza Mayor , hay una gran multitud congregada, la plaza está abarrotada. Hombres, mujeres , niños e incluso numerosos ancianos se miran unos a otros y bromean entre ellos.
Un hombre lujosamente vestido, con armadura de combate, moreno y con un mostaño negro como el carbón camina solemne de un lado a otro del portón de la casa del pueblo.
Justo enfrente, donde no hace tanto estuviese el cadalso para las ejecuciones, está ahora una estructura de madera con un escritorio, un tintero y una pluma descansan sobre un gran lienzo de papel. Un chiquillo algo peor vestido corre con un tambor , la famosa " caja " y lo cuelga de la fachada de la casa del pueblo. Sabeis muy bien lo que eso significa. Un punto de reclutamiento. El hombre de la armadura sin duda es un capitán con una "conducta " para levantar una compañía con la que servir a su majestad.
Otro chiquillo con mejor pinta que el otro, está sentado detrás del escritorio. Se echa hacia atrás en la silla y bosteza. El capitán le echa una mirada fulminante y el chiquillo se incorpora, poniéndose rígido como un madero.
El capitán suspira, sube a la estructura de madera por unas escalerillas. Mira a la multitud congregada, y la gente poco a poco empieza a callar. Va a empezar la proclama.

Cargando editor
07/07/2008, 21:41
Don Pablo Quijano

Don Pablo llega paseando despacio a la plaza con aire gallardo.
- Disculpen -dice, escabulliéndose entre un grupo de ancianos de la cuarta fila.
Con la mano aparta a cinco granujillas que corren entre las filas gritando se unos a otros.
Antes de llegar al centro ve a una muchacha de unos diecisiete años y tez morena. La sonrie.
- Señorita - saluda, cortes mientras toca su sombrero.
Un hombre grande, gordo y calvo se coloca entre el joven y la muchacha mirando a Pablo con cara de pocos amigos.
Al fin Don Pablo decide dar un ultimo paso a primera fila para escuchar con claridad al capitán.
No sin antes propinar un guiño cómplice a la muchacha.
Tras esto comienca a escuchar atento.

Cargando editor
07/07/2008, 22:13
Rosendo Villalobos Martínez

El viejísimo hospicio eclesiástico había cumplido la vieja consigna: no más de una noche y una comida por viajero, por necesitado que esté. Un "amable" fraile le había "invitado" a desalojar el camastro y buscarse la vida. Fue vomitado, casi literalmente, de nuevo a las calles de Cáceres.

Caminó, casi sin rumbo, dispuesto a dirigirse al barrio de los curtidores. El cabrero, aunque poco, entendía algo de pieles y tal vez pudiera aprender un nuevo oficio en uno de los gremios de la ciudad, aunque comunmente no aceptaran a hombres tan viejos como aprendices.

Andaba pensando en su mala ventura, cayado en mano, cuando en una de las embocaduras de la plaza mayor, una aglomeración atrajo su atención. Se acercó, entre curioso y aburrido, al punto de que un hombre ricamente vestido y armado subiera al cadalso. Detrás de él, un tambor colgado en la fachada de una casa. Aquello parecía interesante, así que se mantuvo algo por detrás de la muchedumbre, mirando al hombre con el viejo cayado apretado en sus grandes manos.

Cargando editor
08/07/2008, 00:20
Antonio González Chacón

Que la llegada Cáceres fue trabajosa lo sentencian las molestias en la planta del pie izquierdo y el hedor a hombre que desprende su ropa. Prisa debía darse para llegar a tiempo y así se la dio, casi sin dormir ni tiempo para yantar, de lo que sus tripas, por lo visto, aún no se han olvidado, pues aprovechan vilmente cualquier interludio para recordarle con sus lamentos y estrujamientos que acatan pero no olvidan.

Atraído por el jaleo, poco le cuesta abrirse paso hasta las primeras filas, no tanto por la dificultad de visión (su altura sobresale entre la multitud como aleta de tiburón en la mar calmada) como por la de entendimiento, pues no desea perder ni un ápice de lo que el hombre de la armadura está, parece, a punto de soltar.

Un poco nervioso, mirando de reojo a la multitud por aquello del por si, atiende con denuedo y avizor la plática en cuestión.

Cargando editor
08/07/2008, 18:09
Diego Láinez Montoro

- Hé aquí que por fin llega el capitán que estoy esperando - piensa Diego Láinez - y a fé mía que es gallardo su porte... parece que los tercios siguen llevándose a vencer, y a morir, al extranjero a los mejor de estas tierras.

Mientras piensa esto, se acerca hasta la primera fila, dando codazos a algún paisano curioso y collejas a un par de chavales, malandrines, que miraban su bolsa con perverso interés... - será poco lo que tengo, pero a Milán se viene conmigo - piensa.

Aunque ya ha escuchado las palabras que el capitán va a decir en otro lugar, y sobre todo con otra compañía - el recuerdo de su padre casi hace brotar una lágrima en sus ojos... casi... - presta atención a lo que se va a decir... - nunca se sabe con qué pueden sorprendernos los ejércitos del Rey Nuestro Señor....

Mirando en derredor, no pueden dejar de llamarle la atención algunos de los rostros y cataduras que ve... aquel parece un estudiante - ...¿sabrá manejar la espada o tan sólo será un ratón de biblioteca?... -; el otro más bien un pobre labriego, o incluso puede que un pastor de la dehesa - ...ojo con esta gente, uno piensa que ni les va ni les viene lo que acaece, y luego resulta que te salvan la vida cuando pensabas que no te sacaba de esa ni San Pedro... -; y luego está aquel tipo alto, el alto - ... buenos hombros, doy fé... ese será bueno tenerle cerca cuando haya que cavar trincheras o hacer una descamisada.... Pero - le desconsuela - no tantos serán los que se alisten, y aún así sólo unos pocos saben realmente a lo que se prestan voluntarios....

Notas de juego

A lo largo de los diferentes posts, iré poniendo en cursiva lo que el personaje piensa o dice, para que no quede duda con respecto al resto del texto.

Cargando editor
09/07/2008, 18:46
Ricardo Narváez

Héme aquí en nombre de su majestad el nuevo rey, el señor le bendiga, Don Felipe El Segundo de España, De las dos Sicilias, Napoles, Milán, Mallorca , las Canarias y los territorios americanos, con una conducta para levantar una compañía por los villorrios y villas Extremeños. Esta compañía marchará de aquí a dos días a Sevilla donde se embarcará con el resto de los bisoños reclutados por todo el reino, rumbo a Nápoles y de alli a pie hasta Milán . Ningun hombre entrará en pelea con el enemigo sin conocer antes el oficio de las armas. En Milán los hombres que aqui hoy se alisten aprenderán del oficio de los soldados
allí guarecidos. Daré 4 escudos ahora a todo el que estampe su firma , y la promesa de 4 escudos mensuales y una parte de la mitad de lo capturado al enemigo en batalla. Daré otros 3 escudos al soldado que sepa de disparar para comprar arcabuz o mosquete.

Calla mirando a la multitud alli congregada, toma aliento y lanza un grito

DULCE ET DECORUM EST PRO PATRIA MORI!!!

Se hace el silencio, y los hombres se miran unos a otros como queriendo saber el significado de aquella palabras.

Es un dicho romano, y significa : " Es dulce y Honorable morir por la Patria "

La multitud estalla en vítores a las Españas , al rey y a Dios.

EL capitán saca una bolsa de cuero llena hasta los topes de escudos imperiales.
Lanza una moneda al aire y la atrapa con la otra mano , después hace una reverencia y señala a un chico de la primera fila.

Tú! como te llamas muchacho???

- Sancho Gálvez de Osuna , señor -

Eres mayor de dieciseis años????

- En Marzo haré diecisiete señor

Caramba muchacho, ya eres todo un hombre!! . Quieres viajar , aprender un oficio, recibir honores y ser agasajado por las damas?

- yo ... no se qué decir.... - el muchacho se sonroja y la multitud estalla en carcajadas.

No hay nada de qué avergonzarse, vamos sube aquí y conviértete en hombre!!! , eres ESPAÑOL!! no un amanerado francés!, vamos ven sube

Sancho sube al escenario dubitativo, el capitán le agarra por el brazo y le señala la pluma que está encima del escritorio. Sancho se acerca, se agacha y escribe su nombre. AL darse la vuelta para volver a bajar, el capitán le sonrie y le abraza como a un hijo.
Ya eres un Bisoño muchacho!! tu madre puede estar orgullosa de tener a un hijo sirviendo en los Tercios!!

La multitud vuelve a estallar en vítores.
Sacho desciende y el capitán hace una seña a su ayudante

Cargando editor
09/07/2008, 19:59
Director

El ayudante se pone en pie y grita:

- Todos aquellos que quieran alistarse que suban por orden!! se les darán los dineros ahora bajo promesa de estar a las afueras de Cáceres a la amanecida de aqui a dos días.

Varios hombres de mediana edad y otros más jóvenes empiezan a subir uno detrás de otro, uno a uno van firmando.
Se empieza a formar una cola de varias docenas en poco tiempo.

Cargando editor
09/07/2008, 21:39
Diego Láinez Montoro

¡¡Voto al demonio y a sus huestes de turcos y franceses!!- piensa Diego - a fé que si estas cantidades de dineros están cambiando de manos es que en verdad hay problemas y urge llevar las tropas a Milán... Ahora o nunca Diego.

En vista de la cola que se está organizando, Diego avanza a paso decidido hasta la cola y toma su puesto, mirando fieramente a diestra y siniestra - Ya habrá tiempo de camaradería más adelante, ahora hagamos como los buenos lobos y marquemos el territorio.

Cuando por fin le llega su turno ante el ayudante del capitán, se yergue cuan largo es, apoya las manos sobre vizcaína y toledana con aire profesional, y haciéndose escuchar por quienes están cerca dice: Me llamo Diego Láinez Montoro, natural de Valladolid, y soy soldado viejo de los Tercios de Flandes. Sé cebar, apuntar y disparar un arcabuz, servir una pieza de artillería y, sobre todo, acuchillar franceses. ¿Dónde he de firmar?.

Cargando editor
09/07/2008, 22:49
Director

El chiquillo te sonrie y te señala el lienzo de papel y la pluma.

Abre la bolsa y deja cuatro escudos encima del escritorio.

- Señor va para arcabuceros entonces?

Cargando editor
10/07/2008, 00:12
Don Pablo Quijano

Don Pablo hace un gesto de despedida a la muchacha de la multitud y se sube a la palestra apoyando sus manos sobre el tablado para dar un pequeño salto.
Sin ponerse el primero se coloca en un puesto medianero sonriendo a un enfadado labriego que espera ostentaba antes su lugar.
-No os lo tomeis a mal, mi buen amigo. Mas soy un hombre de muchos queaceres.
Después de ver la desfachatez con la que Diego ha ocupado el primer puesto sonríe. Ese es el orgullo que hace de los españoles el pueblo elegido para guardar la pureza de la fe.

Notas de juego

Vale ahora veo que hay que narrar en presente y con las frases del pesonaje en negrita.
Disculpadme si no respete eso en el post anterior pero desconocia ese hecho.

Cargando editor
10/07/2008, 01:00
Diego Láinez Montoro

- Arcabucero, sí... pero serviré placentero donde sea menester. Que en el oficio de servir con las armas a Su Católica Majestad no existe labor deshonrosa - dice.Tras firmar, y al ver de reojo como el estudiante se sitúa en la cola, piensa: Pardiez, parece que el ratón de biblioteca tiene arrestos, después de todo.

Notas de juego

Vale, cambio le aspecto "cursiva" para mis frases y pensamientos por "negrita".

Cargando editor
10/07/2008, 01:26
Don Pablo Quijano

Al ver pasar a su lado a Diego, Don Pablo, le sonríe con camarderia.
Mientras espera impaciente contempla complacido a la multitud entusiamada:
-¡Dios salve al Rey!¡Gloria eterna a los hijos de España!- corea hacia el gentío.
El orgullo toledano rezuma fuerte en su voz, mientras se mesa la barba satisfecho.

Cargando editor
10/07/2008, 05:31
Ricardo Narváez

Como arcabucero este hombre servirá

Interviene el capitán desde una posición en la que nadie diría que podría haber escuchado a Don diego.

Cargando editor
10/07/2008, 05:33
Director

El muchacho saca otros tres escudos de la bolsa y se los deposita en mano a Don Diego.

Después al llegar Don Pablo saluda con un gesto hosco y replica:

Mi señor, pica arcabuz o Mosquete?

Cargando editor
10/07/2008, 11:01
Don Pablo Quijano

-¡Mosquete! Un arma noble para un hombre de letras- exclama presumido, para ser oido por la multitud.- ¿Donde he de firmar?
En todo momento queda claro que Don Pablo está disfrutando cada momento.

Cargando editor
10/07/2008, 11:00
Antonio González Chacón

¡Pardiez, ha llegado el momento!
Se pone a la cola, pues no hizo tan largo viaje para desistir ahora. Ve cómo algunos compatriotas se apresuran por avanzar puestos, algunos hasta se cuelan y otros, esperando no ser vistos, ahuecan el ala por lo bajini y se escabullen entre la multitud.
Siente un nudo en el estómago, pues ha comprendido que su vida a punto está de girar y tomar un rumbo que Dios sabe dónde le llevará. Pero aquí está, la aventura que esperaba, la ocasión que soñaba de descubrir, aunque sea a punta de blanca, lo que el mundo puede ofrecerle a un joven vigoroso y con arrestos para defender esta contradictoria España.
Mas, entrelazando así sus pensamientos, su mirada atenta observa de pronto algo nimio, insignificante, banal para los demás, pero que a día de hoy le sigue provocando azoramiento y que le suden las manos, que rápidamente se limpia frotándolas contra el pantalón.
¡Virgen Santa, hay que firmar!
No es que no lo haya hecho nunca, pues ya cuando acompañaba al mercado a su padre para vender la cosecha se vio en la tesitura de rellenar algún que otro legajo de permiso, más el alguacil era conocido y el borratajo a él bien poco le importaba que fuese hacia diestra o hacia Estambul. No, eso no le preocupaba. A fin de cuentas, muchos estaban en su situación, o eso le gustaba creer. Pero, ¿y si el capitán, este hombre que se ve docto y erudito, pues hasta domina el latín, considera impropio del ejército español a un iletrado que no sabe ni poner su nombre?
Vamos, Antonio, trata de dejar buena impresión y que este hombre vea que, aunque no sabes escribir, estás dispuesto a cumplir concreces el deber que te encomiendan, sea este cual sea.
Quedando ya pocos en la fila, Antonio sube con decisión y se planta de brazos cruzados frente al chaval, irguiéndose en toda su estatura y clavando en él su mirada:
- Buenos días, me llamo Antonio González Chacón, natural de Valladolid, hijo del señor Manuel y de la señora Estela, que el Señor tenga en su gloria. No sé leer, escribir, ni disparar arma de fuego, pues toda mi vida la he pasado trabajando la tierra. Pero soy honrado, trabajador y cumplidor, por lo que no dude que llevaré con el máximo empeño a buen término cuanta tarea se me encomiende.
Espera la respuesta del muchacho, mirando de reojo al capitán y rogando interiormente por ser aceptado.

Cargando editor
10/07/2008, 11:45
Director

EL muchacho no parece impresionado por tan gloriosa presentación, se limita a encogerse de hombros.

Con una marca bastará yo anotaré vuestro nombre por vos

Quedan ya muy pocos en la fila, los que ya han firmado se juntan en pequeños corros improvisados bromeando y hablando de todo un poco. Hay quien prefiere luchar en Flandes mientras matando protestantes mientras que otros en cambio prefieren dar muerte al francés. Algunos de los hombres se presentan , se atisba una luz de camaradería entre algunos de esos hombres que se acaban de conocer.

Cargando editor
10/07/2008, 12:20
Antonio González Chacón

Aliviado, realiza la marca y deja sitio al siguiente.

Cargando editor
10/07/2008, 13:06
Don Pablo Quijano

El joven bachiller se acerca a Antonio por la espalda y le pone la mano en el hombro.
- No te preocupes amigo. No serán tus estudios lo que mate a esos cochinos franceses. - le sonríe complacido. - Es valor y fuerza lo que espera el Rey de sus tercios españoles.
Don Pablo zarandea una pequeña bolsa de cuero con su paga y la toca complacido. El dinero ya le quema en el bolsillo.