Partida Rol por web

Historia de una Ascensión.

Segunda Viñeta. Un Monje de los Deseos.

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24/03/2020, 18:25
Narrador

Miz'ri la la Negra, sacerdotisa de la diosa del placer y el dolor había ascendido a la cúspide de su fe en Baratar no hacía mucho. La antigua sacerdotisa, Tis'la, había ascendido también y se había marchado al templo de Muuglw'tli en Kelack, la capital del reino Kelcko tras la muerte del sumo sacerdote Ankáranimor. Tis'la confiaba en Miz'ri. Llevaba años haciéndolo y la había preparado para el puesto cuando ella lo dejara. Sin duda, esperaba que Miz'ri pudiera un día sucederla al frente de la fe de Muuglw'tli en el reino, pero debía demostrar su valía, pues había otras sacerdotisas igual o más preparadas que ella.

El objetivo de Miz'ri no era otro que el de expandir la fe de Muuglw'tli en todo el condado de Baratar. Si lograba que los devotos moradores del condado adorasen a Muuglw'tli, no solo podría abrir más capillas y los ingresos por el diezmo aumentarían, sino que su diosa estaría contenta con ella y lo más importante, Tis'la también lo estaría y pensaría en ella como una buena suma sacerdotisa. Miz'ri tenía muchos planes para expandir la fe, no sólo por el condado y el reino, sino mucho más allá.

Además, habían buscado buenos aliados en otras iglesias. Una de las que contaba con más adeptos no era otra que la de Nuktu, señor de los Deseos. Se trataba de un dios ambiguo, pues se decía de él que podía conceder grandes deseos a sus fervientes seguidores, pero el precio que pagaban por ellos, era muchas veces abusivo. No se trataba de un dios del bien, pero tampoco de un dios maligno por definición, o al menos eso era lo que decían sus clérigos, pero Miz'ri creía que aquel dios estaba más cerca de ser un demonio que un ángel.

La alianza entre la iglesia de Muuglw'tli y la de Nuktu no era de conocimiento general ni de facto. Era una unión secreta, una alianza oculto a la vista de todos. Sin embargo, la iglesia de Nutku y la fe de Muuglw'tli tenían mucho más en común de lo que se podía ser a simple vista. No lo reconocerían abiertamente, pero se apoyaban el uno al otro, pues el bien de uno era el bien del otro y la caída en desgracia de uno era la caída del otro.

Fue uno de los sacerdotes de Nuktu quien acudió bajo disfraz al templo de Muuglw'tli. Miz'ri le conocía desde hacía tiempo. Había tenido tratos en el pasado con Tis'la. Se trataba de un humano llamado Grimfrid Werd. No se dejaba ver por el templo de Miz'ri si no era por algo realmente transcendental y a Miz'ri tampoco le hubiera gustado que acudiera a su casa de no ser por algo importante de verdad. Confiaba en que así fuera y por ello le recibió.

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31/03/2020, 11:30
Miz'ri la Negra

Miz'ri recibió a Werd un poco molesta, pero no podía molestarse con aquel con quién tenía tratos, de modo que estudió una sonrisa amable cuando enfrentó al clérigo de Nuktu.

-Bienvenido -saludó-. ¿Qué te trae por aquí a horas tan extrañas? ¿Va todo bien?

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31/03/2020, 11:54
Grimfrid Werd

Grimfird Werd hacía tiempo que no paraba por el templo de Muuglw'tli. No había vuelto a pisar los mosaicos que adornaban sus suelos desde que Tis'la se marchase a Kelack a dirigir la fe de su iglesia desde la cúspide. Lo cierto era que todavía no había tenido tratos con la nueva sacerdotisa de Baratar, aunque estaba convencido de que el momento había llegado finalmente. Werd accedió al templo con una sonrisa anclada en su arrugado rostro.

Recuerdo que Tis'la era muy hospitalaria conmigo cada vez que la visitaba. - Dijo. - Siempre me ofrecía un cómodo sillón y una copa de ese excelente vino que cosechan los adeptos en las viñas. - Miró de forma burlona a Miz'ri. - Espero que no se hayan perdido esas buenas costumbres.

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31/03/2020, 12:05
Narrador

Miz'ri asintió. 

¡Si, claro! - Le dijo. 

Ambos sacerdotes se adentraron en el templo. La entrada del mismo daba paso a una amplia sala con columnas hasta el techo que sujetaban la bóveda que conformaba éste. Una serie de bancos estaban dispuestos de manera circular hacia el centro del salón donde, se encontraba una plataforma sobre la que reposaba un altar. 

En las paredes lateral se hallaban cristaleras por las que se colaba la luz, en las cuales se habían representado escenas de vicio y depravación, y junto a dichas cristaleras, algunos frescos y tapices que pendían de la pared, donde se mostraban escenas de dolor, sexo, vicio y sobre todo de placer. Además, repartidas en lugares estratégicos, se encontraban algunas estatuas de piedra o cobre que representaban a la diosa Muuglw'tli.

Pero no era allí donde iba a tener la reunión, sino en una pequeña sala situada en un lateral. Se trataba de un pequeño despacho con una terraza que daba directamente al jardín trasero del templo. Se trataba de una habitación oscura, decorada con una pequeña estatua de menos de un metro de la diosa jugando con una enorme serpiente y varias pinturas colgando en las paredes libres de estanterías repletas de archivos. También había un escritorio, dos cómodos sillones y un mueblebar repleto de licores. 

Miz'ri agarró dos copas y vertió vino en su interior entregándole una de las dos a aquel hombre. Estaba ansiosa por saber el porqué de su visita.

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31/03/2020, 12:15
Grimfrid Werd

Grimfrid probó el vino, paladeó y acto seguido esbozó una sonrisa.

Delicioso. - Dijo entonces. - Como recordaba este vino... 

Se sentó en el sillón y se acomodó. Tardó unos segundos en volver a hablar, pero antes dio otro sorbo al vino y se fijó la mirada en los ojos de la elfa oscura durante unos momentos.

Sabes que la iglesia de Nuktu y la de Muuglw'tli han mantenido tratos en el pasado. - Afirmó. - Eso tiene que seguir así. ¿No crees? - Sonrió. - Seyran y sus aburridos seguidores llevan demasiado tiempo monopolizando la fe de nuestro pueblo. Nuktu ha ganado seguidores en los últimos tiempos, pero no representamos ni un cinco por ciento de los fieles del país y vosotros, querida... - Dio otro sorbo. - ¿Alcanzáis a penas un dos por ciento? - Negó con la cabeza. - Algo está a punto de pasar. Una oportunidad. Nuktu me lo ha dicho. ¿Te interesa?

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31/03/2020, 12:45
Miz'ri la Negra

Miz'ri tomó asiento, cruzó las torneadas y oscuras piernas y tomó la copa de vino en la mano para darle un sorbo. Le gustaba llevar túnicas escasas, adoraba la libertad de la desnudez y la provocación; y también le gustaba mostrar sus cicatrices, causadas como devoción hacia Muuglw'tli. Su túnica era de morado intenso, a juego con sus ojos. Estaba sujeta a su cuello, descendía por el torso hacia la cintura en dos partes, dejando al descubierto todo menos los pechos, e iba sujeta con un cinturón. El resto de la tela, de una gasa vaporosa, descansaba entre sus piernas. Pulseras de oro colgaban de sus muñecas y tobillos. En los muslos, mostraba las escarificaciones que la identificaban como alta sacerdotisa, devota de Muuglw'tli.

-Seyran -suspiró- está sobrevalorado. Claro que me interesa lo que Nutku tenga que decir. A fin de cuentas, somos aliados. Dime, ¿qué sabes tú que no me haya dicho Muuglw'tli?

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31/03/2020, 12:53
Muuglw'tli

Miz'ri echó una furtiva mirada hacia una de las paredes del despacho donde se encontraba la imagen de Muuglw'tli, diosa del dolor y del placer. En ese momento recordó los centenares de veces que se había infringido autocastigo para sentir el dolor que le acercaba a su diosa, quien a cambio, le devolvía una placentera sensación de cercanía. Recordaba el suave pero firme tacto de su látigo golpeando contra su espalda y las escarificaciones que marcaban su cuerpo al igual que los tatuajes que la adornaban. Todo ello había ocasionado dolor y sufrimiento, pero había sido recompensado siempre con inmenso placer.

Entonces abandonó aquella ensoñación pasajera y regresó al lugar que ocupaba su cuerpo. En su despacho y frente a aquel hombre que portaba palabras extrañas y enigmáticas para ella...

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31/03/2020, 13:14
Grimfrid Werd

El Corregidor está en las últimas. - Reveló Werd. - Morirá en breve y eso desembocará en una guerra para su sucesión. - Sonrió. - Son muchos los interesados en ocupar un puesto que otorga tantos beneficios al que lo ostenta. 

 

El puesto de Corregidor era una figura que se había implantado en la gran mayoría de reinos humanos del noroeste de Harvaka. Principalmente en los pueblos descendientes de los primeros vovits que se asentaron en la región milenios atrás. Sus funciones eran muchas y muy variadas según el reino en el que uno se encontrase. Concretamente el Corregidor del rey de Kelcko cumplía las funciones, además de asesoramiento, de recolectar y custodiar los impuestos destinados al tesoro o asegurarse de que la figura del Rey era respetada así como sus intereses en todo momento. 

Por tal razón el Corregidor podía decretar que se estaba llevando a cabo un delito de traición al Reino y  tenía el deber de arrestar al los culpables y conducirlos ante el Magistrado o el mismo Rey, contando con una pequeña dotación de guardias de élite para llevar a cabo tal cometido. Jerárquicamente estaba por encima tanto del capitán de la guardia de cada ciudad y su palabra contaba el doble que la de cualquier otro noble. No podía ser juzgado por los magistrados locales y dependía directamente del Rey. Lo que le daba además de muchas responsabilidades, también muchos privilegios.

Aquello era extraño. El Corregidor no era un hombre anciano, rondaba de hecho el medio siglo de edad. Miz'ri le conocía bien, pues en más de una ocasión, aquel maldito bastardo se había metido con ella o con su culto, por creer que podían estar vulnerando el poder real, aunque por suerte, hasta la fecha habían salido bien parados, aunque les hubieran impuesto alguna que otra multa. Tis'la supo tratar con el Corregidor y Miz'ri tendría que aprender también a hacerlo.

Con su muerte se producirá una gran conmoción. - Dio un sorbo de vino. - En ese momento tendremos que estar atentos y aprovechar el momento. ¿Lo entiendes Miz'ri?