No, no sabes nada de las ruinas
No, no sabes nada de las ruinas
No, no sabes nada de las ruinas
- Yo se una cosa. Dijo el enano con con el rostro muy serio. - Las rocas son de mala calidad, y sin duda, el edificio que antes eran, lo construyó un mal aprendiz...
Con un gesto teatral, y un sonoro aspaviento, Gog escupió al suelo.
- ¿Que hacemos ahora? Dijo el enano mirando con ceño fruncido a sus compañeros. - ¿Vamos a ver esas desastrosas ruinas? Nunca se sabe si podemos encontrar algo, o alguna clase de pista...
Algo decepcionado pues las únicas pistas que he encontrado me llevan a las ruinas y éstas no me cuentan anda especial.
-Lo único que he podido encontrar me trae hacia estas ruinas... poco más... pero algo tiene que haber que nos diga hacia dónde debemos continuar...Ese hombre debe poder volver a ver su hijo-digo con mi típica actitud amigable y siempre dispuesto a ayudar.
Miro a mis compañeros que no aprecen saber más que yo. Obedeciéndo las palabras del enano rebusco entre las ruinas a ver si encuentro algo que me de alguna pista más sobre el paradero de nuestro secuestrado.
Tirada: 1d20(+4)
Motivo: Seguir buscando >.<
Resultado: 12(+4)=16
Reithar empieza a caminar por las ruinas cuando huele algo en el aire. Descubre un fino rastro de humo que viene de la cima de uno de los mayores restos del antiguo torreon a unos 3 o 4 metros del suelo.
¿Que haceis?
-¡Chicos! ¡Chicos! ¡Mirar esto!-les apremio orgulloso de mí mismo.
"por fin, un rastro...algo que nos llevara dónde este ese pobre chico" pienso para mí emocionado.
-Allí, mirar, hay humo-les digo mientras señalo con mi dedo índice.
Habiendo negado con la cabeza –todavía atento a las inmediaciones- como única respuesta a la cuestión de Artin, inquieto frente a la alusión de la persistencia de unas trazas de energía arcana, la indicación de Reithar me obliga a volverme y escrutar el perfil de las ruinas en la noche para situar la humareda.
-Allí, cierto –expreso en susurros. –Seguro que se trata del cubil de esos malandrines, que se han confiado. Yo digo que lleguemos hasta ellos con todo el sigilo del mundo (cuidándonos de los apostados) y los apresemos.
- Jejejeje. Gog empezó a reír nerviosamente, sin sentido aparente. La simple idea de volver a entrar en acción, hacía que todos los pelos de su cuerpo se erizasen, y la verdad es que no eran pocos.
- Pues acerquémonos para darles su merecido. El los profundos y hundidos ojos azules del enano, se podía entrever un ligero brillo.
Instintivamente el bravo guerrero enano sujetaba su hacha con las dos manos, agarrando su mango, de suave cuero, con fuerza.
Si alguno decide tratar de subir a la "chimenea" que tire trepar...
Miro serio la chimena y busco con mi mirada busco algún punto de apoyo donde apoyarme para poder subir arriba y ver mejor. Mis ansias de ayudar a ese pobre hombre me hacen tirar para adelante y mirar a ver si consigo trepar.
-Chicos, voy a subir... Tenemos que encontrar algo...-no continúo pues les voy a decir lo mismo de siemrpe y casi siemrpe terminan cansados de mis ansias de ayudar.
Me conocen lo suficiente como para saber que iba a subir de antemano buscandoa yudar a ese pobre hombre. No espero su respuesta, simplemente intento trepar.
Tirada: 1d20(+3)
Motivo: Intento trepar^^
Resultado: 19(+3)=22
En cuestión de segundos Reithar sube como una exalación por las rocas. Sus pies se afianzan con rapidez y llega hasta la parte mas alta, un par de metros sobre las cabezas de sus compañeros. Allí descubre la fuente del humo, una estrecha chimenea oculta en el muro convertido en ruinas. La chimenea tan solo tiene unos 20 cm de ancho lo que hace practicamente imposible que nadie baje por ella.
Gog miró como el semielfo subía por la chimenea. Una pequeña mueca cruzó el rostro del enano, pues ni loco se encaramaría por ese sitio, y ni con todo el oro del mundo lo convencerían para que hiciera tal cosa. Tal vez con licor de malta... Aun así, Gg esperó paciente a que su compañero regresara. En ese caso, se fiaría de la palabra de Reithar, y no precisaría de ver, por el mismo, lo que ocultaban aquellas rocas.
El impulsivo rastreador está en el remate antes de que pueda recomendarle que vaya con cuidado. Por fortuna, tiene la destreza de una ardilla.
-Reithar –cuchicheo en su dirección-, ¿tenemos que subir nosotros? ¿Es que no puede haber otro acceso? ¿Ves algo?
Miro detenidamente lo que encuentro ante mi.
-Es... una especie de chimenea. Demasiado pequeña para que nignuno de nosotros podamos entrar-les comento seriamente.
Aun así ojeo por ahí encima, ya que estoy no pierdo nada, y mis ganas de ayudar siempre sacan mi manía de fisgar y ver todas las posibles pistas para ayudar. Investigo todo a mi alrededor, desde la piedra que hay al aldo de la chimenea hasta donde alcanzan mis ojos mirándo al infinito.
-Voy a buscar algo... igual encuentro alguna pista más...No, Mircea, no es necesario que subais-respondo a su pregunta dulcemente.
Tirada: 1d20(+4)
Motivo: Buscar
Resultado: 10(+4)=14
Pues lo dicho, busco posibles pistas desde ahi arriba^^
Notas algo junto a uno de los muros de la torre, parece que hay una pequeña grieta donde debieron juntarse el muro y el techo de madera de la primera planta pero desde donde estas no consigues verlo bien.
Tirada oculta
Tirada: 1d6(+1)
Motivo: Buscar
Resultado: 1(+1)=2
Miro atentamente todas las posible smaneras de acceder.
-Chicos...allí hay una pequeña grieta... igual puedo asomarme a mirar a ver si veo algo-les digo señalando otro de los muros, donde se unía una de las vigas del techo con las rocas del muro.
Editado por el master, fallo de interpretación XD
-Hum. Póngamonos en movimiento o nos enfriaremos -me pronuncio.
Arco en mano, comienzo a triscar como una cabra sobre los escombros en busca de dicho paso.
Ahi teneis el plano de la torre. Reithar está subido justo donde esta la chimenea. El hueco que ve, es un pequeño agujero situado entre los restos de madera y la pared, digamos que hace esquina XD Espero que asi sea mas facil.
Gracias a Griff por el consejo de subir una imagen, me gusta hacer planos ^^
PD: si no lo veis bien decidmelo y amplio la imagen.
Artin aguardaba en la retaguardia del grupo, arrebujada en su capa de viaje, acariciando apaciblemente al pequeño gato, que buscaba el calor junto a su cuerpo. Había observado cómo el semi-elfo trepaba ágilmente en silencio, y como tanto el bardo como el enano parecían emocionarse por momentos.
Torció el gesto.
- Me veo obligada, compañeros, a ejercer como voz de la prudencia. - Dijo, dirigiéndose a los cuatro. - Soy la primera que siente curiosidad por saber qué es esta torre y porqué el rastro nos ha conducido hasta aquí, y se cuan deboto puedes llegar a ser de las buenas obras, Reithar. Tanto como lo es Gog de una buena cerveza y una buena pelea, como lo es Mircea de una buena canción o lo es Alaina de un monedero lleno. Pero estamos en plena noche, a varias horas de camino de la ciudad, sin más luz que el candil que nuestro bardo sostiene, y el único que realmente puede ver bien ahora mismo eres tu, Reithar. Así pues. - Concilió, mientras recuperaba su lanza de donde la había dejado apoyada y medio apoyaba en ella. - ¿Estáis seguros de querer hacer esto justo ahora?
Perdonad el retraso xD Me han tenido liada estos días.