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Historias de Dragones y Mazmorras. Capitulo2: La hija del Il

El viaje

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29/03/2011, 14:05
Director

Han pasado unas semanas desde el rescate del joven Lucente. La hospitalidad de Carbad y su mujer eran inmejorables, pero vuestro espiritu aventurero no os dejó quedarós allí mucho tiempo. Pese a todo la suerte no esta de vuestra parte y habeis vagado durante un tiempo sin escuchar nada interesante. Os habeis dirigido durante varias jornadas hacia la costa, donde quizas un barco os lleve a islas lejanas donde poder enriqueceros, pero aun estais a media jornada del pueblo mas cercano: La aldea de Costa Tempestuosa.

Apenas a pasado la hora del desayuno cuando os encontrais con una pareja. El hombre, un caballero vestido con ropajes elegantes y una mujer rubia, que por su indumentaria podeis ver claramente que se trata de una cleriga, algo poco común en el reino.

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29/03/2011, 15:53
alaina

 

Alaina Pone cara de interés al ver un hombre con ropa elegante

mmmm... monedas!!!!

Rápidamente miro a sus compañeros por si se fijaron que sus ganas de hurtar asoman de nuevo

disculpar tengo que ir al baño

Alaina se levanta con una sonrisa en la cara

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29/03/2011, 17:17
Reithar

Mi rostro destila alegría y felicidad por todos lados. Mi mano busca la siempre suave piel de mi acompañante peludo que se empeña en no separarse de mi desde que le conocí en el bosque. Mi mano se pierde entre su pelaje cuando veo venir a una pareja. El hombre es bastante elegante y la mujer que lo acompaña parece una clérigo, algo extraño y poco común.

-¡Vaya! ¡Qué pareja tan encantadora!-digo con mi acostumbrado tono jovial y alegre a mis compañeros.

Miro a mis compañeros de nuevo mientras acaricio con delicadeza el espeso pelaje del lobo que descansa a mis pies.

"Aún siento miedo de que cualquier día se pelee con el gato de Artin" pienso mientras miro al gato de ésta que dormita tranquilamente.

Notas de juego

Sí, mi elfo tiene un amigo que es un lobo... lo añadí a la historia^^ No aparece porque sí XDDD

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30/03/2011, 16:19
Gog Barbasangre

Gog se rascaba la entrepierna mientras apuraba un largo trago del pellejo de licor que llevaba a la espalda. Apenas se había fijado en las dos figuras que se acercaban, solo cuando sus compañeros los mencionaron reaccionó lentamente. Sus mejillas ya tenían aquel vivo color rojizo producto del alcohol.

- Simples humanos... ¿Porque tanta alegría? Dijo con la voz cascada ante la exclamación de Reithar.

Con algo de sorpresa adormilada, observó a Alaina retirarse. - ¿A caso les debe dinero? Comentó el guerrero sin esperar respuesta.

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31/03/2011, 02:43
Artin Gorunn

Pese a las semanas que llevaban de viajes poco afortunados, Artin estaba de buen humor. La victoria frente a los Ardites seguía sabiéndole como un pequeño triunfo personal, y aunque antes o después debería relegar aquel glorioso recuerdo al olvido, no podía evitar recrearse en él de cuando en cuando.

A esto debía añadir las semanas de relativa tranquilidad que habían tenido. No es que la hechicera temiera al peligro, ni mucho menos. Ella mejor que nadie sabía lo mal que lo había pasado en la vida, y había pocas cosas a las que pudiera enfrentarse que pudieran compararse a sus propios terrores. Pero a diferencia del enano, la hechicera disfrutaba de la vida sencilla y calmosa, y aquellas semanas de tranquilidad en las que apenas había tenido razones para emplear su magia habían sido como unas vacaciones para su a menudo agotada mente... y lo agradecía. Se sentía más descansada, más lúcida, más fuerte.

Frunció el ceño un instante, como si acabara de captar un mal olor o un pensamiento agorero se le hubiera cruzado por la mente. Quizá llevaran demasiado tiempo tranquilos, razonó. Quizá, tan sólo quizá, algo malo estaba por acontecer.

Espantando aquellos funestos pensamientos, la hechicera se centró en el momento presente al darse cuenta de que sus compañeros se habían detenido en medio del camino, frente a una pareja de viajeros que también habían hecho lo propio. Por el rabillo del ojo llegó a ver cómo la Pícara se perdía de vista, y tuvo que contener el impulso de hacer rodar los ojos de exhasperación, mientras Reithar y Gog hacían sus respectivos comentarios sin preocuparse mucho de que los recién llegados les escucharan. El uno, cándido y casi simplón. El otro grosero y descortés. Casi se sentía tentada a esperar en silencio a que Mircea interviniera con alguno de sus estribillos improvisados de muchas palabras que posiblemente dijeran muy poco... pero de algún modo los pensamientos de hacía un instante la habían puesto en tensión. ¿Intuición femenina? Quizás.

Desde su posición de retaguardía dió el par de pasos necesarios para ponerse sólo un poco por delante de sus compañeros y se dirigió a los recién llegados.

- Buenos días, viajeros. - Saludó, con una breve reverencia al percatarse de los lujos atuendos de ambos, sospechando, quizá, que se trataran de gentes influyentes. - Ruego disculpéis a mis acompañantes, hace demasiadas jornadas ya que viajamos con la única compañía de nuestra mutua confianza y, como quizá sabréis, eso oxida ligeramente los buenos modales.

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31/03/2011, 02:56
Seimus

 Buenos dias, señorita. Precisamente habían despertado en mi curiosidad cuando les vi aparecer por el camino. ¿No sereis aventureros por casualidad? Ya saben, heroes de los que ya no quedan...-dijo el hombre seriamente despues de inclinarse en un reverencial saludo.

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31/03/2011, 03:02
Artin Gorunn

Artin sonrió ligeramente, lo que le daba a su rostro un aspecto un tanto travieso y dulcificaba sus rasgos.

- Aventureros haberlos, haylos, mi señor, y nosotros somos una pequeña muestra de ellos. Lo que ya no os sabría decir es si somos héroes de los que ya no quedan o todavía no hemos alcanzado a extinguirnos. - La mirada de Artin chispeó apenas un poco, una pizca de aquella picardía que, de vez en cuando, escapaba a su serenidad habitual, que recobró rápidamente. - ¿Puedo aventurar que hay algo en lo que podamos ayudaros, mi señor?

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31/03/2011, 03:18
Seimus

 En efecto, así es. Y si aceptáis y llegáis a bien con esta labor por cierto que seréis hérores para mi y mi familia. Mi nombre es Seimus y ella-dijo señalando a la mujer rubia- es Victoria, una sacerdotisa de Heironeous. Me estaba ayudando con esta empresa pero es una tarea arto complicada. Veréis mi hermano Cedric ha desaparecido.
A unas horas de aquí, siguiendo este camino, hay una aldea a la que si no me equivoco os dirigíais pues es la única que hay en este camino hacia la costa. Mi hermano Cedric fue a aquella aldea en pos de una muchacha, la hermosa Liriandra cuya belleza resuena en los laudes de todos los bardos del reino. De esto hace ya un mes. Ayer fuimos a preguntar a la torre de aquel mago, el padre de Liriandra. Pero dice no conocer a Cedric, todo el mundo niega que hubiera estado allí y estoy preocupado por él. Temo que le haya podido ocurrir algo.-os explica preocupado-Necesito que alguien como vosotros averigue donde esta mi hermano o si le ha pasado algo. Por supuesto seréis gratamente recompensado sean cuales sean las noticias que me deis. Solo una cosa, Victoria, en quien confío como si fuera mi propia hermana os acompañará.

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31/03/2011, 09:48
Reithar

MIs sentidos se despiertan de repente al escuchar que el hermano de aquel hombre ha desaparecido. DE nuevo esa sensación de que los demás necesitan mia yuda me invade y antes de que mis compañeros puedan objetar algo mi boca se abre sola.

-Por supuesto, buen hombre. Nosotros buscaremos a su hermano y le diremos dónde y cómo se encuentra-añado sin miramientos.

Mis compañeros están acostumbrados a estos escapes de energía y a que siempre hable antes que ellos aunque ellos saben que si lo deciden así, los seguiré si deciden no ayudar a ese buen hombre.

-Mi nombre es Reithar, mi señor, y le aseguro que deja el destino de su hermano en bunas manos-añado antes de posar mis ojos en la bella clériga-. Encantado señorita-agrego con mi ya acostumbrado sonrisa en el rostro-será un placer que nos acompañe a buscar al hermano de este buen señor.

Wolf sigue a mis pies observando toda la escena en silencio, sentado tranquilamente mientras mi mano aún está sumergida en su pelaje.

De repente me doy cuenta de que mi boca ha hablado demasiado sin que ni siquiera mis amigos hayan opinado, pero es oír que alguien necesita ayuda y me ciego.

-Aunque igual, deberíamos esperar a que mis amigos opinen...o a que vuelva Alaina... o...-pero las palabras mueren en mis labios antes de salir y me callo esperándo la opinión de mis compañeros de andanzas.

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31/03/2011, 22:15
Gog Barbasangre

El enano eructó sonoramente, reteniendo el regusto amargo del alcohol en su boca. Aun no se había incorporada, como como estaba sentado en la fría roca.

Gog escuchó las palabras del joven y de su compañero Reithar, y asintió con la cabeza. Pues no sería él el que se negara en inmiscuirse en asuntos que no les incumbían. Si, eso era lo que se les daba mejor.

- Por mi no hay problema. Dijo dirigiéndose al explorador. - Ya sabéis que ni hacha se impacienta si está demasiado tiempo sin probar sangre. Añadió en un claro tono jocoso con bruscos ademanes, que por poco le hacen caer de culo de su rudimentario asiento.

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01/04/2011, 08:48
Victoria

 La clériga que se encuentra ante vosotros es bastante alta, rubia con el pelo recogido y con unos profundos ojos azules en los que uno podría perderse. Ha permanecido en silencio toda la conversación hasta el momento presente. Reservada, pero no ausente, pues conforme os acercáis y vais participando, sentis cómo ella os escruta minuciosamente.

Sólo cuando su nombre es pronunciado hace un cortés gesto con la cabeza a modo de saludo. Vuelve a saludar con ademán de cabeza al elfo cuando éste se presenta y reacciona enarcando una ceja extrañada ante el eructo y tosco comportamiento del enano.

Finalmente, una vez abraza la idea de embarcarse en la noble empresa en vuestra compañía, se decide a romper el silencio, revelando una voz firme y no demasiado femenina.

- Salve, aventureros. Heironeous guarde vuestros pasos y os reserve una vida próspera. Me alegra oir que buscareis al bueno de Cedric conmigo, pues de las miserias suele ser alivio una buena compañía... No obstante, antes de emprender la marcha, me gudtaría conocer vuestros nombres y motivaciones - dice mirando uno a uno a los aventureros que aun no se han presentado- pues gusto de saber con quién comparto camino. - y dicho esto vuelve a centrar su mirada en vosotros, como tratando de leer en vuestros gestos y ademanes mas k en vuestras palabras.

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01/04/2011, 09:47
Gog Barbasangre

- Disculpar mis modales. Dijo el enano intentado incorporarse de un salto, cosa que casi consiguió hacerle caer de bruces. Con cierta zozobra se recompuso del traspiés arreglándose el cinturón y mirando al suelo, como buscando un hoyo inexistente, causante de su torpeza.

- Mi nombre es Gog Barbasangre, maese cantero y guerrero, enano de las montañas peladas. Hizo una reverencia exagerada, tanto que su largo bigote trenzado toco el suelo.

Tras esto, se enderezó y esperó, en una posición muy digna a que el resto de amigos y compañeros se presentaran.

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01/04/2011, 14:38
alaina

 

Alaina freno sus intenciones de hurto al ver que hablaba con ellos

Jo maldita sea a este ritmo no podre jugar en la próxima timba

Yo soy Alaina y soy........demasiado joven para ser tantas cosas pero igual de eficiente

 

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01/04/2011, 15:02
Artin Gorunn

Artin asintió al hombre cuando les explicó que quería de ellos, y guardó silencio mientras sus compañeros se presentaban, observando a la clériga. Se había dado cuenta de su silencio, y de la mirada avispada y prudente con la que los miraba, como si los calibrara. Tenía sensaciones encontradas respecto a ella.

Sin embargo, cuando habló, fue tan cabal y razonable como Artin esperaba, y su sonrisa amable asomó a sus labios como respuesta, mientras hacía auténticos esfuerzos para no regañar al enano por su torpeza ni echarle la mano al cogote a Alaina, a la que se le veían las intenciones a leguas. Decidió presentarse debidamente.

- Artin Gorunn, herrera y hechicera. - Recitó, no sin cierto orgullo en la voz. - En cuanto a los motivos que me han llevado al camino, no tengo ninguno en particular, salvo la propia aventura. Podéis contar con nosotros para encontrar a vuestro pariente, de eso podéis estar segura.

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01/04/2011, 17:48
Reithar

Escucho a la clériga hablar con una voz que no es muy acorde con su apariencia. La escucho perdido en sus inmensos ojos azules y luego veo como mis compañeros se presentan frente a ella.

-Reithar... sólo Reithar, soy un emielfo, como bien puedes ver-digo sintiéndome ridículo a cada palabra-. Arquero y explorador, poco más puedo decir de mí. Me muevo con el deseo de ayudar a los demás y conseguir que la gente pueda ser más feliz en este mundo-me explico siendo lo más sincero posible y tratando de sonar seguro de mí mismo.

Centro de nuevo mi atención en los hechos que nos acontecen.

-Encontraremos a su hermano, amable señor-le cercioro al hombre.

 

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03/04/2011, 14:34
Mircea Cólodrin

 

Desde que me había levantado para proseguir el viaje, me lo habían vaticinado el dolor en el cuello, la visión borrosa, la sensación de que el mundo se desajustaba al albur de un tiempo cambiante, la fatiga en los miembros y su estremecimiento con la menor brisa, la falta de  apetito. Y aunque me había mantenido en guardia toda la mañana, paso a paso la jaqueca se había ido levantando como un alba insidiosa.

A esta hora, me lanza dentelladas sobre el ojo derecho y me descoyunta con descargas de escalofríos. He sentido una conmoción ahí delante. He llegado a la zaga, clara está, sin quejarme por eso del pundonor. Cabizbajo, suspiraba hondamente, procurando permanecer en la quietud más beatífica, sin dejar de pensar (¡para mi pesar, qué horror, pensar; permanece inerte como esa roca, cerebro!) que en una carroza habría venido más cómodo. El grupo departe con dos extraños. La mujer es guapa, pero su voz, siendo toda una sorpresa, me provoca náuseas.

Grazno entonces:

-Eso me gustaría saber a mí, qué hago yo aquí, en mitad de ninguna parte. ¿No llevaréis encima vinagre de manzana, verdad?

Pálido y trémulo, me retiro al margen del camino, anticipando el desconsuelo de que nadie lleva vinagre de manzana encima  -porque la migraña sólo se ceba en la gente como yo, que ha tratado en demasía con bufones y desocupados-. De una jaqueca no se muere nadie –que yo sepa- pero sí que hace desear el dulce abrazo de la inexistencia. La más leve falla en el cuerpo (la antigua lesión del hombro, la rodilla derecha maltratada, ese punto de sutura irritada en la parte interior izquierda de la garganta que jamás acaba de cauterizar y que hay que alisar con miel) retorna a su evidencia, pero sin crueldad, con el desapasionamiento de lo que no pudo fraguar. Si cierro los ojos, me veo en un risco dando un recital para una congregación vastísima de animales; irlos reconociendo, recortando en la masa imprecisa de la imaginación (leones, jirafas, paquidermos…) repercute en nuevos relámpagos de dolor astillado; en reflujos de malestar; en pulsaciones de centellas; en una nueva arremetida de un glaciar en el interior del cráneo. Si el dolor se define como un sentimiento de desunión, el dolor de cabeza le parte a uno el alma.

 

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04/04/2011, 08:07
Victoria

 

Victoria enarca una ceja visiblemente sorprendida ante la repentina impertinencia del bardo. Le observa de arriba abajo y tras unos instantes, responde con prudencia.

- Lamento no estar en disposición de ayudaros. -Y al cabo, añade algo preocupada por el aparente malestar del bardo- Mas si os encontráis tan cansado como vuestro talante aparenta, tal vez os convenga guardar cama, pues como suele decirse... el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional.

Y una vez habiendo dicho esto y haciéndose una idea de cómo son sus nuevos compañeros tanto por lo que dicen como por lo que callan, se gira hacia Seimus

- Parecen un grupo valeroso y será un honor unir mis pasos a los suyos. Mas antes de ponernos en marcha, creo que el mejor punto de partida sería que describieseis para estos aventureros un poco a vuestro hermano, tanto en cuanto a rasgos físicos como en aspectos de su forma de ser no tan evidentes al ojo avispado.

 

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04/04/2011, 10:25
Seimus

 Vos ya sabeis como es, pero teneis razon, mi hermano Cedric era una persona alta y orgullosa, cuyo pelo rubio se comparaba al mismisimo son. Era diestro con la espada y aun mas con la pluma, y le gustaba canturrear canciones cuando caminaba.Os aseguro que en un pueblo como ese lo distinguireis fácilmente-dijo triste y orgulloso-bien ahora marchad y que los dioses esten de vuestra parte.

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04/04/2011, 10:35
Director

 Costa Tempestuosa descansa en una lengua de litoral, incrustada en los bosques que la rodean, y protegida de las siempre batientes olas por una oscura barrera de arrecifes a unos cien pasos de la orilla, lo que hace que aproximarse desde el mar sea muy peligroso. En la cima de una alta pendiente que domina el océano, visible desde la aldea, se alza una torre oscura. Las aguas son grises y heladas, y el tronar de las olas contra el arrecife nunca amaina. El cielo está encapotado y parece que fuera a llover en cualquier momento. Un viento helado aúlla a través de las desnudas ramas de los árboles. Unos muelles de madera se adentran en las oscuras y frías aguas, flanqueados por docenas de pequeñas barcas de pesca. Las míseras casas de los aldeanos se alzan sobre pilares de cuatro pies, y las calles no son más que senderos de tierra entre ellas, sinuosos y embarrados. 

Aquí viven aproximadamente cien habitantes, la mayoría de ellos pescadores, junto a unos pocos leñadores y artesanos.

Notas de juego

 Os dejo un mapa en la sección correspondiente :)