Partida Rol por web

Historias de Seattle

1.3 - Vaya par de dos

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19/03/2021, 11:15
- Director -

Una voz infantil se escucha en la zona en la que se habían removido las hojas por la aparente ráfaga de viento.

¡Hierro! — Dice en un tono indignado que contrasta con la edad aparente de su voz. Giráis la cabeza en la dirección de la voz, pero a penas podéis ver unas hojas que se mueven en el aire. En ese momento os dáis cuenta de que vosotros no habéis notado el movimiento del viento y de que, en medio de un bosque, no parece fácil que una corriente llegue hasta vosotros entre tantos árboles.

¿Eres tan estúpido como para traer hierro al Nuncamás! — La voz suena ahora en vuestra espalda y escupe el insulto como un niño al que no le dejan decir ese tipo de palabras pero la remarca con acritud. El tono en el que pronuncia la palabra "hierro" es aún peor.

Raymond mira el clavo y se fija en la dirección en la que apunta, mientras se pregunta si su precaución ha sido realmente una temeridad o si podía haber pensado otro método para este ritual. Jade se vuelve para intentar encontrar al dueño de la voz, pero sólo ve un pequeño remolino que se forma en el lugar donde hace un instante debería haber visto a alguien.

¡Y tú quieres robar parte de nuestro bosque sin el permiso de nuestro Señor! — Dice de nuevo el niño, esta vez con tono acusador, y desde una posición completamente diferente a cualquiera de las anteriores. Esta vez la voz parece provenir desde lo alto, pero cuando alzáis la cabeza no veis nada más que las ramas de los árboles.

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24/03/2021, 19:57
Raymond Grend

Con la gravedad de la situación Raymond había olvidado lo inquisitiva que era Jade. No obstante no tuvo tiempo de poder decirle nada, ya que el Nuncamás se encargó de recordarles a los dos cómo era estar allí.

Por eso odio venir aquí.

Trató de seguir la voz al principio pero después desechó la idea, no iba a servir de nada. Al menos el hecho de que no les hubiesen atacado directamente quería decir que estaban en un lugar seguro, para ser el Nuncamás claro. O al menos eso esperaba el mago.

No hemos venido a robar nada ni a dañar a nadie. Estamos de paso. No obstante recordaba a las hadas más educadas antaño. Al menos salían, saludaba y se presentaban antes de empezar a soltar acusaciones. Desde luego ha pasado mucho tiempo desde la última vez que estuve aquí si han cambiado tanto las cosas.

Se fijó un momento la dirección en la que señalaba el clavo y dio un tirón a la cuerda para esconderlo en la mano.

Notas de juego

No soy el adecuado para "pelear" aquí, está claro. Mis puntos fuertes no están colocados para el dialogo y la persuasión. XDD

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24/03/2021, 22:09
Jade Ellen Keen

Observó curiosa hacia donde se oia la voz, ¿hablaban las hojas y el viento? ¿era un hada invisible que viajaba con el viento y hacía moverse las hojas a su alrededor? ¡Las posibilidades!

Se acercó cautelosamente, guardando las distancias y se arrodilló con suavidad, alargando la mano y dejando que la hoja que guardaba en su palma fuera recogida por el viento que removía las hojas a su alrededor. – En ningún caso hemos querido robar tal tesoro – aseguró con calma, - Por eso preguntaba a mi compañero, que conoce mejor estos lares que yo.

El hierro que está usando mi compañero está atado a su muñeca, no caerá ni se alejará de él, ¿es tanto lo que puede molestar? Lo necesitamos para encontrar a quien buscamos. – Explicó de forma resumida. – No queremos molestar y en cuando encontramos a nuestra amiga, ya no necesitaremos ese hierro. – Aseguró.

- Tiradas (1)

Motivo: Carisma

Habilidad: Grande (+4) (4)

Dificultad: Mediocre (0) (0)

Tirada: [-1] [0] [-1] [0] = -2

Resultado final: Competente (+2) (2), Éxito

Notas de juego

Tiro Carisma añadiendo el +1 por intentar causar buena primera impresión.

*Jade cruza los dedos de que haya hecho bien la tirada... aunque menos mal que tiene alta la Carisma... que un -2 duele.

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29/03/2021, 19:51
Niño del bosque

Con un remolino de hojas a su paso, el propietario de la voz llega hasta vosotros a tal velocidad que os hace dudar de si se ha materializado allí.

Las hadas de antaño puede que sean más educadas. Pero yo soy bastante joven y, por lo que sé, los viajeros que traen hierro a nuestra tierra no son bienvenidos — dice mirando a Raymond con el ceño fruncido.

Su gesto se suaviza ligeramenete al mirar a Jade.

Es cierto, sólo preguntabas si podías robarla, no llegaste a hacerlo. Sólo por eso tienes el beneficio de la duda — dice con una seriedad en sus palabras que parece quedarle grande por su tamaño. Pero claro, es un hada, así que a saber a qué se refiere con eso que le ha comentado a Raymond sobre ser "bastante joven".

¿Buscáis a alguien aquí? — pregunta con desconfianza, repitiendo las palabras de la joven y mirando de soslayo el clavo que cuelga de la muñeca de Raymond. Sabiendo la velocidad a la que se mueve, si decidiese cortar la cuerda que lo une a la muñeca, seguramente no podríais hacer nada por evitarlo. Pero no parece que el chico esté dispuesto que algo del odiado metal caiga al suelo de su precioso bosque. — ¿A quién?

Notas de juego

Acordaos de que tenéis puntos de destino para modificar o repetir las tiradas.

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29/03/2021, 22:46
Raymond Grend

Raymond torció el gesto un instante, que esperaba hubiese pasado desapercibido, cuando Jade comentó lo de que buscaban a alguien. Cuanta menos información tuvieran los shides mejor, menos oportunidades tenían de jugartela. Ahora ya era un poco tarde.

Sí. Estamos de paso simplemente. En cuanto encontremos a quién hemos venido a buscar nos iremos. No queremos molestar. Seguro que tienes cosas muy importantes que hacer, no quisieramos robarte tú tiempo.

La intención del mago era ir en la dirección que le había señalado el clavo, con un poco de suerte el hada estaría atada o algo parecido a esa zona en concreto y no les seguiría más allá.

Notas de juego

Ojo que el clavo ya no cuelga. Lo tengo guardado en la mano, que lo puse antes.

Se fijó un momento la dirección en la que señalaba el clavo y dio un tirón a la cuerda para esconderlo en la mano.

Como podéis observar, Raymond es todo diplomacia. XD

 

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30/03/2021, 09:29
Niño del bosque

El niño mira fijamente a Raymond que no sabría decir cómo se toma sus últimas palabras.

No tenéis derecho de paso en este bosque — afirma con seriedad. — Así que tenéis dos opciones. Daros la vuelta y largaros de aquí con vuestro hierro o acompañarme a ver al Señor para que decida qué hacer con vosotros.

Notas de juego

El chaval no suele ser tan borde, pero la tirada de Carisma no ha sido para tirar cohetes (el hierro y la propuesta de coger alguna hoja subía la dificultad, además) y la sutileza de Raymond no ayuda a suavizar los ánimos. Death, parece que llevamos los personajes más sociables del mundo en las respectivas partidas del otro... XD

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30/03/2021, 13:34
Raymond Grend

Notas de juego

Death, parece que llevamos los personajes más sociables del mundo en las respectivas partidas del otro... XD

En mí defensa diré que el personaje estaba hecho así a drede. Ya que esperaba que fueran otros los que se dedicaran a ser sociables y empáticos. Raymond sólo es soberbio y prepotente. Y menos mal que también es muy protector, sobretodo con mujeres, que si no te digo donde estaba ahora en lugar de aquí. XDD

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05/04/2021, 09:38
- Director -

Notas de juego

¿Contestáis algo al niño o asumo que vais a ver al "Señor"?

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05/04/2021, 12:18
Raymond Grend

Lo del derecho de paso no se lo esperaba Raymond, y a pesar del aspecto infantil e inocende del hada sabía que podía ser muy peligroso. Lo mismo que el ir a ver a su señor. Se acercó un poco más a Jade y le comentó en voz baja.

Las opciones no son ninguna buena, pero diría que tratar de huir no nos iba a ayudar nada en nuestra misión. Me temo que será mejor para todos ir a ver al Señor y esperar a que sea alguien razonable.

El mago suspiró resignado. Igual les daban una sorpresa, auque en el Nuncamás las sorpresas rara vez eran agradables.

Muy bien. Que no se diga que no somos educados. Llevanos ante tú Señor pues.

Notas de juego

Yo estaba esperando a que Jade dijera algo. Que si no parece que acaparo yo toda la escena.
Me fijo si la dirección en la que nos lleva es la que me señalaba el conjuro. ¿Quién sabe? A lo mejor nos sale algo bien y todo.

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05/04/2021, 12:53
Niño del bosque

El niño asiente con gesto solemne.

De acuerdo, seguidme entonces — dice antes de darse la vuelta y avanzar un par de metros. Lo hace tan rápido que parece que se ha teleportado. — Pero no intentéis hacer ninguna tontería. No os daría tiempo...

Avanzáis por el bosque otoñal siguiendo a la pequeña hada. Os cuesta unos minutos acostrumbraros a su paso, que desaparece cada dos por tres sólo para dejarse ver un poco más adelante, esperando quieto sólo para volver a desvanecerse al cabo de unos segundos. En ocasiones le perdéis de vista durante bastante más tiempo, pero seguís avanzando en la dirección en la que apareció la última vez hasta que volvéis a verle. Os resulta difícil calcular hasta dónde podría haberse desplazado o qué habría tenido tiempo para hacer en esos intervalos en los que dudáis de hacia dónde seguir.

Ocasionalmente Raymond comprueba la dirección en la que señala el clavo. Al principio camináis hacia allí, pero al cabo de un par de minutos, os desviáis ligeramente hacia un lado, de forma que el metal señala ligeramente hacia la izquierda de la dirección en la que avanzan. Una de las veces que comprueba su conjuro, el niño se para a poco más de un par de pasos de distancia, mirando con desagrado la muñeca del mago. La siguiente vez que lo comprueba, el clavo está girado casi 90 grados hacia el lateral. Por el tiempo que ha pasado caminando y la velocidad a la que ha variado la dirección en la que se encuentra la chica, Mara no debe de estar demasiado lejos de vuestra posición.

Intentad no hacer ruido ahora — dice de repente el chico presentándose a vuestro lado. Aunque por su tono de voz parece tener muy claro que eso es completamente imposible, habiendo visto cómo os movéis por el bosque.

Notas de juego

Sigo en otro post

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05/04/2021, 15:04
- Director -

Intentáis moveros en silencio bajo la mirada escandalizada del niño para el que cada gesto que hacéis parece sonar como un vaso de vidrio estrellándose contra el suelo. Aguzáis el oído para tratar de percibir el por qué de esta nueva precaución y os parece distinguir el ruido de un impacto de metal contra metal.

Avanzáis un par de pasos más y os quedáis completamente paralizados al ver la escena que se presenta ante vosotros entre dos árboles. Un hombre con un largo abrigo de cuero amarillento, lucha espada en mano contra una especie de criatura espectral que podría haber salido de cualquier infierno. Coronando la cabeza del hombre, unas imponentes astas, muy similares a las de un ciervo, rozan las ramas más bajas de los árboles, sin llegar nunca a enredarse en ellas.

El espectro alza una mano y una línea de oscuridad surge de donde estaba en dirección al hombre astado. Pero, en el último momento, se aparta hacia un lado con un ágil movimiento que parece dar a entender que nunca estuvo en verdadero riesgo de ser alcanzado. Mientras lo hace, la raíz de un árbol sale despedida del suelo y se enreda alrededor de la mano de la sombra, que parece tener cierta solidez, después de todo. Otras raíces la siguen instantes después y agarran a la criatura del cuello y de una pierna. La lucha parece decantarse rápidamente a favor del hombre, pero cuando se prepara para lanzar una estocada la madera que sujetaba a su oponente se ennegrece de golpe y cae al suelo como un montón de cenizas. La espada llega al lugar donde estaba la forma espectral, pero casi en el mismo instante, esta se desvanece y vuelve a materializarse un paso más atrás.

Un zarcillo de oscuridad surge del ser fantasmagórico, como si fuera una lanza con la que pretendiese atravesar a su oponente. El acero del astado choca contra la sombra, desviándolo, mientras su dueño gira sobre sí mismo para descargar un nuevo tajo con su arma a gran velocidad. Una nueva sombra, parecida a un escudo de gran tamaño, aparece frente al espectro, bloqueando la espada. Sin embargo eso no desanima al espadachín astado, que sigue atacando, ora a la lanza para desviarla, ora al escudo para obligar a su oponente a retroceder. La criatura espectral parece completamente sobrepasada y en un momento se ve acorralada contra un árbol. Eso habría sido el fin de cualquiera que se viera superado en habilidad combativa, pero esta vez el ser no parece atenerse a las leyes de la física y atraviesa el árbol como si de un fantasma se tratase.

Eso debería haber sido suficiente para recuperar la ventaja, pero aparentemente el hombre astado lo estaba esperando y con un gesto de la mano, hace que el árbol se aparte hacia un lado como una puerta que se abre, mientras lanza una estocada hacia donde se encontraba el tronco un segundo antes. El espectro sombrío había retirado (o descartado, no podéis saberlo con certeza) el escudo al volverse insustancial y la hoja de la espada le alcanza en el pecho. Una luz brillante parece atravesar al ser de sombra, que colapsa sobre si mismo, desvaneciéndose en el aire y no dejando más que una mancha negra en el suelo, similar a una zona quemada por una hoguera.

Notas de juego

Sigo otro post más.

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05/04/2021, 15:30
- Director -

¡Tio Ceros! grita el niño de repente a vuestro lado.

Cuando miráis en su dirección, el pequeño chico del bosque ha desaparecido y se encuentra junto al guerrero. El árbol que, siguiendo las órdenes de una poderosa magia feérica, se había movido hacia un lado, vuelve a su posición, ocultando un momento la escena del niño reuniéndose con el guerrero.

Un momento después, el hombre aparece junto al árbol, abrazando al chico con una mano, la espada envainada y un yelmo con un asta de ciervo bajo el otro brazo. Estáis seguros de que, mientras combatía, no tenía ningún tipo de casco, pero en el Nuncamás las cosas nunca son lo que parecen.

Ya está, pequeño. Ese era el último — le dice el espadachín al chico mientras camina hacia vosotros. — ¿Quién te acompaña?

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05/04/2021, 15:37
Cernunnos

La pareja camina hacia vosotros y Raymond se queda un momento paralizado por el terror al reconocer al espadachín.

¡Ah! Señor Grend... — dice el sidhe, reconociendo a su vez al mago. — ¿Por qué no me sorprende verlo aquí? — Luego mira a Jade y la estudia durante un momento. — Me temo que no nos han presentado, señorita — dice tendiendo la mano para coger la de la chica e inclinándose ligeramente para llevársela a los labios. Soy el señor de estas tierras, el Feudo de Otoño. La mayor parte de vuestra gente me conoce como Cernunnos.

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09/04/2021, 11:52
Raymond Grend

Raymond tuvo que recurrrir a todo el autocontrol del que disponía, que no era poco, para no sobresaltarse en cuanto vio de quién se trataba. Y aún así apenas lo consguió.

-Venga, no me jodas.-

Lo que no pudo evitar es el pánico que sentía en su interior. Todo lo que había sucedido hasta ahora era por culpa del ser que tenía delante. Y encima estaban en sus dominios, como si no fuera lo suficientemente poderoso fuera de ellos. En su terreno podría destruirles con sólo chasquear los dedos.

-Pues la verdad es que me pilla en desventaja entonces. Porque sinceramente yo sí que estoy muy sorprendido de encontrarle.-

No tenía sentido disimular, ni tratar de engañarle o fingir que estaban allí por otra cosa. El ser tenía todos los triunfos en la mano.

-Habíamos venido a buscar a la srta.Wright. No sabrá por casualidad donde está ¿Verdad?-

- Tiradas (1)

Motivo: conocimientos Cernunnos

Habilidad: Bueno (+3) (3)

Dificultad: Mediocre (0) (0)

Tirada: [0] [-1] [1] [1] = +1

Resultado final: Grande (+4) (4), Éxito

Notas de juego

Tiro conocimientos a ver si sé quién es el Cornnudos este. Aunque para lo que va a servir que lo sepa.

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12/04/2021, 17:00
Cernunnos

El señor de los Sidhe sonríe, lo que hace que a Raymond se le congele la sangre en las venas.

Desde la primera vez que lo vio, en la tienda de Darren, el mago sabía que se trataba de un poderoso ser del Nuncamás. Pero al pararse a pensar en el nombre, el temor que le inspira no disminuye lo más mínimo. Cernunnos, el antiguo Dios Astado, un dios céltico de los bosques, los animales salvajes y del otoño, al cual se conoce únicamente por su nombre romano. Si este tipo es un dios, su poder debe de ser similar al de las mismas Reinas de las Cortes.

Sin embargo, a pesar de todo, el hombre (si se le podía llamar así) parecía mostrarse educado.

Así es — contestó. — Nuestro amigo — dijo señalando al niño, que había sonreído por primera vez al escuchar el apellido de Mara — la encontró perdida en el bosque igual que a ustedes. Ahora mismo se encuentra bajo mi protección en mi pequeña residencia, a salvo de este... pequeño incidente — señaló hacia atrás, al árbol junto al cual se había enfrentado con la sombra. — Supongo que querran verla, así que, si son tan amables de acompañarme... Su pequeño juguete ya no será necesario, señor Grend — añadió con una sonrisa.

El mago fue a mirar nuevamente el clavo de hierro, sólo para encontrarlo completamente oxidado, hasta el punto de prácticamente convertirse en polvo al tocarlo. Raymond levantó la mirada para encontrarse con la sonrisa del sidhe, lo que nuevamente le produjo un escalofrío a lo largo de la espalda.

No tenéis más opción que seguir a Cernunnos quien, al parecer, se dirige en la dirección en la que había señalado el clavo la última vez que lo habían comprobado y se encontraba en codiciones de apuntar a algo. De repente, se para, gira a la izquierda y os mira.

Ahora segid mis pasos sin desviaros y no mires hacia atrás...

Se dirige a dos árbles y cruza entre ellos. Al hacer lo mismo el bosque desaparece a tu alrededor o, más bien, se aleja, y te encuentras en un claro que parece utilizarse como zona recreativa. Hay una explanada de tamaño suficiente como para practicar varios deportes, un merender en uno de los laterales y una casa de un par de pisos, no demasiado grande. No muy lejos de vuestra posición, hay unas estatuas de dos guerreros que parecen observarlo todo con un gesto amenazador bajo sus yelmos adornados con sendas hastas de ciervo. Un par de enorme sabuesos blancos con las orejas rojas corren hacia vosotros y se paran junto a su señor, moviendo el rabo hasta que el sidhe les acaricia la cabeza.

Por favor, vengan conmigo — dijo mientras se encaminaba hacia la casa.

Notas de juego

Ahora sí.

La partida continúa en la siguiente escena
El Feudo de Otoño