Partida Rol por web

Me encojo de hombros ante las sospechas que comienzan a cernirse sobre mí.

- Si vais a juzgarme por mi silencio o mi anterior elección, sabed que ambos no son sino fruto del más absoluto desconocimiento. No tengo ni pistas ni sospechas, de ahí que no aporte más allá del único dato feaciente que conozco, y es que Hera fue atacada, y que Zeus la defendió. Respecto a mi votación anterior, la razón fue la misma, desconocimiento, palos de ciego. -

Niego lentamente y suspiro profundamente.

- Y lamentablemente me temo que seguimos dando palos de ciego. Sospechamos de todo aquel o aquella que se pronuncian, pero también lo hacemos de aquellos que no dicen palabra, que son muchos. En ambos casos, no hacemos sino favorecer al bando de Cronos. La confusión y la discordia no ayudan. Pocas opciones hay que puedan ayudarnos en tan tardía hora. Si alguien tiene información más feaciente que la poca ignorancia que nubla mis ojos, que la use a buen recaudo, a fin de que nos pongamos de acuerdo y nos mantengamos unidos.- Hago una pausa y añado

- Si creéis que yo me vendido - escupo sobre la palabra - al bando del enemigo, votadme y probad que erráis, o pedir a la videncia que me investigue, para de igual modo llegar a la verdad de que yo siempre he sido y seré fiel a la madre Gea. -

Miro a Hades atónito, mi propio hermano duda de mi aunque, es normal, tal y como está la situación cualquiera podría desconfiar.

-No te culpo hermano, mi silencio puede resultar sospechoso, pero no es por falta de determinación a la hora de terminar con esta inútil lucha que acabará por destruirnos...es porque mi corazón alberga sospechas, una duda me corroe por dentro, la incertidumbre me está envenenando.-Miro a Zeus.-...ojalá me equivoque y simplemente sea obra del miedo, pero no puedo asegurar con franqueza que Zeus fuese el que ayudó a su esposa o simplemente fue un mero observador, y tampoco puedo asegurar que a estas alturas, sea una marioneta de nuestro padre...es decir...ahora nadie sospecha de él ni pondría en duda su palabra pero...

Me acerco lentamente hacia él, pongo mis manos sobre sus hombros y digo.

-Por favor hermano, demuéstrame que me equivoco...desafiaré cualquier peligro que el destino me aguarde pero no continuaré sin saber que puedo confiar en mi hermano...

- No estoy de acuerdo contigo en lo que a mi acusación concierne. No es que yo no haya dicho nada útil, mi querido Hades, es que cada vez que lo hago soy ignorada. Estáis demasiado empeñados en pelear entre vosotros y mi voz no se escucha por encima de vuestros aireos. Además, advertí que la guerra no es lo mío. Yo no nací para sospechar, acusar ni matar.

Dicho esto y con una mirada baja y profundamente triste, hundo el rostro en el pecho de Ares. Él tampoco me parecía culpable, y parece que no puedo confiar en nadie más.

No pretendo encelar a Hefesto, pero no puedo comparar la protección de quien ya usó trucos para casarse conmigo y de quien sigue a mi lado después de todo.

No sabía que pensar ante la nueva intervención de Artemisa. Aporta las razones de su silencio y de su votación, pero no prosigue con la formula propuesta de hacer públicas las sospechas. 

- Artemisa, dos son las razones por las que debemos continuar hablando de las sospechas y de nuestros futuros votos. La primera es que es nuestra única arma, la única manera de eliminar un hermano de Cronos que conocemos por el momento, y hablando de ello es como podremos evaluar las distintas actitudes, argumentos y reacciones de los presentes. La segunda es que podría facilitar a quien ha obtenido información con alguna de sus habilidades a ponerla de manifiesto sin exponerse como un blanco potencial. Habrá que leer entrelineas, pues quien tenga fundamento en sus acusaciones querrá enmascararlo lo suficiente como para que los infiltrados no sean conscientes de su conocimiento. Al menos será así hasta que decidan que el momento es propicio para desvelar todas sus cartas. - hago una breve pausa, mirando a la diosa de la Luna y la Caza. - Por eso los que eviten el transcurso de esta conversación o no participen pueden ser sospechosos, ya que me parece que es a los titanes a quienes les interesa que se abandone. 

Guío mi atención sobre Poseidón al escuchar sus palabras. Me satisface su respuesta ante mi desconfianza, yo mismo había decidido actuar así. No hay razón por la que deban confiar en nosotros más que en el resto. Lo que me asombra es su acusación a Zeus. Era atrevida y arriesgada, ya que era de los pocos en los que se podía depositar algo de confianza. Claro que el ataque infructuoso sobre Hera y la defensa de Zeus a su esposa eran cuestionables, pero ante tan pocos hechos era el único que podía merecer un poco de consideración. Confiaba en que quienes fuesen capaces confirmarían si hacíamos bien. ¿Sería Poseidón capaz y eso nos quería indicar? Al menos había hecho su acusación y se había expuesto, lo que rebajaba mis sospechas. Ya que quizás un farsante hubiera escogido un objetivo menos comprometido.

Afrodita, al igual que Artemisa, se defiende pero no hace mención acerca de sus reflexiones dando nombres. Lo cual no ayuda a cambiar mi percepción.

- Esa ha sido mi impresión, Afrodita. Solo intento buscar algo en que poder sustentarme. Pero dime ¿en que vas a basar tu próxima votación? Será interesante tenerlo en cuenta. Todos los criterios son bienvenidos, al menos por mi parte. - 

No me gustaba la posicion que estaba tomando Ares repecto al problema, solo iba a conseguir un descrontrol en las votaciones y la muerte de otro inocente.

-Ares, como no puedes estar deacuerdo a someter esto a votación, ¿prefieres que cada uno actue por su propio juicio y no poder ser juzgados por sus actos?-

-eso solo traerá mas discordia entre nosotros y les facilitara el trabajo a los titánes, lo siento hijo de Zeus pero no puedo aceptar esa decisión y el simple hecho de proponerla enturbia mas tu nombre y cambia el destinatario de mi voto-

Sentía la cabeza de Afrodita sobre su pecho, mientras escuchaba a todos hablar. Frunció el ceño sin embargo cuando unas palabras salieron dirigidas hacia él por parte de Nyx. Resopló de forma visible y clara para todos, estaba cansado ya de eso. - Primero nos echaste las culpas sin hacer nada diferente a nosotros, luego te hiciste la martir y ahora finalmente ¿propones matarme cambiando mis palabras? Lo explicaré una vez más por si no lo has entendido o no te ha interesado entenderlo y así manipular a los demás en mi contra a saber con qué motivo. -

Golpeó su pecho sin rozar a Afrodita y dijo en voz alta y bien audible - Lo que yo propongo es que lo que impere sea la razón no los votos estúpidos como atenienses. Quiero que hablemos, discutamos y juntos lleguemos a algo, votar sin más como tú apoyas Nyx únicamente nos hará sospechar de las rencillas pasadas que hemos tenido. Quiero acabar con Cronos y para eso debemos razor, no inculparnos unos a otros ni echar culpas como tú llevas haciendo desde el principio. Todos debemos ir a por la gente que busca fragmentar el grupo. Eso es lo que he dicho, puedes seguir intentando manipular mis palabras pero todos aquí son dioses y no se dejarán engañar por tus vanas manipulaciones. -

Tras aclarar aquello reafirmó su posición con rotundidad y dijo - No obstante no soy el dios de la guerra por nada, tú has querido empezar una guerra contra mi sin motivo alguno, atente a las consecuencias. Yo me he prestado a la humillación de Helios para demostrar quien soy y puedo defender mi posición siempre, pero has pisado en mal terreno. -

Asclepio quien seguía consolando a Ilita, quien estaba inusitadamente callada, observaba y escuchaba con atención y agradeció a los grandes dioses que dieran sus razones de voto contra Hermes.

-Ya veo, entonces por callado y esquivo... no puedo culparos de eso, pues yo mismo pensé igual de Hecate, quien apenas a hablado, solo se mantiene escrutando nuestros rostros en silencio. Veo ahora que no soy el único que piensa así. Y por desgracia si no encuentro otro culpable mas justo, sera ella de nuevo a quien vote, su aptitud no hace ayuda para que deje de desconfiar de quien era.

No quiera entrar en luchas de dioses, pero si quería romper una lanza a favor de Ares, a quien por el momento no le encontraba culpable.
-Yo pienso igual, antes de votar debemos hablar y pactar, votar sin sentido común y con común me refiero a todos. Los votos de pocos fácilmente podrían llevarse al bronce a otro inocente. Si es que Hermes lo era.-Alzo la mirada un segundo y resoplo-Por desgracia el tiempo parece que se acaba, si Cronos piensa volver a la misma hora que la ultimas vez.

Le gustaría salir corriendo de allí, volver al inframundo del que nunca tendrían que haber salido. ¡Pobre Cancerbero! Tan solito que se sentirá ahora, tantas almas vagabundas...

Pero cuando su mirada se cruza con la de Hades, ve el amor que aún hay en su interior. Siente ganas de lanzarse sobre él, acurrucarse en sus brazos y que el mundo se acabe. No sospechará nada de él, nunca. Él sigue siendo su faro en la niebla.

Respecto al resto, escucha a todos, intentando ser imparcial y pensando sobre cada afirmación y duda vertida. Pero  mientras el resto pone en relieve que, debido al ataque que acaban de sufrir, no pueden ser Zeus ni Hera, a ella le extrañaba como ellos se habían podido proteger de algo que la misma Gea no había podido.

-Disculpadme, dioses del Olimpo. Pero hay una sombra de duda en mi corazón... No quiero verter acusaciones y provocar más el caos entre nosotros. Pero no puedo evitar pensar como Zeus y Hera se han defendido de un ataque que los demás, ni si quiera Gea, han podido evitar. Yo no he sido consciente de nada durante el ataque, no he visto nada, ni he podido moverme. ¿Pero Zeus si ha podido? ¿Por qué no pudo defender antes a Gea? ¿Y cómo ha podido defenderse si yo ni si quiera podía ver nada? No es una acusación, no lo toméis a mal... -se disculpó, inclinándose ante Zeus y Hera -Pero no puedo evitar esa sombra de duda que nubla mi corazón. Sé que este comentario puede traerme problemas, pues mientras yo dudo por esta razón, los demás justamente se sienten más seguros... 

Observar como se van cruzando acusaciones resulta tan aburrido como inútil. No tenemos base para las decisiones, así que bien podríamos lanzar una moneda al aire para decidir.

Algunas voces se habían dirigido a ella, pero concentrada en sus ritos, intentando notar diferencias del resto de la familia, habían hecho que hubieran quedado como algo estático. Ahora abría bien los ojos, y las dudas, acusaciones y comentarios penetraban en su piel, y con un triste suspiro miraba al resto.

No os puedo culpar de considerar sospechoso mi silencio. En gran parte fue el motivo por el cuál algunos elegisteis a Hermes, y sólo sería mía la culpa si caigo yo por el mismo motivo. Pero al menos, ya que he llegado a una conclusión, me gustaría exponerla, por si sirve de algo... independientemente de lo que me ocurra.

Primero miró a Asclepio.

No te guardo ningún rencor ni por haberme votado ayer, ni tampoco si no te convenzo de que hay otra mejor opción a votar. Siempre has procurado hacer lo mejor que estuviera en tu mano para sanar, y me niego a creer que Cronos haya podido penetrar en ti, y hacerte creer que para ello debes seguir sus oscuros designios. Aunque espero que comprendas, tu mejor que muchos otros, lo complicado que puede ser una delicada operación, y que uno debe actuar de forma precisa en el momento adecuado para una satisfactoria operación.

Se giró hacia Helios y sonrió cálidamente.

Está claro que si ayer mi mirada se cruzó con Apolo, no era de extrañar que también pudiera cruzarse con la tuya. Aunque no, al menos no en ese sentido, puesto que aunque finalmente te decantaras por mi, mi mirada hoy no será para ti. De igual forma, espero que aceptes que tan peligroso es hablar de más, en tu caso en concreto bravuconadas, cómo el silencio que en gran parte he mantenido.

Finalmente, se centró en Hades y sonrió. No para él, sino porque parecía que tuviera 3 cabezas. No sabía si era un signo de la fortuna, o un presagio sobre como sería representada como estatua. En cualquier caso, ahora no iba a callar, les debía exponer sus conclusiones mientras aún tenía aliento para hacerlo.

Mi motivo de mi votación de hoy está claro: cómo muchos, desconfiáis en los silencios. El problema no son los silencios... sino cuando se convierten en una anomalía. Y no lo digo para los que no hablábamos, sino para los que estuvieron bien activos y charlatanes... hasta que dejaron de estarlo.

Y aunque siempre habló para todos, y no dejaba de hacerlo, su mirada se endureció al mirar a Hipnos.

Llevas un buen rato callado. Demasiado, más cuando has dejado de hablar justamente cuando Zeus ha explicado como fueron atacados Hera y él. Que no viera a quien les atacaran porque estaba envuelto en una sombra es comprensible, pero por más que hayamos sido alterados por Cronos, no soy capaz de ubicar quien podría ser, pues soy la Luna y mi luz no sólo lidia también con sombras, sino con la propia oscuridad. Claro está, si realmente se ocultaba bajo una sombra como tal, y esta no era... una ilusión. Y quien mejor para crearlas que nuestro ahora mudo dios, a quien difícilmente asociaríamos de buenas a primeras con las sombras, para intentar acabar con Hera. Por ello te acuso y te señalo, pues esta es la conclusión a la que he llegado hoy.

Voy a darle la razón a Afrodita - dije sin mirar a nadie. Total, no siendo para acusarme, nadie me hacía ni caso - Ya que no es la única que cada vez que habla es ignorada.

Luego continué sin ganas - mi voto será para Nyx ya que queréis saberlo,  no tengo nada que ocultar, pero tampoco tengo pruebas a favor ni en contra de nadie, su voto contra mí es mi única razón. Y así seguirá siendo mientras no tenga otras razones, por lo que viendo las votaciones de hoy podréis saber de ante mano quien será mi próximo nombre.

A continuación me acerqué a Apolo todo lo posible. Para lo que tenía que decir quería mirarle a la cara y asegurarme de no ser ignorada - No doy mi opinión porque no tengo opinión. Si pudiese habría usado mi celeridad como mensajera para salir de aquí lo más rauda y veloz que me fuese posible. Pero no puedo. Chronos y sus titanes nos tienen aquí encerrados como un gran experimento y seguro que se ríen lo que nunca nadie ha escrito mientras nos matamos unos a otros. No sé tú, pero yo no quiero morir. No quiero acabar como la buena de Gea o mi compañero de andanzas Hermes. Pero mientras los que no sabemos nada de guerra buscamos consejo en los que se supone que sí para que todos salgamos vivos de aquí, otros sembráis más discordia que la propia diosa de la discordia

Tras eso me alejé de Apolo hacia un rincón del Olimpo, y me senté en el suelo dejando caer mi cara entre mis manos

El tiempo avanzaba y todavía no se había llegado a algún punto de entendimiento. No había acusación posible y las votaciones habían casi llegado a su fin.

No sé a quién votar, lo digo sin dudarlo. Por un momento había pensado votar a Iris, por que es lo que mi madre había querido, pero no me parece correcto. No votar, me da miedo. Así que, ¿qué hacemos? En está votación he dejado que sea el azar el que decida mi voto, espero no condenar a nadie con él. Pero me gustaría que en la siguiente nos pongamos de acuerdo, que encontremos una prueba a la que agarrarnos antes de enviar a alguien a la desaparición.

Señaló a Eros con pesar y suspiró. Esperaba que cogieran la indirecta y trataran de evitar condenarle si no le consideraban culpable por algún motivo palpable.

Tras dejar a Hera descansando, observa con los ojos fruncidos las discusiones que se dan entre unos y otros, pero se detiene cuando Hades menciona el nombre al que tenía pensado mencionar en la siguiente votación. Pero su sorpresa es grande cuando escucha la respuesta que Poseidón le da a este, y cómo descaradamente el rey de los mares se acerca y posa las manos sobre sus hombros.

- Quita tus manos, o te arrancaré la cabeza aquí, y ahora mismo.- Sentencia con fuerza y enojo en su voz, antes de golpear con su brazo derecho las extremidades extendidas de Poseidón para sacárselo de encima.

- ¿Respondes con acusaciones hacía mi cuando son levantadas en contra tuya? ¿Exiges que de muestras de mi papel en este juego al que nos ha condenado Cronos, sin dar las tuyas primero? ... Poseidón, mi dedo te señalará a ti en este día, y ruego para que las moiras remuevan el hilo del que pende tu vida del lienzo que sujeta todo lo que existe y vive.-

Se voltea a mirar a todos, antes de profundizar más en sus palabras.

- Para aquellos que osen dudar de mi o de Hera, sepan que hemos dicho más que todos ustedes, cuando todos tienen secretos en este juego. Aún así, ¿quieren saber más? ¿quieren que sea más explicito? Bien... - Se voltea a observar a Hera, pidiendo disculpas en su mirada por la información que revelaría.

- Hera y yo somos Uno. Mientras nuestros cuerpos están aquí, nuestro corazón y mente comparten lugar en los Campos Elíseos. La sombra de la que hablé la atacó allí, y fue allí donde pude detenerla y arrancar su mano del pecho de Hera, es por eso que ustedes no la han visto. ¿De quién sospecho? De Poseidón, quien apenas comenzó este juego se acercó a mi como si fuese capaz de confiarme su vida, y ahora me acusa cuando los ojos de Hades se posan sobre él, pidiéndome justificaciones cuando él mismo no las da. Para mi ya es claro quién de nosotros es un Titán oculto en el cuerpo de uno de los dioses. Retirate de mi vista, Poseidón. 

Tras su discurso volvió a su trono, a tomar asiento junto a su esposa, sin apartar su mirada de la de quién se decía rey de los mares. Más aún tendría que añadir.- Mis ojos también se posan en ti, Perséfone... Es curioso que esas "sombras de duda" te cubran ahora, tras las palabras de quién se dice ser Poseidón. 

El dolor y la rabia al oír las palabras de Zeus llenaron todo mi ser.

-Como osas...Respondí a Hades con sinceridad y me acerqué a ti buscando una explicación de buena fé, no la muestra de desprecio con la que respondes, a mi, ¡tu hermano!. ¿Quieres conocer mi papel? Soy un actor de esta sátira en la que nos hemos sumido, ¡mirádnos! No somos mejores que los humanos. ¿Quieres acabar conmigo?

Me alejo del trono, alzo mi mano y señalo a Zeus mientras grito con ira.

-¡Sea pues, mátame! Con gusto me sumiré en el olvido si puedo escapar de esta jaula de grillos y de tu presencia ponzoñosa. Pero antes de perderme en el vacío, te señalo a ti, Zeus, y en mi corazón espero que seas un Titán ya que si el que me esta insultando y acusando es mi propio hermano...

Bajo la voz ligeramente.

-Entonces haré todo lo que esté en mi poder para acabar con tu existencia.

No aparté la mirada ni un momento de Zeus, aquel orgulloso y valeroso dios que había conocido se había convertido en una víbora traicionera, si era un Titán, desataría toda la furia que pudiera emplear sobre Cronos, si seguía siendo Zeus, entonces, pasase lo que pasase a continuación, sería una victoria para Cronos.

Escucho con atencion y agacho la cabeza ante las palabras de Hecate, en parte tenia razon.

-Y espero que me perdonéis si en verdad sois inocente dueña de la luna, pues a pesar de que otros parecen tener claros sus acusados, yo apenas dudo de alguno. Y prefiero guiar mis actos propios, aun si fueran errados, antes de unirme a alguien y descubrir que me equivoco, eso tal vez seria apoyar a un titan después de todo.-Ahora que los días eran lentos y había pasado muy poco, para el medico del olimpo tenia mas sentido sus propias palabras que las de otros, al menos de momento. -Pero os doy mi palabra que si en verdad me equivoco con vos y os condeno, haré lo posible y mas por devolveros ha nosotros. Al igual que haría con los verdaderos olimpos y Gea si estuviera en mi mano.-Como hombre que salvaba vidas, el sufría mucho mas que otros al tener que quitar alguna, pero era un dios y debía luchar como el resto, mal le pese o duela.

En sus ojos se cruzó un rayo de miedo al ver a Zeus y Poseidón, enfrentados de esa manera. Eran hermanos,y que ella supiera siempre se habían llevado bien. Era descorazonador verlos así, en aquella situación...

Pero algo era cierto, Zeus estaba respondiendo a Poseidón con una inusitada violencia, cuando parecía que Poseidón intentaba obrar lo mejor posible. Él había tenido dudas, al igual que ella, pero no entendía porque se enfurecía de aquella manera con alguien que era su propio hermano si éste acudía a a él, dudoso sí, pero conciliador.

Quizá Zeus tuviese razones para reaccionar así y ella no las supiese, es cierto que podría ser que Poseidón estuviese comportándose de una manera extraña que solo Zeus, su hermano, hubiese notado. Pero ella solía estar en el Inframundo, con Hades. No sabía como solía ser el carácter habitual de Poseidón y si había en él algo extraño que hiciese a Zeus sospechar. 

-Disculpadme, Zeus. Pero no eran necesarias las palabras de Poseidón para ello. Sois el único que habéis conseguido defenderos. Algo que ni Gea consiguió. Era evidente que ya seáis o no un titán, es algo reseñable. Hasta el momento sois el único que lo habéis conseguido. Por eso me llamó la atención, no necesito de la arenga de otros para pensar, cuando, de momento, mis sentidos aún siguen siendo míos y puedo ver, oír e interpretar por mí misma. Si me he equivocado, mis disculpas, pero para mí era evidente que había una anomalía en la que vos estábais implicado.

Ríe al escuchar a Poseidón, pues no podía hacer otra cosa. Poseidón había terminado de mostrar la cola, la del lobo disfrazado de oveja.

- ¿Qué has respondido con toda sinceridad? ¿Tu sinceridad es "guardo silencio porque guardo sospechas"? Por favor, así llamado Poseidón... ¿Tras acusarme para quitarte de encima los ojos de Hades me llamas "Hermano"? Tienes una cara tremenda... Pero no. No seré yo quién te mate, Poseidón... Muy por el contrario, si caes antes que yo, te aseguro que romperás la cascara de bronce que rodee tu cuerpo, y lo primero que harás será caminar hacía los pies de Hera, e intentaras besarlos, pero ella no lo permitirá porque no eres, ni seras digno de ello...  Yo me encargaré de que esto así suceda... 

El tono de las palabras de Zeus era serio, y en ningún momento despegó sus ojos de los de Poseidón. Disfruto de cada palabra que salió de su boca, como si deseara que aquel momento llegara pronto. 

Luego se giro a Perséfone, y no pudo hacer otra cosa que volver a reír.- Si no eran necesarias las palabras de Poseidón, ¿por qué no mencionaste tus dudas antes? ¿Por qué no preguntarme directamente a mi la forma en la que pude salvar a Hera? Pero no... Escogiste arrojar más madera al fuego que Poseidón trató de encender - Levantó una ceja al hacer estas preguntas.- Me miras como si no entendieses mi furia y mi enojo... ¿Cómo te sentirías tu si un cobarde tratara de quitarte a aquel ser que es tu otra mitad? Y lo curioso es que Poseidón amenazó a Hera antes de ser atacada, ¿y ustedes dos tratan de levantar sospechas sobre mi por haberla salvado? - Cogió la mano de Hera con fuerza, sin despegar la vista de Perséfone.

- No tengo nada más que decir a nadie, salvo que ya he dejado en claro cuales son mis poderes, y mi papel en este juego... - Volvió a observar a Poseidón.- No soy una simple marioneta, todos tenemos un secreto que de momento, salvo yo, nadie ha querido revelar... También, y dejare estoy muy en claro para todos - Volvió a dirigirse a todos los dioses presentes que estuviesen vivos aún.-  Aquí no hay hermanos ni padres hasta que descubramos la identidad los Titanes, aunque para mi no hay duda de en donde se están ocultando.

Aún abrazada al cuerpo del dios de la guerra, me voy encogiendo cada vez más, pues los dioses levantan cada vez más su voz, se amenazan y acusan unos a otros con violencia, y todo comienza a carecer del poco sentido que tenía tras la aparición de Cronos.

- Quizás no entiendo de guerra ni de estrategia. Quizás no soy la más inteligente, y tiendo a ser despreocupada. Es mi naturaleza. Más una cosa veo clara desde la muerte de Hermes, que parece no ver nadie más, y es que acusar a alguien por mantenerse al margen es un error. Con Hermes nos equivocamos y si seguimos la misma estrategia, volveremos a equivocarnos. Hay algo aquí que no entiendo, de todas formas... ¿Por qué si los titanes atacaron a Hera, fue Dionisio el que murió? ¿Es que acaso pueden atacar dos frentes a la vez? - Me encojo de miedo ante la idea, y comienzo a ponerme nerviosa.

Mantengo la mirada en Zeus.

-Te escudas en que has desvelado tu secreto, oh soberano de todos los dioses, cuando eso podría ser tan cierto como el resto de mentiras que has expuesto...No seguiré escuchando tus palabras, ni dejaré que sigas jugando con mi mente...que el resto de los dioses decidan, la nada no puede ser peor destino que el que nos depara aquí...

Tras esto, me alejo todo lo posible del trono y guardo silencio, sin apartar la vista del resto de los dioses.

Con lentitud, me levanté de mi trono con una cara más calmada. Con gesto orgulloso y caminar decidido, me coloqué al lado de Zeus y posé la mano suavemente en su brazo para tranquilizarlo. Era suficiente de absurdas acusaciones y palabras de furia, no llevaban a ninguna parte.

- Ya es suficiente - observé a todos los presentes con penetrante mirada y expresión autoritaria - si queréis acusarnos, estáis en vuestro derecho. Aquellos que penséis que me humillaría a montar un espectáculo para disipar las dudas sobre mi, podéis votar y condenarme. Las palabras ya no tienen sentido llegados a este punto.