Partida Rol por web

Por primera vez desde que os reunisteis el día amaneció con tranquilidad. El rojo sangre parecía haber sido removido de la decoración, y ni siquiera el sonido de las puertas abriéndose seguido del -ya conocido por todos- andar de Lord Varys os molestó en vuestro despertar.

La muerte había rozado a uno de los presentes, lo había rozado y había fallado. Sin embargo, ajenos a ese hecho dejasteis que vuestros pulmones respiraran aliviados.

Abrió los ojos, sorprendida. Lo cierto era que comenzaba a asombrarle el hecho de haber sobrevivido durante tanto tiempo, sin duda no sería por haberse callado las cosas. Quién sabía, quizás su nieto realmente la estuviese protegiendo cumpliendo como un buen caballero y fuese capaz de manejar un arma fuera de las justas después de todo.

Al llegar a la Sala del Trono ya esperaba, como había ocurrido estos días anteriores, encontrarse allí la decoración carmesí tan característica de estos últimos días, pero esta vez no fue así. No era una persona fácil de sorprender, pero aquel día ya iban dos veces.

¿Me pregunto si será una mala señal?

Miró la sala y esperó que apareciese alguien más.

Llega tras su abuela a la sala a la espera de saber la siguiente victima, no es que lo quisiera, pero tras varias noches habiendo muertos era algo raro no ver de nuevo, raro y un alivio al descubrir que no habían habido. Coge una silla para su abuela, aprovechando que eran los primeros y todas estaban vacias, y él se queda a su lado, mirando a todos lados esperando a que vinieran los demás.

-No es que me guste que muera gente, pero tras tantas acusaciones ayer, pensaba que moriría alguien... -le dice a su abuela casi en un susurro.

Sandor se despertó con las sienes latiéndole peligrosamente y la boca pastosa, con un desagradable sabor a vino pasado. Por un momento, se sintió perdido y no reconoció el lugar donde se encontraba, pero rápidamente cayó en la cuenta. "Desembarco del Rey. Lugar de reyes muertos y futuros reyes más muertos aún", pensó amargamente al recordar los sucesos de los días pasados. Y un pinchazo en su quemada sien le hizo estremecer.

Tras la muerte de Ned Stark (y la posterior charla/acusación en la sala del trono), el Perro se había retirado a descansar, sabiendo que no pegaría ojo. No se fiaba ni de su sombra, y había tenido la intención de pasar la noche en vela por el temor a que el traidor le degollara el cuello en plena noche. Para matar el aburrimiento mientras el amanecer llegaba, había empezado bebiendo una copa de vino, a la que siguieron otras tantas, y cuando se quiso dar cuenta estaba tan borracho que cayó rendido en un inquieto sueño.

No era la primera vez que había tenido extraños sueños de los que nunca había hablado a nadie. Si bien éstos le habían asaltado tras una noche de juerga y el Perro los había achacado a los malos efectos de la bebida, desde que habían llegado a Desembarco del Rey (o más bien, desde que los asesinatos comenzaron), cada noche había tenido uno de estos sueños. Creía ver una mano ejecutora detrás de cada víctima, una mano que Sandor intentaba afanosamente seguir hasta la cara de su dueño: el traidor. Sin embargo, los sueños habían acabado con la sombra del asesino huyendo y dejando paso a alguien de los presentes llorando la muerte del cadáver de turno.

Aquella noche, sin embargo, el sueño del Perro había consistido en ver la acción desde la espalda del asesino. Pudo ver cómo una figura, convenientemente cubierta, trataba de clavar un puñal sobre una víctima (no supo quien) que dormía arrebujada entre las sábanas de su lecho. El Perro había sacado su espada, y cogiéndo al traidor violentamente del hombro para ver su cara mientras pensaba hundirle el arma en el vientre, comprobó que no tenía rostro. Con pavor, dio vueltas al cuerpo que sujetaba del hombro en busca de ojos, nariz y boca, sin ningún éxito. En ese momento, había despertado empapado en sudor.

Ya fuera por el estrés de los últimos días en la elección del nuevo rey, por la continua agonía de aparecer muerto al amanecer a manos de un traidor de esa sala, o por que los Siete trataban de decirle algo a través de sus sueños, pero el Perro sintió que estaba empezando a desquiciarse.

Mientras andaba hacia la sala del trono, se dio cuenta que su único deseo era estar tranquilamente en una taberna, sin más preocupaciones que cumplir las órdenes que los Lannister le daban. "Que el único señor Lannister que me queda me de", se corrigió mentalmente al recordar los asesinatos de los otros leones. 

La resaca le estaba produciendo un sentimiento de tristeza que no reconoció como suyo, así que sacudió la cabeza intentando desprenderse de él. Nada más cruzar la puerta que llevaba al salón del Trono de Hierro, casi esperó encontrarse una nueva víctima, pero sus sueños volvían a darle la razón: esa noche no había habido asesinatos. Se prometió estar atento para buscar al traidor que amenazaba tanto la seguridad del Gnomo como la suya propia.

Al ver que allí ya estaban Lady Olenna y al Caballero de las Flores, les hizo una pequeña reverencia a modo de saludo y esperó como un perro fiel a que apareciese su amo, el enano.

La noche habia pasalo y para el alivio de Bryden no encontro cadaveres esperandolo cuando llego al salon de tronos. Por unos segundo sonrio, aunque no duro mucho cuando reflexiono que aun no habian capturado a ninguno de los asesinos. Se pregunto mentalmente si al menos la noche de ayer habian fallado.

Es un alivio que no haya un nuevo cuerpo sin vida esta mañana. comento mientras se ponia cerca de los que habia llegado mas temprano que él. Hoy votare por Melisandre por las razon que he dado ayer, como Jon ha dicho esa mujer actua de forma muy inquietante y no solo por su religion extrangera.

Jon a lo mucho había podido pegar el ojo para dormir. Era un guardia de la noche y hizo lo suyo hasta donde pudo, esperando el relevo de algún otro voluntario, aunque ya no parecían haber muchos que quisieran velar por aquel lugar.

Trató de descansar, pero aquello no parecía funcionar para él. La imagen de la muerte de su padre, el gesto del mal gusto de los asesino para poner a su tío como un cuervo mensajero, eran imágenes imposibles de borrar de su mente y el simple hecho de pensar que cualquiera ponía en amenaza la vida de su pequeña medio hermana, era algo que le hizo perder el sueño.

No supo en que momento se quedo dormido, y cuando despertó, lo hizo lleno de angustia. Salió en busca de su hermana y de Hodor a la sala del trono, esperando que ninguno de ellos hubiesen caído victimas de tan macabros asesinos. El no ver al buitre de Varys era una buena señal para la mañana, pero aun en nada podía confiar para sentirse seguro.

Escucho a los que iban llegando y cuando las palabras de Bryden se hicieron presentes, retomo en su mente las dichas por este en la noche anterior. Lo cierto era que la apelación de Robert le había hecho dudar de su propio actuar, pero había que ser fiel a lo que se creía, y aquella mujer simplemente le daba muy mala espina y no podía hacer menos que desconfiar de ella. Sin embargo no apoyo la acusación de Bryden, prefirió guardar silencio y esperar a los que aun tenían algo por decir o alguien mas que acusar.

Hoy al menos no había muerto nadie, esas eran buenas noticias. Sin embargo, eso no significaba necesariamente que no atacaran a nadie, bien podría haber sido un ataque frustrado. A Stannis le sorprendía que unos asesinos tan escrupolosos que hasta ahora no dudaban en matar se arrepintieran y no hicieran nada.

-Si esta noche han atacado a alguien lo mejor es que esa persona lo cuente- suponiendo que fuera así- porque los asesinos ya sabrían de quien se trata y es mejor descartar a otro inocente para que no pase lo de días anteriores. Sabiendo de quien se trata, además de descartarle podríamos saber a qué casa pertenecía y comprobar si la teoría de que los asesinos protegen ciertas casas es cierta, lo que cercaría aún más a los posibles traidores.

No sabía con certeza si alguien había sido atacado o no, ni si éste hablaría. Aún así, decidió esperar antes de levantar el dedo contra nadie.

Cuando aquella mañana abrió los ojos, despertando de un sueño intranquilo plagado de pesadillas, descubrió con alegría que todos los miembros de su familia estaban bien y no solo eso si no que nadie había sido atacado aquella noche. Entró en la sala junto a Hodor, no hacían falta palabras, solo la presencia del gigantón bastaba para reconfortarla. Pudo ver el gesto de alivio en el rostro de su hermano al comprobar que todos los Stark estaban bien, intentó sonreírle como respuesta pero la tristeza que la embargaba por todo lo sucedido se lo impidió. 

Se fijó entonces en el cuervo de Lyanna junto a Melisandre intuía que era la forma de su tía de apoyar a Jon en sus sospechas. Porque aunque su apellido era Nieve él era parte de la familia y ella siempre lo había considerado uno más de sus hermanos. 

Asintió ante las palabras de Stannis estaba de acuerdo con ellas aunque tenía su teoría sobre lo que había pasado, lo único que le sorprendió fue que no se sintiera molesto por el cuervo que su tía había mandado a Melisandre. Ella también sospechaba de ella por insistir en acusar a su tía cuando estaba claro que era inocente pero no tenía ninguna prueba que aportar. 

Aunque había un silencio que le preocupaba más, el de alguien a quien habían votado al principio sin tener muy claro a quien acusar y que no había emitido la más mínima reacción al respecto. 

Petyr sale de su escondite secreto agradeciendo a Varysh aquel favor, si bien era un  lugar seguro pero muy incomodo. Observa a los presentes y pregunta: "Alguna novedad? ALguien murió hoy?"

El enano se desperezó con algo de dificultad y carraspeó. Notó su garganta cargada y le costó tragar. Al hacerlo, un regusto a vino rancio le vino a la boca. Frunció el entrecejo con molestia y gimió con los ojos algo llorosos.

Se sentía cansado, echaba de menos su cama, la compañía y la buena bebida. Con un deje de incordio, terminó de vestirse, se desahogó durante unos instantes la libídine acumulada, y sonrió.

Salió de los aposentos que le habían dado y caminó, notándose las rodillas doloridas, hasta la Sala del Trono. Se llevó una sorpresa al ver, primero, el cuervo que hacía unas horas se aposentaba en su pequeño hombro, y que en ese momento estaba entre los cabellos rojos de Melisandre; y, segundo, al ver a Varys, tranquilo, y sin dar noticias negras.

Arqueó las cejas, algo sorprendido, y sonrío, de forma siniestra, aunque algo divertido.

—Vaya, vaya— murmuró, mientras anadeaba por entre el bosque de piernas—, los traidores se han cansado de matar— comentó como quien habla del tiempo—. O puede que no hayan sido lo suficientemente hábiles como para hacer el trabajo.

Hizo una pausa. A veces, aunque no lo reconociera, le gustaba ser algo histriónico.

—Realmente, hoy se despierta un día luminoso, y alguien puede tener la sensación de haber vuelto a nacer evitando a la misma muerte— suspiró. Él jamás tendría la suerte ni la habilidad de evitar ser asesinado mientras durmiese. Podría llegar a un acuerdo si el traidor fuera una atractiva mujer, pero eso sólo retrasaría el inminente final, no lo evitaría—. Que los Siete nos protejan.

Y, como hacía otrora, se dirigió al Trono de Hierro, saludó al Perro con una inclinación de cabeza, alegrándose de que estuviera vivo un día más, y se sentó con dificultad, en el asiento helado y puntiagudo.

—¿Y bien?— preguntó, inclinando la cabeza—. ¿Quién creemos hoy que es el malvado asesino?

Robert irrumpió en la sala tambaleándose, con una jarra en una mano y una espada en la otra.
-Mis disculpas por la tardanza...-Dijo en tono alto y ebrio.-Pero la noche se me hizo corta cuando empece y ahora es de día, pero ni siquiera se que coño ha pasado porque el maldito eunuco solo habla con acertijos.-Alzo la espada señalando la entrada de donde había venido.

Luego se dio la vuelta y se apoyo en una mesa, cogiendo una copa y llenándola hasta arriba con el vino que traía.-Hoy no ha muerto nadie, eso ya lo se, pero dudo que no lo hayan intentado. Solo que han sido tan estúpidos de no saber atinar y me alegro.-Bebió de su copa.-Eso nos da un día mas que a ellos para cogerlos por lo huevos y meterselos por el culo.-Volvió a beber.

Y tras terminar la copa se fijo en el cuervo posado en la Sacerdotisa Roja -¡O Lyanna!-Lleno su copa y camino hasta ella, dejo atrás en la misma mesa la espada con la que apareció.-Hermosa dama, de facciones increíblemente bellas, ¿Dudas de mi casa o solo de ella? Y si es así porque de ella. Acaso las palabras de ayer de tu sobrino te convencieron de algo o es que tienes alguna idea al respecto.

Con ebria sonrisa espero paciente la respuesta de la Stark, pero su mirada se clavo en el Tully
-Que te molesta. ¿Que no llore? ¿Que ame a otro dios distinto al tuyo? ¿Que piense las cosas antes de hablar? ¿Que hable? Darme una buena razón para no partiros la cara de niñato, una que no implique putos prejuicios y mierdas religiosas.-Bebió de su copa pero estaba vacía y torció en morro en consecuencia.

Ante la amenaza de Robert largo una carcajada mientras ponía su mano en el pomo de la espada. Hace tiempo que no me llaman niñato Lord Baratheon, aunque supongo que mis canas han desaparecido y he vuelto a tener mi aspecto de joven sin darme cuenta. Comento no dejándose intimidar mucho por la furia del venado.  

Admito que no me trae mucha confianza que adore a un dios distinto a los nuestros. Respondio acentuando en “nuestros” para referirse a los siete y los dioses antiguos. Un dios del otro lado del mar angosto que por lo que he escuchado adora quemar gente, pero al parecer esa no es suficiente razón. Dijo levantando los hombros como si quisiera sacarle importancia.

Mi razón para votarla es su acusación contra la joven dragona, que aunque fue en principio apoyando una decisión de usted Robert. Me pareció algo planea con el objetivo de matar a una inocente, sumado a eso esta la forma fría en la que respondio ante la acusación del joven Jon. finalizo mirando de reojo a la bruja roja.

-Todo hombre es un niñato si acusa sin dar una clara razón al respecto o se deja arrastrar por otro niñato.-Respondió de esa manera al pez negro, mientras volvía sobre sus pasos en busca de su jarra. Prefería una mente abotargada que una dolorida.

-La casa Baratheon esta unida. Me va ha costar mucho haceros caso, si solo habláis de religión e infundios.-Tenia muy claro que todos estaban en la misma situación que Bryden, pero no deseaba perder otro miembro mas, tan pronto.

Melisandre se levanta ese día y al ver volar el cuervo hacia ella, mira a la loba con zozobra.

Era natural que los hombres de Poniente no comprendieran la majestuosidad del Señor de la luz, pero votarla por ello le parecía ridículo y un argumento vacío.

Se acerca a Robert y le dice - Gracias por creer en mi lealtad, pues le juro que soy completamente leal a nuestra casa - luego, se acerca a Bryden con determinación y dice - Creo que usted es un hombre inteligente, pero también creo que oculta grandes secretos. ¿No le parece muy extraño que todos traten de buscar razones de peso para votar por alguien y usted sólo vote por mí por creer en un dios diferente al suyo? ¿Y usted se hace llamar un representante de su casa? Sus ancestros no deben estar muy felices con su juicio - camina alrededor de Bryden y no puede evitar observar el cuervo en ocasiones. Sin duda, le recuerda a un joven lobo que no se encuentra entre los presentes.

- Creo recordar que no fui la única en votar a la joven Targaryen. Muchos lo hicieron, así que su argumento carece de validez. Aunque hay algo más... - sonríe más ampliamente y le dice - Sólo dos personas saben quién era la víctima: el asesino y yo - dice con decisión.

- El Señor de la luz se acerca cada noche y me da a conocer la víctima de los traidores. Esta noche fue Lord Stannis - lo mira y hace una leve reverencia en su dirección. - El único que ha mencionado esa posibilidad, además de Lord Robert, es Lord Tyrion. Deberían escucharlo un poco más, es un hombre... Sabio - se detiene un momento ante la palabra hombre. Tantos lo llamaban duende que podía estar confundiéndose.

- Yo he salvado su vida esta noche del ataque y creo que saltas sobre mí para escudar tus verdaderas intenciones. Además, ayer no dabas la razón al bastardo Snow, pero hoy lo haces. Creo que quieres buscar un conejillo de Indias y al tener a la loba de tu lado, te escudas junto con los traidores para eliminar a un inocente - su mirada se hace más firme y escalofriante.

- Realmente, creo que debería reconsiderar sus acusaciones, Lord Bryden, pues mira para el lugar equivocado. Creo que el silencio guarda grandes sorpresas y hacia allá es donde deberíamos ir a investigar - sonríe y mira a los Baratheon para luego hacerles una reverencia e ir cerca de Robert.

Sandor tragó saliva al escuchar las palabras de la Dama Roja y volvió a tener en mente sus proféticos sueños. ¿Y si tal vez los Siete no estuvieran detrás de ellos, sino que el tal Señor de la Luz era el que los producía? ¡Si ni siquiera conocía a ese dios desde antes de que Melisandre hubiera adoctrinado a Stannis Baratheon en esa nueva religión!

"No es momento para crisis de fe", pensó el Perro. Sin embargo, decidió aprovechar aquella oportunidad que el destino le había mandando y, a riesgo de sonar como un demente (o así lo vería él si se observase con otros ojos), manifestar sus preocupaciones en alto.

- Mi señor -comenzó dirigiéndose a Tyrion Lannister, pero lo suficientemente alto para que los demás le oyesen- a propósito de lo que dice Melisandre, las últimas noches he tenido unos sueños... inquietantes. No sé si los producen los Siete, el Dios Rojo -y miró rápidamente a su más fiel seguidora- o alguna otra deidad desconocida, pero he terminado llegando a la conclusión de que no son fruto del vino. Sueño con que trato de descubrir la identidad del traidor que se encuentra en esta sala, pero cada noche que en dichos sueños me afano en descubrir al asesino, solo he encontrado inocentes que lloran a una víctima. Casualmente, al día siguiente alguien aparecía muerto. 

El Perro agachó un poco la mirada, azorado por los pensamientos que pudiese tener el enano (y las demás casas presentes) sobre esta confesión. Tras un momento, continuó:

- Estos sueños me han concienciado, siempre a mi juicio, de que las concretas personas de este salón con las que he soñado son inocentes.De otras, aunque no he podido cerciorarme de su culpabilidad, tampoco puedo asegurar su inocencia. Ser Brynden Tully es uno de éstos últimos. Se limita a acusar sin razones ni coartadas, desde que aparece por la mañana en la sala del trono hasta que se marcha en la noche a su alcoba. Sus primeras palabras son son siempre sobre a quién votará como traidor ese día, sin que nadie le pregunte, sin llorar a los muertos ante los Siete ni aportar soluciones para poner fin a este conflicto. ¿Quién nos asegura que es inocente? ¡ni yo mismo he podido asegurarlo! Es cierto que Melisandre se encuentra en situación parecida pero su argumento sobre la protección que ha otorgado a alguien que casi es asesinado -y el Perro miró a Stannis- ya es más convincente que las vagas explicaciones del Pez Negro. Bien podría ser una inocente trucha en el río o una temible piraña que ansía el Trono de Hierro, solo los dioses pueden saberlo. No os fiéis de las apariencias, mi señor Lannister -finalizó, con una inclinación ante el león.

Al parecer su pregunta fue respondida, pero por quien menos se esperaba. Al parecer, la sacerdotisa roja le había protegido, o eso decía, aunque Stannis no tenía razón para no creerle. De todas formas, aunque confiaba en Melisandre de momento quiso asegurarse.

-Creo que ella puede estar diciendo la verdad- miró a todos- y salvo que alguien tenga una versión contraria a lo que ha ocurrido esta noche supongo que podemos confiar en que nos está diciendo la verdad.

Suponía que de no ser cierta, alguien saldría en su contra para explicar la verdad. De no ser así, significaría que la sacerdotisa no mentía. Por eso miró a Bryden.

-Ignoro si la has acusado por error o si realmente piensas en ella como traidora, pero si ella dice la verdad... podría ser alguien importante para todos nosotros. Lo siento, pero como ya han dicho algunos, ha acusado libremente más de una vez, y nadie puede asegurarnos de que no  quiere aprovecharse para ir a por el más débil. ojalá tuviera un argumento más firme, de verdad- era evidente que no disfrutaba con aquellas votaciones. por eso intentaba estar seguro, cosa que no era nada fácil- pero creo en Melisandre y al fin y al cabo aún no ha sido atacado nadie de la casa de las tres T, lo que podría implicar un traidor en esa casa.

Se mantiene en silencio mientras v como todos van llegando y hablan entre ellos. Finalmente, cuando escucha a Stannis decir lo de la casa de las tres T le mira ladeando la cabeza.

-¿No te parece suficiente ataque el que hicisteis contra Daenerys? Si no ha habido ningún ataque no es porque seamos traidores, si no porque sabemos protegernos.

Le agradezco lo de inteligente, pero no estoy de acuerdo con lo que dice despues...observo a los dos que hablaron luego de ella tanteando como habian caido las palabras de la bruja roja. Me disculpa si no soy creyente como otros de las buenas obras de tu dios o del supuesto poder que te ha dado para ayudarnos.

No se como tengo que decirlo, pero no desconfio de vos por tu dios extranjero. Si no por tu accionar frio y calculador, que en mi genera mucha desconfianza porque parece que has logrado manipular completamente a uno de los hermanos Baratheon. dio una corta mirada a Robert. Ahora tienes razon que no fuiste la unica en votar contra la joven dragona, pero sabemos que Lord Stark es inocente, de vos sabemos fuiste rapida en apoyar el voto de Robert contra ella, de Robert sabemos que la voto por una razon de poco peso y de Aemon talvez sabemos muy poco. comento con lentitud meditando con cuidado las palabras que decia en voz alta.

Y ahora sales a decir que tienes el poder de proteger personas...Es algo que deberia haberme esperado viendo como te defiendes de las acusaciones de los demas de forma muy defensiva y ahora que te encuentras con la pósibilidad de ser ajusticiada dices esto para que te dejemos de votar. nego con la cabeza. No puedo creerte ahora y es mas me pregunto si esto es verdad como dices con tu dios diciendote quien sera la victima de los traidores, como no pudiste defender a Benjen Stark o Cersei? pregunto con seriedad.

Se volvio al perro, dejando que algo de tristeza se mostrara en su rostro. Dices que no lloro y tienes razon no llorare por nadie de los que mueran, guardare un minuto de silencio con los que respeto pero no llorare. Por el simple motivo que no es el momento, ahora quiero enfocarme en vengar a los inocentes muertos y traer a los traidores ante la justicia. Cuando termine todo llorare, maldecire y me ire enseguida de esta fortaleza de mierda. le explico volviendose de nuevo serio. Respecto a lo que dicen tus sueños de mi no se como tomarmelo. No dices que soy culpable ni que soy inocente, por lo que te preguntare quienes son los inocentes de los que hablas.

Luego miro a Stannis.Exactamente si dice la verdad podriamos perder a alguien importante, pero me parece que quiere manipularnos para generar esa duda para que nos replantemos votarla. le respondio  antes de mirar a los 4 integrantes de la casa Baratheon.Ademas te equivocas como bien dice Loras las 3T a perdido a una de sus integrantes. Mientras la casa Baratheon aun conserva a todos sus miembros.

Miró a Tully cuando le acusó de actuar contra Daenerys.

-Yo no le ataqué... es cierto que fue acusada injustamente por dos miembros de mi familia, yo mismo la defendí aquel día y reproché a mi hermano por su error. pero sabéis a qué me refiero, los ataques que más cuentan para encontrar a los asesinos son a los acaecidos de noche, los de día pueden deberse solo a la estupidez o a la equivocación al sospechar de alguien- miró finalmente a Bryden- y si es cierto lo del ataque hacia mi persona, mi familia sí ha sido atacada esta noche, a diferencia de la vuestra o la de Stark.

Iba a dejar la conversación con los miembros de la casa de las tres T cuando oyó que sabían defenderse de noche.

-Ser Loras, ¿qué es eso de que sabéis protegeros? Si insinuáis que habéis sido vosotros los atacados volveré a replantearme lo de mi voto de hoy... tenéis mi palabra. Si no, supongo que serán solo palabras vacías si a quienes atacan son miembros de otra familia.

Pero estaba tan empeñado en encontrar la verdad, en su miedo a equivocarse de nuevo que quería explorar todas las alternativas.

-Ser Clegane- le costó no decirle Perro, pero quería ser descortés. Normalmente eso le importaba poco, pero estaban en un momento delicado y no quería insultar a nadie- es la segunda vez que salís en defensa de Melisandre, lo cual agradezco al  tener ella la misma bandera familiar que yo, pero, ¿sabéis algo de ella que el resto no? ¿la defendéis por alguna razón? Y esos poderes que decís poseer, ¿como funcionan? ¿qué es eso de los sueños?

Había visto muchas cosas raras ya, sobre todo desde que se convirtió a la fe del dios de la luz, pero se consideraba un ser racional. Aquello de los sueños premonitorios era algo que le parecía difícil de creer en la mayor parte de situaciones. Esta era una de aquellas en las que algo le decía que no era muy creíble.

Yo no dije que la hayas atacado o votado, se bien quien lo hizo y escuche su reproche a su hermano. Solo corregui sus palabra y señale que la unica casa intacta por el momento es la Baratheon. le explico con seriedad. Aunque como dice usted, la Stark y la mia han sido atacadas solo de dia por personas confundidas o manipuladas...o como creo yo por un asesino que se esconde detras de estos.