Partida Rol por web

Impasible ante lo que sucedió, después de todo era evidente que las redencillas existían y era evidente que todo el que no fuera de su bando lo consideraban culpable el pregunto.

-Y porque no erradicamos el mal real de una vez por todas. Que los seguidores de Cell y Zyba nos pronunciemos aquí, para saber quien o quienes siguen a Rakedus y acabemos con ellos. Después con calma y caos por igual podemos decidir cual sera el siguiente paso. Pero mientras los tres bandos sigamos rivalizados no nos servirá de nada tanta discusión. Creo que este método sera eficaz.-Asintió a sus propias palabras y espero los agravios del resto.

- Sólo quedan seguidores de Cell, Zyba o de ninguno vivos. No los hay de Rakedus, ni del zorro negro.

El anciano estaba sorprendido.
-HO! ¿Y cuando me perdí ese detalle?-Se rasco la nuca confundido, ¿Realmente su tranquilidad le había pasado factura tal como para olvidar ese detalle?

Me quedo mirando a Sheph durante unos segundos, respirando y pensando.

-Yo no necesito ninguna guerra, ya lo he dicho, puede que acabe de tener un enfrentamiento, pero recuerda que no fui yo el atacante sino el atacado, y pese a todo, no he emprendido acción alguna en contra de quien se levantó contra mi. Ahora solo dos seres me improtan, y de uno de ellos ni siquiera puedo confirmar su existencia. - Suspiro girándome hacia Arya - Es igual de fácil que todos los que seguís a Zyba os rindáis, ¿no? M dice que no hay nada decidido aún, creo haber indicado hace tiempo que no creo en nada de lo que dice, pero hasta ahora muchos habéis confiado en sus palabras.

Me río suavemente al escuchar la respuesta de Ferriel. - ¿No lo has entendido aún? Lo que te está pidiendo Arya es una rendición, que te sometas a ella o terminarán con tu vida. Disfrazado de bonitas palabras, pero es eso: "O sometes tu agua a mi yugo... O atente a las consecuencias". - Me encojo de hombros. - Lo siento por vosotros, pero aunque tengáis un asesino en vuestras filas, me temo que el bando de Cell tiene poco que hacer contra el de Zyba.

Luego me giro hacia Sheph. - Espero sinceramente que podamos tener esa oportunidad. No sólo yo, el Bosque también te echa de menos.

- Rienott... sabes que te aprecio...Te considero una de las personas más sabias de la Amalgama, me gusta tu forma de ser y respeto todas y cada una de tus decisiones, pero lamento mucho que pienses así. Temo que te hayas formado una idea equivocada- le dijo con gran pesar.

Nuraus permaneció callado todo ese tiempo. Escuchó los acontecimientos y esperó paciente. Finalmente se levanta de la roca y comenta:

-It´bure, el voto de Nuraus irá contra él. Nuraus acepta muchas cosas pero no aquel que se toma la justicia por su mano. It´´ bure ha juzgado a Ferriel como asesino cuando no tienes pruebas de ello. It´bure ha actuado por venganza y Nuraus no encuentra lugar para gente vengativa en la amalgama. 

Se giró esta vez hacia todos y comentó:

-Nuraus piensa y escucha y ve, pero no le gusta lo que escucha.

Se gira hacia Arya.

-Quizá las intenciones de Arya sean buenas, pero no sus palabras. Nuraus cree que Zyba tiene mucho poder y cada vez más. Sin embargo la humildad no se encuentra entre las características de Zyba. Nuraus no comprende que Arya exija abandonar a Cell, cuando los seguidores de Zyba podrían hacer lo mismo y el problema se solucionaría sin que ningún bando exterminase al contrario. ¿Por qué lo que se exige a Cell no puede ser exigido a Zyba? No hay honor en esa victoria. Nuraus no dejará que gane Zyba, ni dejará que gane Cell. Nuraus sólo dejará que ganen los héroes de la amalgama tal y como Nuraus concibe la victoria. Siendo libres. Por eso Nuraus votará por seguidores de Zyba hasta igualar fuerzas con los de Cell. Una vez conseguido que hagan lo que tengan que hacer. Asesinarse a sangre fría hasta que gane uno de los dos bandos, pero que su victoria no haya merecido la pena.

-Nuraus cada vez piensa más como Rienott. Héroes son esclavos cuando pueden ser libres, y exigen esclavitud. Nuruas sabe que puede ser libre el héroe que así lo decida. Y Nuraus ayudará al que así lo quiera. Pero no ayudará a que gane ningún bando.

Algunas gotas del lugar se van uniendo, lentamente, hasta crear una esfera azul verdosa.

Sobre ella, se yergue Naysha, orgullosa y altiva como la Esfinge que en realidad es, y no como el gato que a los ojos de muchos aparenta ser. Os mira, como evaluando algo.

Las almas caídas traen consigo la vida. La decisión de los caídos es clara, y las almas nunca volverán a ser las mismas.

Dicho esto, la esfera vibra, Naysha salta hacia un lado... Y una brecha se abre en la esfera.

Primero una mano, luego otra.

Unos cabellos largos.

Mojada, con un aspecto mucho más natural y salvaje, os mira.

En su rostro, el pesar de la incomprensión.

Se escucha algo que pisa el charcho que la rodea.

Delos se alza entre vosotros, también está empapado, aunque no ha salido del mismo sitio que ella.

Cruzan sus miradas y luego ambos miran a Naysha. Ella se limita a poner una posición orgullosa.

Yo sólo he traído a Mei Tseng. Tu regreso no es cosa mía, pero aguardo a ver si el otro Alma desea regresar, o alguien ocupará su lugar.

Tras hablar, Naysha se dirige a los pies de Mei Tseng y se tumba.

Aunque al verla, vuestros ojos no pueden evitar ver en ella la Esfinge que ha demostrado ya en dos ocasiones ser.

Aunque apenas es un parpadeo, su poder es inconmensurable. Y ahí se encuentra, tumbada e inofensiva como la que más, a los pies de Mei Tseng.

Delos inspira profundamente, tomando el aire de los vivos, dispuesto a luchar por los suyos.

Aunque hay algo distinto en ambos... Siguen siendo ellos.

Miro a Neheri con seriedad cuando se dirige a mí. Sin embargo mis palabras son amables hacia ella, casi cariñosas. - Sabes que no te incluyo en mis palabras, Neheri. Tú no eres así. Es simplemente que por algún motivo no puedes ver los hilos que se mueven atrapándote. Quizá por nostalgia de una antigua amistad. - Hago una pequeña pausa. - Pero en tu agua hay tanta o más sabiduría que en la mía. Espero que puedas ver con claridad antes de que esto termine siendo una masacre innecesaria. En cualquier caso, yo respeto tu elección y tus lealtades. Escucha a Nuraus. Él siempre ha sido el más imparcial aquí. Él es muy sabio y quiere lo mejor para ti.

No añado nada a las palabras de Nuraus, pues él ya lo ha dicho todo. Me limito a asentir suavemente a ellas, mostrando mi conformidad. Después observo tranquila, sin cambiar mi gesto, el regreso de Delos y Mei Tseng. - Quizá esto se esté poniendo interesante de repente... - Susurro para mí misma.

Una sonrisa violacea, escarchada sin malicia se dibuja en el rostro del ser alado. Un brillo de orgullo en los ojos de este al regresar, preparado para alzarse de nuevo, había cruzado un abismo de distancia hasta estar de nuevo con los suyos.

- Tranquila, sabía que no habías sido tu, no habían terminado los votos cuando fui llamado. No importa las veces que caiga, seguiré alzándome una y otra vez.

Sus manos asieron la lanza que ahora era su arma y cual caballero del frío, sentía muerta una parte de si mismo, poco a poco iba desgastando sus fuerzas con cada alzamiento, Sin embargo pese a su fuerza, pese a sus gestos, todos sabían que de nuevo había cambiado, cada muerte consume algo del caido, y cualquiera que regrese desde el otro lado, debe pagarle una moneda a caronte, en ella quedan algunas cosas que jamás puede recuperar y esta vez Delos sentía que le habían arrebatado algo. y aún así nunca se rendiría, no si con su esfiuerzo protegía a quienes había decidido hacerlo.

Sus cabellos oscuros y sus plumas negras se mostraban como antaño, más pronto el agua que empapaba su cuerpo, se fue convirtiendo en escarcha, una escarcha que formaba una nueva armadura y una piel apagada de color, casi mortecina, otorgándole de nuevo el antinatural aspecto que ya mostró antes, casi tan níveo o tan cristalino como el propio hielo.

- Se que mi ausencia ha sido corta pero... ¿Podeis ponerme al tanto de lo acontecido?

Arya niega y se encoge de hombros - Pues convencedme. Explicadme porqué el final que yo propongo, un nacimiento donde tiene cabida el Orden, donde podemos estar todos juntos, no es un buen final. Les escucho. Sabéis que con el final puro del Orden, algunos, como yo, endríamos que morir sin remedio todo lo que no sea "Orden puro" no es correcto. - se lleva una mano al abdomen inconscientemente.

Puedo gustarles más o menos, pueden estar más o menos de acuerdo con mi forma de ser, pero eso no cambia lo importante. Dadme una propuesta sólida donde... - Se interrumpe y niega, como si descartase una idea - Trato de evitar muertes, no es ninguna amenaza, pero si no paramos esto ahora, seguirán muriendo personas y eso no lo deseo. la vida es demasiado importante para mi.

Y yo no tengo poder para matar a nadie - mirando con desaprobación a Rienott - de sobra lo sabes, e incluso después de haber liberado varias veces mis secretos... ¿Crees que soy alguna clase de monstruo?. Te has empeñado en una serie de ideas con la base de que te caigo mal, y estoy cansada de tus celos ¡Nunca pretendí con Sheph más que ser su amiga! - Hace un gesto amplio de hastío con la mano, como tratando de alejar ese pensamiento de su mente - Pero sé que por mucho que diga no querrás escucharme, así que solo puedo desearte buena suerte en tu nuevo camino. No quiero discutir contigo, pero cansas.

He hecho todo lo posible por derrotar a Raquedus. Ayudo cuando puedo y apoyo donde es necesario, y lo volvería a hacer. 

Entonces ve el regreso de Delos y sonríe ampliamente - Bienvenido, nuestro caballero. - A la esfinge también le dedica una sonrisa cálida, y otra más, aunque dudosa, a Mei. 

[Edith] Mira otra vez a todos, y alza las manos en posición de derrota - Pero tranquilos... ya me callo. Háblenlo entre ustedes. A mi no me queda mucho más que aportar, excepto tonterías. Trataré de guardar silencio un rato para no perturbarles.

Me sacudí las ropas y las planche un poco con las manos. Deje que la brisa acariciase todo mi cuerpo y respiré profundamente...

-Que bien estar viva de nuevo.

-Me alegra volver, y mas ahora que se que hay ciertas personas que no me quieren en este lugar, que se que personas son... y que se el por que.

Me senté en el suelo y sonreí.

-Voy a esperar un poco para hablar, estoy cansada de tanto ir y venir al cementerio... No es un buen lugar para una chica como yo...

-Los que guardais recelos hacia mi persona por pertenecer al bando formado por los asesinos podeis estar tranquilos. Ya lo he dejado de lado, he recibido ayuda externa y he salido... Aun que ahora mis palabras van a ponerse en entredicho, no me importa.

-Tan solo darme tiempo, tenemos un a valiosa lección que aprender... muy pronto.

Alzo una ceja ante la respuesta de Arya, pero llega un momento en que me sobresalta una carcajada al escuchar tantas tonterías. Después de contener la risa, decido dignarme a responder. - No he sentido celos de ti en ningún momento. Sería absurdo hacerlo. Sheph es libre y por ello le respeto. Yo no soy como tú, no quiero encerrar a la gente bajo mi mando, prefiero que fluyan libres por su propio cauce. 

Una pausa llena de hartazgo. - Te he explicado en muchas ocasiones por qué no me gustas, pero no pareces querer entenderlo y buscas excusas para justificarte ante los demás, desacreditándome. Lo haré una vez más. Lo principal, es que no me creo tu papel. Esa pose de servicialidad hacia el público. Todo tu histrionismo. Tu bandera de sencillez teniendo un poder mayor del que reconocerías nunca. Toda la arrogancia mal disimulada que se puede leer en tus palabras y en tus actos...  - Sacudo la cabeza lentamente. - Lo siento, yo no me lo creo. No necesitas matar ensuciando tus manos. Manipulas para que otros lo hagan por ti.

Me encojo de hombros suavemente.  - Sinceramente, yo tampoco quería discutir contigo, aunque fuese simplemente por no tener que aguantar tus lamentos. En fin... Yo cansaré, pero tus aguas apestan a estancamiento. - Aparto la mirada de ella, dando por terminada la conversación. 

Neheri se estaba empezando a cansar de todo aquello. Que pensaran bien de ella era un halago, algo agradable, en su vida como guerrera estaba acostumbrada a escuchar cosas malas sobre ella, sin embargo no le gustaba la sensación de que los demás esperasen algo especial de ella, Neheri era como era, no había más...así que se limitó a guardar silencio, sumida en sus propios pensamientos.

Me acerco a Delos cuando veo como este resurge de entre los caídos y me acerco a él y me quedo mirándolo. Suspiro y empiezo a hablar.

-Lo que ha ocurrido e que It'bure ha enloquecido y ha decidido que yo debía pagar por tu muerte. Afortunádamente, Ehalli ha conseguido... - Me giro hacia ella - Ha conseguido que tenga un motivo por el que derrotar a mi propia muerte y seguir adelante. Es gracias a ella que estoy aquí.

Cojo aire con lentitud y lo suelto dejando claro mi estado de calma.

-También ha ocurrido que Arya nos ha ofrecido la rendición a aquellos que luchamos por Cell alegando que no desea más muertes. Después creo que básicamente has oído lo que ha ocurrido.

Suspiro y alzo la voz dirigiéndome a todos.

-Escuchadme todos, por favor. Sé que no soy quién para pedíroslo, pero todos escuchásteis que Lianne está embarazada. No es culpa de esa criatura que su madre sea tan necia de desearnos la muerte, y no es justo que muera con ella. Creo... creo que si alguien que pueda traer de vuelta a los muertos intentase hacerlo con ese bebé, creo que podría funcionar. Entiendo que prefiráis traer a vuestros compañeros, a guerreros que luchen de vuestro lado, pero esa criatura no ha tenido siquiera la oportunidad de luchar. Os pido que ayudáis a que pueda experimentar lo que es la vida. No obstante, seré claro. Si ese bebé no existe, el poder que utilicéis... creo que será malgastado. No quiero que nadie lo haga bajo engaños ni omisión de información.

Arya niega ante las palabras de Rienott. Cierra los ojos y suspira despacio. - Sería más fácil si no doliese tanto que dudasen de mi. Ojalá termine pronto. - Que no me entiendas o no quieras entenderme no te da derecho a tratarme de esa forma, Rienott. Nunca te hice nada o te obligué a nada que no quisieras hacer, igual que a los demás. Hay quien lo ha llamado Liderazgo, pero esa es una confianza que otros pusieron en mi, no lo decidí. Yo soy lo que soy. Quien decida escucharme o no hacerlo, es su propia elección.

Y entonces se dirige a Ferriel.

- Ferriel... toda criatura necesita un lugar donde gestarse. Ni siquiera sé si habrá sobrevivido al trance por la muerte, porque estas cosas son delicadas, pero se nos ha dicho que cuando esto acabe, podremos ser capaces incluso de traer a alguien cuya alma se haya perdido - recordando a la hermana de i'sari.

No es el momento, pero puedo asegurarte por mi propia vida que vas a tener al menos un hijo. - sonríe segura con infinita ternura. - O hija - añade entre risas. - Eso si que no lo se

Mis ojos se detienen mirando fijo a Arya, inckuso ofendido por sus palabras y su risa.
- Una vida no sustituye a otra, nunca lo hará, y me decepciona que digas eso e incluso te mofes. No tengo intención en intentar procrear a estas alturas, mi momento de hacerlo desde luego ha pasaso, pero eso no hace que me libere de la responsabilidad que implica la existencia de esa criatura hija de Lianne si en verdad existe. - La sigo mirando con dureza desaprobadora - Aquí hay fuerzas que no alcanzo a comprender, pero si alguien puede traerlo de vuelta, creo que debe haber alguien que pueda hacerlo madurar para no necesitar el vientre materno o cualquier otro truco que ni soy capaz de pensar.
Susiro.
- Yo no soy capaz de hacer nada por él más que suplicar vuestra ayuda. No puedo dejar que simplemente deje de existir, aunque tuviese que perder lo que soy para ello.

Neheri chasquea la lengua ante las palabras de Arya y la lógica respuesta de Ferriel.

- Arya, has develado tu secreto en el momento más inoportuno... Ferriel, por supuesto que nada puede sustituir a un hijo propio. Yo no poseo ningún poder extraordinario pero si está en mi mano trataré de ayudarte. El problema de Arya es que a veces no se para a pensar en las consecuencias de sus actos, por eso a pesar de poner todo su empeño en caer bien a los demás... ha conseguido todo lo contrario. Pero su intención no es mala, estoy segura.

- Nada mas lejos de la realidad.- Dijo Delos poniéndose al lado de Ferriel y apoyando su mano en su hombro.- Creo que lo que Arya quería decir, es que aunque no tengas intención de tener más hijos ahora, no significa que no puedas tenerlos en el futuro. Seguro que cuando todo esto acabe, podemos tener aspiraciones a formar un futuro al lado de quien queramos, o como queramos, pero para eso debemos unirnos y sobrevivir.

Su mirada se dirige hacia Rienott y luego a Sheph pero no dice nada, en sus ojos cansados se muestra los estragos de la lucha, su porte es menos fiero, más resignado si cabe.

- Es una pena que no quieras un final así Rienott, con ese final, podrías estar al lado de Sheph si es que realmente te importa estar a su lado, pero supongo que si las cosas no son a tu manera, no serán de ningún modo para ti.- La condescendencia con la que hablaba era nueva para él mismo, quizás el cansancio y el dolor de sus heridas le hacía más débil, o más fuerte por sentirla, de cualquier modo quería seguir dándole una oportunidad a todos de demostrar que su intención era buena, fuera Rienott, Sheph o incluso la de cualquiera entre ellos que lo hubiera asesinado la noche anterior.

- No quería decir eso... - Mirando alternativamente a Ferriel y a Neheri con tristeza, y finalmente suspira y baja la vista. 

Lo siento si no me he explicado... Pido disculpas. - Otra vez... qué difícil es todo... trataba de animarlo... los poderes que tenemos ahora no podrán traer un feto no formado, lo que habrá después si. No es tanto lo que tendrá que esperar. Apenas unos días.

Niega para si y se aleja unos pasos, hasta encontrar algún lugar donde sentarse - Por lo visto cualquier cosa que diga la siguen malinterpretando... solo me queda esperar y rezar para que las cosas se resuelvan de la mejor manera posible.

Coge dos ramitas y empieza a trenzarlas con gesto distraído, y aunque su postura es serena, su expresión traiciona que su mente procura alejanse hacia pensamientos más agradables. Unos segundos después, empieza a canturrear para si.